Las telecomunicaciones en la era de la revolución digital

Ángel Calvo (UB)

Nos ha tocado vivir en un mundo donde ‘todo’ está digitalizado. Parafraseando a Gidion (1948) cuando hablaba de la mecanización, podríamos decir que ‘la digitalización toca a rebato’.

Entendemos la digitalización como la capacidad de utilizar tecnologías digitales para generar, compartir y procesar información. Para que tenga un impacto significativo, debe ser ampliamente adoptada en la sociedad, integrada en el proceso de entrega de bienes y servicios y también basada en la prestación de servicios públicos.

Parece universalmente admitido que la revolución digital influye por partida triple en la economía, la sociedad y los poderes públicos. Afecta a la economía en todos sus sectores y en sus facetas de crecimiento del PIB, del empleo y de la innovación. Atañe a la sociedad en los aspectos de inclusión e igualdad social, excedente del consumidor, acceso a la información y a servicios básicos y participación política. Finalmente, concierne a los gobiernos en lo tocante a la calidad y el hecho de la educación, calidad y producción de salud, la eficiencia de la administración pública y la entrega de información pública a los ciudadanos (Katz, 2016, págs. 4-5).

En la era de la globalización, el sector de las telecomunicaciones no podía escapar a estos choques de la digitalización y a transformaciones en profundidad. Precisamente, en el año 2016, el Foro Económico Mundial abordó la forma en que las telecomunicaciones afrontan estos cambios y elaboró el Libro Blanco que se centraba en las siguientes áreas: modelos de negocio digitales; modelos digitales de funcionamiento; talento digital y competencias y métricas de tracción digital. El informe atribuye a la industria de telecomunicaciones un papel crítico en las transformaciones en nuestra forma de vivir, trabajar e interactuar que trae consigo la fusión de tecnologías que está borrando las líneas entre las esferas biológicas, físicas y digitales en lo que se ha denominado la cuarta Revolución Industrial (World Economic Forum, 2017, p. 4; Schwab, 2016).

¿Pero qué hay de la desigualdad geográfica y social con que estos fenómenos se plasman? ¿Qué valoración merece esa cuarta Revolución Industrial a los millones de hambrientos en el mundo de hoy, a esos millones de refugiados que carecen de lo necesario?

Esas capas desfavorecidas de la población mundial pechan con los efectos de los errores de malas políticas aplicadas y de decisiones empresariales equivocadas. El pasado pasa factura de forma ineludible. Por tanto, el pasado es un componente obligatorio que conviene analizar para explicarse el mundo de hoy y encontrar posibles elementos de respuesta a la situación presente en sus más agudos contrastes.

Si centramos la atención en uno de los grandes conjuntos regionales del mundo, apreciamos que los países de América Latina presentan un comportamiento variopinto en el nivel individual de digitalización, el llamado índice de digitalización: muchos países se sitúan en la etapa avanzada y otros en las etapas limitadas o emergentes. Planes nacionales lanzados entre 2008 y 2011 en diversos países hicieron crecer de forma notable el índice de digitalización. Así sucedió en Chile con la Agenda Digital (2008), en Uruguay con el Plan Ceibal (2009), en Colombia con la creación de MinTIC y el lanzamiento del Plan Vive Digital (2011) y en Brasil, con el Plan Nacional de banda ancha (2011).

De la misma manera, el ritmo de la digitalización varía notablemente, como también lo hace la forma en que se vinculan la digitalización y el desarrollo económico. En los países del área conviven el crecimiento simultáneo con la digitalización y el desarrollo económico, la fuerte incidencia de la digitalización sobre el desarrollo económico y el nulo peso del crecimiento económico sobre la digitalización.

Si nos preguntamos por las razones de ese panorama variopinto, intuitivamente pensamos en factores diversos. Especialistas en la materia señalan como componente clave la política y las instituciones (Katz, 2016, págs. 4-5). Política e instituciones nos remiten a procesos desarrollados a lo largo del tiempo en un sector considerado, además, como de trayectoria dependiente, un concepto muy caro a la economía evolutiva, encabezada por Nelson y Winter (1982). Ambas apuntan, igualmente, al marco nacional en que desarrollan los procesos y al mundo de la empresa donde se definen las estrategias orientadas a una conquista del mercado mundial. Nos situamos, así, en el terreno de las obras que han servido de punto de partida a esos comentarios y apelamos a las telecomunicaciones en un mundo global y al comportamiento empresarial.

En España, el vertiginoso cambio tecnológico, la transformación del marco regulatorio y la apertura de los mercados han ido acompañados de una metamorfosis de gran calibre en la empresa por antonomasia de las telecomunicaciones. El monopolio semipúblico de las telecomunicaciones, antaño filial del gigante norteamericano IT&T, inició una trepidante carrera internacional al integrarse en numerosas organizaciones del sector, insertándose como titular de un holding industrial en el mercado mundial de equipo y fraguando acuerdos estratégicos con multinacionales hasta convertirse en una empresa global “multidoméstica” que prestaba el servicio telefónico en numerosos países. Latinoamérica fue el escenario privilegiado de esa expansión internacional. A su vez, Telefónica dejó de ser un monopolio semipúblico para convertirse en una empresa privada que operaba en un mercado en competencia. Esa aventura de la internacionalización, una historia de éxito no exenta de gran riesgo, solo posible gracias a una conjunción de factores geopolíticos, técnicos y humanos.

Referencias

Katz, Raul, “Digital Prosperity, A Global View”, 2016 Strategic Innovation Symposium Digital Life in Latin American Cities, Technology and Entrepreneurship Center, Harvard, 2016, pp. 4-5.

Lanuza, María José, “Lessons from Davos: digitalization is all around”, Public Policy Newsletter, 1/2/2017.

World Economic Forum, White Paper on Digital Transformation Initiative–Telecommunications Industry, 2017.

Schwab, Klaus, The Fourth Industrial Revolution, World Economic Forum, Ginebra, 2016.

Para mayor información:

CALVO, A., Historia de Telefónica: 1976-2000. Las telecomunicaciones en la España democrática, Ariel/Fundación Telefónica, Barcelona, 2016.

Dis­po­ni­ble en:

http://www.fundaciontelefonica.com/arte_cultura/publicaciones-listado/pagina-item-publicaciones/itempubli/560/

CALVO, A., Telecomunicaciones y el nuevo mundo digital en. España: la aportación de Standard Eléctrica, Ariel / Fundación Telefónica Barcelona-Madrid, 2014.

Dis­po­ni­ble en:

http://www.fundaciontelefonica.com/arte_cultura/publicaciones-listado/pagina-item-publicaciones/itempubli/266/

Mobilidade populacional e educação superior no Brasil: o caso do norte fluminense

Jéssica Monteiro da Silva Tavares1

Elzira Lúcia de Oliveira2

Resumo

A localização da população e os processos de mobilidade espacial são considerados elementos importantes na constituição do espaço urbano. Entre os processos de mobilidade espacial, destaca-se o papel dos deslocamentos pendulares, em especial, os movimentos realizados para fins de estudo que, da mesma maneira que são impulsionados pela dinâmica e demanda da economia, também podem produzir relevante impacto sobre a organização das cidades que experimentam uma integração na escala regional. Embora o principal motivo dos deslocamentos pendulares seja a procura por trabalho, a busca por oportunidades educacionais também é motivação de deslocamentos populacionais. O padrão espacial da localização dos estabelecimentos de ensino, de forma concentrada em determinados espaços, para níveis de ensino médio e superior, leva à necessidade de deslocamentos frequentes entre residência e unidade de ensino por parte de um amplo número de estudantes. O objetivo geral desse trabalho é analisar os movimentos populacionais pendulares por motivo de estudo de nível superior na região Norte do Estado do Rio de Janeiro, principalmente em direção ao município de Campos dos Goytacazes, historicamente reconhecido como polo de educação superior na região. Para investigar a questão se utilizou de abordagem predominantemente quantitativa, utilizando o Censo Demográfico do IBGE de 2010 e do Censo do Ensino Superior do INEP como fontes de dados secundários. Além de identificar os fluxos de origem, identificar-se-á também, de forma resumida, o perfil desses estudantes pendulares. Para entender a centralidade do município de Campos dos Goytacazes na oferta de serviços de ensino, foi calculado o Quociente Locacional (QL) no setor de ensino dos municípios da região, bem como dos municípios classificados pelo IBGE no mesmo nível de hierarquia urbana de Campos dos Goytacazes. Adicionalmente, foi calculado o Índice de Eficácia da Pendularidade (IE) para os municípios da região Norte fluminense. O recorte espacial deste estudo, a região Norte do estado do Rio de Janeiro, tem passado por profundas modificações socioeconômicas e territoriais após a descoberta e exploração de petróleo na Bacia de Campos. O município de Macaé, base operacional da Petrobrás, quadruplicou, passando de 47.221 habitantes em 1970 para 206.728 em 2010. O adensamento populacional e a valorização do solo urbano têm espraiado os efeitos da indústria petrolífera para os municípios limítrofes, como também tem produzido fluxos diários entre vários municípios da região e Macaé, em decorrência da grande oferta de trabalho. Por outro lado, a busca por qualificação, visando em grande parte inserção na indústria petrolífera, também tem gerado fluxos entre os municípios, especialmente com destino à Campos dos Goytacazes, que mantém uma oferta regular de ensino profissionalizante de nível médio e nível superior, por meio de instituições públicas e privadas. Adicionalmente, os recursos de royalties e participações especiais que os municípios impactados direta e indiretamente pela indústria do petróleo recebem, conferem a esses municípios certa folga orçamentária em relação aos demais, com poucas restrições em relação à alocação desses recursos. Sendo assim, os municípios contemplados com esses recursos, especialmente os menores, na ausência de oferta de serviços educacionais no local, fornecem bolsas de estudos e transporte para os residentes estudarem em outro município, geralmente em Campos dos Goytacazes, em função de uma oferta diferenciada na região. A indústria petrolífera sediada em Macaé desloca o eixo dinâmico regional de Campos dos Goytacazes para Macaé caracterizando o atual ciclo da economia do Norte Fluminense, baseado na indústria extrativista do petróleo, responsável pela dinâmica econômica da região. Sendo assim a geoeconomia que se desenha é a centralidade de Macaé em termos de localização industrial, com claros reflexos nos municípios vizinhos, a exemplo de Rio das Ostras. Neste contexto, Campos dos Goytacazes assume centralidade na oferta serviços educacionais para qualificação de mão de obra para a indústria petrolífera. Constatou-se que os deslocamentos populacionais para fins de estudo na região Norte Fluminense ocorrem predominantemente em direção a Campos dos Goytacazes que exerce papel de centro regional, atraindo estudantes de várias partes do estado do Rio de Janeiro e, inclusive de outros estados do Brasil.

Palavras-chave: Movimento Pendular. Estudo. Região Norte Fluminense. Oportunidades Educacionais. Campos dos Goytacazes.

Para mais informações: https://espacoeconomia.revues.org/2335

1 Doutoranda em Geografia pela Universidade Federal do Espírito Santo (UFES). Professora de Geografia na Secretaria de Estado de Educação do Rio de Janeiro (SEEDUC). E-mail: jessicamonteirost@gmail.com

2 Doutora em Demografia (UFMG). Professora Adjunta IV na Universidade Federal Fluminense (UFF). E-mail: elziralucia@id.uff.br

Cando os políticos son un obstáculo para a mellora da calidade de vida

Xosé M. Souto González (Universitat de València, Instituto de Estudos Vigueses)

O continuo retraso en pór en servizo a área metropolitana de Vigo subliña a incapacidade dos políticos locais e autonómicos para chegar a un acordo que permita mellorar a vida dos veciños das Rías Baixas. Desde finais do século XX temos elaborado informes a instancias das institucións locais, provinciais e autonómicas para mostrar a incidencia da creación de servizos metropolitanos na mellora da mobilidade, a sanidade, educación e servizos sociais, sen considerar aínda o pulo do dinamismo económico no ámbito particular, como é no ámbito do comercio e turismo.

Pero as diferenzas entre os poderes locais, encarnados nos alcaldes ou concelleiros non facilitou o labor, pese a que os alcaldes da Mancomunidade da Área de Vigo declaran no ano 2000 “a nosa vontade firme e unánime de camiñar cara á creación DA ÁREA METROPOLITANA DE VIGO. Os alicerces do proceso que agora comezamos ciméntanse sobre a fonda interrelación que manteñen os cidadáns deste espazo territorial, sobre o convencemento político de que constituímos un verdadeiro feito metropolitano e sobre a firmeza institucional que nos outorga a representación de preto de cincocentos mil galegos”.

O certo é que as diferenzas entre grupos políticos e persoas que representaban as corporacións locais impediu que o municipio máis dinámico demográficamente (como é Ponteareas) non aparecera na proposta inicial. E que tampouco se tivera en conta a área de influencia de Pontevedra, para crear una verdadeira rexión metropolitana na escala europea e ibérica. Debemos coñecer que entre as áreas de Vigo e Pontevedra alcánzanse os 800.000 habitantes.

A miopía ou a escasa sensibilidade manifestada polos políticos locais aumenta no caso da Xunta de Galicia, que ten recoñecida por Lei a posibilidade de constituír áreas metropolitanas (lei 5/1997 de Administración Local de Galicia). A incapacidade de xestionar as propostas políticas presentadas no parlamento, por exemplo no ano 2006 polo BNG, mostra unha incompetencia de difícil xustificación. Unha incapacidade que se disfraza de liortas políticas, cando as máis das veces son de personalismo.

Finalmente cando nos anos 2015/16 parecía que o camiño empezaba a ser construído chega o enfrontamento persoal do alcalde de Vigo (Abel Caballero) co presidente da Xunta de Galicia (Alberto Núñez Feijóo) que racha co posible desenvolvemento da área e cun proceso xudicial que frustra as expectativas da poboación e de numerosos grupos políticos e institucionais da zona sur galega. En xaneiro de 2017 todos os días podemos ler nos xornais locais algunha noticia que nos remite ao conflito político, que xa está na esfera xudicial.

O enfrontamento dos egos sen dúbida acocha una estratexia política, pois se pretende definir un novo modelo de ordenamento territorial, moi parecido ao que se quixo facer coa delimitación comarcal do período 1997/98. Uns intereses políticos que revela a dificultade de que desapareza o poder territorial dos 313 municipios, onde os partidos crean as súas infraestruturas de poder clientelar.

No fondo existe unha fonda falta de sensibilidade polos problemas da poboación, que podería ver mellorado o transporte público interurbano, que facilitaría a reordenación dos servizos públicos de sanidade, educativo e de servizos sociais, sobre todo nunha poboación que ten un elevado nivel de avellentamento.

O enfrontamento dos egos políticos leva aparellada unha definición errónea do problema que se quer solucionar. A disputa pola competencia territorial (rei versus virrei) implica que a análise da situación resida en quen ten o poder para criar unha área metropolitana e gobernar. Cando os problemas son outros. Por exemplo cómo evitar ter que comprar dous billetes diferentes de autobús ou tren/bus cando é o mesmo desprazamento de casa ao traballo, cando se ten que utilizar a auga dunha presa metropolitana (exemplo do río Oitavén) ou cando se necesita planificar a oferta de estudos profesionais dos ciclos de grao superior. Parece que para iso é máis fácil adoptar a xestión en forma de consorcios entre entidades públicas, para o que non hai que “descubrir” nada novo, nin tampouco criar un ente a priori coas fronteiras ben claras para orgullo e satisfacción do señor territorial.

Os problemas das persoas son obviamente humanos e non territoriais. Non dependen das fronteiras, senón da xestión que se realice sobre o territorio e o espazo social. A reivindicación dun territorio local como lugar de dominio xa foi utilizado polas ditaduras do século XX para transformar os sentimentos dos espazos vitais en territorios de conquista política. E todos sabemos das súas consecuencias. Ou, ao mellor, os políticos locais e autonómicos de Vigo e Galiza ignoran os feitos do pasado. En calquera caso, lamentable situación.

Para saber máis:

SOUTO GONZÁLEZ, Xosé M. (coordinador). Áreas metropolitanas galegas, Santiago de Compostela: Xunta de Galicia, 2009

A Paisagem Cultural: múltiplas interpretações nas políticas de preservação

por Margareth de Castro Afeche Pimenta

Enquanto privilegiam meios tradicionais em nível mundial, no Brasil as interpretações acerca das paisagens culturais são variadas, deixando escapar sem proteção setores socialmente fragilizados, mas ricos culturalmente, que deveriam ser foco de políticas específicas. Precisar as acepções históricas de cultura talvez contribua para direcionar políticas de preservação, mas também inseri-las numa visão maior de projeto societário.

As paisagens culturais são a oportunidade de estabelecimento da proteção conjunta do ambiente com as formas tradicionais de expressão cultural. Após duas décadas de seu estabelecimento como politica patrimonial, a paisagem cultural apresenta, entretanto, resultados bastante desiguais, tanto em relação aos critérios quanto à distribuição espacial dos bens mundiais preservados. A paisagem foi considerada objeto de proteção bem antes da Convenção do Patrimônio Mundial de 1992, em 1962 e 1972. Por que, então, qualificar a paisagem como cultural 30 anos mais tarde? Impunha-se a necessidade de uma elaboração mais afinada, decodificando-se os termos. Apesar desses esforços, os debates trouxeram uma expansão (e indefinição) inusitada no Brasil. A deriva conceitual, num quadro sempre presente de limitação dos recursos, significa a exclusão de setores relevantes, com perdas irreparáveis.

Um dos caminhos para se recolocar a questão talvez esteja nas múltiplas significações do termo ‘cultura’. Um breve percurso de suas trajetórias históricas, considerando-se descontinuidades e recuperações, pode contribuir para ajustar os termos da preservação patrimonial. Do cultivo das terras na Antiguidade, Cícero transforma seu significado, a partir do estabelecimento da correlação entre plantio, o ato de cultivar, e o espírito humano. No mesmo sentido, Filão inspira-se em Platão quanto ao ‘homem interior”, cultivado, como o lavrador que nutre as boas espécies. O termo ‘cultura’ dispersa-se nas canções de gesta medieval, mantendo a acepção de cultivo até o século XVI, quando se inclui a ‘cultura da língua’ oudo espírito, primeiros passos rumo ao seu conteúdo civilizatório, que adviria no século das Luzes.

A partir do século XVIII, explicita-se cultura, também, com um sentido “figurado”, do cuidado nas artes e no espírito, incluindo o aperfeiçoamento pessoal. Voltaire e Rousseau almejam o homem esclarecido. Ser cultivado derivaria, portanto, de um processo de elaboração. Cultura transforma-se em refinamento; sua transmissão permitiria o aprimoramento da humanidade. Aparece como um processo pessoal, mas também social. Tratava-se, portanto, de um projeto civilizatório.

Paisagem rural no município de Urussanga no Estado de Santa Catarina, Brasil.
Paisagem rural no município de Urussanga no Estado de Santa Catarina, Brasil.

Somente na segunda metade do século XVIII Kultur torna-se usual na Alemanha, com diversos significados: liberdade de espírito frente aos preconceitos; distinção e fineza nas maneiras; estágio de evolução social, opondo-se à barbárie dos povos selvagens. Visava-se atingir a erudição, capaz de permitir os avanços científicos, mas também a habilidade na utilização dos instrumentos. O progresso material teria importância tanto quanto a evolução das ciências abstratas. As ideias de Kant assemelham-se ao pensamento de Herder e Schiller, sobretudo no sentido progressivo do aperfeiçoamento humano. Como a natureza teria atribuído o mínimo ao homem, haveria a escalada da existência singela à cultura, que se basearia no valor intrínseco do homem, seu valor social.

Somente com Goethe, cultura designa os traços distintivos de um povo determinado. Suas viagens oferecem uma nova visão de mundo, centrada na formação do homem interior, Bildung, onde discerne o indivíduo e seu meio, com o qual partilha hábitos comuns, gostos e formas de pensar. Aqui se constitui Kultur, ou seja, cultura no plural, distinguindo as sociedades por características específicas.

Mesmo os grandes contributos – cultura pessoal ou social – deixariam transparecer os traços culturais. A cultura da nação aparece, também, como legado, colocando a noção de herança e de acumulação histórica. Salientam-se as contribuições particularizadas dos diferentes grupos culturais, bem como a necessidade de transmissão dos saberes e objetos concebidos pela humanidade.

Ter-se-ia que esperar o século XIX para uma política mais sistemática de preservação do patrimônio material, mas também para o surgimento de uma disciplina, a antropologia, centrada sobre grupos humanos e sua diferenciação. Foi definida por TYLOR (1871) como um complexo que inclui conhecimento, crença, arte, moral, costumes e outros hábitos. A Unesco propõe-se, assim, a valorizar o sentido de cultura para fins societários, englobando as artes e as letras, os modos de vida, os direitos fundamentais, os sistemas de valores, as tradições e as crenças. Considera os traços distintivos espirituais e materiais, intelectuais e afetivos, propondo o aperfeiçoamento humano e cultural. Defende sociedades e grupos em ‘perigo’ de perda de identidades e especificidades. Desenha, assim, um projeto de sociedade, do qual fazem parte grupos heterogêneos, quando define o reconhecimento de valores sociais e culturais. O Brasil deveria dedicar atenção maior ao caráter amplo, mas preciso, do conceito e incorporá-lo ao debate de um projeto sócio-espacial, propiciado pelas paisagens culturais.

Para maiores informações

PIMENTA, Margareth de Castro Afeche. A Paisagem Cultural: múltiplas interpretações nas políticas de preservação. Revista Ateliê Geográfico, Vol.10, nº2, ago./2016. Disponível em <https://revistas.ufg.br/atelie/article/view/38054>

Margareth de Castro Afeche Pimenta é Arquiteta e Urbanista. Professora da Universidade Federal de Santa Catarina.

Carriles para la exportación. El sistema de transporte en Andalucía durante la Primera Globalización

Andrés Sánchez Picón (Universidad de Almería) y Domingo Cuéllar (RENFE Operadora)

La gran explosión comercial que vivió el mundo durante el siglo XIX y hasta la Primera Guerra Mundial puede ser conocida como la primera globalización. Los motores de la misma fueron la política comercial liberal, la revolución de los transportes y el rápido crecimiento de la industria manufacturera, y se caracterizó por el establecimiento de unas relaciones de intercambio entre áreas industrializadas y periféricas, con un patrón comercial en el que primaba la especialización en la exportación de materias primas agrarias y minerales por parte de las segundas.

En este contexto, el estudio de la economía andaluza desde la perspectiva del desarrollo de su sistema de transporte aporta una mejor interpretación para comprender los cambios que se producen en ese periodo en el contexto de las economías menos desarrolladas.

Así Andalucía, que había experimentado en el segundo tercio del siglo XIX un débil arranque industrializador, se adentraría por una nueva senda de especialización económica basada en la explotación de sus recursos naturales. Exponente de este nuevo camino sería el desarrollo de un potente sector agroalimentario basado en el crecimiento de determinadas producciones agrícolas y la expansión de una industria asociada a la transformación de estas materias (aceite, azúcar, vino, etc.). Por otro lado, la demanda de materias primas minerales por parte de las manufacturas europeas durante la segunda industrialización, colocó a la extracción minera en el apogeo de su actividad.

Tanto las producciones agrícolas como las mineras suponían un avance en la senda de la especialización económica que requería una profunda transformación en ese dispositivo logístico que permitía el trasiego de materiales, suministros y mercancías desde los lugares de producción hasta los canales de transporte que los conducirían a sus mercados. Además, la especialización suponía el incremento de las entradas de determinados suministros (carbones o cereales), importados desde lugares cada vez más lejanos tanto del mercado nacional como del internacional. Sin una relativamente rápida modernización de las redes de tráfico y de los intercambios entre los diferentes modos de transporte, no hubiera sido posible avanzar en el proceso de modernización económica sostenido por ese aumento de la integración económica y de la especialización productiva.

El transporte de mercancías a media y larga distancia conlleva casi siempre el uso de diversos modos combinados entre sí. Esto, que resulta ahora evidente y se asocia al concepto de intermodalidad no resulta tan fácil de aplicar a la combinación de medios de transportes que se dio, sobre todo, a partir de las innovaciones derivadas de la Segunda Revolución Tecnológica, entre finales del siglo XIX y primer tercio del siglo XX.

Estas transformaciones conllevaron una revolución logística que arrancó en la Segunda Revolución Tecnológica y se ha culminado en las últimas décadas del siglo XX, favorecida por las mejoras técnicas, la innovación organizativa y el crecimiento de los mercados, con el consiguiente aumento del trasiego de mercancías entre Asia, Estados Unidos y Europa.

El tonelaje requerido por la minería andaluza a partir de la Segunda Revolución Tecnológica (a partir de 1890) sería incomparablemente mayor que el del periodo precedente. Esta circunstancia, y el predominio del movimiento de graneles minerales sobre los semitransformados (plomo metal) del periodo anterior, obligaron a una remodelación profunda de la organización del transporte.

El tráfico de minerales, soportado por el ferrocarril en el cenit de la expansión minera, fue decisivo para la integración del territorio andaluz en las redes comerciales internacionales dominantes en la época.

Sin embargo, más allá de su papel en la coyuntura expansiva de la minería andaluza, los trazados ferroviarios más vinculados a los flujos mineros han presentado a largo plazo evidentes desventajas logísticas que han ido marcando su obsolescencia y abandono.

La baja eficacia del mercado de transporte ferroviario para los graneles mineros, no disponibles con frecuencia dada la ubicación remota de algunos centros extractivos, empujó, por lo general, a las compañías mineras a construir sus propios tendidos ferroviarios, sin aprovechar, en muchas ocasiones, la posibilidad de conectarse con la red general, así como a contar con sus propios dispositivos de embarque. Esta salida conllevaba un elevado riesgo de duplicidad (como ocurre en la zona de Huelva) y de desconexión con las necesidades del resto del sistema productivo regional. Las líneas mineras fueron, por lo general, específica y exclusivamente utilizadas para el movimiento de minerales, por lo que su supervivencia estuvo íntimamente unida a la de las cuencas mineras en donde prestaban servicio.

Por otro lado, la producción del pujante sector agroalimentario andaluz también terminó disponiendo del ferrocarril de manera predominante tanto para la distribución dentro del mercado nacional como para la salida hacia los mercados exteriores, así como para el abastecimiento de determinados suministros (fertilizantes) durante el primer tercio del siglo XX. Sin embargo, en las dos fases principales de construcción de los ferrocarriles andaluces tuvieron especial interés la conexión de las grandes ciudades béticas, en el primer impulso (1851-1880) y el desarrollo de ferrocarriles mineros en la Penibética y Huelva, durante el segundo impulso (1880-1913). Aun así, la significativa densidad de la red andaluza -en comparación con el conjunto nacional- supuso que una parte importante de los trazados se tendió a lo largo de las principales zonas agrarias andaluzas, tanto en el valle del Guadalquivir como en las campiñas de tránsito.

En este sentido, hemos de tener en cuenta que la producción agraria presenta unos condicionantes de estacionalidad que no se dan en la actividad minera o industrial, a los que se suma la inestabilidad de las propias cosechas, agravada en los cultivos de carácter extensivo, todavía mayoritarios en Andalucía. Además, algunos de estos productos tenían también una vocación exportadora, por lo que los mercados internacionales influían también en los precios y en el volumen de la producción demandante de servicios de transporte. Ambos factores, estacionalidad y volatilidad de las cotizaciones internacionales, afectaban a la cuenta de resultados de los servicios ferroviarios.

En conjunto, los tráficos agrícolas y mineros se repartieron la mayor parte de los tráficos ferroviarios en Andalucía en todo el periodo (37% y 30%, respectivamente), mientras el transporte del sector industrial, principalmente hierros, maquinaria, carbón o materiales de la construcción tenían una presencia más modesta, dado el limitado grado de industrialización de la región.

Aunque el grado de integración económica en la región tropezó con dificultades debido a la extensión y la orografía, los flujos comerciales tanto dentro como fuera de ella aumentaron tras la construcción del ferrocarril y las mejoras en las infraestructuras portuarias. Ambos modos protagonizaron en sus respectivos ámbitos la senda de la modernización, siendo además las relaciones ferromarítimas el primer escenario intermodal de éxito, por eficiencia y volúmenes, en el transporte contemporáneo.

Para mayor información:

SÁNCHEZ PICÓN, Andrés y Domingo CUÉLLAR. El soporte logístico de la especialización económica de Andalucía durante el primer tercio del siglo XX. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Vol. XX, núm. 550, 1 de diciembre de 2016, 32 pp.

SÁNCHEZ PICÓN, Andrés y Domingo CUÉLLAR (Dir.). 150 años de ferrocarril en Andalucía. Un balance. Sevilla, Junta de Andalucía, Dirección General de Planificación, 2008, 1.170 p. ISBN 978-84-8095-543-0.

Andrés Sánchez Picón es catedrático de Historia Económica de la Universidad de Almería.

Pequeñas poblaciones en la frontera norte de México

Todos podemos decir algo sobre las ciudades. Y, aunque no seamos especialistas, sabemos cuando estamos en una, y también sabemos hablar de sus vicios y virtudes. Sin embargo, cuando nos preguntamos sobre sus orígenes y circunstancias en el tiempo –lo mismo azarosas que intencionadas– parece necesario abandonar los prejuicios y empezar a considerar sitios o lugares que no es tan obvio referir como verdaderas ciudades. Y con esto no solamente puede uno referirse al tamaño, al número de población o a la altura y cantidad de construcciones, sino a otra cosa distinta: la posibilidad de considerar la huella de la ciudad cuando encontramos, por lo general en pleno campo, proyectos que por una u otra razón no prosperaron, no ganaron relevancia, o simple y sencillamente nunca pensaron en convertirse en tales.

Para comprender mejor las ciudades de la frontera norte de México requerimos conocer el origen de muchas pequeñas poblaciones, durante el periodo de construcción del Estado nacional moderno. Al respecto, es interesante examinar las circunstancias de afianzamiento de cuatro nuevas poblaciones establecidas durante el siglo XIX en el norte de Chihuahua, México: Guadalupe de los Nobles, Ascensión, Hidalgo y Villa Ahumada. Se explican, pues, las estrategias que puso en práctica el régimen borbónico de España en el Septentrión de Nueva España o, más específicamente, en el norte de la Nueva Vizcaya. Puede apreciarse la idea de planeación urbana prevaleciente, los conflictos en torno a su implementación y su situación en momentos específicos (número de habitantes, construcción de casas e iglesias, y obras en canales de riego).

Las estrategias de establecimiento del periodo se inspiraron en las prácticas del siglo anterior. La red de asentamientos se propuso con varias finalidades: protección de caminos para asegurar correspondencias con Nuevo México y tráfico de mercancía, contención de las incursiones de indios, fomento del poblamiento para impulsar la industria de los lugares. Los sitios indicados se repitieron en los sucesivos planes que llegaron hasta la década de 1860, ya en el periodo mexicano. Fueron importantes los planes de 1836, dos del año 1848 –uno de ellos reflejaba la idea de la nación, mientras que el otro las consideraciones de los chihuahuenses–, otro plan de 1864 elaborado por un coronel, y el de 1869 impulsado por el Estado mexicano.

Otro aspecto tiene que ver con la concepción de centros de población habitados por civiles, pero apoyados durante los primeros años de establecimiento por escuadras militares (soldados presidiales). Y la concepción del modelo de dicho asentamiento con base en ideas reunidas en las Recopilaciones de Leyes de Indias, que constituía el conjunto más completo y conocido de reglas y disposiciones. Además de las consabidas reglas para trazar manzanas y calles en cuadros, merece destacarse la idea del ejido como tierra exterior al sitio de las casas construidas. Entre otros elementos, los dos aspectos anotados permiten considerar bajo una luz nueva la serie de pequeños intentos para consolidar los centros de población mencionados. En el caso de Guadalupe de los Nobles es interesante advertir que las mediciones definitivas del ejido se retrasaron hasta la primera década del siglo XX. Para el caso de la colonia Ascensión, el plan se origina como una modalidad de repatriación de nuevo mexicanos hacia el territorio chihuahuense. Un ejemplo relativo a la colonia Hidalgo, hace emerger los antecedentes del siglo XVIII de la villa San Juan Nepomuceno, por lo cual se aprecian los conflictos con nuevas modalidades de asentamiento que entraban en pugna con los planes fraguados décadas antes. Finalmente, también Villa Ahumada obliga a rebuscar en los antecedentes de los asentamientos más viejos: la labor de Moctezuma y el presidio de San Fernando de las Amarillas del Carrizal, para entender que el trazo se dio en términos de un fraccionamiento del ejido.

En los cuatro ejemplos estudiados se ha recurrido a información resguardada en archivos municipales y estatales; también se hicieron exploraciones físicas en los sitios, con la finalidad de contrastar lo que sugieren los documentos de época con los vestigios o permanencias en los lugares.

Todo lo anterior es importante tenerlo en cuenta, cuando se advierte que una importante parte de la historiografía mexicana ha enfatizado la aparición de nuevas modalidades de asentamiento durante el periodo porfiriano (1880-1910, aproximadamente). Y también porque en la frontera sur de Estados Unidos tomaron lugar muchas “boom towns”, como se señala en la historiografía del Southwest. Ambas visiones obligan a reconsiderar las ideas que tenemos sobre los orígenes de muchas nuevas poblaciones.

Para mayor información:

GONZÁLEZ MILEA, Alejandro. Persistencia del ordenamiento territorial borbónico en el norte de México en el siglo XIX:Nuevas poblaciones del norte de Chihuahua. Biblio3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 5 de julio de 2016, Vol. XXI, nº 1.164. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-1164.pdf>. [ISSN 1138-9796].

Migraciones Norte-Sur en Europa: urbanismo y turismo en la Costa Blanca

Laura Domínguez Martínez, Pablo Martí Ciriquián, y Almudena Nolasco Cirugeda*

Desde hace varias décadas, se constata una elevada presencia de población noreuropea asentada con fines turísticos en la costa de la provincia española de Alicante, también denominada Costa Blanca. Este fenómeno ha contribuido a la transformación del territorio costero, en el que se ha producido un desmesurado crecimiento urbano.

Son notables los paralelismos encontrados entre el crecimiento urbano y el incremento del número de turistas noreuropeos en el territorio litoral de la provincia de Alicante.

Por una parte, a nivel territorial, la costa de la Comunidad Valenciana, y en concreto la Costa Blanca, ha experimentado cambios de ocupación influidos por el fenómeno del Urban Sprawl, tal y como se especifica en el informe Urban Sprawl in Europe realizado por la Comisión Europea y la Agencia Europea de Medio Ambiente. Esta transformación se cuantifica en el informe del Observatorio de la Sostenibilidad en España “Cambios de Ocupación de Suelo en España. Implicaciones para la Sostenibilidad”, que advierte del alto nivel de transformación del territorio español y destaca el frente litoral alicantino. Concretamente, en la franja costera de 0 a 2 kilómetros, Alicante es la tercera provincia española —después de Castellón y Huelva— en la que más artificialización de suelo se ha producido; y, en la franja de 2 a 5 kilómetros, es la provincia donde existe un mayor incremento en la superficie de suelo artificializado (92,2%), estando el resto de provincias españolas por debajo del 40%.

Por otra parte, la migración de noreuropeos a la Costa Blanca se produce por el interés de esta población en los atractivos del territorio costero y, aunque viajan como turistas, prolongan habitualmente sus estancias durante varios meses en los que alquilan o compran una vivienda en la que alojarse. Este tipo de turismo —que se denomina turismo residencial— tiene gran presencia en la provincia de Alicante, como destino principal en todas las estaciones del año y no únicamente en periodo estival, superando anualmente la cifra de 1.200.000 turistas. Este modelo de turismo residencial, arraigado en el territorio y en la sociedad durante las últimas décadas, ha conseguido la normalización de la situación para muchos de los noreuropeos, que han podido empadronarse en los respectivos municipios en los que residen. De este modo, la provincia de Alicante es la provincia española con mayor porcentaje de foráneos empadronados, llegando a superar esta población a la autóctona en numerosos municipios de las comarcas situadas al norte y al sur de la provincia.

Ambos hechos de naturaleza reciente, se han producido de manera paralela y se ha podido constatar que ambos factores han influido en la construcción de urbanizaciones creadas única y exclusivamente para el alojamiento de turistas noreuropeos. Dichas urbanizaciones poseen cualidades y parámetros urbanísticos comunes; y explican gran parte del crecimiento masivo de tejido urbano discontinuo producido en el litoral mediterráneo español durante las últimas décadas. Estos nuevos tejidos están caracterizados por una morfología urbana en la que abundan las tipologías de vivienda unifamiliar y que resulta en una integración paisajística un tanto peculiar.

 Urbanización Turística en El Poblenou de Benitatxell
Urbanización Turística en El Poblenou de Benitatxell

El auge del turismo residencial está relacionado con un importante incremento en la ocupación de suelo y con el crecimiento de la población noreuropea. Además, se observa que determinadas urbanizaciones se construyen según características arquitectónicas y urbanísticas comunes.

La incorporación de estos nuevos desarrollos urbanos de viviendas para noreuropeos al modelo tradicional de ocupación del mediterráneo ha generado un gran impacto territorial, paisajístico y social, que invita a reflexionar acerca de estas últimas actuaciones. Puesto que el mercado inmobiliario ha sufrido un descenso notable en su crecimiento, se considera el momento presente como idóneo para la reflexión y el análisis de las distintas transformaciones territoriales que se han producido en los últimos tiempos para abordar con acierto las actuaciones en el futuro.

* Laura Domínguez Martínez, Pablo Martí Ciriquián y Almudena Nolasco Cirugeda pertenecen al área de Urbanística y Ordenación del Territorio de la Universidad de Alicante.

Para mayor información:

DOMÍNGUEZ MARTÍNEZ, Laura; MARTÍ CIRIQUIAN, Pablo; NOLASCO CIRUGEDA, Almudena. Turismo residencial de noreuropeos en la Costa Blanca: su manifestación territorial y estudio de casos representativos Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de noviembre de 2016, vol. XX, no 547. <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn- 547.pdf>. ISSN: 1138-9788.

Patrimonio y paisaje en España y Portugal. De lo singular a lo territorial

Mª Isabel Martín Jiménez

La protección y conservación del patrimonio se hace, en un principio, a título individual y en relación con el arte, la naturaleza o la historia; es el monumento o el parque natural “per se”. Al valor singular se añaden pronto otras consideraciones y se van incorporando aspectos culturales hasta llegar al paisaje y al patrimonio territorial. En la actualidad, el patrimonio se asocia con la interacción entre el grupo humano y la naturaleza en un espacio determinado a lo largo del tiempo; es pues un “palimpsesto” que conserva las huellas de generaciones anteriores y sobre él ponemos nuevas letras que lo convierten en un recurso para el desarrollo territorial.

El patrimonio en las recomendaciones internacionales

De manera muy sintética podemos decir que se pasa del monumento al monumento histórico, del monumento histórico al conjunto histórico, y de ahí al patrimonio cultural y natural que desemboca en el paisaje cultural. Los textos emanados desde las instancias internacionales nos marcan este paso. La Carta de Atenas de 1931, de conservación de monumentos de Arte e Historia, centra sus esfuerzos en salvaguardar las obras maestras en las cuales la civilización ha encontrado su más alta expresión. La Carta de Venecia de 1964 considera al monumento asociado al ambiente urbano o paisajístico en el que se inserta e incorpora el significado cultural.

EL PATRIMONIO ES UN PALIMPSESTO SOBRE EL QUE PONEMOS NUEVAS LETRAS

En la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, auspiciada en 1972 por la UNESCO y celebrada en París, se establecen los principios del Patrimonio Mundial de la Humanidad en función tanto de los valores culturales como de los naturales, se acotan las categorías de monumentos, conjuntos y lugares y se da paso a la Lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad. En 1992, el Comité de la Convención del Patrimonio Mundial añade al listado los paisajes culturales como “obras combinadas de la naturaleza y el hombre”

El Generalife, incluido como Bien cultural en la categoría de Monumento, junto con la Alhambra en la lista del Patrimonio Mundial en 1984 (Granada, España).
El Generalife, incluido como Bien cultural en la categoría de Monumento, junto con la Alhambra en la lista del Patrimonio Mundial en 1984 (Granada, España).
Viñedos cultivados en bancales en el Alto Douro Vinhateiro, considerados Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad en 2001 (Portugal).

El patrimonio de España y de Portugal catalogado Patrimonio Mundial recoge en parte la evolución señalada. Primero se incorporaron monumentos culturales, como la Alhambra y el Generalife de Granada en 1984 o el Mosteiro da Batalha en 1983, y naturales: el Parque Nacional de Garajonay; después conjuntos como la Ciudad Vieja de Salamanca o el Centro Histórico de Guimarães y, con posterioridad en 2001, paisajes culturales como el de Aranjuez o el del Alto Douro Vinhateiro.

Las normativas nacionales de conservación del patrimonio

El devenir de las normas nacionales que protegen el patrimonio construido y el natural en España y en Portugal han ido de la mano, tanto en la secuencia como en la incorporación de las recomendaciones surgidas en el ámbito internacional. Primero se preocupan por el legado histórico y artístico de los pueblos que habitaron la Península Ibérica desde la prehistoria, y lo consideraron una riqueza; después se fueron sumando a las propuestas de la UNESCO, aunque en ambos países la legislación atiende de manera independiente los bienes culturales y los naturales.

DEL MONUMENTO ARTÍSTICO AL CONJUNTO HISTÓRICO

Y DE AHÍ AL PAISAJE CULTURAL

La preocupación por la salvaguarda de los bienes patrimoniales hunde sus raíces en el siglo XVIII y se vincula con las Reales Academias de la Historia, y en el caso de España también con la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, que instan a conservar y proteger los edificios histórico-artísticos. En este primer avance primaba el carácter monumental de la obra de arte y los aspectos históricos; con posterioridad se sucederán distintas declaraciones que incorporan, además, el “interés público” o el “valor para el municipio” entre los requisitos para que un bien sea catalogado como monumento, al tiempo que se señala la necesidad de proteger su entorno y, ya en la segunda mitad del siglo XX, se avanza en los aspectos culturales y en el paisaje. Los espacios naturales siguen un camino similar: primero se declaran espacios singulares como Parque Nacional, después se atiende a su valor y su representatividad.

Fruto de la evolución del concepto de patrimonio y de su concreción legislativa en los dos países ibéricos se ha protegido mayoritariamente monumentos, casi tres cuartas partes de los bienes clasificados, mientras que los conjuntos apenas representan el 10 por ciento. El patrimonio natural se asocia directamente con los Parques y la superficie reservada a los Paisajes Protegidos oscila entre el 2 por ciento en Portugal y el 3 por ciento en España del total catalogado.

Patrimonio, paisaje y ordenación del territorio, a modo de conclusión

La trayectoria de la protección y conservación de los bienes, tanto culturales como naturales, ha recorrido el camino que lleva desde la consideración singular a la relación con el tiempo y con el lugar en el que se asientan y a la valoración del paisaje; y al valor intrínseco se ha sumado el valor de uso, sobre todo para el turismo, que convierte al patrimonio en un recurso para el desarrollo de los territorios.

La sensibilidad por el patrimonio territorial, por su ordenación y gestión, aparece en las recomendaciones internacionales y en las políticas nacionales. El Convenio Europeo del Paisaje, firmado en Florencia en 2000 introduce la dimensión social del paisaje, considerado como un elemento de bienestar, y se avanza en la necesidad de una gestión y ordenación responsable más allá de la mera conservación. Las normas estatales y regionales siguen esa senda y consideran el patrimonio un objetivo prioritario para la ordenación del territorio. Se abre así una nueva puerta para el patrimonio territorial.

Para mayor información:

MARTÍN JIMÉNEZ, Mª Isabel. Patrimonio y paisaje en España y Portugal. Del valor singular a la integración territorial. En Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 2016, nº 71, p. 347-374. ISSN 0212–9426. Disponible en <http://www.age-geografia.es/ojs/index.php/bage/article/viewFile/2286/2181>

Mª Isabel Martín Jiménez es profesora del Departamento de Geografia de la Universidad de Salamanca (España). imaji@usal.es

La deficitaria información geográfica en las páginas web de los destinos turísticos de España

Gersón Beltrán López*

El turismo es una actividad que se basa en el territorio, conformado por la combinación entre el mundo físico y el mundo online. Los recursos turísticos, las rutas y las empresas se encuentran en un lugar concreto donde los turistas disfrutan de diversas experiencias y las comparten en las redes sociales.

Los portales web han evolucionado, de modo que, cuando ofrecen información geográfica no sólo la geolocalizan sobre un mapa sino que se transforman en geoportales, una herramienta de comunicación entre el turista y el destino que le permite conocerlo durante todas las fases de viaje: antes de acudir a él, durante su estancia en el destino a través de dispositivos móviles y compartiendo la experiencia a posteriori. Todo ello teniendo en cuenta la importancia creciente de los datos (big data) en un entorno de destinos turísticos inteligentes (smart destinations).

Es interesante el análisis de la estructura y funcionalidad de la información geográfica online en los destinos turísticos de España a través del análisis de sus páginas web. El resultado es una visión de la situación actual, con un listado de propuestas innovadoras para la implementación de geoportales en las webs de destino de España y que ayuden a los destinos a mejorar la forma en que ofrecen información geolocalizada a los turistas mediante el uso de las nuevas tecnologías.

Existen portales turísticos de las 17 Comunidades Autónomas (CC.AA.) y de las 2 ciudades autónomas de España. Los datos obtenidos en el mes de noviembre de 2015 permiten identificarlos.

GEOPORTALESAccesibilidad
Andalucíahttp://www.andalucia.org/es/
Aragónhttp://www.turismodearagon.com/es/
Asturiashttps://www.turismoasturias.es/
Cantabriahttps://www.turismodecantabria.com/inicio
Castilla La Manchahttp://www.turismocastillalamancha.es/
Castilla y Leónhttp://www.turismocastillayleon.com/
Catalunyahttp://www.catalunya.com/
Ceutahttp://www.ceuta.si/
Comunitat Valencianahttp://comunitatvalenciana.com/
Extremadurahttp://www.turismoextremadura.com/
Galiciahttp://www.turismo.gal/portada?langId=es_ES
Islas Baleareshttp://www.illesbalears.travel/beta/html/mapa.html
Islas Canariashttp://www.holaislascanarias.com/
La Riojahttp://lariojaturismo.com/comunidad/larioja
Madridhttp://turismomadrid.es/
Melillahttp://www.melillaturismo.com/
Murciahttp://www.murciaturistica.es/
Navarrahttp://www.turismo.navarra.es/esp/home/
País Vascohttp://turismo.euskadi.eus/es/

Los resultados de su análisis son muy interesantes:

Accesibilidad del mapa: las únicas regiones que tienen el mapa turístico “embebido” en la página principal de la web y por tanto un acceso directo a la información son Cataluña y Andalucía. Después hay 8 CC.AA. que tienen la información en un banner a un solo click de acceso, 7 que tienen el acceso a más de 2 clicks y 2 CC.AA. que no tienen mapa turístico (Castilla La Mancha y Ceuta).

Base mapa: destaca el predominio casi absoluto de Google Maps como base cartográfica, con la única excepción de Castilla La Mancha, que tiene una imagen en formato jpeg; Ceuta, que no tiene ningún mapa y Melilla que utiliza un visor GIS (Sistema de Información Geográfica).

Leyenda del mapa: la media de capas de información en la leyenda de los geoportales es de 10,3; lo que supone una subdivisión bastante elevada si tenemos en cuenta que el turista debe seleccionar entre esas diez opciones y a su vez las divisiones que éstas tengan. Los extremos los encontramos en las 24 categorías de Cataluña frente a las 3 de La Rioja.

Otras funciones: destacan la función de buscar, imprimir y zoom, presentes en bastantes regiones. Hay que anotar que las islas (Baleares y Canarias) tienen las funciones por separado en cada una de las islas, no pudiendo usar estas funciones de forma global en los archipiélagos.

Ficha del elemento: en general destacan textos con datos básicos y fotos, así como la función de cómo llegar. En varias ocasiones se ofrece la opción de acceder a más información ampliando las fichas.

App móvil publicitada: sólo hay 5 regiones que incluyen publicidad de sus aplicaciones móviles (apps) en la web: Asturias, Cantabria, Comunitat Valenciana, Melilla y Navarra.

Ejemplo base Google Maps Fuente: Comunitat Valenciana http://comunitatvalenciana.com/geoportal
Ejemplo base Google Maps Fuente: Comunitat Valenciana http://comunitatvalenciana.com/geoportal
Ejemplo base Google Earth Fuente: Islas Baleares http://www.illesbalears.travel/beta/html/mapa.html
Ejemplo base Google Earth Fuente: Islas Baleares http://www.illesbalears.travel/beta/html/mapa.html

Ejemplo base Visor GIS Fuente: Melilla http://www.visorturismomelilla.co
Ejemplo base Visor GIS Fuente: Melilla http://www.visorturismomelilla.com

A partir de este análisis podemos identificar una serie de déficits importantes a nivel general:

– No hay ninguna integración de los portales analizados en las nuevas herramientas como Apple Watch, Google Cadboard, Realidad Aumentada, Google Glass, etc., todas ellas basadas en la localización del usuario a la hora de integrar la información desde Internet.

– No hay ninguna integración con Google My Business, una herramienta básica para el turismo hoy en día, ya que permite a negocios y recursos estar presentes en Google Maps y bien posicionados de forma natural en el buscador Google.

– Todos los mapas analizados utilizan la base de Google Maps y en ningún caso se aprecia el uso de las Infraestructuras de Datos Espaciales (IDE), que son mapas oficiales de los distintos organismos en un lenguaje homogéneo, ni de mapas colaborativos como Openstreetmap.

– Estos portales siempre analizan el territorio desde el lado de la oferta del destino y no de la demanda, para lo que se aconseja el uso de la metodología de proceso de viaje del turista, que habla de tres fases principales en el proceso de viaje del turista de forma cronológica: antes del mismo, durante el viaje y después del viaje.

Por tanto los aspectos clave de cara al futuro de los geoportales turísticos son:

  • La importancia de disponer de una base de datos que los organice para poder gestionarlos luego como parte del big data
  • El uso de sensores para el Internet de las cosas
  • El uso de bases de datos de código abierto
  • Los servicios de mensajería instantánea
  • La interacción con entornos 360 de realidad virtual

En definitiva, queda mucho por hacer en este sentido; pero la solución no pasa tanto por costosos y complejos sistemas sino por la identificación de las soluciones ya existentes en el mercado y su integración en nuevas webs flexibles y dinámicas que se adapten a un entorno cambiante con información geográfica de gran complejidad. La verdadera innovación parte de la integración de soluciones en el mercado y del análisis del comportamiento de la demanda en su paso de un entorno online en el que decide su viaje al consumo físico del destino pero siempre como un turista conectado.

Para mayor información:

BELTRÁN, Gersón. La información geográfica en las páginas web de los destinos turísticos de España: de la geolocalización online a los geoportales. Aplicaciones geotecnológicas para el desarrollo económico sostenible, XVII Congreso Nacional de Tecnologías de la Información Geográfica (ISBN- 13: 978-84-940784-9-1) http://congresotig2016.com/downloads/separadas/lt2/Beltra%CC%81n-Lo%CC%81pez.pdf

* Gersón Beltrán es Profesor Asociado del Dpto. Geografía de la Universitat de València y consultor en Geoturismo SLU y Marketingeo. www.gersonbeltran.com

Geolocalización online, la importancia del dónde

Gersón Beltrán López *

El mundo digital es social, local y móvil (SoLoMo): se genera información local que se comparte en las redes sociales a través del móvil, lo que transforma completamente la relación entre el territorio, las personas y las organizaciones.

La geolocalización indica la posición de una persona u objeto en el espacio; con la aparición de Internet se ha convertido en una herramienta de comunicación entre lo local y lo global a través de la nube. En este libro de reciente publicación se encuentran las claves para aplicarla tanto a nivel personal como de estrategia de negocio, ofreciendo una nueva visión de la nueva geografía, con sus usos y herramientas, que integran el mundo físico con el mundo online a través de la importancia del dónde.

La geolocalización online es un término que ha cobrado gran importancia a partir de la aparición de Internet y que se ha convertido en un negocio. Los GPS fueron desarrollados el siglo pasado para usos militares, aunque posteriormente se utilizaron para usos civiles. Paralelamente, Internet seguía el mismo camino hasta su popularización a comienzos de este siglo XXI; las Nuevas Tecnologías de Información son las herramientas que han hecho posible este fenómeno. Actualmente todos los medios sociales usan la geolocalización online e incluso desarrollan aplicaciones específicas, formando parte del concepto de “long tail” o “larga cola” y participando de los mismos modelos de negocio que el resto de aplicaciones de Internet.

Internet genera una nueva visión del mundo denominado online o conectado, creando posiblemente el sistema de comunicación global más importante en la historia de la humanidad y la geolocalización online se convierte en una herramienta de comunicación entre el mundo físico y el mundo online.

Otro hito básico para entender este fenómeno es la aparición de los dispositivos móviles conectados a Internet y que, gracias al sistema de localización que llevan incorporado, permiten mostrar la ubicación de una persona u objeto en el espacio. Este hecho, unido al desarrollo de los medios sociales, convierte a cada persona en un nodo de información, en un elemento que genera información y la comparte de forma global desde cualquier lugar del mundo con su dispositivo móvil.

Las herramientas son los medios gracias a los cuales se puede utilizar la geolocalización y como tales están en constante evolución. Se trata de empresas y negocios que evolucionan con una gran celeridad, de modo que en pocos años pueden aparecer y desaparecer. Las aplicaciones más importantes en estos momentos de geolocalización online están alrededor de tres grandes grupos: la web geoespacial que se usa para localizar, los medios sociales que se usan para informar y los códigos QR y la realidad aumentada como dos complementos interesantes.

En ocasiones se tiende a generalizar y a hablar de geolocalización online sólo desde un punto de vista, pero estas herramientas tienen múltiples usos que ofrece a personas, territorios y organizaciones: localizar información en un mapa, posicionarnos en Google, emocionar, opinar, programar acciones, vender, hacer publicidad geolocalizada, proteger, medir, jugar… todo ello mediante herramientas como Google My Business, Facebook Places, Foursquare, Yelp, Twitter, Pinterest o Instagram.

En un mundo cambiante como en el que estamos inmersos, todo evoluciona y en la actualidad nos encontramos ante nuevos elementos como las gafas de realidad aumentada, la realidad virtual en 360 º, los relojes y pulseras inteligentes o los drones, herramientas que aumentan las posibilidades de información e hiperconexión en el mundo y cuya base de funcionamiento es la geolocalización. Por tanto se trata de un fenómeno vivo que evoluciona de forma contínua, confirmando que el futuro es el lugar al que nos dirigimos.

Para mayor información:

BELTRÁN, Gersón. Geolocalización online: la importancia del dónde. Barcelona: Editorial UOC, 2016. ISBN 978-84-9116-159-2. Disponible en <http://www.editorialuoc.com/geolocalizacion-online> .

Gersón Beltrán es Profesor Asociado del Departamento de Geografía de la Universidad de Valencia y consultor en Geoturismo SLU y Marketingeo.