El mundo rural: retos y temáticas para el nuevo milenio

Ángel Raúl Ruiz Pulpón

Universidad de Castilla-La Mancha

Angelraul.ruiz@uclm.es

En las últimas décadas, el espacio rural está sufriendo importantes transformaciones sociales y económicas. Estos cambios, acelerados por el proceso de globalización, permiten hablar de una nueva dimensión de la ruralidad, con diferentes temas, enfoques, retos y dinámicas que se encuentran en continua interacción y que van más allá del tradicional interés por los aspectos agrarios.

Desde una perspectiva social, interesa la naturaleza compleja de las relaciones entre los ámbitos rurales y urbanos, así como la revalorización del mundo rural que es identificado, cada vez más, con valores como la tranquilidad, lo auténtico, la sostenibilidad, el paisaje, la experiencia vivida, etc., por parte de la sociedad urbana actual. Desde una perspectiva económica, se presta especial atención a la diversificación de actividades, intentando modelizar las nuevas tendencias de localización de industrias y de servicios en el mundo rural, sin olvidar las consecuencias de la globalización de los mercados agroalimentarios que afecta tanto a las formas de producción como a los hábitos de consumo. En suma, temáticas que demuestran el carácter global y multifuncional de estos cambios.

En este contexto general, podemos identificar una serie de temáticas clave que constituyen verdaderos retos para el mundo rural en el futuro más cercano. El primero, y quizás más importante, es el vínculo existente entre alimentación, ética y sostenibilidad.

Desde el punto de vista de la agricultura, los próximos retos pasan por el creciente interés por la calidad de las producciones y por la preocupación por la sobreproducción, el despilfarro, la seguridad alimentaria y el acceso desigual a los recursos alimenticios

Desde el cuestionamiento del actual modelo agroindustrial, existe una tendencia a defender un modelo de desarrollo agrario basado en la calidad de los procesos productivos y en la mejora ambiental, priorizando alimentos ecológicos obtenidos en las proximidades de las áreas de consumo. Además, y desde un punto de vista más ético, se reflexiona sobre las consecuencias medioambientales y territoriales del modelo productivo agroindustrial, como también sobre el alejamiento físico y afectivo de los consumidores respecto al medio rural, dentro de un debate general sobre las relaciones de poder imperantes en el sistema agroalimentario. Esta preocupación ética se manifiesta igualmente en problemas como la generación de excedentes, el debate sobre los cultivos transgénicos, y el despilfarro en la producción y en el consumo de los alimentos en un escenario global donde gana enteros el respeto por la soberanía alimentaria y el desigual acceso a los recursos alimenticios.

Un segundo conjunto de desafíos se derivan de la mayor legitimidad social de los actores que viven y trabajan en el medio rural. Durante décadas, los representantes de los intereses agrarios han sido los principales interlocutores a la hora de tomar decisiones, sin embargo, actualmente esta visión hegemónica está siendo cuestionada no sólo porque existe una mayor prevalencia de los intereses urbanos en una sociedad altamente urbanizada, sino también, porque la sociedad rural es cada vez más plural y socialmente más diversa y heterogénea como consecuencia de las recientes dinámicas demográficas. La articulación de una nueva forma de gobernanza local refrenda la importancia de las formas de participación horizontal y/o ascendente a la hora de diagnosticar y de proponer soluciones a los problemas derivados de las distintas dinámicas productivas, económicas, urbanísticas que se vienen sucediendo en las áreas rurales. Estas dinámicas han ocasionado ventajas, como la conquista de un mayor bienestar colectivo, la mejora en la accesibilidad a los servicios y la difusión de formas de vida urbanas. En contrapartida, los retos a los que se tienen que enfrentar las áreas rurales parecen numéricamente mayores, destacándose, entre todos ellos, la presión sobre la utilización de los recursos y de la energía, la ocupación acelerada del suelo, la especialización funcional productiva, sobre todo de las actividades agrícolas y turísticas, el aumento del coste de los servicios, la presión sobre los recursos naturales, el incremento de las necesidades de movilidad, la pérdida de valores paisajísticos y patrimoniales, la degradación y desaparición de los pueblos, etc.

La sociedad rural es cada vez más plural y socialmente más diversa y heterogénea como consecuencia de las recientes dinámicas demográficas

Por tanto, resulta básica la delimitación y la adopción de un modelo de desarrollo para nuestras zonas rurales que genere menos costes sociales, económicos y ambientales, y que favorezca la sostenibilidad territorial, la eficacia económica, la cohesión social, y el bienestar individual y social de la población. En definitiva, poder vivir en el mundo rural con dignidad.

Para saber más:

RUIZ PULPÓN, Ángel Raúl; TULLA PUJOL, Antoni; MOLINERO HERNANDO, Fernando. La enseñanza de la Geografía Rural en los estudios universitarios de grado en España: temáticas clave, organización y metodologías de trabajo actuales. Biblio3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 5 de mayo de 2017, vol. XXII, nº 1.198. [ISSN 1138-9796].

Desarrollo rural y redes rurales

Eloi Guinjoan*

Finalizada la Segunda Guerra Mundial, las áreas rurales de los países más desarrollados empezaron a sufrir las consecuencias de la consolidación de un modelo de sociedad urbana e industrial. Las áreas rurales eran vistas como territorios retrasados, cuya única función era el suministro de alimentos a una población urbana creciente. En este contexto, el desarrollo de las áreas rurales se basó en una modernización del sector agrario, lo que supuso una transición desde la agricultura tradicional hacia una agricultura productivista e intensiva: la denominada “revolución verde”.

Durante la década de 1970, sin embargo, y como reacción a los graves impactos sociales, culturales y ambientales de la modernización, se empezó a gestar una nueva forma de afrontar el desarrollo de las áreas rurales. Este nuevo enfoque supuso tres grandes cambios respecto al anterior planteamiento: por un lado, trasladó la atención sobre los recursos propios del territorio; por otro lado, convirtió las comunidades locales en las auténticas protagonistas del desarrollo; y finalmente, amplió el objetivo del crecimiento económico a otros objetivos de carácter social, cultural y ambiental.

La ruptura que este enfoque comportó, junto con su progresiva adopción desde la Comunidad Europea y sus Estados miembros a partir de la década de 1980, nos permiten considerar este nuevo planteamiento para el desarrollo rural como un nuevo paradigma; es decir, como un nuevo marco o conjunto de ideas ampliamente reconocido, bajo el cual se aborda el objetivo del desarrollo rural.

Sin embargo, ¿qué es el desarrollo rural? La verdad es que, varias décadas después, el desarrollo rural sigue siendo un concepto muy ambiguo, puesto que son pocos los autores que se han atrevido a definir su significado. Este hecho impide que la sociedad esté familiarizada con este concepto y dificulta que el progreso de las áreas rurales sea visto como una necesidad de primer orden.

En un modesto intento de contribuir a precisar qué es el desarrollo rural, a continuación propongo una definición básica de este concepto, con la intención de ayudar a la sociedad a entender qué es realmente este fenómeno y por qué constituye un reto vigente en la actualidad.

Para mí, el desarrollo rural tiene que ser entendido como la mejora de las condiciones económicas, sociales y cultu­rales de un territorio rural, con respeto por el entorno físico y de tal forma que repercute positivamente sobre la calidad de vida de la población residente e integre el territorio en el conjunto de la sociedad.

Tal y como queda reflejado en esta definición, el desarrollo rural es un fenómeno complejo, que depende inevitablemente de una gran diversidad de factores económicos, sociales, ambientales, culturales, humanos, etc. Precisamente, en un intento de comprender los múltiples factores que inducen el desarrollo de las áreas rurales, el año 2007 se puso en marcha el proyecto de investigación ETUDE, a través del cual se analizaron un total de 63 experiencias de desarrollo rural que han tenido lugar recientemente en Europa.

Las conclusiones de este proyecto, presentadas por J. D. van der Ploeg y T. Marsden en Unfolding Webs: the Dynamics of Regional Rural Development (Editorial Royal Van Gorcum, 2008), apuntan que el desarrollo de un área rural depende de su propia “red rural”. La red rural (o en inglés, rural web, aunque no esté relacionada para nada con el mundo de internet) es un concepto que hace referencia al conjunto de todas las personas, recursos, actividades y procesos que interactúan y se interrelacionan en un área rural. A partir de aquí, el desarrollo rural tiene que ser entendido como un proceso continuo de “des­pliegue” o “revitalización” de la red rurallocal. En otras palabras, el desarrollo de un área rural depende, al fin y al cabo, de las relaciones que se establezcan entre los múltiples elementos que coexisten e influyen en aquel territorio.

Según los investigadores del proyecto ETUDE, la red rural de un territorio se puede sintetizar en seis grandes dimensiones. La primera dimensión es la endogeneidad, que hace referencia al grado en que la economía local está basada en recursos disponibles y controlados a escala local. La segunda dimensión es la producción de novedades, que se refiere a la mejora o la nueva creación de productos, métodos de producción y dinámicas de cooperación entre productores. La tercera dimensión es la sostenibilidad, entendida como la existencia de las condiciones ambientales y sociales necesarias para garantizar un nivel de vida aceptable a las futuras generaciones. La cuarta dimensión es el capital social, que hace referencia a la capacidad de colaboración entre los diversos actores locales para hacer cosas conjuntamente. La quinta dimensión son los nuevos marcos institucionales, y se refiere a la flexibilidad de las persones, los colectivos, las organizaciones y la administración para promover el desarrollo a escala comunitaria. Finalmente, la sexta dimensión es la gobernanza de los mercados, entendida como la capacidad para controlar, fortalecer y crear mercados desde el ámbito local.

Estas dimensiones son, según los investigadores del proyecto ETUDE, los ámbitos clave para el desarrollo de un área rural, ya que influyen decisivamente sobre la competitividad de la economía local y sobre la calidad de vida de la población. En cualquier caso, la heterogeneidad de las dimensiones pone de manifiesto, una vez más, que el desarrollo rural es un fenómeno polifacético y extremadamente complejo.

Espero que la definición propuesta y la idea de las redes rurales puedan contribuir, de algún modo, a sensibilizar la sociedad civil y la administración pública acerca de la necesidad de seguir avanzando en la concepción y la implementación del desarrollo rural, con el objetivo de logar territorios más justos y equilibrados de cara al futuro.

Para mayor información:

GUINJOAN, Eloi; BADIA, Anna; TULLA, Antoni F. (2016): “El nuevo paradigma de desarrollo rural. Reflexión teórica y reconceptualización a partir de la rural web”. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 71, p. 179-204. http://www.age-geografia.es/ojs/index.php/bage/article/viewFile/2279/2167

* Eloi Guinjoan es doctorando del Programa de Doctorado en Geografía de la Universitat Autònoma de Barcelona.

As negociações agrícolas, a Rodada Doha e os pontos do possível acordo

por Tamara Silvana Menuzzi Diverio

As tentativas de diminuir as diferenças econômicas entre os países ocorrem nas rodadas de negociação, em que os membros debatem o que precisa ser feito e tentam acordos, como na última rodada, iniciada em 2001, chamada de Rodada de Doha. Esta Rodada foi batizada de “Agenda de Desenvolvimento de Doha”, visto que se trata de uma agenda de reuniões com o objetivo de eliminar subsídios agrícolas e reduzir tarifas de importação.

A Rodada de Doha tornou-se um ponto decisivo para o sistema comercial multilateral, exigindo do comércio mundial forte correção de rumos, principalmente do ponto de vista dos países em desenvolvimento. No entanto, o impasse entre países desenvolvidos e os países em desenvolvimento tende a enfraquecer o sistema multilateral de comércio como um todo.

A Rodada de Doha deu continuidade e tentou aprofundar o processo de reformulação do setor agrícola, iniciado na Rodada do Uruguai, com vistas à plena integração do setor nas disciplinas multilaterais de comércio.

As negociações agrícolas possuem três pilares que as sustentam na Rodada Doha da OMC: o Acesso a Mercados, apoio doméstico e subsídios à exportação. As discussões na Rodada de Doha deu origem a um documento de modalidades, aprovado em 2008. Cumpre explicar que o documento de modalidades contém quase todos os elementos de uma eventual conclusão da Rodada de Doha.

Quanto às discussões sobre acesso a mercado, estas continuaram sendo bastante complexas na Rodada de Doha. Conforme o documento de modalidades, uma das novidades dessa rodada é que os países em desenvolvimento terão de reduzir suas tarifas e não apenas consolidá-las nos níveis que consideram necessários.

No que se refere à reduçãotarifária, esta havia sido acordada na Rodada do Uruguai, onde ficou estabelecido que, para os países desenvolvidos, a regra seria redução média de pelo menos 36% nas tarifas agrícolas, com um mínimo de 15% por linha tarifária. No entanto, como resultado da Rodada do Uruguai, ocorreram os chamados picos tarifários, ou seja, tarifas bem acima da média, e as escaladas tarifárias que são as tarifas maiores para produtos mais elaborados. Isso ocorreu porque os países cortaram menos as tarifas maiores, para produtos mais sensíveis, e mais as tarifas menores, para produtos não sensíveis. Com isso, as tarifas mais altas ficaram mais distantes das tarifas mais baixas.

Para tentar minimizar o problema na Rodada de Doha, foram utilizadas fórmulas por bandas que preveem que, quanto maior a tarifa, maior o corte tarifário. Os países desenvolvidos deverão atingir um corte médio de 54%. Se a fórmula não levar a esse número, esse grupo terá que fazer cortes extras para atingi-lo. No caso dos países em desenvolvimento, se a fórmula levar a um corte médio maior que 36%, estes poderão fazer cortes menores que a fórmula para atingir o resultado de 36%.

Acesso a Mercado – Rodada do Uruguai.

Fonte: elaboração própria.

No que se refere ao pilar de Apoio Doméstico, o documento de modalidades da Rodada de Doha prevê mudanças significativas em relação à Rodada do Uruguai. Uma das mudanças refere-se à criação de um limite global para todas as políticas distorcivas. Preveem-se ainda as medidas de Caixa Amarela (AMS) que terão cortes bastante significativos. Essas políticas que fazem parte da Caixa Amarela são todas as governamentais que resultem em transferências orçamentárias do governo ou suas agências fazem em favor dos agricultores.

Outra mudança trata dos critérios para um programa ser classificado como pertencente à Caixa Azul, que são instrumentos ligados a controle de oferta. Os gastos de Caixa Azul passarão a ter limites, tanto globais quanto por produto. Na Rodada do Uruguai, esse tipo de gasto não tinha limitação alguma. Por fim, o documento de modalidades prevê que haverá tratamento mais rigoroso no caso do Apoio Doméstico dado ao algodão. Com relação aos Subsídios às Exportações, o documento de modalidades prevê o fim destes para produtos agrícolas, no caso de países desenvolvidos.

Em sínstese, observa-se que, no que se refere às discussões de Acesso a Mercado na Rodada de Doha, estas permitiram avançar nas negociações agrícolas. A redução tarifária será feita por fórmulas, buscando resolver problemas de picos tarifários da Rodada do Uruguai. Os países em desenvolvimento também terão que cortar as tarifas e não apenas consolidá-las. No entanto na busca por uma maior liberalização comercial, a Rodada de Doha reserva espaço também para a discussão de novos temas.

Para maiores informações:

DIVERIO, Tamara Silvana Menuzzi. Rodadas do Uruguai e Doha e as negociações agrícolas nos três pilares: acesso a mercados, apoio interno e subsídios às exportações. Revista Ateliê Geográfico, Goiás, v. 9, n. 2, p. 30-53. 2015. ISSN 1982 1956. Disponível em: < http://www.revistas.ufg.br/index.php/atelie/article/view/30253>.


Tamara Silvana Menuzzi Diverio é Doutora em Desenvolvimento Rural, docente da Universidade de Cruz Alta, Brasil.

Circuitos productivos regionales en Argentina: crisis y reestructuración de la cadena agroindustrial de la yerba mate en la Provincia de Misiones

Sebastián Gómez Lende *

La globalización ha impuesto un contexto de crisis y reestructuración a los circuitos productivos regionales de la Argentina. Tal es el caso de la cadena agroindustrial de la yerba mate en la provincia de Misiones, donde tanto la desregulación como la posterior re-regulación política del sector han traído aparejadas la sobreproducción de materia prima, la concentración de la tierra y la exclusión de los pequeños agricultores y peones rurales.

El circuito de la yerba mate en Misiones

Situada al oeste de Paraguay, al este, norte y sur de Brasil y al sudoeste de la provincia de Corrientes, la provincia de Misiones siempre ha sido el epicentro del cultivo de yerba mate en Argentina. Surgida al calor de las misiones jesuitas (1609-1768), la actividad fomentó el poblamiento del territorio provincial durante el modelo agroexportador (1870-1935), debido a la venta de tierras fiscales, los flujos migratorios provenientes de Brasil y Europa centro-oriental, los programas de colonización agraria y la formación de una estructura agrícola de base campesina. En el período 1935-1990, el Estado nacional, a través de la Comisión Reguladora de la Yerba Mate (CRYM) y su mercado consignatario, procuró mitigar las frecuentes crisis de sobreproducción y controlar la relación entre el eslabón primario y el oligopsonio agroindustrial a través de mecanismos tales como cupos de siembra y cosecha, precios mínimos, subsidios y financiamiento.

Mapa de la provincia de Misiones, Argentina
Mapa de la provincia de Misiones, Argentina

Crisis y reestructuración de la cadena agroindustrial yerbatera

Durante la década de 1990, el auge del neoliberalismo y la eliminación de la CRYM y su mercado consignatario sumieron a la actividad yerbatera en la crisis más profunda de su historia. Con la liberalización de la siembra y la cosecha, la superficie implantada aumentó un 40% respecto de 1988, generando una sobreproducción de tal magnitud que el precio de la materia prima cayó un 90% y la participación de los agricultores sobre la renta sectorial se redujo del 30% al 3%. Dicha crisis condujo también al aumento del nivel de concentración del capital agroindustrial y comercial, la caída del peso de los minifundios (0,1-5 has.) y la aparición de las grandes plantaciones (100-500 has.) verticalmente integradas.

A comienzos del siglo XXI, el Estado nacional reguló nuevamente el circuito a través de la creación en 2002 del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). Similar a la extinta CRYM pero sin el respaldo de un mercado consignatario, el INYM fija semestralmente un precio político de referencia por kilogramo de materia prima que fluctúa entre el 10% y el 12% del valor comercial del producto final. No obstante, el precio realmente pagado es mucho menor, debido al peso de la industria molinera en el directorio de la CRYM, la ausencia de controles eficaces que garanticen el cumplimiento de los valores establecidos y las prácticas espurias de las firmas agroindustriales -comercio informal, pago a 180 días, descalificación de materia prima-. Como resultado, la participación de los agricultores en la renta yerbatera era de apenas el 5,3% en 2011, a pesar del boom de las exportaciones a Medio y Lejano Oriente y los reiterados aumentos de precio del producto en el mercado doméstico.

Plantación de yerba mate
Plantación de yerba mate
peón rural en plena cosecha
peón rural en plena cosecha

La concentración de la tierra y la producción ha aumentado. En 2010, las grandes plantaciones daban cuenta del 1,4% de los agricultores, pero representaban el 21% del área sembrada y el 22% de la producción, obteniendo una renta diferencial varias veces mayor a los ingresos de los minifundistas. Los campesinos continúan sumidos en la pobreza, al igual que los peones rurales fuertemente afectados por la mecanización parcial de la cosecha, la caída de sus remuneraciones y la precarización laboral -subcontratación, trabajo infantil-.

La desregulación de la cadena agroindustrial de la yerba mate durante la década de 1990 puso fin a más de medio siglo de intervención estatal en el sector, generando crisis e impactos estructurales

Los cambios impuestos por la globalización

Ante los profundos cambios impuestos por la globalización, la cadena agroindustrial de la yerba mate de la provincia de Misiones ha sufrido una dramática metamorfosis. Poniendo fin a más de medio siglo de intervención estatal, la supresión de la CRYM y su mercado consignatario dejó librado al sector al arbitrio del capital agroindustrial y comercial, desatando una aguda crisis de sobreproducción que erosionó la rentabilidad de los minifundios y propició la aparición de grandes plantaciones verticalmente integradas. El retorno del Estado al circuito, a través de las políticas del INYM, no ha conseguido impedir la profundización de las asimetrías heredadas de la fase neoliberal, tales como la concentración de tierras y producción y el aumento de la vulnerabilidad de campesinos y peones rurales.

Para ampliar la información: GÓMEZ LENDE, Sebastián. Agricultura, agroindustria y territorio: crisis y reestructuración del circuito de la yerba-mate en la Provincia de Misiones (Argentina) 1990-2014. Cuadernos de Geografía. Revista Colombiana de Geografía [en línea]. Enero-junio de 2016, vol. 25, no. 1. p. 45-63. Disponible en <http://www.revistas.unal.edu.co/index.php/rcg/article/viewFile/44288/54920>.

* Sebastián Gómez Lende es Doctor en Geografía, Investigador Adjunto del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Instituto de Geografía, Historia y Ciencias Sociales, CONICET/Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires; y profesor de Geografía de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, Tandil, Argentina.

LAS NEGOCIACIONES AGRICOLAS, LA RONDA DOHA Y LOS PUNTOS DEL POSIBLE ACUERDO

Tamara Silva Menuzzi Diverio

Los intentos de disminuir las diferencias económicas entre los países ocurren en las rondas de negociación, en que los miembros debaten lo que debe hacerse e intentan acuerdos; como en la última ronda, iniciada en 2001, llamada de Ronda de Doha . Esta ronda fue bautizada como ‘Agenda de Desarrollo de Doha’ ya que se trata de una agenda de reuniones con el objetivo de eliminar los subsidios agrícolas y reducir los aranceles de importación.

La Ronda de Doha se convirtió en un punto decisivo para el sistema comercial multilateral requiriendo una fuerte corrección de rumbos del comercio mundial, principalmente desde el punto de vista de los países en desarrollo. Sin embargo, el impase entre los países desarrollados y en desarrollo tiende a debilitar el sistema multilateral del comercio como un todo.

La Ronda Doha dio continuidad e intentó profundizar e proceso de reformulación del sector agrícola, iniciado en la Ronda de Uruguay, con vistas a la plena integración del sector en las disciplinas multilaterales del comercio.

Las negociaciones agrícolas tienen tres pilares que las sostienen en la Ronda Doha de la OMC: el acceso a los mercados, el apoyo doméstico y subsidios a la exportación. Las discusiones en la Ronda de Doha dieron origen a un documento de modalidades, aprobado en 2008. Cabe explicar que el documento de modalidades contiene casi todos los elementos de una eventual conclusión de la Ronda de Doha.

Cuanto las discusiones sobre el acceso al mercado, estas siguen siendo bastante complejas en la Ronda de Doha. Segundo el documento de modalidades, una de las novedades de esta Rodada es que los países en desarrollo tendrán que reducir sus tasas y no consolidarlas en los niveles que se consideran necesarios.

En lo que se refiere a reducción de tasas, estas habían sido recordadas en la Ronda de Uruguay, dónde se quedó establecido que, para los países desarrollados, la regla sería la reducción media de por lo menos el 36% en las tarifas agrícolas, con un mínimo del 15% por línea tarifaria. Sin embargo, como resultado de la Ronda de Uruguay ocurrieron los llamados picos arancelados, o sea, aranceles arriba de la media, y las escaladas alancelarias que son los aranceles más altos para productos más elaborados. Esto ocurre porque los países cortaron menos los aranceles más altos, para productos más sensibles, y más los aranceles menores, para productos no sensibles. Con eso, los aranceles más altos quedarón más distantes de los aranceles más bajos.

Para intentar minimizar el problema de la Ronda de Doha, fueron utilizadas formulas por bandas que previenen que, en cuanto mayores los aranceles, mayor el recorte arancelario. Los países desarrollados deberían llegar a un recorte medio de 54%. Si la fórmula no llega a este número, este grupo tendría que hacer recortes extras para alcanzarlo. En el caso de los países en desarrollo, si la formula lleva a un recorte medio mayor que el 36%, estos podrán hacer recortes menores en la fórmula para llegar al resultado.

En lo que se refiere al pilar de apoyo doméstico, el documento de modalidades de la Ronda de Doha prevé cambios significativos en relación a la Rodada de Uruguay. Uno de los cambios significativos, se refiere a la creación de un límite global para todas las políticas distorsionadas. Previene todavía la medida de caja amarilla (AMS) que tendrá recortes bastante significativos. Estas políticas que hacen parte de la caja amarilla son todos las gobernantes que resultan en tranferencias presupuestarias del gobierno, o agencias que hacen en favor de los agricultores.

Otro cambio, trata de los criterios para que un programa pueda ser clasificado como perteneciente a la cajá azul, que son instrumentos conectados al control de la oferta, los gastos de la caja azul pasaran a tener límites, tanto globales cuanto por productos. En la Ronda de Uruguay, este tipo de gastos no tenía limitación alguna. Por fin, el documento de modalidades previene que haya un tratamiento más riguroso en el caso del apoyo Doméstico dado el algodón. Con relación a los subsidios a las exportaciones, el documento previene el fin de estos productos agrícolas, en el caso de países desarrollados.

En síntesis observa se que, en lo que se refiere a las discusiones de acceso al mercado en la Ronda de Doha, estas permitirán avanzar en las negociaciones agrícolas, la reducción arancelaria será hecha por formulas, buscando resolver problemas de pico arancelario de la Ronda de Uruguay. Los países en desarrollo también tendrán que recortar los aranceles y no solo consolidarlos. Sin embargo, en la búsqueda de una mayor liberalización comercial, la Ronda de Doha sirve también de espacio para la discusión de nuevos temas.

Para mayores informaciones:

DIVERIO, Tamara Silvana Menuzzi. Rondas de Uruguay y Doha y las negociaciones agrícolas en los tres pilares: acceso a mercados, apoyo interno y subsidios a las exportaciones. Revista Ateliê Geográfico, Goiás, v. 9, n. 2, p. 30-53. 2015. Disponible en: < http://www.revistas.ufg.br/index.php/atelie/article/view/30253>.

*Tamara Silvana Menuzzi Diverio, es Doctora en Desarrollo Rural, docente de la Universidad de Cruz Alta, Brasil.

Sin oro se vive, sin agua se muere

A lo largo de la cordillera andina meso y sudamericana capitales mineros transnacionales desde mediados de la década del noventa (siglo XX) tienen una importante presencia en la región mediante el desarrollo de la minería a gran escala o mega-minería, impactando en múltiples dimensiones de la realidad.

En este artículo describiremos esa apropiación de metales preciosos en Latinoamérica que se remonta al siglo XVI y siempre estuvo vinculada a diversos modelos económicos. Lo novedoso del presente es que el actual modelo capitalista ha exacerbado la destrucción de los recursos mineros con la inclusión de nuevas tecnologías, a la vez que ha disminuido la violencia y flagelación de la mano de obra. El mito prístino sobre la protección que realizaban del ambiente las civilizaciones precolombinas, para quienes la naturaleza era sagrada y se santificaba, ha sido desestimado. El mercurio debió ser para los habitantes de Perú y México coloniales lo que hoy son los desechos radioactivos.

Cinco siglos después la situación parece continuar. Este es el denominado extractivismo, y en su forma actual neoextractivismo. Por encontrarse los minerales diseminados en partículas ínfimas que hace imposible el empleo de tecnologías y métodos de la minería tradicional requiriendo de un método extractivo caracterizado por la voladura de extraordinarias cantidades de suelo, aplicación de sustancias químicas, empleo de gigantescas cantidades de agua y energía, recibe este nombre.

Se trata de un modelo basado en la explotación de recursos naturales no renovables necesarios para alimentar el nivel de consumo sostenido y modelo de acumulación vigente.

El actual período histórico se caracteriza como una etapa donde los gobiernos latinoamericanos introdujeron reformas “liberales” que comenzaron en la década del ochenta con la destrucción medioambiental, constituyendo el saqueo de los recursos naturales el mecanismo de devolución de la deuda externa. En consecuencia, la crisis de la deuda y el establecimiento de una política de corte neo-liberal ocasionaron una rápida desindustrialización de América Latina acelerando la desnacionalización de la minería.

La expansión de este modelo no sólo se orientó hacia los servicios públicos sino también alcanzó a los hidrocarburos y recursos naturales, donde grandes áreas de un determinado país comenzaron a quedar bajo dominio de estos capitales transnacionales. Así se propagaron por la América andina territorios con soberanía propia, cuyo caso testigo está representado en la provincia de San Juan (Argentina), donde el proyecto minero binacional Pascua Lama a cargo de la empresa Barrick Gold se configura como un territorio con soberanía propia que no se reconoce ni chileno ni argentino. Se crea así una suerte de territorio con soberanía propia, quedando estos espacios como apartados o separados de sus jurisdicciones nacionales, rigiendo en ellos las normas de las empresas.

En estos espacios una nueva lógica y organización territorial aparece y está estrechamente vinculada a cambios tecnológicos que derivan en la incorporación de áreas con distintos grados de artificialidad al paisaje. La tecnología es el elemento ordenador, es el elemento de definición entre progreso y atraso, poder y no poder. La tecnología operó acondicionando el territorio para la llegada y desarrollo de la mega-minería, y conjuntamente, para la inhibición del estado nacional en estas áreas. A su vez, se generan nuevas experiencias en los lugares, demostrando los paisajes un alto grado de dinamismo.

Podemos mencionar cómo la puesta en marcha del primer mega-proyecto minero denominado Bajo de la Alumbrera en el año 1997 en la provincia de Catamarca (Argentina), ha activado entre los habitantes de las localidades más cercanas al citado emprendimiento diversos mecanismos de interacción y protesta. A través de ellos han puesto de manifiesto nuevas conflictividades, destacando como principales la fragmentación social, la falta de honestidad, la corrupción, y reiteradamente la preocupación por el tema del agua.

Se trata de un nuevo período histórico donde los habitantes de estos lugares (desde caseríos, parajes, puestos, pueblos hasta ciudades que no superan los veinte mil habitantes) demostraron capacidad para cuestionar y/o criticar relaciones económicas y de poder asociadas a la mega-minería. Ante este escenario, el reclamo de los pueblos se sintetiza en la idea “sin oro se vive, sin agua se muere”, como lo ilustra esta fotografía tomada por mí en la Avenida 6 de Diciembre de la ciudad de Quito (Ecuador), en julio de 2012.

Para mayor información:

VALIENTE, Silvia. La Minería Transnacional y Territorios Posnacionales. Un Nuevo Sentido Histórico Para Santa Maria, Catamarca. Boletín de Estudios Geográficos. Mendoza; Universidad Nacional de  Cuyo. Abril de 2015, Nº 103. EN PRENSA

QUÉ VERDE ERA MI VALLE…Y QUÉ DURO VIVIR EN ÉL! La valoración satírica del proceso de idealización del mundo rural

Diego A. Barrado Timón*

El viaje y la estancia, pero también la información turística que nos llega a través de soportes cada vez más diversos, se están convirtiendo en una fuente esencial para explicar la imagen que tenemos tanto de nuestro propio país o ámbito cultural como de espacios remotos. También los espacios rurales han sido objeto de ese proceso de idealización turística. Sin embargo, en los últimos tiempos a ese discurso idealizador se le está contraponiendo otro, de orden satírico, que tanto desde el humor como la publicidad se dirigen a criticar los mecanismos ideológicos que subyacen a la idealización rural.

Si bien es cierto que la mayor parte de los habitantes urbanos tienen raíces rurales más o menos próximas, lo cierto es que en un mundo en proceso de urbanización lo rural se está convirtiendo día a día en una realidad entendida como exótica, en tanto en cuanto se nos presenta como atractiva precisamente por todo aquello por lo que, real o supuestamente, difiere de la ciudad. Esta percepción de lo rural como lo que no es ciudad, como una reserva de autenticidad y tradicionalismo frente a los males derivados de la urbanización, ha sido utilizada por el turismo hasta el punto de idealizar como una construcción finalista de carácter único y estético cada porción de ruralidad susceptible de ser explotada. El resultado ha sido la progresiva creación de un verdadero ideario turístico en el que lo rural es reinterpretado como patrimonio. Para ello ha sido posible recurrir a un gigantesco conjunto de imágenes, ideas y símbolos procedentes principalmente del arte y la literatura, de extraordinario valor cultural, que identifican el campo con el pasado y con estilos de vida antiguos, naturales y humanos; en contraposición con una ciudad que es percibida como el progreso, la modernización y el desarrollo, pero que en el tránsito hacia ellos ha perdido unos valores que en el campo aún se conservan.

Como resultado, en los últimos años se ha producido un verdadera industria de la memoria que, apoyada en la recuperación de monumentos, tradiciones, recreaciones históricas, museos y parques temáticos, han convertido el mundo rural en un elemento esencial de lo que se ha dado en llamar industria del patrimonio. Y de ahí se han derivado procesos de recuperación, conservación y mantenimiento de un patrimonio más o menos real, pero también otros de apropiación de sus valores cultures, geográficos y ambientales.

En todo caso, lo que se desea destacar no es ni el proceso de patrimonialización de lo rural ni los mecanismos ideológicos que lo han hecho posible, algo que ya ha sido analizado por algunas corrientes críticas de las ciencias sociales. Lo verdaderamente novedoso es que ese discurso crítico realizado por un sector de las ciencias sociales, que desmonta los mecanismos subyacentes al proceso de idealización y muestra su carácter finalista centrado esencialmente en la consecución de objetivos económicos, parece haber trascendido un ámbito puramente académico y muy marcado por un determinada corriente ideológica para ser asumido por gran parte de la sociedad, que lo incorpora a su concepción de lo rural al mismo nivel al que previamente había situado la visión idealizadora.

En efecto, frente a la crítica puramente académica de los procesos de patrimonialización e idealización, en los últimos tiempos se están generalizando las contrarréplicas satíricas que atacan la mistificación rural y los mecanismos ideológicos que la sostienen. Y esta sátira, que aparece en forma de viñetas en periódicos generalistas, monólogos humorísticos o publicidad de muy diverso tipo, se dirige esencialmente a un público no especializado, lo que sostendría la hipótesis de que si en un momento la sociedad incorporó el discurso idealizador y mistificador de lo rural, en la actualidad está igualmente asumiendo la crítica y deconstrucción de ese mismo discurso.

El mito de la autenticidad. Fuente:< www.tiempobbdo.com> [19 de marzo de 2013]
El mito de la autenticidad. Fuente:< www.tiempobbdo.com> [19 de marzo de 2013]

La burla se sustenta generalmente en contrastar los diversos mitos idealizadores que se han construido en torno a lo rural, como el del buen salvaje, la autenticidad, lo tradicional, la ausencia de conflicto social y de relaciones de poder, etc., con un contrapunto que pone al descubierto los objetivos ideológicos de la mitificación. Así, tal y como muestra la imagen anterior, procedente de una campaña de publicidad de una marca de comida precocinada, el contraste satírico se sitúa entre el valor simbólico del atuendo rural de la anciana y de la gastronomía tradicional frente al funcional de la comida envasada, presentada ahora como un patrimonio supuestamente auténtico frente a los evidentes procesos de estandarización que requiere.

En resumen, frente a un campo idealizado que subyace a la ideología del turismo rural, y que lo presenta como el contrapunto positivo de una ciudad deshumanizada, la contrarréplica satírica nos muestra un mundo rural que, o bien ha sucumbido también a las desdichas de la industrialización y la modernidad, o bien se muestra sumido en un atraso social y cultural que hacen que no solo no sea atractivo para el disfrute vacacional, sino que explica el porqué de la emigración masiva hacia las ciudades en la segunda mitad del siglo XX. Como señala Luis Landero en su último libro, El balcón en invierno (2014), la emigración rural siempre se ha escenificado de forma nostálgica, como pérdida o ruptura, mientras que “apenas se menciona lo que aquella desbandada hacia las grandes ciudades tuvo de alegre y liberador”.

Para mayor información: Barrado Timón, Diego A. Mitos y contramitos, utopías y distopías: las representaciones turísticas de lo rural y sus valoraciones satíricas al amparo del discurso crítico de las ciencias sociales. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 20 de junio de 2014, vol XVIII, nº 480. <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-480.htm>. ISSN: 1138-9788.

* Diego A. Barrado Timón es profesor titular de la Universidad Autónoma de Madrid.