La satisfacción y toma de decisiones de las actividades turísticas a través del marketing móvil

La democratización del medio digital en las polis turísticas, ha hecho que los humanos se transformen en personas bifuncionales (Humano-smartphone), estos dispositivos han cambiando el paradigma en la toma de decisiones de las actividades turísticas cuando viajamos y, por ende, condicionan al turista su nivel de satisfacción global de su entorno más inmediato.

Los organismos de marketing de destinos, denominados comúnmente OMD, tienen que gestionar y planificar al detalle las estrategias y actividades de promoción del destino, en función de los factores demográficos de sus flujos de llegadas de turistas. Cuando hablamos de factores demográficos, hacemos referencia a los atributos biológicos del individuo, su situación familiar y su localización demográficas, como por ejemplo: edad, sexo, estado civil, posición familiar, residencia, entre otros.

Es evidente que cuando se toman decisiones de compra a través de los dispositivos móviles u otros soportes tecnológicos, está condicionado por multitud de variables, entre las que se encuentran: experiencia del cliente a la hora de comprar a través del teléfono móvil, la seguridad del pago electrónico, la ubicuidad, una buena conexión a internet, expectativas del cliente, la interoperabilidad entre los principales actores que ofrecen todo el proceso de compra, etc., a todas estas variables la denominaremos factores situacionales.

Ofrecer una gama de productos y servicios personalizados a la alcance de la mano del turista a través de la herramienta marketing móvil, es vital en los planes de marketing de las OMD.

Asimismo, la compra y consumo de los productos y servicios turísticos, es una manifestación del comportamiento del turista, que viene determinado por una necesidad, actitud y una motivación emocional que previamente ya ha pensado y adoptado, hasta que la transforma en realidad. Es muy importante la actitud de la persona, ya que ésta la conforma los valores del individuo, es decir, la personas piensan sobre situaciones, productos, marcas, destinos turísticos, gastronomía, etc., en función de los valores que ha adquirido.

Para escenificar lo anteriormente comentado, exponemos un ejemplo: para la mayoría de la gente, un viaje a Bora Bora y descansar una semana en sus playas paradisíacas es una ilusión, sin embargo, a la mayoría de los turistas chinos no les gusta la playa, a muchos de ellos le resulta incómodo el sol e incluso hay una cierta cultura de mantener la piel lo más blanca posible. Esas actitudes tienen unos impactos en los comportamientos, en las intenciones de compra, en la frecuencia de consumo o en la repetición de la compra. Son dinámicas, y experimentan cambios de forma más rápida que los valores.

No obstante, los organismos de destinos tienen que medir las experiencias de los turistas a través de cuestionarios de satisfacción, en el cual incluyan indicadores demográficos y situacionales para alcanzar un mayor grado de análisis a la hora de tomar conclusiones, en función de los resultados obtenidos.

Los turistas perciben su satisfacción a través del teléfono móvil, con una mirada global y acumulada de la experiencia de consumo del producto o servicio. En la siguiente figura, exponemos un ejemplo de como influye las características demográficas y situacionales en la satisfacción y toma de decisión del turista a través de los dispositvos móviles.

Influencia de las características demográficas y situacionales en la satisfacción y toma de decisión del turista

Fuente: Elaboración propia
Influencia de las características demográficas y situacionales en la satisfacción y toma de decisión del turista
Fuente: Elaboración propia

Por todo ello, no podemos tratar a todos los clientes por igual, el objetivo principal es que los organismos de marketing de destinos, analicen mejor las oportunidades de este nuevo entorno, e implementen las nuevas tecnologías como el marketing móvil, con la finalidad de ofrecer servicios personalizados a los turistas y fortalezcan los vínculos de valor de relación con el cliente. No contemplar las nuevas tecnologías en esta nueva era digital es un fracaso rotundo.

En definitiva, la atomización del sector turístico, ha provocado que tantos las instituciones públicas y empresas privadas, personalicen la oferta en función de las características demográficas y situacionales a través de los dispositivos móviles, para mejorar la experiencia y satisfacción del turista.

Para mayor información:

Florido-Benítez, L. (2016). Influencia de las características demográficas y situaciones en la satisfacción y toma de decisiones de las actividades turísticas a través del Mobile Marketing. Cuadernos de Turismo, 38, 143-165. Disponible en:

http://revistas.um.es/turismo/article/view/271391/199751

Lázaro Florido-Benítez, es Doctor e investigador de la Universidad de Málaga y consultor turístico y marketing aeroportuario.

La modernización del catastro en España (1980-1992)

Maria José Llombart Bosch*

Los primeros pasos para establecer en España un catastro moderno se iniciaron a mediados del siglo XIX a la vez que en la mayoría de los países europeos. Pero, aunque parezca increíble, en los albores de la actual etapa democrática todavía España no tenía un catastro equiparable al de los países desarrollados de nuestro entorno. El problema de fondo para su elaboración ha sido siempre la falta de apoyo político al proyecto de su creación y posterior modernización; la conformación del catastro ha sido impulsada sólo en los cortos períodos de gobiernos liberales y progresistas, mientras que quedaba prácticamente paralizada en las mucho más largas etapas de gobiernos conservadores.

En 1978 el catastro español era extensivo y generalizado pero muy elemental y mínimamente mecanizado. Carecía de una organización institucional eficaz, de armonización y estandarización de sus procedimientos, de una documentación homogénea y de medios humanos y técnicos suficientes, no pudiendo gestionar eficazmente la gran cantidad de información que contenía. Su producto era en lo esencial, unas listas cobratorias simplemente mecanizadas y una cartografía rudimentaria.

Entre 1980 y 1992 el catastro experimentó un profundo cambio que le llevó a convertirse en un catastro moderno. Un primer paso se dio en 1980 con la creación de los Consorcios para la Gestión e Inspección de las Contribuciones Territoriales, organismos con fuerte carácter descentralizador y un cierto talante empresarial; entonces se inició un proceso de renovación y actualización de toda la información y se subsanaron algunas de las carencias anteriores.

Pero es en 1987 cuando el gobierno socialista hizo una fuerte apuesta política por la renovación del catastro con un proyecto global e integrador y la dotación de medios necesarios. Se trataba de conseguir un conocimiento exacto y veraz de la riqueza inmobiliaria del país y con ello, una tributación más justa y equilibrada y una mayor recaudación municipal.

Sobre el viejo edificio catastral, hubo que construirlo todo. Se puso en marcha la Ley Reguladora de las Haciendas Locales y se creó el Centro de Gestión Catastral y Cooperación Tributaria, organismo centralizado pero con fuerte implantación territorial y con flexibilidad suficiente para relacionarse ágilmente con los municipios. Se le dotó, de manera sostenida en el tiempo, de abundantes medios técnicos, económicos y humanos, se renovaron sus directivos, se multiplicaron sus presupuestos y la plantilla de personal creció sustantivamente. Esto permitió proseguir las revisiones catastrales ya iniciadas y poner en marcha proyectos innovadores que revolucionaron por completo la arcaica y vetusta institución catastral.

En este gran cambio fue decisivo el importante proyecto informático desarrollado que permitió por vez primera disponer de las herramientas precisas para elaborar desde dentro del propio organismo la gestión y el mantenimiento del catastro construyendo así un sistema informatizado nacional. Cuando se inició el proyecto el catastro no disponía de informática propia, y dependía de la del Ministerio de Hacienda y de empresas externas privadas, pasándose en 1989 a un sistema de información catastral propio que exigió aumentar y formar personal especializado, adquirir equipos informáticos y ampliarlos a medida que el proyecto iba creciendo, crear y mejorar aplicaciones, generar bases de datos alfanuméricas y poner en marcha las bases de datos gráficas.

En 1990 del proyecto inicialmente diseñado se pasó a otro mucho más complejo e integrador de creación y desarrollo de un sistema de información de bases de datos catastrales cartográficas y alfanuméricas interrelacionadas entre sí e integradas en un sistema único, el Sistema de Información Geográfica Catastral, SIGCA. Con él España pasó a disponer de un sistema de información territorial de los bienes inmuebles que perdura hoy mejorado, renovado y ampliado.

En 1993 se creó la base de datos catastral con carácter nacional, que vino a subsanar el problema de dispersión de sus bases de datos distribuidas hasta entonces en los 65 centros regionales del catastro, lo que provocaba una continua división de su información y una dificultad a la hora de obtener resultados agregados. A ello se unió la finalización del plan de informatización de la cartografía catastral permitiendo así conseguir al fin un catastro como sistema de información integrado para el soporte de la administración del territorio a disposición de las administraciones y de los ciudadanos.

Cartografía Catastral. Provincia de Valencia, Municipio de Valencia, Parcela Catastral: 023505YJ2762C Coordenadas U.T.M. Huso: 30 ETRS89, Escala 1:1,000


Cartografía Catastral. Provincia de Valencia, Municipio de Valencia, Parcela Catastral: 023505YJ2762C
Coordenadas U.T.M. Huso: 30 ETRS89, Escala 1:1,000

El cambio definitivo a un catastro moderno se produjo sin duda en España entre 1987 y 1992 y fue la consecuencia de una decisión política en el marco de un proceso general de modernización del país. Desde entonces a nuestros días se han continuado los avances mejorando y ampliando las capacidades de conexión y comunicación con terceros, dando acceso general a gran parte de la información catastral. Esta es hoy una de las bases de datos nacionales de más indudable utilidad y por ello una de las más consultadas por los técnicos relacionados con el sector inmobiliario y patrimonial y por los ciudadanos.

mailto:http://www.sedecatastro.gob.es/

Para mayor información: en LLOMBART BOSCH, María José. La modernización del Catastro en España y su proceso de informatización, 1980-1992. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 25 de enero de 2017, Vol. XXII, nº 1.188.

<http://www.ub.es/geocrit/b3w-1188.pdf>. [ISSN 1138-9796].

TITULARES A RESALTAR EN EL ARTÍCULO

*España finalizó su catastro un siglo después que el resto de los países europeos de su entorno

*Entre 1987 y 1992 se produjo en España una profunda informatización del catastro con la creación de un SIG catastral, para lo que se precisó de un fuerte apoyo económico y político

*Hoy en día es sin lugar a duda una de las bases de datos más consultadas por los ciudadanos

*Mª José Llombart Bosch es economista y funcionaria perteneciente al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado y fue Directora General del Catastro del Ministerio de Hacienda entre 1989 1996

Mª José Llombart Bosch
Mª José Llombart Bosch

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OTROS EJEMPLOS DE PLANOS Y FOTOGRAFÍA AÉREA QUE SE PUEDEN PONER SI OS GUSTA Y CONSIDERAÍS QUE PROCEDE

Plano levantado en el término municipal de Albalate del Arzobispo del Catastro por Masas y Cultivos
Plano levantado en el término municipal de Albalate del Arzobispo del Catastro por Masas y Cultivos

Plano de la Ciudad de Barcelona
Plano de la Ciudad de Barcelona
Plano de la Ciudad de Barcelona

Fotograma de la Serie A (1945) en el que se puede ver la ciudad de Valencia. Escala aproximada de la reproducción 1:30.200.
Fotograma de la Serie A (1945) en el que se puede ver la ciudad de Valencia. Escala aproximada de la reproducción 1:30.200.

Geolocalización online, la importancia del dónde

Gersón Beltrán López *

El mundo digital es social, local y móvil (SoLoMo): se genera información local que se comparte en las redes sociales a través del móvil, lo que transforma completamente la relación entre el territorio, las personas y las organizaciones.

La geolocalización indica la posición de una persona u objeto en el espacio; con la aparición de Internet se ha convertido en una herramienta de comunicación entre lo local y lo global a través de la nube. En este libro de reciente publicación se encuentran las claves para aplicarla tanto a nivel personal como de estrategia de negocio, ofreciendo una nueva visión de la nueva geografía, con sus usos y herramientas, que integran el mundo físico con el mundo online a través de la importancia del dónde.

La geolocalización online es un término que ha cobrado gran importancia a partir de la aparición de Internet y que se ha convertido en un negocio. Los GPS fueron desarrollados el siglo pasado para usos militares, aunque posteriormente se utilizaron para usos civiles. Paralelamente, Internet seguía el mismo camino hasta su popularización a comienzos de este siglo XXI; las Nuevas Tecnologías de Información son las herramientas que han hecho posible este fenómeno. Actualmente todos los medios sociales usan la geolocalización online e incluso desarrollan aplicaciones específicas, formando parte del concepto de “long tail” o “larga cola” y participando de los mismos modelos de negocio que el resto de aplicaciones de Internet.

Internet genera una nueva visión del mundo denominado online o conectado, creando posiblemente el sistema de comunicación global más importante en la historia de la humanidad y la geolocalización online se convierte en una herramienta de comunicación entre el mundo físico y el mundo online.

Otro hito básico para entender este fenómeno es la aparición de los dispositivos móviles conectados a Internet y que, gracias al sistema de localización que llevan incorporado, permiten mostrar la ubicación de una persona u objeto en el espacio. Este hecho, unido al desarrollo de los medios sociales, convierte a cada persona en un nodo de información, en un elemento que genera información y la comparte de forma global desde cualquier lugar del mundo con su dispositivo móvil.

Las herramientas son los medios gracias a los cuales se puede utilizar la geolocalización y como tales están en constante evolución. Se trata de empresas y negocios que evolucionan con una gran celeridad, de modo que en pocos años pueden aparecer y desaparecer. Las aplicaciones más importantes en estos momentos de geolocalización online están alrededor de tres grandes grupos: la web geoespacial que se usa para localizar, los medios sociales que se usan para informar y los códigos QR y la realidad aumentada como dos complementos interesantes.

En ocasiones se tiende a generalizar y a hablar de geolocalización online sólo desde un punto de vista, pero estas herramientas tienen múltiples usos que ofrece a personas, territorios y organizaciones: localizar información en un mapa, posicionarnos en Google, emocionar, opinar, programar acciones, vender, hacer publicidad geolocalizada, proteger, medir, jugar… todo ello mediante herramientas como Google My Business, Facebook Places, Foursquare, Yelp, Twitter, Pinterest o Instagram.

En un mundo cambiante como en el que estamos inmersos, todo evoluciona y en la actualidad nos encontramos ante nuevos elementos como las gafas de realidad aumentada, la realidad virtual en 360 º, los relojes y pulseras inteligentes o los drones, herramientas que aumentan las posibilidades de información e hiperconexión en el mundo y cuya base de funcionamiento es la geolocalización. Por tanto se trata de un fenómeno vivo que evoluciona de forma contínua, confirmando que el futuro es el lugar al que nos dirigimos.

Para mayor información:

BELTRÁN, Gersón. Geolocalización online: la importancia del dónde. Barcelona: Editorial UOC, 2016. ISBN 978-84-9116-159-2. Disponible en <http://www.editorialuoc.com/geolocalizacion-online> .

Gersón Beltrán es Profesor Asociado del Departamento de Geografía de la Universidad de Valencia y consultor en Geoturismo SLU y Marketingeo.

España y Latinoamérica en la aventura de las comunicaciones globales: los satélites artificiales

Ángel Calvo (UB)

Los ciudadanos del siglo XXI vivimos ‘enredados’ en una gigantesca madeja que permite una comunicación instantánea gracias a nuestros teléfonos móviles, tablets y ordenadores, entre otros aparatos electrónicos. Sospechamos vagamente que existe algo portentoso que nos permite conectar con nuestros semejantes en los lugares más distantes e inverosímiles del globo. Sin embargo, raramente nos ponemos a pensar en qué medios técnicos reposa ese fabuloso sistema mundial de comunicación. Nos limitamos a manejar nuestros artilugios y todo lo más que se nos ocurre es echar una mirada rápida al módem, o a la roseta de conexión de la línea telefónica. Nos enteramos de lo que es necesario para comunicarnos sobre todo cuando algo deja de funcionar, sea por una caída del sistema entero, una rotura de cables debido a las tormentas, robos de cobre en las líneas telefónicas, ataques terroristas u otros motivos.

Puntualmente, alguna noticia sacude nuestra ignorancia consentida y nos remite a colosales infraestructuras de comunicación. Llega a nuestros oídos, así, que dos empresas tecnológicas de la talla de Microsoft y Facebook han pactado la construcción de un cable submarino transatlántico de nueva generación bautizado como Marea, que mejorará la conexión entre Estados Unidos y Europa a alta velocidad, mayor fiabilidad y una capacidad sin igual, que lo convierte en el cable transatlántico con la banda más ancha que existe (El País,27 mayo 2016).

Muy de vez en cuando, algún nostálgico nos habla de la primera transmisión de televisión vía satélite allá por el verano de 1962 o nos recuerda emocionado ese 25 de junio de 1967 en que los Beatles cantaron ‘All You Need is Love’ para 400 millones de personas de 26 países. ¿Qué sería de nosotros sin Internet, la red de redes? Pues bien, si vemos las grandes competiciones deportivas en todo el mundo o los mejores conciertos, o nos conectamos a Internet es porque nos lo hacen posible las auténticas autopistas que son los cables submarinos y los gigantescos espejos flotando en el cielo que son los satélites.

Este escenario tan apabullante debería invitarnos a remontar en el tiempo y hacernos preguntas sobre sus orígenes para captar mejor la verdadera dimensión del fenómeno y aprender algo sobre los retos que plantearon las novedades en su momento. Una de ellas se refiere irremediablemente a las modalidades de llevar a cabo obras tan colosales.

La historia de los cables telegráficos submarinos nos enseña que ingentes capitales privados del Reino Unido fueron enterrados en el fondo de los mares para tender la más extensa red de comunicaciones de la época, motejada por Tom Standage como la ‘Internet victoriana’. Tratándose de hechos históricos, pisamos un terreno relativamente poco cultivado por los historiadores económicos de los países de nuestro entorno pese al formidable atractivo de sus implicaciones económicas, tecnológicas, normativas y geopolíticas. Además, la compleja realidad que implica invita a un enfoque interdisciplinar y a apelar a una combinación equilibrada de fuentes primarias y secundarias.

Antena de satélite, Telefónica, Memoria 1990, p. 17.
https://www.telefonica.com/documents/153952/13347843/1990.
Antena de satélite, Telefónica, Memoria 1990, p. 17.
https://www.telefonica.com/documents/153952/13347843/1990.pdf

En el caso de las infraestructuras de nuestro entorno geopolítico, Telefónica convive con otras operadoras latinoamericanas, representantes de los gobiernos de los países respectivos, en los organismos del sistema mundial de comunicaciones. Ello le aporta conocimientos del mercado y aprendizaje de la idiosincrasia del sector, economía de experiencia en suma, si bien no necesariamente ventajas comparativas –otras muchas también están presentes- pero al menos le evita desventajas comparativas.

Hemos hablado sobre todo de cables submarinos pero los satélites ocupan igualmente un puesto privilegiado en las comunicaciones de hoy. En efecto, paralelamente al desarrollo de la red mundial de cables telefónicos submarinos, la ciencia alejó la frontera tecnológica de las comunicaciones con el desarrollo de los satélites, que, con una capacidad de comunicación mucho mayor que los cables, contribuyeron a configurar la red telefónica mundial como la máquina lógica mayor del globo.

La complejidad, magnitud y ámbito territorial implicado hacen que los avances en la creación de grandes infraestructuras o redes mundiales reclamen la continuidad de los esfuerzos cooperativos y, por tanto, la vigencia plena de los esquemas puestos en práctica en la segunda mitad del siglo XIX. Precisamente, fruto de esfuerzos cooperativos transnacionales, la creación de estos eficaces sistemas de telecomunicación contó, en ocasiones, con presencia de países latinoamericanos –como fue el caso de Argentina y Brasil en INTELSAT. Por otra parte, la participación de Telefónica en el sistema español de satélites, que dio un paso importante con la creación de HISPASAT, S.A., coincidió con el arranque de la expansión exterior como operadora en su etapa de inversión directa, materializada con la entrada en Chile en 1989, cinco años antes de hacerlo en Perú. La intervención directa de Telefónica en grandes infraestructuras de comunicación creadas exclusivamente con capital español -HISPASAT- define una inclinación manifiesta por el espacio latinoamericano. Resultaría estéril, no obstante, buscar una relación lineal con la internacionalización que arranca a finales de la década de 1980 con la penetración en Chile.

Satélite Hispasat, Telefónica, Memoria 1989, p. 7.
Satélite Hispasat, Telefónica, Memoria 1989, p. 7.

Si es cierto que las prototentativas de satélites artificiales en Latinoamérica tuvieron la educación como objetivo, la verdadera rampa de lanzamiento de la necesidad de satélites vino de la mano de la reina de los media, la televisión. Al año siguiente de la creación de INTELSAT, la reunión de la que surgió el régimen provisional del sistema mundial de comunicaciones por satélite contó con la par­ticipación de cuatro países latinoamericanos: Argentina, Brasil, Co­lombia y Uruguay. En 1968 otros tres tenían antenas terrestres que los vinculaban al sistema internacio­nal: Panamá, Chile y México. Más tarde fueron añadiéndose otros más hasta incorporar la práctica totalidad en esa maraña a la que hemos aludido al principio. En 2013, Latinoamérica contaba con 72 satélites y otros 26 serán puestos en órbita hasta 2017 (El País, 5 septiembre 2013). Permítasenos una nota negativa para eludir cualquier sensación de ánimo laudatorio: la flota actual de la región tiene 3.033 transpondedores, casi ninguno capaz de ofrecer Internet.

Para mayor información:

CALVO, A. Esfuerzos cooperativos y etapas previas en la internacionalización: el caso de Telefónica: Apuntes: Revista de Ciencias Sociales, 2015, vol. 41, nº 75, p. 211-241. Dis­po­ni­ble en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4953942

La red telefónica de la Mancomunidad de Cataluña (1916-1924)

Ángel Calvo (UB)

En nuestra ingenuidad inocente, no pocos de nosotros pensamos que una tecnología dada se extiende por su superioridad frente a las existentes, por su excelencia, en suma. Olvidamos así que está sometida a la lógica de las condiciones socioeconómicas, culturales y políticas en que nace y debe desenvolverse.

De vez en cuando los media airean las tremendas diferencias existentes en el acceso a las redes de comunicación según el lugar de residencia de los usuarios. Así, señalan por ejemplo, que más de 2.700 pueblos no pueden navegar por Internet a 10 megas o que la llegada de la fibra óptica y 4G a las grandes ciudades colisiona frontalmente con el reducido número de hogares con accesos mínimamente aceptables.

La desigualdad en el acceso a las redes de comunicación arranca ya desde las fases iniciales del desarrollo de las mismas, rasgo extensible a diversas formas de respuestas a esta injusta situación, llámense cooperativas o programas públicos. Esta diversidad de respuestas pretendía poner al alcance de la población un servicio reservado para unos pocos por su carestía. Tan solo profesionales, comerciantes, hoteleros, industriales o simples individuos con abundantes recursos podían permitirse lo que se consideraba un lujo.

En este sentido, resulta curioso señalar que la primera cooperativa telefónica nació en Argentina con el propósito de contrarrestar el monopolio que ejercía la Unión Telefónica y fue organizada por el pionero DavidH. Atwell en Buenos Aires (1887), según señala Victor Maximilian Berthold, una de las autoridades en la historia mundial de la telefonía. A su vez, la configuración territorial descentralizada de Canadá alimentó la implicación de los gobiernos provinciales en la expansión del teléfono.

Precisamente, el artículo sobre el que se basa esta breve referencia estudia un caso de implicación de los gobiernos de estructura territorial descentralizada en la extensión del teléfono a las zonas más desabastecidas de servicio en España, poco rentables para la iniciativa privada. Fue posible cuando el sistema oligárquico de la Restauración borbónica, que abarca el reinado de Alfonso XII y primeros años del de Alfonso XIII (1876-1923), rompiendo su rigidez paralizante, se desprendió de sus prerrogativas en la regulación de los servicios públicos y cedió competencias a organismos públicos no estatales, como diputaciones, entidades mancomunadas y cabildos. Se adelantó la diputación vasca de Guipúzcoa, dentro de una región con honda tradición foral, y otras siguieron su ejemplo, no sin que por el camino quedaran algunos intentos loables. Vale la pena subrayar esta implicación de la iniciativa pública no estatal en la creación de las infraestructuras de comunicación de un país con una red telegráfica pública y un sistema telefónico predominantemente privado y deficiente.

Entre las actuaciones públicas que tuvieron un éxito relativo destaca la red telefónica pública de un territorio igualmente caracterizado por su fuerte sentimiento nacional. Fue creada por la Mancomunidad de Cataluña -entidad formada por las provincias de Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona- en el primer cuarto del siglo XX como una apuesta decidida por el servicio universal en ese territorio. Sin embargo, no figura en los manuales aunque no falta en ninguno de los estudios sobre la ‘obra realizada’.

Sin lugar a dudas, la creación de una red telefónica pública es el logro más comentado por quienes, desde ángulos bien diferentes a veces, se acercan al estudio de la obra de la Mancomunidad de Cataluña. Con todo, tales comentarios muy a menudo no superan el estadio de la simple alusión a los aspectos más visibles de la red, en especial los kilómetros de líneas, el número de centrales o la cantidad de pueblos puestos en comunicación. Aspectos capitales como la organización, las opciones tecnológicas más allá de la espectacularidad de la primera central automática o, todavía más, la aportación de los municipios al esfuerzo mancomunal quedan fuera de la atención de los especialistas.

El carácter singular del caso de la red telefónica de la Mancomunidad de Cataluña en perspectiva comparada, tanto a escala nacional como internacional, parece una realidad ajena a discusión. Recursos económicos escasos y corta duración de la experiencia, hecha trizas a causa de la supresión de la Mancomunidad por la dictadura del general Miguel Primo de Rivera (1923-1930), limitaron el alcance de un proyecto ambicioso e ilusionante, que pretendía prestar un servicio y, a la vez, convertirlo en elemento vertebrador del territorio. Rasgos fundamentales del caso estudiado son su naturaleza pública –valga la repetición-, la notable envergadura de la obra realizada, los numerosos proyectos sin ejecutar por causas y condicionamientos varios y la profunda huella en las instituciones que llevaron a cabo el programa y en los usuarios. Esa herencia se extiende también al propio sector del teléfono puesto que la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE) hará suyos espíritu y letra del programa de la Mancomunidad, es decir, la ampliación, la unificación y la modernización del sistema telefónico español. Este detalle nunca, que se sepa, ha sido puesto de relieve hasta el momento y apunta a la posibilidad de influencias de primera hora de la dirección de la Sección de Teléfonos en el proceso de gestación de CTNE, convertida en el monopolio del servicio telefónico en España.

Por encima de todo, lo que desataca es el enorme papel desempeñado por los Ayuntamientos en la formación de la red y en los resultados. En otras palabras, esa gran ‘obra realizada’ tantas veces esgrimida no hubiese sido posible sin los recursos materiales, financieros y personales aportados por las corporaciones municipales, no siempre sobradas de ellos.

Para mayor información:

CALVO, Ángel. Teléfono para todos… o casi. La singular experiencia de la red de la Mancomunidad de Cataluña, 1914-1925. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de julio de 2014, vol. XVIII, nº 481. <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-481.htm>. ISSN: 1138-9788.

Tras las huellas de los turistas. Visitantes con GPS en el Valle de Boí

Núria Galí, José A. Donaire, Marcelo Royo*

Este artículo presenta los resultados de un estudio que analiza el comportamiento de los turistas que visitan el Valle de Boí (España) a través del uso de GPS.

Los turistas que visitan el Valle de Boí (situado e¡en los pirineos catalanes) recorren itinerarios muy amplios en un periodo muy corto de tiempo, convirtiendo así lugares muy transitados en recorridos icónicos. Esta es la principal conclusión que se desprende de un estudio elaborado por la Universidad de Girona, que ha dotado de GPS a los turistas del mítico valle leridano para comprobar realmente qué visitan estos turistas a partir de los datos recogidos por los dispositivos de localización.

La Oficina de Turismo del Valle de Boí distribuyó durante los meses de julio a octubre de 2012 un total de 87 GPS a los turistas que se interesaron por visitar la zona. Los GPS recogían datos muy precisos sobre itinerarios, lugares visitados, tiempos de visita y el tiempo total de recorrido, se han obtenido unos registros que nos ofrecen una información muy exacta y de altísimo valor para el estudio del comportamiento real de los turistas.

Es importante destacar que el uso de los GPS corrige uno de los problemas habituales de la mayoría de estudios sobre comportamiento, ya que éstos se basan mayormente en lo declarado por los turistas, en cambio el rastreo del GPS proporciona información de lo que realmente hacen estos turistas (no lo qué dicen haber hecho).

Este estudio científico ha permitido detectar, por primera vez y de forma objetiva, cuáles son las tendencias de los turistas en sus recorridos por este entorno natural y patrimonial. Así los turistas tienden a visitar un número muy elevado de lugares de interés, tanto culturales, como naturales y/o lúdicos. El turista medio visita varios núcleos urbanos del valle, el parque nacional y algunas iglesias románicas.

En segundo lugar, la visita es extremadamente efímera, muy fugaz. Los visitantes recorren un itinerario muy amplio en un período de tiempo muy reducido, el tiempo medio de visita en cada espacio de atracción es muy bajo. El turista estándar tiende a realizar una visita rápida y superficial, acaba visitando el máximo de lugares en el mínimo tiempo posible.

Finalmente, también se pone de manifiesto que los elementos visitados se organizan de forma jerárquica, de modo que unos pocos elementos son los más visitados, por este motivo, son una constante en el conjunto de los recorridos y se convierten en los más icónicos y representativos. Solo a medida que se amplía el tiempo de visita, se accede a otros elementos del valle. Por tanto, el comportamiento de los visitantes se homogeneiza y tiende a reproducir unas pautas de consumo muy previsibles.

El Valle de Boí es un municipio situado en los altos Pirineos, en la región de Cataluña (España). El valle, formado por nueve núcleos urbanos, contiene sitios de gran valor cultural y natural. De hecho, uno de sus grandes atractivos culturales es un grupo de nueve iglesias románicas declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000. Además, este valle es un punto de entrada al Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de Sant Maurici, uno de los 15 parques nacionales de España, y el único en Cataluña.

En definitiva, el uso de GPS permite un conocimiento muy pormenorizado del comportamiento real de los turistas, ya que se puede conocer con detalle desde el uso de los atractivos del espacio turístico, a la secuencia espacio-temporal de la visita y el grado de intensidad de uso de cada nodo. La explotación de esta información contribuye a la mejora de la gestión turística de un destino y permite renovar las estrategias de marketing.

Para mayor información:

DONAIRE, José A., GALÍ, Núria, ROYO, Marcelo. “El uso de GPS para el análisis del comportamiento espacio-temporal de los turistas. Pre-test en el Valle de Boí”. Cuadernos de Turismo. 2015, núm. 35, pp.117-131.

http://revistas.um.es/turismo/article/view/221541/172991