Migraciones Norte-Sur en Europa: urbanismo y turismo en la Costa Blanca

Laura Domínguez Martínez, Pablo Martí Ciriquián, y Almudena Nolasco Cirugeda*

Desde hace varias décadas, se constata una elevada presencia de población noreuropea asentada con fines turísticos en la costa de la provincia española de Alicante, también denominada Costa Blanca. Este fenómeno ha contribuido a la transformación del territorio costero, en el que se ha producido un desmesurado crecimiento urbano.

Son notables los paralelismos encontrados entre el crecimiento urbano y el incremento del número de turistas noreuropeos en el territorio litoral de la provincia de Alicante.

Por una parte, a nivel territorial, la costa de la Comunidad Valenciana, y en concreto la Costa Blanca, ha experimentado cambios de ocupación influidos por el fenómeno del Urban Sprawl, tal y como se especifica en el informe Urban Sprawl in Europe realizado por la Comisión Europea y la Agencia Europea de Medio Ambiente. Esta transformación se cuantifica en el informe del Observatorio de la Sostenibilidad en España “Cambios de Ocupación de Suelo en España. Implicaciones para la Sostenibilidad”, que advierte del alto nivel de transformación del territorio español y destaca el frente litoral alicantino. Concretamente, en la franja costera de 0 a 2 kilómetros, Alicante es la tercera provincia española —después de Castellón y Huelva— en la que más artificialización de suelo se ha producido; y, en la franja de 2 a 5 kilómetros, es la provincia donde existe un mayor incremento en la superficie de suelo artificializado (92,2%), estando el resto de provincias españolas por debajo del 40%.

Por otra parte, la migración de noreuropeos a la Costa Blanca se produce por el interés de esta población en los atractivos del territorio costero y, aunque viajan como turistas, prolongan habitualmente sus estancias durante varios meses en los que alquilan o compran una vivienda en la que alojarse. Este tipo de turismo —que se denomina turismo residencial— tiene gran presencia en la provincia de Alicante, como destino principal en todas las estaciones del año y no únicamente en periodo estival, superando anualmente la cifra de 1.200.000 turistas. Este modelo de turismo residencial, arraigado en el territorio y en la sociedad durante las últimas décadas, ha conseguido la normalización de la situación para muchos de los noreuropeos, que han podido empadronarse en los respectivos municipios en los que residen. De este modo, la provincia de Alicante es la provincia española con mayor porcentaje de foráneos empadronados, llegando a superar esta población a la autóctona en numerosos municipios de las comarcas situadas al norte y al sur de la provincia.

Ambos hechos de naturaleza reciente, se han producido de manera paralela y se ha podido constatar que ambos factores han influido en la construcción de urbanizaciones creadas única y exclusivamente para el alojamiento de turistas noreuropeos. Dichas urbanizaciones poseen cualidades y parámetros urbanísticos comunes; y explican gran parte del crecimiento masivo de tejido urbano discontinuo producido en el litoral mediterráneo español durante las últimas décadas. Estos nuevos tejidos están caracterizados por una morfología urbana en la que abundan las tipologías de vivienda unifamiliar y que resulta en una integración paisajística un tanto peculiar.

 Urbanización Turística en El Poblenou de Benitatxell
Urbanización Turística en El Poblenou de Benitatxell

El auge del turismo residencial está relacionado con un importante incremento en la ocupación de suelo y con el crecimiento de la población noreuropea. Además, se observa que determinadas urbanizaciones se construyen según características arquitectónicas y urbanísticas comunes.

La incorporación de estos nuevos desarrollos urbanos de viviendas para noreuropeos al modelo tradicional de ocupación del mediterráneo ha generado un gran impacto territorial, paisajístico y social, que invita a reflexionar acerca de estas últimas actuaciones. Puesto que el mercado inmobiliario ha sufrido un descenso notable en su crecimiento, se considera el momento presente como idóneo para la reflexión y el análisis de las distintas transformaciones territoriales que se han producido en los últimos tiempos para abordar con acierto las actuaciones en el futuro.

* Laura Domínguez Martínez, Pablo Martí Ciriquián y Almudena Nolasco Cirugeda pertenecen al área de Urbanística y Ordenación del Territorio de la Universidad de Alicante.

Para mayor información:

DOMÍNGUEZ MARTÍNEZ, Laura; MARTÍ CIRIQUIAN, Pablo; NOLASCO CIRUGEDA, Almudena. Turismo residencial de noreuropeos en la Costa Blanca: su manifestación territorial y estudio de casos representativos Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de noviembre de 2016, vol. XX, no 547. <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn- 547.pdf>. ISSN: 1138-9788.

La tercera oleada de “gachupines”. La emigración de españoles a México desde 2008

Jara Rodríguez-Fariñas, Juan Manuel Romero-Valiente y Antonio Luís Hidalgo-Capitán

Desde su independencia, México ha recibido tres importantes oleadas de emigrantes españoles, conocidos en México como “gachupines”. Dicho término, de carácter peyorativo, hacía referencia al español algo prepotente llegado al país que en poco tiempo adquiría una situación social acomodada; aunque en la actualidad ha perdido dicha connotación para ser utilizado de manera coloquial como sinónimo de emigrante español.

La primera de estas oleadas se produjo entre 1880 y 1930, fueron unas 30.000 personas y se les conoce como los emigrantes económicos; la segunda tuvo lugar entre 1938 y 1950, la conformaron unas 25.000 personas y sus integrantes son identificados como los exiliados políticos; y desde 2008 se está produciendo la tercera, cuya dimensión es a día de hoy difícil de precisar por cuanto se encuentra en curso.

Dicha oleada se constata por el hecho de que en la última década se ha triplicado la entrada anual de españoles a México (Figura 1) y, en concreto, desde el inicio de la crisis económica en 2008 hasta mediados de 2015, han llegado a México casi 7.000 emigrantes españoles, de los cuales el 73,1% han nacido en España (Figura 2).

La falta de oportunidades laborales en España, junto un aumento de la demanda de mano de obra cualificada por parte de México, ha hecho que muchos jóvenes españoles, y no tan jóvenes, emigren hacia este país, donde han encontrado no sólo un puesto de trabajo acorde con su formación, sino también la posibilidad de su desarrollo curricular.

5).

Figura 1. Emigración española a México (2002-2014). Datos absolutos.

Elaboración propia a partir de datos de la Estadística de Variaciones Residenciales del INE (201
Figura 1. Emigración española a México (2002-2014). Datos absolutos.
Elaboración propia a partir de datos de la Estadística de Variaciones Residenciales del INE (201

Figura 2. Emigración española a México por país de nacimiento (2008-2014). Datos absolutos. Elaboración propia a partir de datos de la Estadística de Migraciones del INE (2015).

La mayoría de estos nuevos emigrantes españoles se denominan a sí mismos como “exiliados económicos”, pues consideran que han sido expulsados de España por la falta de oportunidades de la que responsabilizan a la élite política de este país (“No nos vamos, nos echan”).

Casi el 50% de los nuevos emigrantes españoles tiene entre 25 y 44 años, el 60,5% son hombres y dos de cada tres no están casados legalmente. Procedentes principalmente de las comunidades de Andalucía, Madrid y Cataluña, la mayoría de ellos reside en el Distrito Federal y los Estados de Jalisco y de Puebla. Y en general se encuentran altamente cualificados, ya que algo más del 80% cuenta con estudios universitarios y más del 30% con formación de posgrado.

Los trabajadores españoles llegan a México para cubrir las necesidades de mano de obra cualificada, debido a que gran parte del capital humano mexicano, y en especial el más valioso, emigra hacia Estados Unidos. Así, ante las dificultades para contratar profesionales nacionales, muchas empresas mexicanas se ven obligadas a reclamar talento del extranjero.

Por otro lado, la crisis económica ha llevado a muchas empresas españolas a buscar oportunidades de negocio en México la oportunidad de hacer negocio, trasladando con ellos a una parte importante de sus plantillas, en muchos casos de manera forzosa, y generando con ello un importante volumen de “expatriados” entre los emigrantes españoles, que lógicamente tienen unas condiciones laborales más favorables que el resto.

A pesar de estas diferencias, a las que se suman las derivadas del tipo de titulación que posean, la mayoría de los emigrantes españoles obtiene ingresos que están por encima del salario medio mexicano. Aunque su nivel de vida depende también en gran medida de su lugar de residencia, ya que el coste de la vida varía enormemente entre ciudades e incluso entre barrios de una misma ciudad (alquileres, servicios, comercios…).

Como es habitual en todo proceso migratorio, las dificultades iniciales que encuentran los emigrantes españoles son la necesidad de regularizar su situación para poder trabajar y la escasez de recursos económicos para financiar el viaje y los primeros meses de estancia. Y aunque, pasados los duros momentos iniciales, la existencia de redes sociales y de una lengua y cultura común facilitan la integración, en su conjunto contemplan como problemas para su vida cotidiana: la calidad del sistema sanitario mexicano; la inseguridad; la ineficiencia de la burocracia nacional; sus condiciones laborales; el acceso, los precios y la calidad de las viviendas; y algunos problemas culturales, como por ejemplo los referidos a las relaciones de género.

Los emigrantes españoles, en general, están bastante satisfechos de su proceso migratorio a México y, de hecho en torno al 45% de ellos tiene pensado permanecer en el país de manera indefinida. Del resto, alrededor del 30% aspira a reemigrar a otro país para seguir ampliando su currículum; mientras que sólo el 25% se plantea el retorno a España.

Y mientras la economía española no acabe de remontar y siempre y cuando la economía mexicana siga creciendo y disminuya la inseguridad y la corrupción en el país, cabe de esperar que sigan llegando a México nuevos emigrantes españoles. Así, como lo hicieron los “gachupines” de las dos primeras oleadas, los exiliados económicos de la tercera oleada de “gachupines” ya están contribuyendo al desarrollo económico y cultural de México.

Para mayor información:

RODRÍGUE-FARIÑAS, J., ROMERO-VALIENTE, J. M., HIDALGO-CAPITÁN, A. L. (2016). Los exiliados económicos. La nueva emigración de españoles a México (2008-2014). En: Scripta Nova, [en línea]. No. 532, 15 de marzo de 2016. ISSN 1138-9788. Disponible en: http://www.ub.edu/geocrit/nova-ig.htm.

Jara Rodríguez-Fariñas es Doctoranda en Sociología por la Universidad de Huelva y miembro del equipo del Proyecto FIUCUHU del Centro de Investigación en Migraciones de la Universidad de Huelva.

Juan Manuel Romero-Valiente es Profesor Titular de Geografía, coordinador del Proyecto FIUCUHU del Centro de Investigación en Migraciones de la Universidad de Huelva y miembro del Proyecto FLACSO – España.

Antonio Luís Hidalgo-Capitán es Profesor Titular de Economía Aplicada, coordinador del Proyecto FIUCUHU del Centro de Investigación en Migraciones de la Universidad de Huelva y miembro del Proyecto FLACSO – España.

Migraciones latinoamericanas a debate: inflexiones migratorias y crisis

Rosalia Avila Tàpies*

Las migraciones latinoamericanas y caribeñas están ocupando el centro de atención en los foros geográficos internacionales, como ha ocurrido en la8.ª Conferencia Internacional sobre Geografías de la Población (8th International Conference on Population Geographies) celebrada en Brisbane a principios de este verano. En ella se han debatido las relaciones entre migración y desarrollo en la región de América Latina y el Caribe, los determinantes de las migraciones extraregionales, los efectos de la reciente crisis financiera mundial en la movilidad de los latinoamericanos, las migraciones de los damnificados caribeños, y las migraciones rurales circulares motivadas por el cambio climático en Brasil, entre otros temas.

Asimismo, en dicha conferencia ha habido cabida para el debate sobre la inmigración latinoamericana en España, país donde se ha producido una entrada masiva de inmigrantes procedentes de América Latina desde finales de los años noventa —la ‘latinoamericanización de España’— que sólo ha sido frenada por la crisis económica de 2008. Así, el repentino crecimiento del número de residentes latinoamericanos (2.4 millones en 2014) y su movilidad diferencial ha despertado el interés académico de geógrafos de la población vinculados a universidades españolas, como indican los dos análisis exhaustivos que se han presentado en Brisbane. En ellos se han examinado las fuerzas externas que han producido y modelado las migraciones transoceánicas latinoamericanas desde la perspectiva de los países que constituyen sus mayores receptores a cada lado del océano atlántico (España) y del pacífico (Japón). Por otro lado, se han analizado los efectos de la crisis económica reciente en los patrones de movilidad interna de los residentes latinoamericanos en España, a partir de las últimas estadísticas disponibles.

Mapa de la distribución en España de la población nacida en Latinoamérica (2014)
Mapa de la distribución en España de la población nacida en Latinoamérica (2014)

Fuente: Bayona-i-Carrasco, J.; Thiers Quintana,J. y Avila-Tàpies, R. 2015. Effects of the recent economic crisis on the internal migration patterns of Latin American residents in Spain. New evidence from the latest data. Comunicación en ICPG, Brisbane.

A pesar de que los flujos latinoamericanos hacia España y Japón están compuestos por emigrantes de distintas ascendencias y características, ambos presentan características comunes que justifican el análisis comparativo. Pues las fuerzas económicas, emocionales y políticas actuando sobre éstos, y la secuencia migratoria —emigración, repatriación y re-entrada— coinciden en gran medida. Mismamente, la emigración latinoamericana ha estado determinada por los cambios en la políticas oficiales en ambos países, promovidos por las necesidades del mercado laboral, y por preferencias étnicas debido a una percibida afinidad etnocultural derivada de cómo cada país se imagina a sí mismo. Así, España y Japón han revisado su legislación —leyes migratorias y de nacionalidad— para conferir derechos migratorios preferenciales a ciudadanos de sus antiguas colonias y a sus propias diásporas en Latinoamérica, apelando a su pertenencia a la ‘madre patria’ ancestral. Sin embargo, con la reciente crisis económica, primero España (2008) y después Japón (2009) han invertido dicha política a través de programas de retorno voluntario a Latinoamérica, y han vuelto a cambiarla cuando la economía se ha recuperado (Japón en 2013), lo que ha dado lugar a una movilidad pendular entre ambos países y Latinoamérica. Ello revela la importancia de los lazos originados en el pasado para comprender los procesos migratorios actuales. Las leyes, acuerdos bilaterales, programas de retorno y concesiones de re-entrada preferenciales han contribuido, pues, a fortalecer antiguas geografías migratorias.

Sin embargo, no sólo los factores emocionales ni la opinión pública favorable a los latinoaméricanos (España) o a la propia diáspora en Latinoamérica (España y Japón) han influido en la política migratoria y en los flujos. También la coyuntura económica ha sido determinante, tal y como se evidencia en las inflexiones migratorias latinoamericanas a diversas escalas. En este contexto, la crisis financiera de 2008 ha afectado decisivamente al comportamiento espacial de los residentes latinoamericanos en España, de modo que ha hecho disminuir la intensidad migratoria, y ha cambiado la direccionalidad de los movimientos. Con la crisis, la dinámica previa de dispersión territorial se ha frenado, y los latinoamericanos vuelven a concentrarse en las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona, como se demuestra en el análisis territorial y sociodemográfico de los flujos migratorios internos —según los últimos datos de las Estadísticas de Variaciones Residenciales y del Censo de Población de 2011— y haciendo uso de modelos de regresión logística aplicados a cinco agrupaciones de provincias españolas.

La crisis económica mundial ha afectado, pues, a las migraciones latinoamericanas reduciendo su intensidad y cambiando la direccionalidad tanto de los flujos transcontinentales latinoamericanos, como de los internos en España. Esta ha ocasionado una situación de retorno a Latinoamérica y la aparición de pendularidades para las migraciones transoceánicas; y una situación de retorno a las metrópolis para el caso de las migraciones internas en España, tal y como estos dos estudios presentados en el foro de la 8.ª Conferencia Internacional sobre Geografías de la Población han avanzado.

Para mayor información

AVILATAPIES, Rosalia; DOMINGUEZ-MUJICA, Josefina.2015. Latin American two-way transoceanic migrations: economic cycles and public attitudes. Comunicación presentada en la 8th International Conference on Population Geographies, Brisbane, 30 de junio- 3 de julio.

BAYONA-I-CARRASCO, Jordi; THIERS QUINTANA, Jenniffer; AVILATAPIES, Rosalia.2015. Effects of the recent economic crisis on the internal migration patterns of Latin American residents in Spain. New evidence from the latest data. Comunicación presentada en la 8th International Conference on Population Geographies, Brisbane, 30 de junio- 3 de julio.

*Rosalia Avilapies es geógrafa e investigadora en la Universidad de Doshisha, Kioto, Japón.