Nuevos retos de la ordenación del territorio peninsular: Impacto de los cambios de uso de suelo (1985-2015)

Los cambios de cobertura y uso son consecuencia inevitable de la actividad humana, pero ha sido durante los últimos cincuenta años cuando su ritmo se ha acelerado de manera muy acusada. Durante este período, que algunos denominan antropoceno, los seres humanos hemos transformado los ecosistemas más rápidamente que en ningún otro momento de la historia. Parte de estos procesos se explican por la demanda creciente de agua dulce, madera, fibra y combustible de las sociedades modernas en la que nos encontramos, e implican transformaciones de distintas cubiertas en todo el planeta. La evolución y distribución espacial de estos procesos son difíciles de cuantificar y monitorizar en todo momento, dado que se trata de procesos muy dinámicos, continuos en el tiempo y en ocasiones hasta irreversibles.

La dificultad para abordar un estudio detallado de los cambios ocurridos en grandes áreas geográficas explica por qué, en las últimas décadas, la mayoría de los trabajos publicados sobre cambios de uso de suelo en la Península Ibérica toman forma de estudios de caso. Desde el año 2006, tras la publicación del documento publicado por el Observatorio de la Sostenibilidad de España no se ha realizado ninguna actualización que proporcione una imagen conjunta de la evolución de usos en el territorio peninsular. Por este motivo, consideramos interesante elaborar un documento que nos permite contribuir con una revisión de más de cien artículos en España y Portugal, cuyo objetivo reside en conocer las tendencias principales, teniendo una visión integrada de los materiales utilizados a partir de 1985.

Distribución de los estudios de caso y clasificación de los principales procesos descritos en cada uno.
Distribución de los estudios de caso y clasificación de los principales procesos descritos en cada uno.

En el mapa de la figura superior presentamos 47 de los trabajos analizados. La imagen general permite afirmar que los territorios de España y Portugal han sido muy dependientes de los cambios producidos tras la entrada en la UE de ambos países en 1986, provocando una serie de transformaciones importantes sobre las cubiertas agrarias y forestales. Los principales procesos estudiados son: la intensificación, la extensificación o eventual abandono de la actividad agrícola o ganadera; la artificialización, entendida como la ocupación de suelo por la creación de viviendas, infraestructuras industriales, comerciales y de ocio, donde exclusivamente es el factor humano el que lo rige y lo domina; en último lugar, los procesos ligados a cambios en la composición del arbolado.

Intensificación, extensificación y abandono

Se ha visto que la intensificación productiva tiene relación con la conversión de grandes áreas, donde la explotación del recurso agua es más evidente, transformando casi siempre antiguos terrenos dedicados a secano y tierras de labor. La aparición de los cultivos bajo plástico a mediados de los noventa, es clave para entender su proliferación en el área mediterránea española y en el área minifundista del Centro-Norte de Portugal. Por otro lado, la extensificación juega un papel esencial en los efectos paisajísticos, ambientales y económicos del uso agrícola. El descenso de la Superficie Agrícola Utilizada muestra una disminución en casi todas las regiones peninsulares en favor de otras cubiertas. La aparición de los procesos de abandono generalmente se producen en las áreas más alejadas de los centros de población, donde las parcelas agrícolas que no tienen buen uso de maquinaria agrícola, se abandonan, como sucede en las principales áreas montañosas peninsulares (Pirineo, Sistema Ibérico, Cornisa Cantábrica).

Artificialización

Los procesos de artificialización aparecen como parte del crecimiento de zonas urbanas y periurbanas de las grandes ciudades, sobre todo a partir de 1990. Este proceso ha afectado a terrenos de alta capacidad productiva y zonas de matorral. Entre las fuerzas impulsoras del aumento de las cubiertas artificiales se encuentran los cambios demográficos provocados por el desplazamiento de la población rural hacia las ciudades ya desde 1980. El desarrollo del turismo de sol y playa por ocupación de la primera línea de costa y el aumento de segundas residencias, explica que España sea el país europeo con mayor número de viviendas por habitante, en parte motivado por la especulación urbanística producida en nuestro país, afectando en menor grado a Portugal.

Cambios en la composición de las masas forestales

Los estudios sobre masas forestales revelan que el protagonismo de los procesos de reforestación han sido importantes, tanto por iniciativa pública como privada, provocando la eucaliptalización del Norte peninsular y la aparición de pinares de plantación. Otros autores destacan que son mucho más importantes los procesos de revegetación natural (en hectáreas totales) en áreas montañosas, cuyas consecuencias el aumento de biomasa deriva en riesgos asociados a incendios forestales en ambos países.

Para mayor información:

FERNÁNDEZ NOGUEIRA, David; CORBELLE RICO, Eduardo. Cambios en los usos de suelo en la Península Ibérica: Un meta-análisis para el período, 1985-2015 Biblio3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 25 de octubre de 2017, vol. XXII, nº 1.215.

David Fernández Nogueira es alumno del Programa de Doctorado en Gestión Sostenible de la Tierra y del Territorio. Departamento de Ingeniería Agroforestal. Universidade de Santiago de Compostela.

Cultura, paisaje y patrimonio: la Sierra de Guadarrama (Segovia)

Luis Carlos Martínez Fernández*

La Sierra de Guadarrama (Segovia) es un territorio construido socialmente. Es el producto de un modelo de explotación secular de los recursos que ofrecía el espacio físico: desde el piedemonte hasta el “alto de la sierra”; toda una sucesión de ambientes “escalonados” que han destacado históricamente por su importante función como elementos plenamente incorporados al sistema de aprovechamiento ganadero y forestal. Es así como los paisajes serranos, compuestos de herencias diversas y superpuestas, otorgan al territorio su auténtica dimensión cultural.

El espacio de estudio se inscribe en la vertiente septentrional –o segoviana- del Guadarrama. Comprende los actuales municipios de Casla, Prádena, Arcones, Matabuena, Gallegos, Aldealengua de Pedraza, Navafría, Torre Val de San Pedro, Santiuste de Pedraza, Collado Hermoso, Sotosalbos, Santo Domingo de Pirón y Basardilla. Términos, todos ellos, que han articulado, de siempre, sus espacios productivos entre los altos macizos serranos y las peanas de piedemonte sobre las que se asientan.

El Guadarrama segoviano.
El Guadarrama segoviano.

El Guadarrama segoviano es una construcción territorial en la que adquiere protagonismo el entramado paisajístico resultante de la combinación de los procesos y prácticas sociales que se han ido sucediendo históricamente. Y sus paisajes son una suerte de imágenes de la cultura tradicional, más ganaderas o más forestales, con más huellas del pasado o más señales de abandono o de transformación.

Sobre el “escalón” basal del conjunto serrano, las entidades de población surgidas en las fases históricas de crecimiento poblacional representarían, según la terminología académica, un típico modelo de poblamiento rural concentrado de carácter plurinuclear. Su localización siempre obedece a un mismo criterio de valoración de los elementos naturales del territorio: la proximidad a los espacios dotados de una mayor humedad.

En torno al poblamiento, los “campos cercados” continúan representando lo más sustancial del paisaje. Extensas áreas de prados cercados se desparraman como una primera aureola externa, a veces muy dilatada y diseminada, de los núcleos de población. Con todo, estos “campos cercados” alternan cada vez más con un entorno pastoril abierto que es la clara expresión del abandono y la degradación de la cultura ganadera en la actualidad. Frente a los “campos cercados”, los abertales son el signo de la expansión creciente de eriales, matorrales y rastrojeras. La seña inequívoca del declive de una actividad secular.

La trama del paisaje: el mosaico de usos del suelo.
La trama del paisaje: el mosaico de usos del suelo.

A partir de los 1.200 metros de altitud en las rampas más elevadas al contacto con las partes bajas de las laderas se entra de lleno en el dominio del robledal. El rebollo es el árbol más característico de las faldas serranas, por las que se extiende, o debiera extenderse, sería más correcto decir, ininterrumpidamente. La fisonomía más habitual para los robledales serranos es la del monte bajo o medio, fruto del resultado del aprovechamiento tradicional de estas “matas” desde la Baja Edad Media para leñas, carbón y pasto.

En la hipotética catena altitudinal, los pinos suceden al roble desde las partes medias de las laderas (sobre el teórico umbral de los 1.600 metros de altitud), en una franja de transición ecológica en la que suelen mezclarse ambas especies dependiendo de las condiciones del medio; y pueden llegar a alcanzar, en ocasiones, hasta las mismas “cimeras” serranas, si bien en pies solitarios con aspectos muy desvitalizados. Pero es el “orden” cultural, es decir, el ordenamiento de la mano del hombre el que en mayor medida ha incidido en la actual distribución del pinar. En menor proporción que sobre los encinares o robledales, pero también sobre los pinares, las talas, quemas, “rozas”, los “rompimientos”, en definitiva, han asistido para la apertura en tiempos de “rasos” y “alijares”, constriñendo, de esta manera, la masa forestal. Sin embargo, aún más frecuentes históricamente, por ser los montes de pinos considerados como un recurso estratégico tradicional, han sido las sistemáticas plantaciones a que diera lugar la explotación de la madera en los enclaves más apetitosos desde tiempo medieval.

Al “escalón” del piedemonte y al más inclinado de las laderas les sucede, finalmente, el del “alto de la sierra”. Una verdadera “encimera” de cumbres aplanadas y de suaves lomas empero que raramente desciende de los 1.800 metros de altitud. Sobre ella, las diferentes majadas en que se organizaban los puertos tradicionalmente constituían las unidades básicas a partir de las cuales proceder ordenadamente a la valoración y el disfrute de la variedad de ambientes pratenses.

El paisaje es la imagen del territorio, el producto de la intervención profunda de la que ha sido objeto la naturaleza serrana como resultado de la utilización social de sus recursos durante siglos. El paisaje del Guadarrama segoviano es, en definitiva, la herencia de una evolución cultural, representando por ello mismo un recurso territorial de primer orden en base a su incipiente patrimonialización.

Para mayor información:

MARTÍNEZ FERNÁNDEZ, Luis Carlos; MOLINA DE LA TORRE, Ignacio. Cultura y paisaje a la “Vera de la Sierra”. La construcción territorial del Guadarrama segoviano. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 73, p. 313-341, 2017. Disponible en <http://www.age-geografia.es/ojs/index.php/bage/article/viewFile/2420/2274>. [ISSN: 0212-9426].

*Luis Carlos Martínez Fernández es Profesor Titular de Universidad de Análisis Geográfico Regional en el Departamento de Geografía de la Universidad de Valladolid.

Un método para evaluar y proyectar las capacidades ciclistas de un territorio

Fermín Rodríguez Gutiérrez *

El ciclismo es una práctica deportiva influida por la geografía, lo que debe hacer de él un objeto de atención por parte de la disciplina, con el fin de conocer su papel en determinados países y la capacidad de éstos para utilizarlo como un vector de desarrollo territorial. Debe existir una estrategia de especialización inteligente para concretar su expansión en una comarca. Aquí se expone una metodología para crear una máquina-herramienta territorial llamada Anillo Ciclista, que concreta la aportación del ciclismo a una estrategia de desarrollo y a llenar de contenido una marca territorial, relacionando un territorio con el paisaje, el deporte, la actividad industriosa, la especialización turística, la experiencia segura y el esfuerzo controlado

A medida que el trabajo ha dejado de tener un componente físico, la bicicleta vuelve a generalizarse para reencontrar a las personas con el esfuerzo físico de fondo, para el que la especie está programada desde sus orígenes. Su utilización hoy es indicador de excelencia  territorial. En una estrategia de redensificación de las ciudades, la bicicleta es uno de los complementos imprescindibles para garantizar una movilidad eficiente. En el campo permite poner en valor capacidades no utilizadas, que hoy dejan de tener la categoría de subproductos para constituirse en capitales intangibles de relación sobre los cuales edificar una nueva funcionalidad, adaptada a los requerimientos de una civilización donde el trabajo no es físico y crecen nuevos sectores de actividad industriosa

Autores como Alexander Grous hablan de la “economía del ciclismo” y cuantifican su significativa aportación a la nacional en países como el Reino Unido. Otros, como Asturias, cuentan con recursos tangibles e intangibles asociados al ciclismo, ante ellos se presenta la oportunidad de aprovecharlos para utilizar al ciclismo como componente de una marca territorial atractiva: Asturias. Paraíso ciclista.

A una de sus piezas componentes la hemos llamado Anillo Ciclista; tiene como finalidad ofrecer una plataforma para la práctica del ciclismo en condiciones de seguridad y excelencia, tanto en la cualidad de la ruta como en los servicios que puede obtener el ciclista. El Anillo Ciclista, cerrado y diverso, es el soporte de otros desarrollos que vinculan a la hostelería, al ocio, a la industria y a los servicios vinculados al deporte.

Perfil topográfico del puerto de La Cubilla (Lena)
Perfil topográfico del puerto de La Cubilla (Lena)

Se determinaron las capacidades ciclistas de un territorio, y se pusieron a prueba en la comarca asturiana de la Montaña Central. Se evalúa su capital físico y la percepción del usuario, cliente y agente

Se reconocieron 59 segmentos viales, que suman 376 Kms a los que se añaden los viales que integran el anillo ciclista de tierra que aporta 150 kms más. Para cada segmento se elaboró una ficha, conteniendo indicadores básicos que permitirán obtener indicadores sintéticos referidos a dificultad, seguridad y calidad paisajística del tramo. Los segmentos se unieron para componer tramos, definido cada uno por el Índice de Dificultad Equivalente y el Coeficiente de Esfuerzo necesario para superarlo, con lo que se establece la categoría del tramo: Paseo, Suave, Duro, Difícil y Élite. El indicador de calidad paisajística es cualitativo, se obtuvo mediante encuestas a participantes, orientadas a precisar su apreciación de ciertos aspectos paisajísticos. El indicador de seguridad es una síntesis de diversos parámetros directamente relacionados con la seguridad de la vía para los ciclistas.

Estos tres indicadores fueron analizados por tres grupos de participación: el de seguridad vial; el de ciclistas, ciclodeportistas y cicloturistas; el turístico y hostelero. Con ellos se presentaron propuestas en los órdenes de accesibilidad y movilidad, señalización, y diversificación económica. La identificación de los participantes interesados fue importante y entre ellos destacaron dos empresas significativas en el sector: Las Caldas Villa Termal, establecimiento friendlybike y MMR, importante constructor , ambas dirigidos al mercado global; en el proyecto colaboraron otras de hostelería, servicios al ciclismo y con intereses complementarios en la marca territorial.

Ficha de evaluación de un segmento ciclable
Ficha de evaluación de un segmento ciclable

El producto final, el Anillo Ciclista, se compone de dos redes enmalladas. La red básica abarca las vías de conexión del eje principal de comunicación con los núcleos de población más importantes de la comarca. Sus tramos presentan un elevado grado de accesibilidad, trazados de fácil recorrido, buenas condiciones de seguridad y un grado de dificultad bajo. La red secundaria contiene las vías de conexión de las cabeceras comarcales con los grandes puertos de cordillera y con los puertos de cordales. Son tramos de amplia longitud y desniveles acusados, lo que les confiere un mayor grado de dificultad. Las dos redes de carreteras se complementan con la de pistas, que por sus condiciones particulares son aptas para la práctica mediante bicicleta todo terreno y ciclismo mixto.

El sistema resultante de la coordinación de la infraestructura del velódromo con las redes básica y secundaria constituye el Anillo Ciclista de la Montaña Central de Asturias, planteado como una marca reconocible que asegura un plus de calidad, seguridad y disfrute paisajístico al ciclista que se introduzca en ella y al que los establecimientos asociados ofrecen una atención especializada según sus necesidades, ofreciendo a todos la posibilidad de vivir una experiencia de intensas sensaciones en diversos planos, comenzando por el deportivo, al que se acoplan positivamente otros complementarios que permiten participar a sus acompañantes.

Para mayor infor­ma­ción

RODRÍGUEZ GUTIÉRREZ, F. : “El ciclismo como vector de desarrollo territorialBoletín de la Asociación de Geógrafos Españoles , nº 70-2016, págs. 419-442

*El autor es catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Oviedo donde dirige el Centro de Cooperación y Desarrollo Territorial .

http://www.age-geografia.es/ojs/index.php/bage/article/viewFile/2248/2135

Distribución territorial del poder en Venezuela: un rompecabezas en disputa

María Andreina Salas-Bourgoin1

La distribución territorial del poder en Venezuela, desde 2006, ha sido un rompecabezas en constante disputa. El territorio nacional se ha cortado, armado, recortado y rearmado según los intereses políticos del gobierno nacional, privando en ello la centralización y la discrecionalidad al otorgar o retirar cuotas de poder.

El rompecabezas administrativo

Los años 80 y 90 del siglo XX fueron icónicos en la distribución territorial del poder en Venezuela. Con base en la Constitución de 1961, se permitió la elección directa de gobernadores y alcaldes, y se transfirieron competencias a estados y municipios junto con los recursos públicos necesarios para ello.

Con la Constitución de 1999, se vislumbraba la profundización de la descentralización. Sin embargo en 2007, en un intento por reformarla, el Presidente Hugo Chávez presentó un proyecto que daba al traste con los avances logrados, pues proponía modificar la división político-territorial y concentrar el poder. Sin embargo, en un momento de cordura, los venezolanos la rechazaron.

Ante el resultado, el gobierno nacional se abocó a incorporar en el ordenamiento jurídico nacional, los principales contenidos del proyecto rechazado, con anuencia del Tribunal Supremo de Justicia. Destaca de ello, la creación (2010) de los inconstitucionales Poder Popular y Estado Comunal, y la transferencia de competencias municipales a organizaciones comunales superpuesta a los estados y municipios ya que, según la Constitución de 1999, la transferencia de competencias a la ciudadanía organizada sólo se puede realizar desde el municipio. El resultado: retorno al centralismo, pero esta vez, fundado en la relación directa organización comunal-poder nacional, que: a) relega a estados y municipios; b) permite que el poder nacional rija el empoderamiento de las comunidades, excluyendo a aquellas no organizadas bajo los preceptos del ‘socialismo’ como doctrina y c) hace inoperantes a las autoridades electas.

El rompecabezas financiero

La reducción de los recursos asignados a estados federales y municipios es otra estrategia para la redistribución territorial del poder pues, dentro del gran reparto nacional, ahora se incluyen a los consejos comunales, comunas y misiones sociales, como si fueran entes con personalidad jurídica y patrimonio propio. Las misiones sociales son programas sociales creados por el Presidente de la República para atender las necesidades fundamentales y urgentes de la población. Son administradas directamente desde el Ejecutivo Nacional y los recursos que las sustentan no forma parte del Tesoro Nacional y son asignados a discreción por el Presidente la República.

La inequidad en tal distribución es la orden del día (cuadro 1): en 2011, alcaldías de los estados Barinas, Falcón, Guárico y Lara recibieron menos recursos por número de proyectos que las organizaciones del Poder Popular correspondientes.

Cuadro 1: Distribución del Fondo de Compensación Interterritorial (Bs)

EstadosGobernacionesN° proyectosAlcaldíasN° proyectosPoder PopularN° proyectos*
Barinas197.142.367,00137113.890.410,00396127.966.373,00125
Falcón219.692.597,00133241.622.076,00811260.690.899,00372
Guárico208.385.507,0090153.058.905,00270197.427.348,00119
Lara222.350.020,0033153.255.930,00134214.949.067,00199

*Únicos datos desagregados, disponibles para el año en cuestión.

Fuente: elaboración propia a partir del Informe de Ejecución Financiera 2011 del Consejo Federal de Gobierno y del Boletín N° 13 del Consejo Federal de Gobierno.

El problema (cuadro 1) no subyace en quién recibió más recursos, sino en la discrecionalidad al momento de distribuirlos, pues ello depende de la propia disputa al interior de los grupos que los administran. Así, la conformación de los consejos comunales difiere altamente en todo el territorio nacional y se asocia a vínculos con los personeros gubernamentales, contradiciendo los argumentos que ‘políticamente’ le fundamentan: la distribución equitativa de los medios para la democracia participativa y la autogestión.

A través de dos casos: Miranda y el Distrito Capital (cuadro 2), se puede apreciar la diferencia en la asignación de recursos. Mientras que Miranda, con más población y consejos comunales, recibió 8,78% de los recursos asignados a escala nacional a estas organizaciones, el Distrito Capital recibió 16,33% de los mismos. Dos explicaciones aplican: el Distrito Capital es sede del poder central y el gobierno estadal de Miranda es opositor al gobierno nacional.

Cuadro 2: Relación número de consejos comunales, población total y recursos asignados al Poder Popular según estados seleccionados, 2011

EstadosN° consejos comunales%Población total%Recursos asignados al Poder Popular (Bs.)%
Distrito Capital1.4663,561.943.9017,14726.034.90316,33
Miranda3.1877,732.675.1659,83390.278.3418,78

Fuente: elaboración propia con base en datos del Instituto Nacional de Estadística, El Intersocial (10.06.2011) y el Informe de Ejecución Financiera 2011 del Consejo Federal de Gobierno.

La Ordenación del territorio y el rompecabezas

Otro aspecto del rompecabezas que representa el territorio para el gobierno nacional es la ordenación del territorio, tan tamizada por intereses políticos en conflicto que, desde 2003, se han planteado cinco proyectos infructuosos de reforma de la ley orgánica que la rige.

Entre los cambios que se plantea hacerle, están: 1) incorporación de autoridades de libre designación y remoción por el Presidente de la República, a los que se subordinarán gobernadores y alcaldes; 2) creación de nueve tipos de planes de ordenación del territorio sancionados por decreto del Ejecutivo Nacional; 3) supresión de la competencia constitucional otorgada al municipio, para ordenar su territorio como un todo y 4) subordinación del ordenamiento urbanístico al ordenamiento hecho por comunas y consejos comunales. Vista así, la ordenación del territorio es autodestructiva, inoperante y contraria a la Constitución, porque el interés del poder nacional por el territorio, radica en su utilidad como instrumento de control político para imponer acciones y voluntades.

Conclusiones

El nuevo reparto del poder en el territorio venezolano se resume en tres dispositivos: 1) traspaso directo y discrecional de recursos públicos a comunidades, en desmedro de los estados y los municipios; 2) transferencias, fuera del marco legal, de competencias estatales y municipales al Poder Popular y 3) creación de una estructura territorial paralela a la constitucionalmente establecida, que responde a lineamientos presidenciales, sin autoridades electas directamente.

En un escenario de subordinación total de la ciudadanía al gobierno nacional, el nuevo reparto del poder se basa en el denominado Poder Popular con competencias gestoras, contraloras y deliberantes que se solapan con los subniveles del poder público, manejando cuotas de poder político y económico, en algunos casos, mayores que la de los estados y municipios. Un Poder Popular que sientan las bases de un gobierno que exalta la figura del Presidente y abre puertas al autoritarismo en sus diferentes expresiones, matices y consecuencias.

Mayor información en

SALAS-BOURGOIN, María. Dinámica territorial del poder político en la Venezuela contemporánea (1961-2013). Cuadernos de Geografía, vol. 25 (1): 95-109, enero-junio 2016.

ISSN En línea: 2256-5442

1 La autora es Profesora Asociada a Dedicación Exclusiva del Instituto de Geografía y Conservación de Recursos Naturales, Universidad de Los Andes. Mérida, Venezuela. bourgoin@ula.ve

Actualmente, cursa el Doctorado en Estudios Políticos de la misma Universidad.

Geoparques: ¿Todo para el pueblo, pero sin el pueblo?

Manuel Pulido Fernández*

Los Geoparques son una figura de reconocimiento por parte de la UNESCO, de reciente creación, que pretende valorizar el patrimonio geológico, tradicionalmente desatendido en la legislación ambiental. Actualmente, 11 territorios españoles forman parte de las Redes Global y Europea de Geoparques. No obstante, este tipo de logros políticos plantean una cuestión clave, hasta la fecha no resuelta: ¿Están los ciudadanos residentes en los Geoparques verdaderamente de acuerdo con este tipo de decisiones políticas?

En septiembre de 2011, tras un duro proceso de candidatura que abarcó varios años, la región española de Extremadura logró por fin que uno de sus territorios, la comarca Villuercas-Ibores-Jara, obtuviera el reconocimiento de la UNESCO y pasase a formar parte del selecto grupo de territorios miembros de la Red Europea de Geoparques (EGN, European Geoparks Network). Este hecho fue muy celebrado por las diferentes administraciones territoriales, y en particular por la Diputación Provincial de Cáceres, ya que suponía una merecida recompensa fruto de varios años de esfuerzo institucional y científico y, también, de inversiones económicas incluidas en el Plan de Dinamización del Producto Turístico (PDPT) de la zona.

A nivel local, la mayoría de los ayuntamientos implicados, también han expresado su satisfacción por el logro obtenido y han colaborado en mayor o menor medida desde el proceso de candidatura. Los alcaldes suelen presentar una aptitud colaboradora con las administraciones superiores, pensando, sobre todo, en los beneficios vía inversiones, fomento del turismo o publicidad del lugar. No obstante, aunque esas decisiones se toman pensando en lo mejor para sus conciudadanos, rara vez estos son consultados y apenas se conocen sus opiniones, a pesar del hipotético impacto que éstas podrían tener sobre ellos.

El Geoparque Villuercas-Ibores-Jara ocupa una extensión de 2.554 km2, se localiza al sureste de la provincia extremeña de Cáceres, afectando a un total de 19 municipios, sobre los que se distribuyen un total de 45 geositios catalogados, que representan la geodiversidad del entorno. Desde un punto de vista turístico, el principal recurso de la zona es el Real Monasterio de Guadalupe, que atrae un promedio de 35.000 visitantes anuales (mayoritariamente de origen nacional).

Localización geográfica del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara.
Localización geográfica del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara.

El estudio fue llevado a cabo en la localidad de Cañamero, que es el municipio que cuenta con un mayor número de geositios en su jurisdicción, además del Centro de Recepción de Visitantes del Geoparque y ser la principal localidad de paso para llegar a Guadalupe, destino turístico más importante de la comarca. El estudio consistió en la realización de encuestas a una muestra representativa de la población residente en Cañamero, en las que se preguntaba la opinión sobre el Geoparque y si éste estaba beneficiando a la localidad u otras vecinas, además de evaluar el estado de conocimiento sobre los recursos turísticos inherentes al Geoparque que posee la población local, entre otras muchas cuestiones.

Los resultados revelaron que aunque se trata de una población que mayoritariamente no vive del turismo, estos son conocedores de los recursos turísticos inherentes al Geoparque. Más del 84% de los encuestados aseguraron que la localidad se ve beneficiada por el Geoparque, tanto de un punto de vista económico como natural. Es más, ese porcentaje fue sorprendentemente superior cuando se encuestó a personas que no vivían del turismo. No obstante, muchos de los encuestados creen que el Geoparque está generando un mayor beneficio en localidades vecinas como Guadalupe (principal destino turístico) o Logrosán (cabecera comarcal).

Imagen escaneada a modo de ejemplo de una de las encuestas realizadas.
Imagen escaneada a modo de ejemplo de una de las encuestas realizadas.

Tan sólo un 10% de los encuestados expresó su total disconformidad con la declaración del Geoparque, argumentando que está generando perjuicios en el sector agrario y en las actividades cinegéticas, a pesar de que el reconocimiento de Geoparque no implica la limitación de ningún uso, y que apenas beneficia al sector turístico. Además, insisten en que se ha tratado de un gasto económico innecesario, preferiblemente evitable en tiempos de crisis económica. Aunque en este caso, la opinión haya sido minoritaria, sería muy recomendable realizar este tipo de metodologías en otros muchos municipios para conocer la opinión real de la población afectada por este tipo de decisiones.

Como conclusión, y en base a este estudio, se puede afirmar que las decisiones políticas encaminadas a conseguir figuras de protección y reconocimiento de espacios naturales están siendo generalmente beneficiosas para las poblaciones implicadas. No obstante, para no caer en los males de la época del despotismo ilustrado, podría ser conveniente que en futuros procesos de candidatura de Geoparques, se lleven a cabo consultas populares e incluso ciertas iniciativas de empoderamiento que hagan a los residentes sentirse más partícipes en este tipo de logros territoriales y sociales.

Para mayor información:

CORTIJO CERCAS, Estela; PULIDO FERNÁNDEZ, Manuel. Percepción de la población residente en Cañamero acerca del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara (Extremadura, España). Cuadernos de Turismo, 2016, no 37, p. 93-112.

http://revistas.um.es/turismo/article/view/256161/193991

*Manuel Pulido Fernández es profesor del Área de Geografía Física de la Universidad de Extremadura (España) y tutor del Trabajo Fin de Grado (TFG) para ser Graduado/a en Turismo llevado a cabo por Estela Cortijo Cercas y que dio pie a esta investigación.

El paisaje explicado y el sistema territorial

Vicente Bielza de Ory*.

André Humbert de la Universidad de Nancy, desde su privilegiada visión como aviador, en el capítulo tres de su reciente libro Le géographe et le tapis volant transitadel paisaje admirado al paisaje explicado, para intentar rehabilitar el paisaje, explicándolo en relación con el sistema territorial. En un libro homenaje a Humbert, Paysages lus du ciel, el que suscribe intentó precisar más lo afirmado por el homenajeado, en el sentido de que es el sistema territorial el que debe explicar el paisaje observado.

Precisamente el que no se planteara así, por parte de los seguidores de la New Geography, fue una de las causas de la fractura que se produjo en la segunda mitad del siglo XX dentro de la Geografía humana, cuando el éxito de la escuela alemana del landschaft, como recuerda Claval en su Histoire de la Géographie (1995), radicaba en la unión de los dos objetivos abiertos anteriormente por las corrientes científicas del XIX. La conclusión a la que llega este geógrafo francés, es que la geografía como ciencia sigue teniendo, aunque matizados, similares objetivos a los propuestos un siglo antes, que se traducen en el paisaje.

Paisaje, sistema y territorio son tres palabras clave de la investigación geográfica y también de la ordenación del territorio (OT), función pública que se ha revelado como una buena piedra de contraste para la aplicabilidad de las teorías geográficas. La experiencia de algunos geógrafos, al adentrarnos en el trabajo multidisciplinar que entraña la OT, es que los demás especialistas que abordan el territorio en sus elementos, lo que nos demandan son las relaciones entre los elementos de dicho sistema territorial, cuya delimitación –morfológica o funcional- es tarea del geógrafo y cuya expresión interdisciplinar debe ser cartográfica y matricial, lo que implica, por parte del geógrafo, el conocimiento de la teoría general de sistemas (T.G.S.). La falta de un buen entendimiento de dicha teoría, que exige una cierta formación matemática, es la que, en parte, condujo al pronto desánimo de algunos geógrafos latinos, iniciales entusiastas de la New. Los principales creadores sistémicos, como Christaller y Berry, contaban con una formación económico-matemática. Por otra parte, la Nueva Geografía, al priorizar los factores y procesos económicos, se alejó de la consideración de los naturales, sociales y culturales. Las matrices y los modelos se apoyaron en las leyes económicas, como los paisajes clásicos se habían sustentado en las de la naturaleza. Así se llegó a una nueva geografía sin paisajes, como afirma Humbert en su citado libro. Si la Nueva Geografía se hubiera apoyado en sistemas territoriales no tendría que haber dado la espalda a los paisajes, pero ello hubiera implicado que se hubieran investigado, junto con el subsistema de ciudades, otros subsistemas del territorio -ecológicos, sociales y culturales- que plantean un orden creciente de dificultad en su cuantificación.

Por los motivos antedichos y por otros la crisis de la New Geography ya se había producido en algunos países, cuando en 1973 se entró en la crisis del binomio economía-territorio, que trajo consigo cambios en su relación y en los sistemas urbanos. La adaptación de la Geografía a la situación post industrial se traduce, como subrayó H. Capel (Vol. 1,  Nº 1  de GEOTRÓPICO), en referencias más raras al sistema urbano, pero también habría que apuntar valiosas innovaciones, como los modelos dinámicos no lineales aplicados a sistemas urbanos por D. Pumain (l’Espace géographique, 1997). Sin embargo, sigue habiendo un déficit en el desarrollo del sistema territorial propiamente dicho, por la dificultad de la modelización ponderada e integrada de los distintos subsistemas más allá del urbano. Algo similar ocurre en la Ordenación del Territorio. El sistema de ciudades se encuentra en la base de la primera Directiva de la Stratégie Territoriale Européenne (Potsdam, 1999) que propone un sistema urbano policéntrico y equilibrado para alcanzar un desarrollo equilibrado y sostenible del territorio de la Unión Europea. Pero cuando se plantean los otros subsistemas no se resuelven de forma verdaderamente sistémica, ni se integran entre sí. Por otro lado, al año siguiente, el paisaje en cuanto objeto científico ha sido recuperado por la ordenación del territorio desde la Convención europea del paisaje celebrada en Florencia. Y ha entrado con tal fuerza que en el inmediato Congreso Internacional de OT (Zaragoza, 2003) todos los profesionales de la OT y especialmente los arquitectos se centraron en el paisaje. Es decir, que desde fuera de la Geografía, en el cambio de milenio, se nos han señalado como objetos centrales de la Ordenación del Territorio tanto el paisaje, como el sistema territorial, cuestionados en la ciencia que los descubrió. El error, por parte de muchos geógrafos fue contraponerlos, cuando el segundo supone la abstracción del primero, que es, a su vez, la expresión morfológica de los elementos del sistema y de su interconexión.

BIELZA DE ORY, V. « Du paysage admiré au paysage expliqué et le système territorial », pp. 209-226, in  Jean Pierre Husson et Michel Deshaies (dir.). Paysages lus du ciel. Hommages à André Humbert. PUIN-Éditions Universitaires de Lorraine. Nancy, 2015, 392 pp.

HUMBERT, A. : Le géographe et le tapis volant. Casa de Velázquez. Madrid, 2012, 187 pp.

* Vicente Bielza de Ory. Catedrático de Geografía Humana

Ciudad y territorio en Mallorca: la integración definitiva

La evolución del turismo, juntamente con las transformaciones tecnológicas, sociales y económicas, ha supuesto para la isla de Mallorca la supresión de las interpretaciones duales tradicionales del sistema urbano mallorquín entre la ciudad y el resto de la isla. Inmersos en la era de la globalización, no tiene sentido seguir apostando por una concepción diferenciada entre las distintas partes, sin entender un territorio de solamente 3.640 km2 como una unidad integrada e interdependiente.

Una de las principales características de la revolución turística iniciada en Mallorca durante la década de los años 1960 ha sido la consolidación definitiva del concepto de macrocefalia, es decir, de la concentración en la capital mallorquina de un elevado porcentaje de población que en los años 1980 llegó a albergar más de la mitad del total de los habitantes censados en la isla.

Al parecer esta tendencia de excesiva concentración de población, o lo que es lo mismo, de condición de macrocéfala que parecía aumentar sin límites, se está modificando en la actualidad hasta el punto que lleva más de 30 años perdiendo peso relativo frente al resto de la isla, lo que en Mallorca se denomina sa part forana (“la parte exterior”).

En primer lugar, es importante tener en cuenta que tanto la consolidación de la condición macrocéfala, como la inversión de esta tendencia de concentración de población ha ido acompañada, como sucede en todas las ciudades, de diferentes etapas de crecimiento urbanístico que justifican y explican el proceso. Tanto es así, que la expansión y dispersión de la urbanización difusa ha llevado consigo la pérdida del límite físico de la ciudad. Por lo cual, el límite, la línea que nos permite definir lo que es ciudad cuando nos referimos a ella, es un factor clave en este estudio y que nos sirve además de apoyo para confirmar la tendencia.

Así pues, si tomamos la división administrativa municipal para analizar la ciudad, puede afirmarse que Palma des de los años ‘80 ha perdido peso relativo de población frente al resto de la isla. Pero es más, si se entiende por ciudad su extensión urbana, es decir, aquella mancha urbanizada compacta visible en una fotografía aérea, la cual supera los límites municipales que la contienen extendiéndose hasta en tres municipios más (Marratxí, Calvià y Llucmajor), Palma sigue disminuyendo su peso relativo respecto a los mismos datos de hace 30 años.

Palma sigue disminuyendo su peso relativo de población respecto a los mismos datos de hace 30 años.

De esta forma, frente a la redistribución de población provocada en gran medida por el surgimiento de nuevos polos turísticos dentro de la propia isla, y también debido a la tendencia de dispersión de la urbanización en el ámbito rural, se ha contrarrestado el peso relativo que tiene la ciudad dentro del sistema urbano que encabeza.

Estos cambios han venido motivados por las transformaciones tecnológicas, económicas y sociales que han alterado y variado los patrones de movilidad, reduciendo distancias, ya sean desde Düsseldorf a Palma, como de Palma a Alcúdia o a un hotel rural, y tanto para la población residente como para los turistas, configurándose así un nuevo modelo de ocupación y de uso del territorio. Un modelo caracterizado por la plena integración del territorio, por el debilitamiento de las jerarquías del sistema urbano y por la dispersión creciente de la población, lo cual ha llevado a cambiar la concepción histórica de las distintas partes de la isla.

Con todo esto, no pretende negarse que la concentración de la población en la capital sea ciertamente muy destacada, pero sí que tiende a apaciguarse de forma consistente y significativa. Así pues, estas constataciones llevan a la necesidad de repensar las interpretaciones tradicionales del sistema urbano mallorquín basadas en la macrocefàlica capital y sa part forana como dos partes opuestas, las cuales ya no responden a una interpretación actual del sistema urbano de la isla. Incluso podría matizarse entre el litoral, zona costera de turismo de sol y playa, y la zona central-rural en las que se subdivide sa part forana.

De esta forma, vemos que la realidad urbana mallorquina preconcebida se está transformando en un escenario no tan diferente de lo que ocurre en otras realidades metropolitanas, donde las formas de vida urbanas que caracterizaban antes a las ciudades se han esparcido por todo el territorio, debido a que ya no precisan de una localización que las condicione.

Para mayor información:

MESTRE, Margalida. Ciutat i territori a Mallorca: Una revisió de la «macrocefàlia» mallorquina. Documents d’Anàlisi Geogràfica, 2014, vol. 61/2, p. 351-368.

<http://ddd.uab.cat/pub/dag/dag_a2015v61n2/dag_a2015v61n2p351.pdf>

Margalida Mestre Morey, es Doctoranda del Departamento de Geografía de la Universidad Autónoma de Barcelona.

La sociedad del riesgo consentido, constante y creciente

por Jorge Olcina Cantos

Cuando escribo estas líneas me llega la noticia, triste, del fallecimiento del sociólogo alemán Ulrich Beck que, sorprendentemente, apenas ha merecido algún pequeño párrafo en los medios de comunicación españoles, publicado además varios días después de haber ocurrido. Beck zarandeó en los años ochenta los cimientos de la reflexión social contemporánea. Tras el desastre nuclear de Chernobil, publicó su famoso ensayo y tuvo el acierto de situar al riesgo como argumento básico para la interpretación del funcionamiento actual de la sociedad global. El mundo occidental, asentado en su comodidad económica, se dio cuenta de que tampoco era ajeno a la posibilidad de un gran desastre. Las fronteras políticas entre los bloques de entonces perdían todo sentido ante los efectos transfronterizos de un accidente nuclear. La seguridad diseñada en el mundo desarrollado no resultaba ya válida. Se puso de manifiesto, en suma, que no existe el riesgo cero y que los peligros no distinguen según el nivel de vida de las sociedades afectadas. Por muchos recursos económicos de que se dispongan la catástrofe puede presentarse en cualquier momento. Y lo peor es que ese riesgo, como casi todos (naturales y teconológicos), los “fabrica” el propio ser humano.

El riesgo es ese umbral de peligro probable que aceptamos de modo individual o colectivo, y que puede alterar nuestro diario funcionamiento social y zarandear en cualquier momento nuestro siempre débil y efímero bienestar ante los eventos extremo. Para hacer frente a sus efectos, como señaló Beck, han proliferado las respuestas individuales; seguramente por la falta de creencia en el sistema público de seguridades colectivas que deben fomentar los gobiernos. Nos interesa estar seguros…pero estar seguros nosotros. Importa poco el vecino. Y le importa menos al administrador o político de turno. El riesgo no es un tema cómodo para la política; genera desastres y eso no es buen cartel electoral.

A esta situación de riesgo amenazador hemos llegado por nuestra mala praxis territorial, por nuestra falta de respeto a la naturaleza, por la necesidad creciente de abastecernos de recursos finitos, por nuestro afán de enriquecernos por encima de lo posible…En definitiva, el ser humano convertido en “hacedor” de desastres. Los gobiernos han tejido la coartada: todo se permite en aras al supuesto bienestar colectivo aunque ese bienestar sólo sea riqueza para unos pocos. Si añadimos la falta intencionada de información a la sociedad y la justificación de la inacción política en una supuesta falta de conocimiento científico de los posibles peligros tendremos los ingredientes que componen el nuevo escenario social contemporáneo: una sociedad de riesgo consentido, constante y creciente. Y los ciudadanos lo hemos permitido. También desde la ciencia.

Desde Beck, el análisis de riesgo adquirió nuevas dimensiones y perspectivas donde las prácticas sociales en el territorio y las políticas y prácticas de defensa ante los peligros centran un debate epistemológico que se enriquece progresivamente con conceptos, métodos y herramientas de trabajo. Vulnerabilidad, exposición, resiliencia, gobernanza, cartografías de riesgo, seguridad, adaptación son los ejes actuales de la investigación en riesgos desde ópticas diversas.

Portada de la edición española de La Sociedad del Riesgo, Ulrich Beck, Ed. Paidos, 1998.
Portada de la edición española de La Sociedad del Riesgo, Ulrich Beck, Ed. Paidos, 1998.

Pero, ante un tema de tanta relevancia social y territorial como el análisis de los riesgos por los efectos no deseados que puede conllevar, la investigación pura, estrictamente académica, ya no es suficiente; hay que dar un paso más. Se impone la denuncia científica de las actuaciones indebidas en el territorio que generan incremento del riesgo y terminan quitando vidas. Una denuncia científica asentada en investigaciones rigurosas que puedan ser utilizadas en informes técnicos o procesos judiciales. Con un objetivo claro: la transmisión a la sociedad de la información veraz de lo que ocurre en el territorio. Una manera necesaria de hacer ciencia para los ciudadanos. Una actitud de vida, en suma.

La sociedad del riesgo cada vez va a soportar más riesgos; es algo intrínseco al desarrollo globalizado. Podemos permanecer quietos y dejar que los peligros nos sepulten en un pozo de dejadez. O podemos reaccionar y aportar argumentos científicos rigurosos para minimizar los efectos de lo que nos vendrá. En palabras de Judt “nos corresponde a nosotros volver a concebir el papel del gobierno. Si no lo hacemos, otros lo harán”.

Estamos ante uno de esas cuestiones que otorga utilidad social a la ciencia, y muy especialmente a la geografía, donde primero se estudió el riesgo. Si no lo desarrollamos nosotros, en toda su amplitud, desde la ética de las buenas actuaciones territoriales y ambientales, no esperemos que nuestros administradores hagan mucho por asegurar la vida de las personas. Ejemplos de lo contrario en todo el mundo –desarrollado y menos desarrollado- son manifiestos en las últimas décadas. Como científicos del territorio, con preocupaciones ambientales y sociales, estamos obligados a ello. En caso contrario, quedarán cada vez menos argumentos para acallar nuestro constante cuestionamiento social y nuestra posible desaparición como disciplina académica por falta de utilidad social de lo que hacemos, de compromiso científico con los problemas territoriales de la sociedad de nuestro tiempo.

Jorge Olcina Cantos es Catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante.

Para saber más:

-Beck, Ulrich, La Sociedad del Riesgo: hacia una nueva modernidad, Barcelona, Paidós, 1998.

-Calvo García-Tornel, F. (ed.) Enfrentados a un destino adverso. De las calamidades naturales hacia las ciencias cindínicas. Geo-Critica, Los Libros de Scripta Nova, Santiago de Compostela, Meubook, 2014. [ISBN: 978-84-941933-6-1]

VENEZUELA: LA ABSURDA POLÍTICA TERRITORIAL BOLIVARIANA ¡UN ALERTA!

Rosa M. Estaba

La política territorial bolivariana es inconstitucional, a-histórica y nociva. Es la culminación de la autocracia revolucionaria que, con la inesperada lluvia de petrodólares, cultivó el difunto Presidente Hugo Chávez.

¿Inconstitucional?

Reedita la reforma a la constitución negada en el referéndum de 2007 y que, como dijo el mismo Chávez, trastocaría “…el esquema geográfico de la geometría del poder o geopolítico interno que hemos heredado (…) del siglo XIX, (…) de la colonia”.

El plan pasa por ABORTAR EL ESTADO FEDERAL DESCENTRALIZADO, justiciero sistema de distribución vertical del poder público consagrado en la Carta Magna de 1999 ¿Cómo abortar un pacto social avalado con la exitosa descentralización territorial conquistada desde 1989, luego del primer sufragio directo y secreto de los gobernantes federales y municipales?

Sabotear. Construir a toda costa el andamiaje del Estado Socialista ejercido directamente por el pueblo y basado en la comuna, célula fundamental tutelada y supletoria del municipio autónomo. CONSTRUIR EL ESTADO COMUNALHIPER-CENTRALIZADO, CUYA ALETARGADA Y EFÍMERA CRISTALIZACIÓN HA OBLIGADO A RECURRIR AL ACORRALAMIENTO.

¿A-histórica?

No es de poca monta desafiar la historia para lograr un patrón territorial del desarrollo“óptimo”. Peor aún si la “planificación” descansa en el Presidente de la República y en dos principios, además de voluntaristas, opuestos a las innovadoras dinámicas propias de la globalización: Sociedad de la Información, Economía del Conocimiento y Metropolización.

El principio de desarrollo endógeno encubre un modelo anti urbano y al margen del mercado. Gravitado en la explotación de recursos naturales y en los atributos de los habitantes de un territorio, su fortaleza dependerá de la supuesta integración de cadenas productivas, que sean capaces de crear y garantizar diversas formas socio-productivas locales y regionales.

Un segundo principio, el de equilibrio territorial, anuncia el fin de las desigualdades. Bastaría actuar con dos medidas. Por una parte, racionalizar trillados criterios de incentivos al sector privado, y de asignación de los recursos públicos. Reorientar, por otra, la distribución geográfica de las actividades productivas cotejando ventajas comparativas: ¡las mismas fuerzas invisibles que explican la satanizada localización históricamente modelada por los venezolanos!

Para un cambio tan radical se valen de unas entelequias dibujadas y promocionadas desde la cúpula hegemónica.

La espina dorsal de la propuesta la forman tres ejes de desarrollo. Su trazado es imaginario y totalmente inverso al recorrido por la densa red de ciudades que, a manera de arco, colma y desborda la Unidad Costa Montaña, enlazando al conjunto Caracas (capital republicana)-Valencia-Maracay con cinco focos regionales en pleno crecimiento. Los dos primeros, el eje occidental y el oriental, se orillan con sentido norte-sur por las fronteras extremas de Venezuela. Dos ejes que alguna vez se unirían entre sí, a través del tercero: el Orinoco-Apure de las yermas y dilatadas sabanas centrales y selvas del sur. (Figura 1)

Del impulso de desarrollo brotarían dos nuevos mapas de Venezuela.

El mapa de ciudades se fundaría en la comuna arraigada a un distrito motor de desarrollo. La primera es el ente de articulación de organizaciones comunitarias. El segundo alude a una unidad de gestión territorial formulada para ámbitos a equipar y difundidos sin distingo por todo el país.

La comuna, convertida en epicentro de la inversión, sería el germen de la ciudad comunal a forjar, por iniciativa popular y por agregación de varias comunas, sin mirar delimitaciones ni identidades federales o municipales.

El otro es el mapa político-administrativo. Superpuesto al actual, revela un uso reiterado del concepto federal que desvirtúa la doctrina de reparto territorial del poder nacional. La federación comunal, bisagra de dos o más ciudades comunales, reemplazaría a la constitucionalmente reconocida entidad federal. A la gentilicia división territorial de Venezuela se le montaría la confederación comunal integrada por la suma de las federaciones. Por encima de esta y para “mejorar el contacto del Gobierno con el pueblo y reforzar la eficiencia de la gestión pública”, se decretan seis regiones federales de desarrollo integral.

¿SEREMOS TESTIGOS DEL ECLIPSE DE LA VENEZUELA DEMOCRÁTICA, PRÓSPERA Y MODERNA, Y EL PARALELO ALUMBRAMIENTO DEL ESTADO COMUNAL? (Figura 2)

¿SEREMOS TESTIGOS DEL ECLIPSE DE LA VENEZUELA DEMOCRÁTICA, PRÓSPERA Y MODERNA, Y EL PARALELO ALUMBRAMIENTO DEL ESTADO COMUNAL?

¿SEREMOS TESTIGOS DEL ECLIPSE DE LA VENEZUELA DEMOCRÁTICA, PRÓSPERA Y MODERNA, Y EL PARALELO ALUMBRAMIENTO DEL ESTADO COMUNAL?

¡Una fábula nociva!

Despilfarran recursos y desmantelan o abandonan el ejemplar patrimonio atesorado. Destruyen la descentralización territorial. Desatienden los lugares donde vive la gente. Incitan el caos y su alarmante escalada de problemas: apagones, fallas en la dotación de agua potable, ruina de la red vial, escasez de alimentos, medicinas y viviendas, colapso de la planta educativa, crisis hospitalaria, degradación de ciudades y campos, inseguridad ciudadana, exclusión, pobreza exacerbada.

Rosa M. EstabaMS en Teoría y Metodología Geográficas Profesora-Investigadora Asociada, Jubilada de la Escuela de Geografía de la Universidad Central de Venezuela Numerosas investigaciones y publicaciones, entre otras: -Del caos a los territorios inteligentes. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. (Serie documental de Geo Crítica). Universidad de Barcelona. Barcelona, España. 2008. -Una invitación para discutir sobre la Geografía desde mi experiencia profesional. Revista Geográfica Venezolana. Universidad de los Andes, Mérida, 2008. -De territorio Salvaje a Territorio Construido. Siglo XVI a siglo XX. En edición.