Gustavo Perruolo y Cristopher Camargo*
En los últimos años ha sido notable el auge del turismo; desarrollo de nuevas infraestructuras hoteleras, conformación de empresas prestadoras de servicios y de nuevos destinos turísticos, demuestran el interés económico por su práctica y crecimiento. Lamentablemente, muchas son las experiencias que demuestran la incomprensión de las áreas donde éstas se realizan, y que han conllevado a la conformación de aglomeraciones de turistas, lo que se traduce en insatisfacción a la hora de disfrutar el paisaje o de emplear el espacio disponible para sus prácticas de ocio y esparcimiento.
Pensar en medios para desarrollar las áreas donde se realizan las prácticas turísticas actualmente y aquellas con probabilidades de implementarlas de forma sustentable y agradable a los visitantes, resulta de mucho interés y un reto a la vez, tanto a las comunidades involucradas como a las instituciones públicas y empresas privadas que las regentan.
Una de las estrategias para lograrlo bajo estas premisas, lo constituyen las estimaciones de capacidad de carga turística, utilizadas para la generación de datos que puedan permitir determinar líneas de acción con miras a mejorar la infraestructura y los servicios relacionados con la práctica del turismo. Un ejemplo de este enfoque lo constituye el realizado en el área adyacente al salto de agua natural Chorro El Indio, en el estado Táchira, entidad regional andina y fronteriza de Venezuela, frecuentemente visitada en días de asueto, principalmente, tanto por ciudadanos nacionales y extranjeros.
Partiendo de un inventario de la infraestructura existente (ventas de comida, hoteles, áreas de picnic, andenes, entre otros), georreferenciada a través de un receptor de GPS y empleando una imagen satelital Quick Bird, de muy alta resolución espacial, y a través de un sistema de información geográfica (SIG), se calcularon diversos parámetros que conforman la ecuación de capacidad de carga, y que son conocidas como capacidad de carga física (CCF), real (CCR) y efectiva (CCE).
El primer parámetro debe ser entendido como el límite máximo de visitas que se pueden hacer a un sitio durante un día y que está dada por la relación entre el horario y el tiempo de visita, el espacio disponible y la necesidad de espacio que amerita el visitante, el segundo por su parte, es definido como el mejor estado que la administración de un área protegida debe tener para desarrollar sus actividades y alcanzar sus objetivos y el último, define propiamente, el número efectivo de visitantes por día que se pueden realizar, sin deteriorar los elementos físicos naturales.
A partir de dichas estimaciones, se logra demostrar que el área presenta una gran demanda, principalmente por parte de los habitantes de la ciudad de San Cristóbal, siendo su CCF de 2.344 visitas/día, la CCR de 1.029 visitas/día y la CCE de 629 visitas/día, respectivamente. Este análisis, conjuntamente con el de inventario de los sitios prestadores de servicios, permitió diagnosticar de manera concreta y rápida los principales condicionantes del desarrollo turístico del área, estudio del que además se desglosa, las posibilidades de definir a manera de objetivo central, el fortalecimiento del lugar como destino ecoturístico sostenible, de aprovechamiento eficiente de los recursos naturales y de generación empleo y riqueza a sus habitantes. El éxito o fracaso de este objetivo central dependerá de las estrategias que sean desarrolladas, insistiendo en que estas sean analizadas antes de ser puestas en marcha.
Si bien la estimación de la CCE constituye una estrategia indispensable para la conservación ambiental y el adecuado desarrollo de la actividad turística, es claro que la restricción de visitantes conlleva a una inmediata disminución de ingresos y el eventual desaliento de los prestadores de servicios. Por este motivo, es ineludible avanzar en los procesos de concertación social con la comunidad, para alcanzar acuerdos acerca de los beneficios (no solo económicos) de la implementación de un sistema de acceso controlado al lugar. También es necesario que se considere las coyunturas ambientales para la conservación de la biodiversidad, en un proceso que conlleve a la proyección de iniciativas locales a largo plazo, que permitan el mejoramiento en las condiciones de vida de la comunidad.
Resulta evidente que el cálculo de la capacidad de carga turística se transforma en una herramienta, que entendida y sistematizada, da fundamentos cualitativos y cuantitativos que apoyan la toma de decisiones técnicas, operativas e investigativas en áreas con potencial para el ecoturismo y la educación ambiental.
Finalmente, otros aspectos necesarios que mejorarían la práctica turística, serían fomentar la participación e iniciativa de la población local; mejorar las vías de acceso; identificar los productos turísticos existentes y asegurar su sostenibilidad; así como también estimular la comercialización de productos locales que pudieran servir como atractivo del área.
Para mayor información.
PERRUOLO, Gustavo y CAMARGO, Cristopher. Estimación de capacidad de carga turística en el área Chorro El Indio, estado Táchira, Venezuela. Cuadernos de Geografía, Noviembre 2017, vol. 26, no. 12, p. 77 – 90.
*Perruolo y Camargo son profesores de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (Venezuela).