Incluir a las mujeres en las aulas. Reflexiones desde la Didáctica la Historia

Mélanie Ibáñez Domingo

El género como categoría que aborda la construcción sociocultural de la diferencia sexual es la matriz de un conjunto de perspectivas que pueden englobarse bajo el paraguas de la historia de las mujeres y del género. Desde hace décadas se ha subrayado la centralidad del género en los análisis históricos, destacando que no se trata de un tema puntual que pueda añadirse a los considerados relevantes. Esto es, no se trata de añadir a la “mujer” –en singular- como un colectivo homogéneo y sin reflexión sobre los condicionantes que les afectan.

El problema estriba en si las aportaciones de estas perspectivas históricas se han trasladado a los manuales escolares –en este caso, españoles-; estos son la principal herramienta de trabajo en las aulas y de mayor aceptación entre el profesorado según los diferentes estudios. O, si por el contrario, efectivamente, la investigación y la enseñanza han ido por derroteros diferentes. Nos planteamos dos preguntas: ¿Son incluidas las mujeres en los libros de texto? ¿Introducimos la variable género en la formación? Parecen cuestiones iguales, pero no lo son. No es lo mismo señalar la inclusión o no de las mujeres en los libros de texto escolares que analizar la presencia de la construcción y funcionamiento de la diferencia sexual. Por ejemplo, al estudiar el periodo de la Segunda República española puede incluirse a Clara Campoamor o la consecución del voto femenino. Pero eso no es lo mismo que profundizar en los cambios –con limitaciones- que supone este periodo histórico en las políticas de género y las identidades femeninas.

Comencemos por la primera pregunta. Las investigaciones didácticas desde una perspectiva de género no gozan todavía de una larga trayectoria asentada como en el caso de la historiografía académica. Pero sí contamos con importantes estudios que han puesto de manifiesto la invisibilización de las mujeres en los libros de texto. Una metodología habitual son los análisis de tipo cuantitativo. Se observa la cantidad de mujeres que aparecen nombradas, tanto de forma general como mujeres singulares consideradas relevantes. Se calculan porcentajes y dónde aparecen. Aunque ha habido avances, la respuesta a la primera pregunta -¿Son incluidas las mujeres en los libros de texto?- es no. Salvo que consideremos que incluirlas es que representen un porcentaje ridículo de los personajes singularizados o que se les reserve un apartado o un anexo –un añadido-.

Pero hay que ir más allá. Los análisis de tipo cuantitativo y/o los centrados únicamente en la visibilización o no de las mujeres sirven especialmente para ver si se resaltan a las mujeres o figuras consideradas importantes –normalmente en el espacio ocupado por hombres-. Pero, salvo excepciones, poco podrá decirnos de la experiencia de las mujeres corrientes o de los discursos que sobre ellas planean en los distintos contextos históricos. Es decir, difícilmente se reflexionará en profundidad en torno a la segunda pregunta planteada: ¿Introducimos la variable género en la formación?

Esta segunda cuestión ha sido abordada en menor medida por las investigaciones didácticas. Posiblemente, entre otros factores, por la gravedad que representa per se la ausencia de las mujeres en los manuales. Detrás del uno, el dos. Por algún sitio debía comenzarse. En segundo lugar, también quizás por tratarse de una perspectiva “joven” en la que todavía hacen falta largos y profundos debates epistemológicos. En todo caso, el balance tampoco es positivo –o es aún más negativo-. La inclusión de las experiencias femeninas suele reducirse a párrafos con temas tópicos –el sufragismo, por ejemplo- que no ahondan en cuestiones como su tradicional marginación y relegación al ámbito doméstico. Tampoco en los discursos, las políticas públicas o la legislación que contribuyeron a ello. Se obvia la existencia en los distintos contextos de unos sistemas de género que sitúan a hombres y mujeres en espacios diferentes de actuación.

Portada de la obra coordinada por Antonia Fernández Valencia: Las mujeres en la enseñanza de las ciencias sociales. Síntesis, 2001.
Portada de la obra coordinada por Antonia Fernández Valencia: Las mujeres en la enseñanza de las ciencias sociales. Síntesis, 2001.
Portada de la reciente publicación Mujeres y represión franquista: una guía para su estudio en Valencia. PUV, 2017.
Portada de la reciente publicación Mujeres y represión franquista: una guía para su estudio en Valencia. PUV, 2017.

Desde luego, ambas realidades tienen consecuencias en la formación del alumnado. Por un lado, la ausencia de personajes femeninos singularizados implica que las contribuciones y protagonismo de una parte de la población son desconocidas. Con ello, el conocimiento del pasado queda incompleto y se dan menos recursos para comprender y enfrentar el presente, así como proyectar el futuro. O se ofrecen recursos viciados que implicarán casi necesariamente la continuación y reproducción de las desigualdades. Con especial repercusión sobre las alumnas: para ellas supone privarlas de referentes.

Por otro lado, tratar únicamente personajes o temáticas muy concretas no aporta la necesaria herramienta de análisis de la construcción de la diferencia sexual. Implica la continuación de una educación androcéntrica y que reproduce roles y estereotipos de un sistema de género patriarcal. Y, en el caso más concreto de la historia, una visión más simplista y menos complejizada y conflictiva; así como privar al alumnado de herramientas de análisis, lo cual tiene consecuencias sobre su presente y futuro.

La preocupación social y los avances en los últimos años son un signo positivo. Pero queda un largo camino por recorrer. Tanto en la enseñanza en las aulas como en las investigaciones didácticas.

Para mayor información:

IBÁÑEZ DOMINGO, Mélanie. ¿Alguien hablará de nosotras cuando hayamos muerto? Sobre género, franquismo y didáctica. Revista de Didácticas Específicas, 2016, nº14, p. 50-70.

FUENTES, Carlos y VERDUGO, Vicenta (Coord.) Mujeres y represión franquista: una guía para su estudio en Valencia. Valencia, PUV, 2017.

Mélanie Ibáñez Domingo es Doctora en Historia Contemporánea por la Universidad de Valencia y Máster en Formación del Profesorado (especialidad Geografía e Historia) por la Universidad Católica de Valencia.

La evolución de la montaña y el interés de una formación académica específica

Ignasi Aldomà Buixadé *

La preocupación por el desarrollo de las áreas de montaña se encuentra inscrita en el corazón de las políticas sociales y de reequilibrio territorial de los estados europeos. Por sus particulares circunstancias, Suiza representa un país predecesor, con su Ley Forestal centenaria y su Aide aux Montagnards de 1943. En el contexto de la Política Agrícola Comunitaria (PAC) aparecía en el año 1975 la Directiva Europea sobre Agricultura de Montaña, que será seguida por las medidas de desarrollo rural de la Unión Europea que afectan de manera especial estas áreas. Mientras, los principales países europeos abordaban leyes específicas de desarrollo regional para las áreas de montaña. El origen de estas políticas estaba en todos los casos claramente justificado: las serias dificultades de desarrollo económico y social de las áreas de montaña.

Dos aspectos intrínsecamente asociados explican el deterioro de las regiones de montaña: una industrialización centrada en las ciudades que drenaban población y recursos del entorno rural y una crisis de la base productiva agraria correlativa a un aumento de productividad y una tecnificación para satisfacer la demanda urbana de alimento y mano de obra. Con unos resultados particularmente negativos en las áreas de montaña, donde la rugosidad del relieve, el rigor del clima y las distancias dificultaban la reconversión del sector agrario y la implantación industrial.

Los dos procesos no han dejado de incidir en las áreas de montaña; pero a partir de los años 1980 asistimos a una transformación económica y social que abrirá nuevas oportunidades: el desarrollo del turismo y de la sociedad de servicios en general. El desarrollo del esquí abrirá las puertas al turismo de masas en algunos valles de la comarcas alpinas, que verán renacer así su economía y su demografía. Mientras se expande un poco por todas partes el turismo de ocio en la naturaleza, el cultural o, más recientemente, el relacionado con los deportes de aventura, que se sumaran a prácticas anteriores como el termalismo, la caza y la pesca o, incluso, el turismo religioso. En un trabajo general más reciente pudimos realizar un amplio balance de esta evolución que presenta diversas facetas de una transformación en la que de una montaña económicamente pobre, culturalmente atrasada y deficitaria en servicios e infraestructuras pasamos a una montaña en la cual los ingresos, las formas de vida y una buena parte de los servicios se asemejan a los de los medios urbanos.

Esto era así o, como mínimo, aparecía de este modo en el horizonte de las áreas de montaña hasta que los cambios del último decenio abren nuevos horizontes que se perfilan amenazantes para las áreas de montaña (Atlas de la nueva ruralidad, 2009 y 2015). La ganadería de montaña y la explotación forestal de los montes se ve seriamente perjudicada en unos mercados mundiales alimentarios muy abiertos. Mientras las clases sociales medias se enfrentan a la limitación de sus rentas y han de controlar el gasto turístico y de segundas residencias. La práctica del esquí ha llegado a su techo y las estaciones tienen delante retos de competitividad económica y adaptación ambiental. Las administraciones públicas se enfrentan a limitaciones presupuestarias a la hora de cubrir infraestructuras y servicios tan necesarios y tan caros como los que requieren las pequeñas comunidades aisladas que viven en el difícil medio montano. La demografía muestra otra vez síntomas de deterioro y el cambio climático amenaza con una desarticulación de la organización de la vida en los pisos montanos.

En Europa o en Latinoamérica las áreas de montaña y las áreas con limitaciones ambientales específicas en general, han sufrido desde siempre por sus particularidades físicas: la adaptación de la agricultura y la explotación forestal a los pendientes, los problemas y sobreesfuerzos de movilidad relacionados con el aislamiento, las distancias y los pendientes, los períodos largos de inactividad derivados de la presencia de nieve y las condiciones climáticas adversas, la baja productividad del medio derivada de esas mismas condiciones, los riesgos de todo tipo derivados de las fuertes pendientes de montaña y de los acontecimientos meteorológicos excepcionales. En un medio económico relativamente cerrado los valles organizaron una economía a su medida relativamente estable y resiliente; pero sus ventajas se convirtieron en problemas con la apertura comercial y cultural.

En resumen, pues, las áreas de montaña agrupan una parte substancial de los municipios rurales que suman a las condiciones generales de baja densidad demográfica, unas dificultades físicas específicas que repercuten en su desarrollo socioeconómico y requieren un tratamiento especial por parte de los agentes públicos y privados. A los problemas demográficos característicos de las áreas rurales, las áreas de montaña unen los derivados de las limitaciones de tipo ambiental y el aislamiento que encarecen y dificultan las actividades productivas, de manera que el estudio y conocimiento de constituye también una buena introducción a los problemas del medio rural.

En el caso de la montaña el turismo hizo albergar en los tres últimos decenios la esperanza de un desarrollo económico y una sostenibilidad demográfica, pero la crisis económica del último decenio ha vuelto a poner de manifiesto las dificultades de estos territorios y suscita nuevamente el interés de un tratamiento específico de estas áreas. En este contexto, geógrafos, científicos sociales y actores de los espacios montanos necesitan renovar y fortalecer sus bases formativas, factor que ha inducido a los departamentos de Geografía de la Universitat de Lleida, Universitat de Girona, Universitat de Barcelona, Universitat Autònoma de Barcelona y Universitat Rovira i Virgili a crear un Máster Oficial en Gestión de Áreas de Montaña.1 La formación de profesionales capaces de aportar soluciones innovadoras y viables dentro de los marcos normativos y las políticas vigentes, personas capacitadas para el trabajo en –y el liderazgo de- equipos interdisciplinares en organismos públicos y entidades, así como para generar acciones de emprendimiento constituye una base imprescindible para la gestión sostenible y dinamización económica de los espacios de montaña y áreas rurales afines.

(*) Ignasi Aldomà Buixadé. Departamento de Geografía i Sociología de la Universitat de Lleida.

1 . Más información sobre la maestría: www.mastermuntanya.udl.cat / contacto:

mastermuntanya@udl.cat

La Geografía en los estudios de Magisterio: pasado, presente y ¿futuro?

Luis Carlos Martínez Fernández *

La Geografía ha tenido, en el pasado, un importante papel en la formación de los maestros en España. La revisión y síntesis bibliográfica de los trabajos sobre la tradición docente de la Geografía en las Escuelas de Magisterio revela que esta ha atravesado por diferentes etapas –no exentas de vaivenes y altibajos- y planes de estudios hasta llegar al momento actual. La situación de la Geografía en los nuevos Grados de Educación es de verdadero arrinconamiento disciplinar. Así lo demuestra la consulta efectuada a todas y cada una de las asignaturas y encargos docentes de las titulaciones existentes en las universidades públicas del país. La larga vinculación establecida entre la Geografía y los estudios universitarios de Magisterio, cuyo significado tiene que ver con la adquisición de competencias y conocimientos geográficos por parte de los futuros maestros, parece estar llegando a su fin.

La tradición disciplinar de la Geografía en los estudios de Magisterio

Las Facultades de Filosofía y Letras o de Geografía e Historia no han sido en exclusiva los únicos centros de enseñanza superior de la Geografía en España. Las Escuelas de Magisterio atesoran una honda tradición, desde su creación como Escuelas Normales en 1838, que vincula los estudios de Geografía con la formación inicial de los maestros.

De este modo, es de destacar el importante papel de la Geografía y de su profesorado en los planes de estudios que han precedido a las nuevas titulaciones de Grado: los anteriores a la Ley General de Educación de 1970 y la inserción de las Escuelas de Magisterio en la universidad y los que se derivan de las necesidades formativas del profesorado de Enseñanza General Básica y del de las sucesivas reformas curriculares sufridas por las enseñanzas escolares en nuestro país (Diplomaturas de Magisterio de los años 1990 y 2000).

Los nuevos planes de estudios de Grado: el arrinconamiento de la disciplina

La docencia de Geografía en las nuevas titulaciones de Magisterio o Educación tiene, como en el pasado, dos objetivos esenciales: la formación geográfica de base y la formación aplicada a la didáctica geográfica. Sin embargo, la reforma que ha dado lugar a los recientes estudios de Grado (y antes ya a los de Diplomado) ha arrinconado a las materias de “contenidos” favoreciendo, de manera explícita, a las de índole didáctico-pedagógico, lo que ha ido en perjuicio de la Geografía General, del Mundo o de España, como materias propias del fundamento de la disciplina en anteriores planes de estudios. Además, el embate sufrido por las áreas de conocimiento de Geografía Física, Geografía Humana y Análisis Geográfico Regional desde la Didáctica de las Ciencias Sociales ha limitado considerablemente la presencia de la Geografía en las asignaturas de cariz didáctico, que son, en definitiva, las que más han proliferado en la totalidad de las titulaciones ofertadas por las universidades públicas españolas

Una ofensiva por el control de las asignaturas históricamente ligadas a los Departamentos de Geografía que pasa, de manera decidida, por el cambio de la nomenclatura de las mismas en aras a aproximarlas al de Ciencias Sociales (esgrimiéndose que es la denominación propia de las enseñanzas impartidas en la enseñanza primaria, como lo era la de Conocimiento del Medio, con anterioridad). Esto es evidente incluso en los planes de estudios donde la Geografía resiste el envite.

Se hace evidente, de esta forma, que la enseñanza básica de la Geografía en las nuevas titulaciones de Magisterio toma cuerpo alejada por regla general de su prístina denominación. Toda una serie de asignaturas que llevan el calificativo de Conocimiento del Medio o de Ciencias Sociales, tanto en su dimensión de desarrollo de los contenidos curriculares como desde la perspectiva de la enseñanza-aprendizaje, esto es, la didáctica correspondiente.

¿El final de una larga vinculación?

Estar ante el posible final dela Geografía como materia considerada esencial para la formación universitaria de los futuros maestros es un interrogante que puede plantearse en los momentos actuales. Deriva de la progresiva indefinición de la disciplina, de la heterogeneidad de la formación y de la “suplantación” didáctica en el desempeño docente, lo que ha conducido, irremediablemente, a un verdadero arrinconamiento del conocimiento geográfico en las modernas titulaciones de Grado. Descubre, con todo, la definitiva supremacía de las áreas pedagógicas y de las didácticas específicas en el diseño de los planes de estudios de Magisterio, en la propuesta de asignaturas concretas y en su asignación docente final.

Y es así como la Geografía se diluye por completo ante la total predominancia de las asignaturas de tintes didácticos o de confusa denominación: conocimiento del medio o ciencias sociales. Solo en determinadas Facultades que cuentan con un profesorado decidido a la defensa y salvaguarda de la disciplina, esta permanece como el epígono de una larga vinculación con los estudios de Magisterio o Educación. Una alargada ligazón fundamentada, eso sí, en un claro significado docente: la formación geográfica de los futuros maestros.

Para mayor información:

MARTÍNEZ FERNÁNDEZ, Luis Carlos. La Geografía en los estudios universitarios de Magisterio: evolución histórica, situación actual y significado docente. Biblio3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 5 de agosto de 2017, vol. XXII, nº 1.207. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-1207.pdf>. [ISSN 1138-9796].

*Luis Carlos Martínez Fernández es Profesor Titular de Análisis Geográfico Regional del Departamento de Geografía de la Universidad de Valladolid.

La integración: objetivo educativo de cohesión social

Felipe García Ballester*

“La Educación, más que cualquier recurso de origen humano, es el gran igualador de las condiciones del hombre, el volante de la maquinaria social” Horace Mann

Resulta una obviedad reconocer que la educación ha sido y es la base de cualquier sistema social, dirigiendo desde el principio de la humanidad el devenir de los pueblos, a la vista está que el desarrollo de la educación en una sociedad incide de forma directa en la igualdad de los individuos que la forman.

No pretendemos entrar en el debate de si la educación actual debería ser más inclusiva, tan sólo reflejaremos la experiencia que en nuestro municipio, a lo largo del último año, estamos llevando a cabo a través del PROGRAMA ECOINTEGRA. Luego el lector podrá obtener sus propias conclusiones sobre los sueños de la integración social.

ECOINTEGRA nace con la implantación del Proyecto EcoRiba en el municipio de Riba-roja de Túria, como todo en la vida objeto de una mezcla de necesidad y oportunidad. El consistorio pretendía dar un impulso a la recogida selectiva en los edificios municipales y en los centros escolares del municipio, para plantear la distribución de puntos de recogida de las diferentes fracciones, los cuales deberían ser recogidos de forma separada y trasladados al Punto Limpio de la población. Es entonces cuando se plantea que podría ser interesante que el Centro Ocupacional de la Comarca, cuyas instalaciones están en Riba-roja de Túria, pudiera ser, a través de sus alumnos, los ejecutores de esta tarea.

Tras una serie de contactos entre las administraciones y la firma de un Convenio de colaboración se consiguió marcar el punto de inicio de ECOINTEGRA pasando a elaborar y desarrollar el programa de trabajo, que se desarrolla tras el discurrir de las siguientes etapas o acciones.

1.- Etapa formativa: Esta primera acción consiste en la incursión en el curriculum formativo del Centro Ocupacional de una función semanal de integración socio-laboral a través de la cual se desarrollará el programa.

Esta primera etapa se subdivide en diferentes pasos. Por una parte, la elección de los alumnos que participaran en ECOINTEGRA, en esta fase se valora la habilidad de cada uno para el desarrollo de las tareas que se van a encomendar. Ello genera una enseñanza de los trabajos a realizar, aquí incluimos tanto el aprendizaje de las diferentes fracciones de recogida selectiva como los itinerarios que los grupos de trabajo seguirán en el desarrollo de su labor por el municipio. Por último, la formación de los grupos de trabajo, es fundamental equilibrar los grupos para que puedan ser capaces de desarrollar las tareas de forma autónoma.

2.- Etapa coordinativa: Es necesario que previamente al inicio del programa se dé a conocer al personal de los puntos de recogida el programa ECOINTEGRA. En esta fase se explicará el desarrollo de las acciones llevadas a cabo así como los horarios y días de recogida.

Después del proceso formativo y coordinativo, se puso en marcha ECOINTEGRA con los alumnos del Centro Ocupacional y los resultados no tardaron en llegar, tras un año de funcionamiento de ECOINTEGRA, se han logrado de una forma clara y evidente los siguientes objetivos.

  • Los alumnos del Centro consiguen realizar las tareas encomendadas de forma autónoma, aumentando en gran medida su independencia.
  • De forma natural se ha aumentado la relación social de los alumnos del Centro Ocupacional, fomentando así su integración.
  • Están ejemplarizando con su labor de recogida selectiva a funcionarios y escolares, hecho que ha producido un aumento considerable de los residuos reciclables que se recogen.

ECOINTEGRA pretende, como autoridad local, participar activamente englobándose dentro del cumplimiento de la Declaración de Salamanca y Marco de Acción para las necesidades educativas especiales.

Alumnado del Centro Ocupacional realizando las tareas de recogida selectiva. A través de estas acciones se hace efectiva la máxima “Conóceme por mis habilidades, no por mis discapacidades” Robert M. Hensel
Alumnado del Centro Ocupacional realizando las tareas de recogida selectiva. A través de estas acciones se hace efectiva la máxima “Conóceme por mis habilidades, no por mis discapacidades” Robert M. Hensel

Dicha Declaración en su artículo 55 manifiesta la necesidad de aplicar una labor formativa que fomente la “preparación para la vida adulta….” A partir de proyectos integradores de colaboración, a saber: “… Estas actividades deberán llevarse a cabo con la participación activa de los orientadores profesionales, los sindicatos, las autoridades locales y los diferentes servicios y organismos interesados.” (DECLARACIÓN DE SALAMANCA Y MARCO DE ACCIÓN PARA LAS NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES. UNESCO, 1994, art. 55.)

Para mayor información:

MORALES HERNÁNDEZ, Antonio José y GARCÍA BALLESTER, Felipe. EcoRiba: plan de dinamización de Riba-roja de Túria a través del paisaje en CALVO, Ricard; BOU Mónica y PORTET, Jaume. Desarrollo local sostenible y empleo verde. Valencia, Neopàtria, 2016, pp.133-144. Disponible en: <http://neopatria.es/es/cataleg/llibre/desarrollo-local-sostenible-y-empleo-verde/>

Felipe García Ballester:

  • Vicecoordinador del proyecto EcoRiba.
  • Técnico de Medio Ambiente del Ayto. de Riba-roja de Túria. fgarcia@ribarroja.es. ecoriba@ribarroja.es

REFORMA DO ENSINO MÉDIO NO BRASIL: desmonte na educação e inércia do enfrentamento retórico

por Denis Castilho

No dia 17 de fevereiro de 2017 o texto final da Reforma do Ensino Médio foi publicado no Diário Oficial da União. Com essa reforma, apenas matemática, língua portuguesa e língua estrangeira (inglês) serão disciplinas obrigatórias nos três anos de Ensino Médio do Brasil. O currículo ficará dividido em duas partes. Uma primeira será comum a todos os estudantes e outra dividida em “itinerários formativos”, que se desdobram em: 1) linguagens e suas tecnologias; 2) matemática e suas tecnologias; 3) ciências da natureza e suas tecnologias; 4) ciências humanas e sociais aplicadas; 5) formação técnica e profissional.

Ao contrário do que o governo brasileiro vem divulgando, os itinerários formativos não serão necessariamente escolhidos pelo estudante. Serão contemplados conforme as condições da escola em ofertá-los. A premissa de escolha, especialmente na rede pública, portanto, é um engodo – uma ficção. Diante do déficit histórico de estrutura física e de recursos humanos nas escolas públicas brasileiras, não é difícil prever um distanciamento ainda maior entre os sistemas público e privado.

Com base no texto, disciplinas como geografia, história e química serão diluídas nos respectivos itinerários formativos. A diluição, portanto, não afetará apenas as ciências humanas. Além disso, no itinerário “formação técnica e profissional”, não haverá exigência de formação em licenciatura para a prática docente. De acordo com a Reforma, “profissionais com notório saber reconhecidos pelos respectivos sistemas de ensino poderão ministrar conteúdos de áreas afins à sua formação ou experiência profissional”. Dentre tantos absurdos dessa Reforma, portanto, três se destacam: 1) a diluição de disciplinas estruturantes; 2) a falsa premissa da escolha no sistema público; e 3) o atestado de notório saber.

A diluição e diminuição de ciências que possuem uma rica fundamentação teórica construída ao longo da história, aprofundará ainda mais os problemas atinentes à formação básica dos jovens. Não menos impactante serão os danos epistemológicos e os prejuízos no processo de construção de conhecimentos. O Ensino Médio brasileiro se transformará em um líquido indigesto e carregado de conteúdos sem nexos,isso porque um professor de biologia, por exemplo, não é formado para trabalhar com química, e vice e versa. A aberração será ainda maior com os pseudoprofessores e seus “obtusos saberes”.

A formação do professor é indispensável porque há saberes e competências que são específicos da docência. Ensinar bem uma matéria não requer apenas saber o conteúdo – é preciso compreender o complexo processo ensino-aprendizagem. Por isso, como aceitar um “notório saber” desprezando a formação docente? Conselhos e representações de categorias profissionais vinculadas a área da saúde admitiriam algo similar em seus ambientes profissionais? Evidente que não. Isso demonstra claramente a visão que este projeto tem de escola, de educação e de sociedade. Além dos problemas didáticos, não resta dúvida que isso abrirá ainda mais brechas para contratações emergenciais, minando concursos e deslegitimando o sentido dos cursos de licenciatura.

Essa Reforma não tem nada de ingênua. Ela deixará o campo aberto à “escola sem partido”, um projeto de lei no Brasil que objetiva impedir a discussão ideológica e a liberdade de expressão no ambiente escolar. Engana-se quem acredita que os prejuízos serão específicos à essa ou àquela disciplina. O prejuízo abrange a Educação como um todo. Atinge especialmente os estudantes da escola pública, que terão sua formação afetada e seu ingresso na Universidade Pública ainda mais dificultado. Pior que isso é o sentido da própria formação, que inevitavelmente se esvaziará de fundamento, de crítica e de coerência.

Levantar essa previsão de desmonte na educação, no entanto, não significa que deixo de reconhecer os problemas atuais. Pelo contrário. Ocasiões como essa servem também para ampliar o debate sobre a situação da educação e, evidentemente, sobre a formação do professor. Servem, inclusive, para revermos o modo como discutimos o ensino e como a escola real aparece em nossos debates.

Se observarmos o modo como diferentes disciplinas expandiram seus cursos de graduação em diversos países do mundo, não é difícil constatar que muitos foram criados para atender as demandas do ensino escolar. No Brasil não foi diferente. Isso vale para cursos de geografia, história e, não muito distante, de física, biologia e química, que também possuem forte vínculo com a formação de professores. A expansão desses cursos geralmente é acompanhada pela especialização característica de cada ciência e também pela disseminação de laboratórios e/ou grupos de pesquisas. Poucos, no entanto, são voltados para o ensino. A maioria sequer considera a transversalidade da formação docente em suas pesquisas e práticas, mesmo estando alocados em um curso de licenciatura.

A escola e o mundo real da educação, nesse sentido, vão escapando das teorias e se tornando cada vez mais abstratos. Diante disso, como defender uma escola se em nossas discussões ela pouco aparece ou aparece de maneira abstrata? Isso tudo demonstra que a luta também deve acontecer no interior de nossas próprias instituições. É necessário questionar o sentido político dessa reforma, mas também o modo como o ensino escolar e a formação de professores são pautados na graduação. Ou construímos um canal de diálogo nesse sentido ou simplesmente seremos comandados ainda mais por interesses indiferentes à educação.

O modo como a Reforma do Ensino Médio foi aprovada denota o autoritarismo do governo, mas também a nossa incapacidade de enfrentamento no tempo correto. No final de 2016 os estudantes ocuparam instituições e protestaram. Todavia, além de serem desqualificados por parte de seus próprios professores, tiveram sua mobilização enfraquecida até mesmo por sindicados da categoria. A ocasião era propícia a uma efetiva mobilização nacional, mas isso não aconteceu. O resultado não poderia ser diferente: a tácita imposição de um projeto que escancaradamente vem entregando o país aos interesses das grandes corporações está sendo imposta sem a devida resistência.

O momento suscita organização e construção de uma estratégia de luta. O contraponto deve ser protagonizado não apenas por professores de determinada disciplina, mas por todos. A Reforma do Ensino Médio do Brasil faz parte de um conjunto de ações que pretendem minar a formação básica e tolher o pensamento crítico nesse país. Isso, como todos sabem, foi feito sem debate, sem consulta e sem representatividade. Por esse motivo, ou construímos coletivamente uma estratégia de ação, ou perderemos espaços que dificilmente serão reconquistados. Ou promovemos um amplo debate com participação de diferentes sujeitos da educação e setores da sociedade, ou deixaremos a formação dos jovens brasileiros ser ainda mais abalada. Ou lutamos agora, ou cairemos, mais uma vez, na inércia da retórica e no labirinto das lamentações.

Para mayor información:

CASTILHO, Denis. Reforma do Ensino Médio: desmonte na educação e inércia do enfrentamento retórico. In: Pragmatismo Político. [En línea]. 21 de fevereiro de 2017. <http://www.pragmatismopolitico.com.br/2017/02/reforma-do-ensino-medio-desmonte-educacao-inercia.html>

BRASIL. Diário Oficial da União 17 fev.2017. [En línea]. <https://goo.gl/6W0Ad1>

Denis Castilho es geógrafo y profesor de la Universidade Federal de Goiás (Brasil).

O fazer geográfico e em campo: as visitas de estudo como possibilidade de investigação e ensino

Silvia A. de Sousa Fernandesi

Silvia A. de Sousa Fernandesi
Silvia A. de Sousa Fernandesi

As visitas de estudo são práticas pedagógicas que compreendem o estudo das paisagens locais, com o intuito de investigar, reconhecer e identificar as contradições da produção do espaço geográfico. Metodologicamente, as visitas de estudo implicam na realização de um estudo prévio da área a ser visitada e o planejamento das ações, atividades de observação e investigação durante e posterior ao campo, a análise de dados, elaboração de sínteses e relatórios, apresentados na forma de textos, fotografias, vídeos, exposições, portfólios. Seja na educação básica ou na educação superior, as saídas a campo levam a reconhecer as paisagens de natureza física e social, produto de relações culturais, possibilitando o exercício da reflexão sobre que foi observado. Como recurso didático possibilitam reunir teoria e prática, refletir sobre as paisagens e localidades observadas, sistematizar conhecimentos e formular conceitos.

Contribuindo com o debate sobre as visitas de estudo como metodologia de ensino nas Ciências Sociais e na Geografia, o Geoforo (Foro Iberoamericano de Educação, Geografia e Sociedade), propôs a reflexão sobre as saídas de campo e a educação geográfica no Foro 21, iniciado em 2015. As contribuições destacaram as visitas de estudo como estratégia didática que possibilita identificar elementos e fatores explicativos da paisagem e do espaço, refletir sobre as condições sociais e o espaço vivido. Outras intervenções destacam os aspectos normativos da escola e da organização das visitas de estudo, que necessitam da atenção dos professores e estudantes no momento do planejamento das ações em campo.

O foro sobre as visitas de estudo partiu da análise de experiência realizada em Valência, em curso de formação de professores que teve por objetivo a observação do patrimônio histórico e estudo de itinerários culturais. Experiências como essa possibilitam a observação do patrimônio histórico e ambiental, a compreensão do lugar e a valorização das comunidades locais. Noutras contribuições o Foro 21 sistematizou as intervenções vindas desde Espanha, Brasil, Chile, Argentina, Colômbia, entre outros países.

Figura 1: Visita de estudo - Cooperativa Cooplenor, Assentamento Reunidas/Promissão/SP/Brasil
Figura 1: Visita de estudo – Cooperativa Cooplenor, Assentamento Reunidas/Promissão/SP/Brasil

Figura 2: Visita de estudo: Roteiro cultural – Quarteirão Paulista, Ribeirão Preto/SP/Brasil
Figura 2: Visita de estudo: Roteiro cultural – Quarteirão Paulista, Ribeirão Preto/SP/Brasil

Certamente, os roteiros culturais atravessam territórios diversos e constituem a paisagem e a identidade cultural de uma comunidade. Ao entrar em contato com essas realidades, os estudantes colocam em prática as temáticas discutidas em classe e conseguem realizar sínteses mais complexas de novos conhecimentos e conceitos. Realizando, dessa maneira, a aquisição de competências que os acompanharão em suas práticas docentes e cotidianas.

O debate sobre as práticas educativas e visitas de estudo corrobora, desse modo, a concepção de que o professor deve ser protagonista do processo de ensino na realização de um currículo que efetivamente contribua para a aprendizagem significativa dos temas e conteúdos geográficos, desenvolva competências de leitura da paisagem e perceba as contradições inerentes à produção do espaço. Desse modo, contribui-se para um saber escolar que problematiza o lugar e realiza uma análise multiescalar, ou seja, a articulação entre os problemas locais e as questões globais a partir do conhecimento acadêmico e a ação cidadã.

Para mais informações:

FERNANDES, Silvia A. Sousa; MONTEAGUDO, Diego G.; SOUTO GONZALEZ, X. M. (2016). Educación Geográfica y las salidas de campo como estrategia didáctica: un estudio comparativo desde el Geoforo Iberoamericano. Biblio 3w (Barcelona), v. XXI, num. 1155- p. 1-22.

i? Professora de Geografia na Universidade Estadual Paulista Júlio de Mesquita Filho – FFC/UNESP/Marília-SP.

Las potencialidades de las salidas de campo para la educación geográfica desde la perspectiva iberoamericana

Diego García Monteagudo*

Los itinerarios, salidas de campo, trabajos en el medio local han sido considerados en diversos momentos de la historia escolar como una estrategia didáctica que fomentaba la innovación. Permitía conocer el medio local cuestionando el paisaje y romper con la idea de inmutabilidad que se transmite en los libros de texto. ¿En el momento actual de predominio de la difusión de las noticias por medio de internet siguen siendo válidas las salidas de campo con los alumnos y alumnas de la educación básica?

En febrero de 2015 se abrió el foro 22 titulado “Las salidas de campo/A visitas de estudo” en el Geoforo Iberoamericano sobre Educación, Geografía y Sociedad. El planteamiento inicial surgió a raíz de una salida al cauce del río Turia de la ciudad de Valencia, en la que participaron docentes y alumnos del Máster de Profesor de Educación Secundaria. Tal fue la importancia concedida a este tema para la formación de profesores y la innovación pedagógica, que decidimos compartirlo con los compañeros de dicho foro. Los comentarios recopilados hasta octubre de dicho año, subrayan la importancia de las salidas de campo como recurso empírico de las investigaciones académicas y como estrategia didáctica. Además, son una herramienta que permite conocer los problemas percibidos y vividos del alumnado y de sus familias, de manera que facilita la empatía entre el docente y sus estudiantes.

Las reflexiones teóricas basadas en estudios sobre didáctica han acabado reafirmando la función original de reconocimiento de paisaje que han tenido las salidas de campo en el ámbito brasileño. Sin embargo, las críticas de Yves Lacoste y Serpa hicieron que los investigadores asumieran un papel más activo en la definición de los límites del espacio a estudiar, así como en la búsqueda e interpretación de datos a la hora de planificar las salidas de campo. Como estrategia didáctica, dichas salidas posibilitan el análisis del espacio geográfico a diferentes escalas, un hecho que abrió el debate sobre las metodologías y procedimientos de la enseñanza en la formación de profesores durante la década de 1980.

Las discusiones semánticas reforzaron el debate de las visitas de estudio como estrategia didáctica en Brasil durante los años 2000. Desde entonces se les ha denominado “clases de campo”. En España, Goergen ha señalado que en el actual contexto de la sociedad contemporánea (cambios transformadores, papel de los medios de comunicación, la incertidumbre, la moda…), la formación de profesores tiene que incluir aspectos éticos, culturales y políticos de la práctica educativa, que refuercen la conexión entre el docente y el alumnado. Si el profesorado reflexiona sobre su práctica docente, especialmente sobre las potencialidades del trabajo de campo como estrategia didáctica en sus múltiples dimensiones (metodológicas, relaciones con el currículum y el resultado de las relaciones de producción del espacio), se contribuirá a la innovación en la enseñanza de la geografía. Como ejemplo, los docentes y sus alumnos pueden contrastar sus observaciones contactando con las personas que habitan el espacio visitado durante su salida de campo.

Las propuestas de innovación pedagógica vinculadas con las salidas de campo tienen unos precedentes técnicos a finales del siglo XIX, sobre todo, en el seno de la Institución de Libre Enseñanza en Cataluña. En España los itinerarios urbanos y los trabajos de campo que se desarrollaron a partir del movimiento conocido como Ciudades Educadoras, fueron posibles gracias a la actividad de los miembros de los Institutos Municipales de Educación y los Institutos de Ciencias de la Educación, junto con otras organizaciones específicas como el Institut d´Ecologia Urbana de Barcelona. Estas experiencias han sido la base para que se sigan desarrollando itinerarios urbanos (barrio de Gràcia y Parque de la Ciutadella) para la formación de estudiantes de geografía de la Universitat de Barcelona. De un modo similar, algunos sindicatos del primer tercio del siglo XX, influyeron para que las excursiones desarrolladas en las Casas del Pueblo y en los Ateneos Libertarios, fuesen el germen de lo que luego se han llamado itinerarios culturales por parte de ICOMOS (International Council on Monuments and Cities).

Los participantes en el foro 21 han concebido las salidas de campo como un “laboratorio abierto” o actividad científica similar a la investigación en ciencias naturales.

Los participantes en el foro 21 han concebido las salidas de campo como un “laboratorio abierto” o actividad científica similar a la investigación en ciencias naturales. Como estrategia didáctica posee dos componentes: uno metodológico y otro logístico. La muestra de aspectos geográficos nunca antes observados, el trabajo con el cuaderno de campo y el aprendizaje basado en las emociones y sentimientos, refleja la diversidad metodológica de las salidas de campo para la enseñanza de las ciencias sociales. Con algunas técnicas (mapas cognitivos y cuestionarios) se pueden abordar las representaciones sociales del alumnado y de sus familias, previas y posteriores a la realización de las salidas. Del lado de la logística, aparecen obstáculos referentes a la planificación, ejecución y evaluación de esta estrategia didáctica, al mismo tiempo que se evidencian carencias de recursos materiales, cognitivos, económicos y humanos que afectan al desarrollo de la salida de campo.

En definitiva, la salida de campo es una estrategia pedagógica que favorece el aprendizaje significativo del espacio geográfico. El contacto directo con el territorio permite la asimilación de nuevos datos, que favorecen la comprensión de los contenidos geográficos mediante un enfoque multidisciplinar aplicable a la escala local. Los estudiantes que han participado con sus comentarios en el foro 21 han considerado aspectos como la estrategia didáctica, la evaluación, la logística y las relaciones con otros entornos de campo, de cara a desarrollar salidas de campo como docentes en el futuro. El espacio local más próximo al entorno escolar es idóneo para realizar análisis e interpretaciones integrales del contexto geográfico mediante las salidas de campo. De cara al futuro, sería interesante analizar lo siguiente: ¿Cómo contribuyen las salidas de campo a la formación de ciudadanos comprensivos y reflexivos? La finalidad es averiguar si esa aportación a su capacidad crítica y participativa les permite afrontar los problemas sociales inmediatos a sus localidades, al mismo tiempo que asumen unas consecuencias que tendrán eco en la esfera global.

Para mayor información:

SOUSA FERNÁNDEZ, Silvia Aparecida., GARCÍA MONTEAGUDO, Diego., y SOUTO GONZÁLEZ, Xosé Manuel. Educación geográfica y las salidas de campo como estrategia didáctica: un estudio comparativo desde el Geoforo Iberoamericano. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 5 de abril de 2016, Vol. XXI, nº 1.155. . [ISSN 1138-9796].

*Diego García Monteagudo es licenciado en Geografía por la Universitat de València. Máster en Investigación en Didácticas Específicas.

Quince años de diálogo entre educación y territorio: los Proyectos Educativos de Ciudad (PEC) en Cataluña

Jordi Collet-Sabé*

Después de varios decenios en los que, en Europa, educación y escolaridad eran concebidos como sinónimos, el primer congreso mundial de Ciudades Educadoras (Barcelona 1990) constató un doble desbordamiento ante esa concepción clásica: la educación se daba en todos los espacios de la ciudad o del pueblo (no sólo en la escuela) y a lo largo de la vida (no sólo en la infancia). Así, la ciudad se concebía a sí misma no sólo como un «decorado» dónde las distintas educaciones se realizaban, sino también como un agente clave con la función explícita de promover más y mejores educaciones para todo el mundo. Cómo propuso Jaume Trilla, se trataba de promover el aprender EN la ciudad (contexto y oportunidad), aprender LA ciudad (como contenido) y DE LA ciudad (vida urbana).

En Europa, la Carta y el movimiento de Ciudades Educadoras plantearon des de su inicio la necesidad de hacer aflorar los distintos currículos educativos ocultos que la Ciudad tenía en sus diversas dimensiones: escolar, urbana, cultural, deportiva, sanitaria… y repensarlos a la luz de su dimensión educadora. Toda la ciudad y todas las relaciones, actividades, estructuras… (nos) educan, pero no siempre en la dirección correcta, ya que a menudo, implican exclusiones y desigualdades. Des de sus inicios, el movimiento de Ciudades Educadoras buscó repensar y repracticar las educaciones en y de la ciudad para trabajar por la plena ciudadanía equitativa. Un objetivo parecido al que, por ejemplo en América Latina, se empezó a trabajar des de la década de los 70 con las «escuelas de ciudadanía» promovidas por Freire o a los actuales foros “Escuela Ciudadana y Ciudad Educadora».

Una decena de años después del congreso en Barcelona, especialmente en Cataluña, la sensación era que sólo con la Carta y la adhesión de los municipios a la misma, la transformación educativa de las ciudades y pueblos no se estaba produciendo. Aparecía así la necesidad de dotar la perspectiva de las Ciudades Educadoras de un instrumento de participación y planificación capaz de organizar esa «educacionalización de las ciudades». Y ese instrumento fueron los Proyectos Educativos de Ciudad (PEC). Des de su nacimiento en Barcelona y Sabadell (1997-1998), más de un centenar de ciudades y pueblos catalanes han desarrollado su PEC con el objetivo de conocer las distintas realidades educativas de su territorio (diagnóstico); proponer mejoras en las mismas a través de procesos participativos, e implementar acciones y políticas que permitan más y mejores educaciones para toda la ciudadanía.

Algunos de los logos de los PEC que se han desarrollado en Cataluña en los últimos años. Fuente: Red de Municipios comprometidos con el PEC. Diputación de Barcelona. http://www.diba.cat/es/web/educacio/cataleg/pec
Algunos de los logos de los PEC que se han desarrollado en Cataluña en los últimos años. Fuente: Red de Municipios comprometidos con el PEC. Diputación de Barcelona. http://www.diba.cat/es/web/educacio/cataleg/pec

El balance de estos 15 años de relación entre educación y territorio en los PEC catalanes es desigual. Por un lado, en el campo del discurso y de la agenda en el mundo local, las educaciones tienen hoy un lugar y una relevancia imposibles de entender sin los PEC. Asimismo, el conocimiento de las realidades educativas locales y el crecimiento y desarrollo sistemático de nuevas políticas educativas territoriales tampoco se pueden desligar del impulso de los PEC; de sus tres propuestas metodológicas (1998, 2005 y 2009); y del apoyo económico, metodológico y teórico de la Diputación de Barcelona a los mismos.

Pero por otro lado, la relación entre educación y territorio sigue arrastrando dos grandes lastres que dificultan una formalización y estabilización de la misma en toda regla. En primer lugar, encontramos una alta «tasa de mortalidad» de los PEC, especialmente a partir de su tercer o cuarto año. Así, la sostenibilidad de los PEC está resultando uno de sus mayores puntos débiles que dificultan la estructuración y la consolidación de una dinámica participativa sobre las educaciones en la ciudad que facilite nuevas iniciativas, políticas y actuaciones en este campo. En segundo término, y a pesar de los interesantes debates sobre las relaciones y posibilidades entre las educaciones y el territorio, constatamos que los impactos concretos generados por los PEC distan mucho de sus potencialidades teóricas. Así, las dificultades para concretar en acciones y propuestas concretas y efectivas ese diálogo entre ciudad y educaciones merman notablemente su capacidad para devenir una herramienta útil y transformadora.

Como conclusión, podemos decir que las potencialidades del diálogo entre educaciones y territorio abiertas por el Congreso de Ciudades Educadoras y los PEC son importantes, interesantes y relevantes. Pero, a la vez, las dificultades de los PEC para producir transformaciones educativas y territoriales concretas y sostenibles, merman esas enormes potencialidades de devenir una herramienta útil. Así, el debate abierto hoy en Cataluña versa, por un lado, sobre la necesidad de nuevas vías de debate y (des)encuentro entre educaciones y territorio. Y por el otro, sobre la necesidad de utilizar esas educaciones como herramientas clave tanto de análisis crítico de la ciudad actual como para su producción alternativa en términos de justicia, voz y dignidad.

Para mayor infor­ma­ción: Collet-Sabé, J.; Subirats, J. Educación y territorio: 15 años de Proyectos Educativos de Ciudad (PEC) en Cataluña (España). Análisis, evaluación y perspectivas. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, 2016, Vol. XIX, nº 532. http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-532.pdf

*Jordi Collet-Sabé es Profesor Titular de Sociología de la Educación en la Universidad de Vic – UCC (Barcelona). Y colaborador del Instituto de Gobierno y Políticas Públicas (IGOP) de la Universidad Autónoma de Barcelona que dirige el Prof. Joan Subirats. https://universityofvic.academia.edu/ColletSabéJordi

La educación de la población rural del Noroeste Argentino: escasez de activos en un contexto de cambio.

Juan José Natera Rivas*

No cabe duda de que el nivel de instrucción de la población es una variable importante que le permitirá, entre otras cosas, aumentar sus posibilidades de integrarse de manera legal en el mercado de trabajo, optar a mejores puestos en éste, o excluir a su hogar de la pobreza. Por ello, no debe extrañar que precisamente uno de los Objetivos del Milenio de Naciones Unidas fuese lograr la escolarización primaria universal. Por otro lado, los niveles de instrucción son diferentes según correspondan a población rural o a urbana, siempre a favor de ésta última; una diferencia que aumenta su relevancia en un contexto en el que lo rural es cada vez menos lo agrario, al tiempo que para dedicarse a su actividad los agricultores de hoy precisan contar cada vez con más conocimientos.

El NOA (Noroeste Argentino) no es una excepción a todo ello: con una quinta parte de su población clasificada como rural, es asiento tanto de actividades agrarias extremadamente rentables –como el limón o la soja-, como de otras rayanas en la subsistencia –como las agriculturas campesinas de la Puna o el Chaco-, lo que progresivamente no sólo está incrementando la brecha entre productores, sino que está expulsando del mercado de trabajo rural a la población que anteriormente se dedicaba a labores agrícolas. La mecanización, con el descenso de los requerimientos de mano de obra que conlleva, está en la base de este descenso, pero también el aumento de las necesidades de capacitación para realizar las labores. Así las cosas, no debe extrañar el que contemos con evidencias de que un aumento de los niveles de instrucción formal, esto es los años pasados en la escuela y los niveles educativos superados, jueguen un papel importante en la reducción de la pobreza rural. A modo de ejemplo, en la provincia de Salta el 70% de los jefes de hogar rurales con credenciales educativas muy bajas eran indigentes.

Para hacernos una idea de la situación de la población rural del NOA en lo relativo a esta importante variable bastan unas pocas cifras: en un extremo de la escala, el 37% ni siquiera acabó la primaria; en el otro, tan sólo el 3,3% terminó los estudios superiores. Resulta, por tanto, que el grueso de la población rural cuenta, en el mejor de los casos, tan sólo con los estudios primarios terminados, un nivel educativo que, hoy por hoy, no tiene más valor que el abrir la puerta para continuar formándose, no hay ascenso social alguno ligado a su posesión.

Ciertamente hay una parte de la población rural que aún se sigue formando, con lo que sería esperable que las cifras anteriores mejorasen. Sin embargo, la situación que muestra el cuadro no es, ni mucho menos, alentadora, antes al contrario.

Porcentaje de población total, urbana y rural que asiste a un establecimiento educativo, por tramo de edad (2010)
Porcentaje de población total, urbana y rural que asiste a un establecimiento educativo, por tramo de edad (2010)

Más allá de los 14 años, el sistema educativo tan sólo es capaz de mantener en su seno a menos de dos tercios de los jóvenes rurales del NOA en edad de cursar la educación secundaria, y a menos de una quinta parte de los que tienen entre 18 y 24 años, en edad, por tanto, de estudiar una carrera universitaria. Cifras malas por sí mismas, pero peores cuando se comparan no sólo con la población urbana de la región, sino con la población rural del conjunto de la República.

¿Es importante contar con la educación secundaria terminada, o con estudios superiores en el contexto rural de la región? Parece evidente que sí: dada la reducción de empleo agrario que atraviesa la región, el fomento del empleo rural no agrícola a través de políticas de desarrollo rural implica necesariamente fomentar el crecimiento de la industria y los servicios. Cada vez es menos defendible sostener únicamente en el empleo agrario la mejora de la calidad de vida y el descenso de la pobreza en las zonas rurales. Y, en este contexto, podemos estar de acuerdo en que cuanto mayor el nivel de instrucción de la población, mayores las posibilidades no sólo de acometer con éxito iniciativas de desarrollo, sino también de que dichas iniciativas surjan de la propia población rural. Pero vistas las escasas credenciales educativas que posee la población rural del NOA, su potencialidad para «reciclarse» desde el punto de vista productivo, o para competir por unos puestos de trabajo cada vez más escasos se nos antoja muy reducida, lo cual proyecta una sombra de duda sobre la situación socioeconómica futura de esta fracción de la población del Noroeste Argentino.

Para mayor información: NATERA RIVAS, Juan José. Activos educacionales de la población rural en un área empobrecida: la región noroeste de la República Argentina. Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía. 2016, vol 25, núm 1, p.11-24.

*Juan José Natera Rivas es profesor de Geografía en la Universidad de Málaga.

Frase destacada: El grueso de la población rural cuenta tan sólo con los estudios primarios terminados, pero no hay ascenso social alguno ligado a su posesión

¿Qué Transición contar? ¿Qué Transición enseñar?

Este año 2015 se cumplen 40 años de la muerte, en el hospital La Paz de Madrid, de Francisco Franco. Su fallecimiento abrió paso a un proceso de reformas políticas -conocido como Transición- que dio como resultado el sistema político que rige hoy la vida política de España. Este proceso político se describe aún como modélico, ejemplo para otras realidades, dirigido por una élite moderna, y pacífico, con una ausencia notable de violencia política. Un modelo que se ha transmitido generacionalmente y que actualmente sigue siendo enseñado y reivindicado.

El estudio de las instituciones locales y su evolución para trabajar la transición a la democracia española y el marco constitucional de 1978 es más urgente que nunca.

Hoy, 40 años después, la revisión historiográfica realizada sobre el proceso, y en la que actualmente se encuentra enfrascada gran parte de la Academia, ha venido a plantear nuevas variables explicativas que vienen a romper con este modelo impecable. Sabemos ya que el proceso de cambio político estuvo basado en una fuerte incertidumbre, donde el papel del Rey, Juan Carlos I, o del presidente del gobierno desde 1976, Adolfo Suárez, no fue tanto el de estadista sino el de regulador de un proceso con fuertes renuncias. El protagonismo de personajes secundarios o menores, no todos partidarios del proceso, está cada vez más descrito. Además, la explicación de la propia Transición a partir de su resultado: la Constitución de 1978, está cambiando para comenzar a plantear otras salidas no realizadas, ya sea por miedo o por el peso del Estado que siempre tuvo “la sartén por el mango” en la negociación.

La presencia del relato monolítico ha hecho, en cambio, que sepamos poco de otros actores fundamentales: la Iglesia, el poder judicial o policial, el ejército o las instituciones locales. Asumir como cierto que la Transición se hizo pensada, dirigida y organizada ha llevado a olvidar que otros actores tuvieron protagonismo y jugaron sus cartas dentro del proceso.

Por lo que respecta a las instituciones locales, muy pocos españoles y españolas conocen o recuerdan que después de la muerte de Franco el Estado mantuvo en sus cargos a los principales administradores de las localidades nombrados por la administración franquista: concejales, alcaldes, gobernadores civiles o presidentes de Diputación. Ello llevó a la convivencia de las redes y lealtades anteriores en un régimen que se iba transformando, especialmente tras la aprobación de la Ley para la Reforma Política en diciembre de 1976. Como hemos constatado para el caso de Valencia, las tensiones fueron evidentes y se acrecentaron especialmente tras las elecciones de 1977, las primeras tras 40 años de dictadura.

Explicar, por tanto, el propio control que realizó el Estado del proceso es fundamental. Renovar primero las instituciones locales en procesos electorales abiertos podía suponer un peso notable de la izquierda y de las fuerzas rupturistas que podían dar al traste con el proceso organizado por el centrismo de la UCD. “Primero la reforma, luego los ayuntamientos”, pasó a ser una de las escasas hojas de ruta del gobierno central lo que llevó a no pocas desavenencias y presiones. Muchos alcaldes o presidentes de Diputación renunciaron a sus cargos, otros se enrocaron en sus perspectivas inmovilistas o aprovecharon su cargo para organizar políticamente una oposición regionalista a los gobiernos preautonómicos.

Los ayuntamientos, principal referencia política de la ciudadanía no se transformaron políticamente hasta 1979, con las elecciones de abril de ese mismo año y que dieron como resultado un triunfo de la izquierda en las principales ciudades del país. Una nueva élite emergió con fuerza y ocupó el protagonismo del proceso con nombres como los de Tierno Galván o Narcís Serra. Las nuevas políticas de los principales consistorios arrastraron una deuda considerable, herencia de las administraciones anteriores, pero adoptaron ejes novedosos como los cambios en la planificación urbanística, el impulso a los órganos de participación ciudadana o nuevas políticas sociales y culturales. Con la renovación en las instituciones más próximas a los ciudadanos se completaba el programa de reformas iniciado en 1976 y se ponía en práctica, desde lo próximo, el lenguaje democrático de la Transición.

También es cierto que las nuevas instituciones locales tuvieron que hacer frente a problemas heredados y nuevos, gestionar lo local no era fácil y mucho menos después de la larga etapa de opacidad anterior. Ello llevó a que muchas de las promesas lanzadas antes de 1979 nunca pudieran realizarse, y el inicio de un cierto desencanto ciudadano no tardase en llegar.

Con la recuperación del papel institucional anterior queremos subrayar la importancia por restaurar un relato completo de la Transición rico en matices por su multitud de ángulos ciegos no narrados. El proceso político que hoy seguimos contando, enseñando en nuestras escuelas y reivindicando desde la cultura y la política está muy alejado de la idea convulsa, conflictiva, no lineal y llena de matices que encierra el proceso democratizador español. En nuestra mano está reivindicar un estudio diferente del proceso. La democracia no se logró en una hora, su pervivencia y supervivencia en nuestra realidad política es responsabilidad de todos los ciudadanos y ciudadanas.

Para más información:

COLOMER, J.C. Gobernar la ciudad. Alcaldes y poder local en Valencia. (1958-1979), Universitat de València, 2014. Tesis doctoral disponible en: http://roderic.uv.es/handle/10550/36974

Juan Carlos Colomer Rubio es profesor del Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales y Sociales de la Universitat de València