La música de las ciudades

by Magda Polo Pujadas

El arte sonoro utiliza al sonido, al ruido y al silencio como principales elementos expresivos, a la vez que implica una conciencia muy estructurada del elemento sónico en las obras de los artistas. Las músicas experimentales aparecidas después de la Segunda Guerra Mundial tales como la música concreta, la electrónica y la aleatoria potenciaron las esculturas sonoras, las instalaciones sonoras y el audioarte, entre otras prácticas que empezaron a fructificar desde los años 50 hasta nuestros días.

La música de las ciudades pasa a ser, desde entonces, un foco de interés no solo por los músicos canadienses del paisaje sonoro como R. Murray Schafer sino también para artistas de distinta procedencia que empiezan a construir las denominadas esculturas sonoras. Estas que se componen de instrumentos, estructuras o grabaciones que posibilitan nuevas prácticas de ejecución y nuevas maneras de escuchar y participar interactivamente con la música, a fin de que nuestra capacidad auditiva y visual se amplíe y encuentre nuevas fuentes sonoras y nuevos contextos en los que escuchar una determinada «música».

Consecuentemente, es importante tener presente que las esculturas sonoras nacen de una praxis compartida entre la experiencia artística, la experiencia estética y la experiencia acústica, tomando como premisa básica la esencia de los instrumentos musicales para explorar formas capaces de producir inesperados resultados sonoros y visuales en los oyentes y en los propios artistas. Es, por así decirlo, una experiencia imago-acústico-estética que te lleva a descubrir o a redescubrir unas partituras gráficas sonoras en la ciudad o lugar en el que habitamos. Para echar luz sobre este tema podemos remitirnos a distintos ejemplos que creemos sobresalientes para ver cómo lo sonoro ha interactuado con la ciudad creando su propia música.

En primer lugar, nos remitiremos a las esculturas sonoras de los hermanos François y Bernard Baschet. Estas son esculturas o instrumentos instalados en diferentes ciudades, tanto en espacios externos e internos públicos y privados, de todo el mundo, con la finalidad de que el usuario experimente el hecho de ser músico. Las estructuras musicales Baschet van destinadas al gran público. Con este proyecto interactivo se quiere que cualquier persona pueda “subir al escenario” y tocar las esculturas sin que deba tener conocimientos musicales. Lo que prima en lo experiencial por parte del público es lo artístico, que no se sienta limitado ante la posibilidad de experimentar, que se incluya en el acto musical. Tocando las esculturas accede a un resultado sonoro, a partir de la toma de contacto con el material y la forma que tienen las esculturas. La base estética de esta aproximación del arte al público se genera a partir de la creencia de que todo el mundo tiene un sentido lúdico. El arte no se concibe desde el punto de vista de su sacralización sino desde el punto de vista de su capacidad de generar una empatía con los que la observan y miran con ganas de tocarlos.

En segundo lugar, haremos referencia a los conciertos de campanas de Llorenç Barber . Los conciertos de ciudades o los también conocidos como Ciudadanos Conciertos de Campanas han representado una aportación destacable a la hora de utilizar un patrimonio urbano, los campanarios, como instrumentos que han posibilitado realizar conciertos únicos e irrepetibles en los que el tiempo ha sido el elemento común y el espacio el elemento divergente. Cada ciudad tiene una orografía distinta y los campanarios una sonoridad concreta. Los códigos de sus sonidos han permitido acercar el pasado a la contemporaneidad de las calles, de las plazas, de los rincones más emblemáticos de una urbe. En los conciertos el individuo vive continuamente inmerso en los sonidos emitidos por diferentes focos espaciales que le transmiten una memoria individual y colectiva. El oyente puede seleccionar la escucha y descubrir el espacio a partir del oído. Los campanarios son los instrumentos y la ciudad una gran resonador.

Y por último, y en tercer lugar, no podemos olvidar las esculturas sonoras de Bill Fontana o la recuperación del sonido y de los ruidos que se han perdido en viejas estaciones de trenes, edificios abandonado…, en las grandes ciudades que, gracias a la grabación que ha realizado el artista de sus sonidos propios o impropios, pueden volver a habitarlos. Las obras de Fontana responden a la voluntad de expandir las esculturas buscándoles un nuevo lugar donde resonar. Cada uno de los sonidos de un espacio concreto dentro de un mismo contexto conserva su propio campo sónico. El multiperspectivismo de los sonidos es uno de los objetivos estéticos que ha perseguido este artista en ciudades como Nueva York, San Francisco, Berlín, Colonia, París, Amsterdam, Estocolmo, etc.

El proceso de democratización que se vivió a raíz de la posmodernidad tuvo unas consecuencias que repercutieron en el papel del usuario de arte y en el papel del contexto artístico. La inclusión del usuario (término hartamente utilizado hoy en día en cualquier proyecto artístico y social) y la consideración de que las salas de exposiciones pueden ser las mismas calles o plazas, implica que lo público está ganando terreno a lo privado, a pesar de que a las obras de estos artistas muchas veces se las califica de acontextuales. El término que aparece entonces alrededor de los años 1970 y que está en boga actualmente es el de «site-specific» que se refiere a un tipo de trabajo artístico específicamente diseñado para un lugar en particular, de lo que se desprende una interrelación única con el espacio y también una determinada carga semántica en función del lugar que ocupe o de los lugares que acojan una determinada obra. El contexto, el lugar, hará a la obra en cada momento. El espacio la determinará, tanto en su significado, como en su recepción estética.

La ciudad siempre ha sido un constante emisor de signos, de sonidos cambiantes que transforman la silueta acústica de sus calles, de sus plazas, de sus parques… Podríamos decir que hay una música de “la ciudad” (el del tráfico, el del pasar de sus gentes, el de los aviones…) pero difícilmente podríamos encontrar dos ciudades que tuvieran la misma música, es decir, sería imposible recrear dos ciudades con los mismos sonidos, los sonidos de “una ciudad” son particulares y únicos. Cada ciudad, según la hora del día, según la estación y según la cultura tiene un paisaje sonoro específico, como el de su skyline. Wolf Vostell, Marina Abramovic, Max Neuhaus, Isabel López Barrio, José Luis Carles y un largo etcétera también son ejemplos a tener en cuenta y que han partido de los estudios acústicos de las ciudades para elaborar distintos paisajes sonoros con esta conciencia.

Esculturas sonoras de los hermanos Baschet
Esculturas sonoras de los hermanos Baschet

Para mayor información:

POLO PUJADAS, Magda; «Esculturas sonoras y paisaje urbano», en Miguel Ángel Chaves Martín (ed.); Ciudad y artes visuales, Madrid: Universidad Complutense de Madrid, 2016. ISBN: 978-84-617-5583-7, pp. 311-312.

El espacio público: ¿un ingrediente de la precariedad urbana?

En las últimas décadas se ha puesto de relieve que el espacio público es un componente esencial de la calidad de vida urbana. Su condición de lugares de interacción social, de expresión comunitaria y de identidad vecinal, visible en el apego de los ciudadanos hacia sus plazas y parques, así lo corroboran. El interrogante que aquí se plantea es: ¿pueden también estos ámbitos de vida colectiva actuar como factores en el reforzamiento de la precariedad urbana? El análisis en las periferias desfavorecidas de Santa Cruz de Tenerife (Canarias) trata de realizar alguna aportación sobre ese particular.

La forma, función y significados ciudadanos del espacio público es una manifestación más de los desequilibrios territoriales. La ruptura es evidente entre los lugares de relación social que constituyen elementos centrales del urbanismo, de la cultura y de la ciudadanía urbana y los que no facilitan la convivencia e integración vecinal y resultan pobres en la generación de sentido de pertenencia. En el marco del urbanismo neoliberal la producción del espacio público apunta en esta última dirección, tanto en aquellos lugares que canalizan la mayor parte de las inversiones públicas, al insertarse en las estrategias de competitividad y marketing urbanas, como en los identificables en las áreas socialmente más vulnerables, escasos en cantidad y de ínfima calidad. En efecto, la potenciación de los espacios públicos apropiados para el posicionamiento de la ciudad en el mercado global es simultánea a su desatención en periferias desfavorecidas, donde la situación de los lugares de relación vecinal puede convertirse en un factor añadido a su vulnerabilidad social.

Un indicador de la vitalidad de la sociabilidad comunitaria es la frecuentación, el número y la diversidad de usuarios de los espacios públicos. Su limitado valor como ámbitos compartidos de convivencia en las zonas no centrales de la ciudad de estudio se evidencia al comprobar la baja presencia de usuarios y el predominio de unos grupos en detrimento de otros. Los varones frecuentan los lugares de relación más que las mujeres y son significativas las ausencias tanto de los jóvenes como de los mayores en unos espacios que no parecen responder de modo satisfactorio a sus necesidades.

Las plazas y parques de estos barrios precisan intervenciones que mejoren su calidad y subsanen su actual carencia de vegetación, su pobre mobiliario, reducida accesibilidad y escaso mantenimiento y los transformen en centros efectivos de sociabilidad. No es solo una cuestión de mejoras dotacionales, sino también es necesaria una dinamización social que haga posible que ocupen una posición destacada en la vida diaria de los residentes y ayuden a fortalecer su sentido del lugar. Ello motivaría una mayor frecuentación y estimularía la convivencia vecinal, la integración y el reforzamiento de vínculos comunitarios.

Espacios públicos de la periferia urbana de Santa Cruz de Tenerife. Fuente: el autor.
Espacios públicos de la periferia urbana de Santa Cruz de Tenerife. Fuente: el autor.

La calidad del espacio público en las diferentes áreas de la ciudad es uno de los testimonios de los procesos de segregación existentes y, a la vez, contribuye al reforzamiento de la precariedad y a su perpetuación en los barrios desfavorecidos. Un papel fundamental es el que debe jugar la administración para garantizar ese derecho ciudadano, pues la vulnerabilidad de estas periferias urbanas no solamente radica en sus dificultades económicas y sociales, sino también en las carencias materiales de sus espacios cotidianos de vida. Por tanto, desde esta perspectiva, la mejora de la calidad del espacio público en estas áreas se postula como un requisito fundamental para conseguir una ciudad menos segregada y en la que no imperen únicamente las dinámicas del mercado que tienden a favorecer a los sectores sociales y urbanos mejor posicionados.

Para mayor información:

García-Hernández, Juan Samuel. “El espacio público en periferias desfavorecidas: Añaza y Santa Clara paradigmas de vulnerabilidad socioespacial en Santa Cruz de Tenerife”. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, 2017, vol. XXI, nº 571. Disponible en <http://revistes.ub.edu/index.php/ScriptaNova/article/view/19719/22055>

Juan Samuel García-Hernández es Licenciado en Geografía e Investigador Predoctoral en el Departamento de Geografía e Historia de La Universidad de La Laguna.

¿De quién es la memoria de los Centros Históricos mexicanos?

Dr. Raymundo Ramos Delgado*
Dr. Carlos E. Flores Rodríguez**

Turismo de masas, redituabilidad financiera, segregación o gentrificación, son problemas consecuentes de un mismo fenómeno: la mundialización de los lugares históricos de la mayoría de las ciudades. Sin embargo, la uniformización, tematización o puerilización de sus contenidos y elementos identitarios, son problemas tan sólo de algunos. De eso va el texto. Reflexionar sobre las consecuencias de la gestión de los Centros Históricos (CH) provincianos del México contemporáneo.

La ciudad de Tepic en 1881 y la delimitación del Centro Histórico de 1989 (línea roja).
La ciudad de Tepic en 1881 y la delimitación del Centro Histórico de 1989 (línea roja).

Los problemas de los CH mexicanos tienen diversos orígenes. El más trascedente, por su importancia y peso, es el rol del Estado mexicano y sus instituciones. Considérese que, particularmente tales CH, se han decidido como contenedores de una idílica historia nacional proyectada en sus construcciones patrimoniales. Considérese también que hay un Instituto de alcance nacional, el de Antropología e Historia (INAH), creado con la intención de resguardar la herencia cultural de México, y que algunas de sus atribuciones se han extralimitado autonombrándose garantes de la conciencia nacional, atentando lo que pretende proteger: definir lo que es patrimonio y, en consecuencia, la identidad de una ciudad.

Tepic como ejemplo

Entre 1987 y 1993, en Nayarit, México, se decretarían algunos instrumentos jurídicos para proteger su patrimonio edificado. Entre otros eventos se delimitó el CH de Tepic, ciudad de origen virreinal y capital del estado. El único requisito para tal delimitación era la temporalidad, o sea, que toda traza y edificación contenida debería contar con, al menos, cien años, algo que, intencionadamente, se incumplió, generando, entre otras cosas:

  1. Exclusión de las periferias urbanas de finales del siglo XIX.
  2. Invisibilización de más de un millar de inmuebles centenarios, particularmente de manufactura tradicional.
  3. Displicencia del INAH en la búsqueda y establecimiento de la corriente estilística preponderante del CH: el historicismo europeo.
  4. Trivialización de dicha corriente ecléctica al designarla, para simplificar, llanamente estilo colonial.
  5. Sobrevalorización y apego a tal estilo al idealizarlo como referente urbano.
  6. Invento de un provinciano falso histórico, con la obligatoriedad institucional de su imitación.

El doble colonialismo

Si hay un elemento que refleje la complejidad, el dinamismo y las formas de pensamiento de una ciudad son sus edificaciones: la arquitectura como producto-objeto; pero lo es aún más la manera en cómo se llega a ella: los procesos-sujetos que la posibilitan.

Precisamente el proceder descrito ha creado un desacuerdo entre instituciones y particulares. Los dueños de los inmuebles catalogados, así como los de las parcelas aún vacantes, están sometidos a restricciones que van más allá de la competencia institucional y de los planes respectivos. Con el discurso de protección, discrecionalmente se les impone una “integración” meramente, decorativa, escenográfica, por medio de igualdad de alturas, volúmenes, vanos, colores e inalcanzables sistemas y materiales constructivos. Ello ha provocado una tematización y una museificación acorde a un imaginario institucional y una finalidad turística.

Pero la obligatoriedad estética no es lo único. Debido a su expansión y a la flecha del tiempo, la reconfiguración del paisaje del CH de Tepic se ha legitimado socialmente, recolonizando –consecuentemente- la memoria colectiva al producir nuevos iconos arquitectónicos fundados en simulaciones.

Colonizando y conquistando lo colectivo

En efecto. Si a esta hegemonía institucional se le suma la actitud pasiva de los ciudadanos y organismos colegiados, la ecuación para la impronta se completa. Particularmente estos últimos, al igual que las instituciones educativas de enseñanza de arquitectura locales, históricamente han tenido una permisividad propia de posturas clientelares y corporativistas.

Así, luego de casi tres décadas de este ejercicio, es posible advertir:

  1. Suplantación y adulteración del ideario, los saberes y la memoria colectiva.
  2. Primar al imaginario institucional y a una hegemonía de pensamiento.
  3. Banalización de aquella arquitectura no certificada institucionalmente.
  4. Coartar nuevas propuestas de diseño con la consecuente pérdida de la iniciativa y la diversidad urbana arquitectónica.
  5. Negación del derecho a la ciudad vertido en el derecho a producir y conducir su estética.
  6. Exclusión de habitantes y constructores de bajo poder adquisitivo al tornarse doblemente oneroso el falso histórico.
  7. Mermar el municipalismo.
  8. Incumplimiento de tratados internacionales como la Carta de Venecia.

El romanticismo dicho por Katzman y reafirmado por Sudjic, sigue válido. Que las capas constructivas de una ciudad son manifestaciones de que está viva, de ahí que se vuelvan tan valiosas como inoportunas. Todo empeño en no permitir cambios, por artificioso, además de decadente, denota arrogancia y, por lo mismo, ignorancia.

¡Larga vida institucional!

Para mayor información:
FLORES RODRÍGUEZ, Carlos E., RAMOS DELGADO, Raymundo. Lo colonial como fuente de autenticidad de los centros históricos de las ciudades mexicanas. El doble colonialismo. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de diciembre de 2017, vol. XXI, nº 579. 

*es funcionario de la Secretaría de Obras Públicas de Nayarit, y profesor adscrito al departamento de arquitectura del Instituto Tecnológico de Tepic, México. sokra72@hotmail.com

**es profesor adscrito al Área de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Nayarit, México. fcarlose@gmail.com

Dilemas do Turismo na cidade

Teresa Barata-Salgueiro*

O turismo cresceu consideravelmente nos últimos anos e diversificou-se. Em 2016 a procura turística mundial foi de 1235 milhões de pessoas, o que representa um aumento de 4%, 46 milhões, em relação a 2015. O turismo actual caracteriza-se por grande diversidade. A alteração nas características dos viajantes, nas motivações para a viagem e na sua vivência determinaram mudança nos destinos escolhidos e procura de alternativas à oferta hoteleira tradicional. A Airbnb e outras plataformas semelhantes favorecem a expansão de formas de alojamento mais próximas das vivências dos locais. Este texto trata do chamado alojamento local (AL), apartamentos para alugar por períodos curtos a turistas. Depois de analisar as transformações associadas à turistificação de Lisboa, chamo a atenção para o papel desempenhado pela mobilidade dos capitais e pelas políticas públicas nesse processo.

Falta de conservação, população envelhecida e valores de alugueres baixos contribuíram para a degradação de muitos edifícios do centro histórico de Lisboa que perde população desde 1980. Com as oportunidades de negócio no turismo e os incentivos à reabilitação urbana assistiu-se nos últimos anos a obras nos prédios e apartamentos destinados ao aluguer em AL. Os centros urbanos ganharam nova vida e animação, mas crescem as referências à presença excessiva do turismo, pelos problemas que acarreta para os residentes.

A turistificação evidencia também a agudização das desigualdades e respostas à crise. Estudos efectuados em Lisboa mostram que os detentores deste tipo de propriedades são relativamente jovens e, para muitos, a actividade representa o essencial do seu trabalho ou um complemento indispensável dos rendimentos.

Identificaram-se sinais de dualização e concentração na estrutura da propriedade dominada pelos que apenas possuem uma unidade (71% dos titulares com 34% das unidades) e os que exploram grande número (3,7% com 29% das unidades), com tendência para aumentar, em resultado da concorrência.

O AL tem uma fortíssima concentração no centro histórico de Lisboa (Fig 1). De facto, em 2017, havia 12,3 apartamentos turísticos por 1000 residentes na cidade, mas esse índice atinge 148 por mil no coração do centro histórico. Nesta área, pequenos apartamentos em edifícios sem elevador nem garagem rendem mais quando destinados ao turismo e saem do mercado normal do arrendamento. As casas para alugar escasseiam e os preços disparam. É quase impossível famílias de rendimentos baixos e médios terem agora acesso a um alojamento com localização central. Registaram-se também alterações nas condições de vida de muitos bairros. São constantes as referências ao ruído provocado por grupos de forasteiros fora de horas, a história de vizinhos forçados a abandonar as suas casas, ao comércio local que foi substituído por bares e lojas de artesanato.

Para se entender estes processos tem de atender-se às mudanças verificadas no turismo, e considerar também o papel que o imobiliário desempenha na acumulação do capital. A facilidade em negociar hipotecas sobre o imobiliário integra este sector na financeirização da economia e na circulação geral de capitais à escala internacional. Os territórios tornaram-se objecto de operações de investimento que concentram a procura em determinados locais, com consequência na subida de preços e obtenção de vultuosas mais-valias. Verifica-se interesse crescente de capitais estrangeiros por projectos de reconstrução de edifícios, com frequência destinados a habitação e uso turístico, tanto hotéis como unidades de AL.

As políticas públicas favorecem estas dinâmicas. Facilidades fiscais e de residência concedidas a não nacionais a troco de investimento, quase sempre no imobiliário, a aposta no turismo urbano como motor da economia, a política de incentivos à reabilitação urbana, acções de requalificação do património e do espaço público, de marketing e promoção da imagem urbana, bem como o crescimento da oferta cultural conjugaram-se para aumentar os turistas em Lisboa, como sucede em muitas outras cidades. A alteração da lei do arrendamento em 2012, com a liberalização do valor dos alugueres e a maior facilidade em cessar o direito do inquilino à habitação, facilitou a expulsão de muitas famílias de suas casas.

A turistificação das cidades é acompanhada de importante intervenção no edificado e no espaço público, crescimento das actividades económicas e do emprego, mas tem também efeitos perversos, porque reduz drasticamente a oferta de casas para arrendar, inflacionando o valor dos alugueres, nega o acesso ao lugar a residentes expulsos de suas casas e bairros, viola a privacidade e segurança de alguns edifícios e contribui para a descaracterização dos sítios. É objecto de controvérsia social e política e presença constante nos media. Muitas cidades têm tentado regular o AL fixando um limite de dias no ano para a ocupação do alojamento, exigindo licenciamento, limitando o número de licenças em certas áreas, alterando o regime fiscal. Não têm tido grande sucesso. Os estudos mostram que é necessário integrar o turismo tendo em vista uma cidade aberta à diversidade e à inovação mas socialmente inclusiva.

Para maior informação:

Barata-Salgueiro,T. Alojamentos Turísticos em Lisboa. Em: Scripta Nova.Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Universitat de Barcelona. 2017, vol. XXI, nº 578

* Professora da Universidade de Lisboa, IGOT, Instituto de Geografia e Ordenamento do Território.

Urbanismo y capitalismo modernos. El binomio detrás del ensanche de Lima.

Francisco Navarro Jiménez*

Hacia mediados del siglo XIX, en Europa florecieron las ciencias y técnicas modernas vinculadas a la organización de la ciudad, especialmente de las grandes capitales. En aquel contexto, los cascos antiguos y sus periferias en proceso de industrialización, se convirtieron en objeto de numerosos planes de reforma urbana y ensanche. Detrás de aquellas operaciones sobre la estructura espacial de las ciudades, se encontraban urbanistas, políticos y diversos agentes capitalistas.

En sus inicios las reformas urbanas estuvieron influidas, al menos en un nivel teórico, por la experiencia pionera del Barón Haussmann y las demoliciones del centro de París. Sin embargo, prácticamente ninguna de estas reformas se llevó a cabo fuera del territorio francés. Esto se debió a las limitaciones propias del modelo parisino. Pero también porque los contextos políticos nacionales, en los que unas y otras fueron concebidas, tenían diferencias sustanciales o se habían transformado para la segunda mitad del siglo a través de grandes acontecimientos bélicos o revolucionarios.

El desarrollo del capitalismo industrial también fue un factor determinante para el surgimiento de las nuevas formas de utilización del espacio central de las ciudades. La ecuación se completaba con la especulación sobre sus territorios periféricos, normalmente de vocación agraria. El modelo se articuló perfectamente con el paradigma liberal de la propiedad privada. Así, la sustitución del valor de uso del suelo, por su valor de cambio, constituyó un fuerte pilar para las sucesivas transformaciones urbanas.

Pero no todo quedaba allí. El modelo, casi ideológico, también generó detractores organizados que se convirtieron en actores centrales de los primeros conflictos modernos por la ciudad, como en el caso de los propietarios de predios en el centro de Barcelona. Los fracasos entre quienes plantearon reformas de saneamiento urbano, bajo el esquema de la demolición y la reedificación dentro de los cascos antiguos, fueron muchos, como por ejemplo el del puerto de Marsella, la compleja ciudad de Nápoles o el proyecto finisecular de Ángel José Baixeiras sobre el Casc Antic de Barcelona.

La haussmanización de París, tan denunciada por Walter Benjamin a inicios del siglo XX, contrastó con los conceptos urbanísticos del L´Eixample contenidos en el Plan Cerdá de 1859 para la ciudad de Barcelona. Lo mismo sucedió con el caso del Projecto de engrandecimento da cidade de Lisboa del año 1870. Ambos planes guardaron mayores similitudes con lo sucedido en la ciudad de Lima. En el caso de esta, el plan de ensanche no fue tan ambicioso ni tan elaborado como el proyectado por Cerdá. Sin embargo, podemos afirmar que la idea de una nueva forma de crecimiento urbano asociado a la Revolución Industrial y al poder burgués más allá de los límites espaciales de la antigua muralla, se encontraban presentes en el proceso de modernización urbana de la capital del Perú.

Plano topográfico de la ciudad de Lima. Modificado y aumentado con nuevos cuarteles, manzanas, calles, alamedas y edificios públicos, 1872, Bajo la dirección del ingeniero Luis Sadá. Fuente: Catálogo de mapas y planos de la Biblioteca Nacional del Perú.
Plano topográfico de la ciudad de Lima. Modificado y aumentado con nuevos cuarteles, manzanas, calles, alamedas y edificios públicos, 1872, Bajo la dirección del ingeniero Luis Sadá. Fuente: Catálogo de mapas y planos de la Biblioteca Nacional del Perú.

Las transformaciones del área central y periférica de Lima comenzaron a tomar forma a partir del Decreto de demolición de la muralla, firmado por el presidente José Balta en el año 1869. A ello se suma la aprobación de los Planos y proyecto del ensanche de la ciudad de Lima durante el año de 1871, atribuidos al ingeniero Luis Sadá y al arquitecto Manuel San Martín.

En Lima existía la necesidad de resolver de forma pragmática las problemáticas espaciales y demográficas derivadas de la densificación del tejido urbano. El paulatino asentamiento de los talleres protoindustriales, así como el aumento de la población en condiciones de hacinamiento y precariedad impuestas por la muralla, fueron claves para la apertura de la ciudad a través del plan de ensanche. Este plan, además de la construcción de una nueva ciudad en las afueras del casco antiguo, contemplaba la apertura de grandes avenidas y la inserción de redes de servicios urbanos.

En suma, podemos decir que en la ciudad de Lima existió una clara idea de ensanche, donde el casco antiguo se encontraba rodeado por una muralla, ésta se demolió, se planearon la apertura y alineación de nuevas calles y avenidas a través de un plano regulador. Las obras liberaron al núcleo fundacional de su encierro y permitieron el ensanche de sus límites espaciales a través de la urbanización, ya fuese en la forma de fraccionamientos habitacionales de pequeña propiedad privada, áreas fabriles, o nodos de transportes, plazas y alamedas dedicadas a las actividades seculares.

La apertura material del espacio también representó una ruptura con el pasado más tradicional de la ciudad y con el antiguo orden socio-espacial impuesto durante los siglos de la Colonia. Aquella ciudad surgida del ensanche, manifestó en su configuración espacial las nuevas formas del urbanismo y el capitalismo modernos. Quizá valdría la pena preguntarnos cuánto ha cambiado aquella lógica finisecular hasta nuestros tiempos.

Para mayor información:

NAVARRO JIMÉNEZ, Francisco Javier. Del derribo de la muralla a los tranvías electrificados: elementos para la modernización urbana de la ciudad de Lima, 1869-1910. Biblio3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 15 de mayo de 2017, vol. XXII, nº1.199. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-1199.pdf>. [ISSN 1138-9796].

*Francisco Navarro Jiménez es Licenciado en Geografía Humana por la Universidad Autónoma Metropolitana y Maestro en Historia Internacional por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, Ciudad de México.

La renovación hotelera en el punto de mira. Canarias como destino turístico maduro marca tendencia

Agustín Dorta Rodríguez*

La renovación hotelera dentro del panorama internacional está en el punto de mira. Turoperadores y especialmente usuarios turísticos observan con lupa las mejoras de las instalaciones turísticas en un sector muchas veces caracterizado por el inmovilismo y sobrepasado por la tendencia y la moda. ¿Cómo satisfacer una demanda insaciable que nunca se detiene y busca nuevas experiencias? Los destinos turísticos maduros lo tienen claro: renovando, única forma para superar la situación de obsolescencia y pérdida de competitividad que sufren. Las Islas Canarias, suponen un ejemplo de destino de masas español de referencia internacional, en el que desde hace algún tiempo se trabaja intensamente para modernizar algunas de lasváreas turísticas más envejecidas después de un largo tiempo de luces y sombras.

Si bien Canarias presenta una enorme diversidad en cuanto a destinos turísticos, es importante en el proceso de renovación edificatoria del sector de alojamiento de Puerto de la Cruz (Tenerife), un área turística pionera y consolidada de los años 60 que arrastra históricamente un pro­ceso paulatino de pérdida de competitividad. A pesar del gran potencial y reconocimiento histórico del destino, los resultados obtenidos desde los años 80 en cuanto a renovación del sector hotelero se refiere, nunca han sido muy halagüeños (más bien malos), revelando un importante déficit en mejoras, con reformas especialmente orientadas hacia la conservación y manteni­miento de las edificaciones turísticas con un carácter puramente paliativo. Un sistema basado en las “3p” (pintar, pavimentar y parchear) que ha puesto en la palestra las debilidades de un sector venido a menos.

Existen diversos factores que explican este proceso de depreciación(una normativa turística compleja con exigencias técnicas imposibles de cumplir para el sector, excesiva burocracia administrativa, falta de gobernanza, alta dependencia de turoperadores, problemas de inversión y financiación, altos costes de renovación, falta de incentivos reales, escasez de rentabilidad, modelos de negocio obsoletos, posicionamiento del destino equivocado, etc.) que ha llevado a Puerto de la Cruz a una absoluta situación de crisis turística y a la insostenibilidad de su modelo.

Sin embargo y a tenor de lo sucedido hasta fechas recientes ¿puede existir una resurrección turística en el sector hotelero? La respuesta es rotunda, sí.

Quizás para los más radicales, un destino como Puerto de la Cruz y un sector como el hotelero es difícilmente recuperable, pero lo cierto es que a medida que se ha ido avanzando en el tiempo, dejando atrás la fuerte crisis económica y especialmente, después de “tocar fondo”, solo se puede esperar crecer en positivo. El punto de inflexión lo encontramos en la constitución de la figura del Consorcio de Rehabilitación Turística de Puerto de la Cruz hace una década, ente público (con participación de varias administraciones) auspiciado y creado por la necesidad de tomar las riendas de áreas turísticas en situación K.Oy que parece haber generado un cambio de tendencia y visos de esperanza para el destino Puerto de la Cruz y particularmente para el sector hotelero. Desde el punto de vista de la nueva gobernanza turística, los resultados tendrían que haber aparecido ya, pero hay que tener en cuenta que un “proceso de renovación” conlleva, aparte de dinero, un compromiso firme y una buena dosis de paciencia.

Así, después de casi de diez años de trabajo del Consorcio, se ha empezado a desarrollar el Plan de Modernización, mejora e incremento de la competitividad turística (piedra angular donde se sostiene el nuevo modelo de ciudad Puerto de la Cruz) donde no solo se avanza en la modernización de la oferta de alojamiento turístico sino en la estrategia del destino con nueva marca y posicionamiento en el mercado nacional e internacional. De esta forma, junto a instituciones como Cabildo de Tenerife, Turismo de Tenerife, patronales hoteleras, Ayuntamiento y restantes actores privados, se viene trabajando para atajar de una forma contundente los problemas derivados del deterioro y obsolescencia del destino, con nuevos proyectos generadores de economía y con la decidida intención de modernizar la calidad de la oferta de alojamiento turístico.

Dada la firme voluntad de cambio de los diferentes agentes sociales y económicos, durante estos años se han firmado más de 30 convenios de proyectos de rehabilitación con el empresariado hotelero que se adaptan perfectamente a la demanda actual del turista del siglo XXI. Nuevos servicios y productos turísticos adaptados al espacio geográfico, novedosos modelos de negocio, aumentos de categoría, tematización y diferenciación hotelera, sostenibilidad y medio ambiente, etc., son algunas de las estrategias planteadas para la reinvención hotelera y la nueva carta de presentación del destino. Varios de estos proyectos de renovación se vienen ejecutando desde hace algunos años a través de diferentes fases y otros se sumarán en sucesivos años con el fin de ir aportando valor añadido al sistema turístico.

El tiempo determinara el éxito o fracaso de los mismos; pero sin lugar a dudas, ya existen evidencias y datos a través de estudios e informes de coyuntura turística del destino que confirman la mejoría de Puerto de la Cruz y el comienzo de su recuperación turística. Canarias sigue siendo foco y la tendencia al alza de la renovación hotelera se consolida como clave en todo este proceso.

Para mayor información:

DORTA RODRÍGUEZ, Agustín. El proceso de renovación de la oferta de alojamiento turístico en destinos consolidados: el caso de Puerto de la Cruz (1955-2009). Cuadernos de Turismo, 2016, Núm. 38, pp, 115-145. <http://revistas.um.es/turismo/article/view/271381/199741>

* Agustín Dorta Rodríguez es Doc­tor en Geografía por la Uni­ver­si­dad de la Laguna. Forma parte del grupo de investigación ReinvenTUR: renovación e innovación turística de la Universidad de la Laguna. Miembro de la Cátedra de Turismo CajaCanarias-Ashotel-ULL

La transformación de los barrios industriales tradicionales: necesidad, negocio y falsa nostalgia

Paz Benito del Pozo*

Observar la evolución de la estructura y la morfología de las ciudades medias que se industrializaron hace más de un siglo, obliga, casi sin querer, a fijar la atención en la transformación profunda de los viejos barrios industriales, que pasan de la ebullición humana y fabril al abandono, la degradación, e incluso la ruina. Tras un proceso más o menos largo de desindustrialización y pérdida de identidad, la mayor ventaja de estos barrios radica en su posición en la trama de la ciudad, que fue marginal o extraurbana y ahora resulta central y estratégica, un fenómeno que los agentes públicos aprovechan para ejecutar intervenciones urbanísticas drásticas. En el fondo, se actúa con un propósito no declarado: sustituir el modelo de ciudad industrial heredado por otro basado en la gentrificación, la oferta de suelo residencial de calidad y la concentración de actividades de nueva economía urbana (exposiciones y congresos, hoteles, centros comerciales, museos…) que se alojan en contenedores cuya estética, de rehabilitación o de nueva edificación, responde a una estrategia de marketing urbano.

Aunque en apariencia se respeta el legado de la industrialización histórica cuando existen fábricas, estaciones de tren o almacenes con algún tipo de protección (nivel del discurso político, adaptado a la creciente sensibilidad social hacia el patrimonio industrial y los paisajes urbanos heredados), la realidad del planeamiento urbano y de las intervenciones urbanísticas en estos barrios traslucen la concurrencia de intereses públicos y privados para transformar, con la lógica del mercado, un sector tradicional de la ciudad en un barrio nuevo, atractivo y de vanguardia, adaptado a las exigencias de la globalización y la competitividad urbana: la ciudad como negocio. Se puede afirmar que el espacio de vida y trabajo de los obreros industriales y ferroviarios se acondiciona ahora para una clase acomodada y exigente en términos de calidad urbana.

Esta política urbana tiene diversos frentes convergentes: uno, generar espacios residenciales de calidad ocupando los terrenos liberados por las industrias obsoletas que desaparecen y las infraestructuras ferroviarias desfasadas; dos, dotar a la ciudad de equipamientos terciarios que proyecten una imagen de modernidad que se asocia a vistosos edificios con diseño de vanguardia y/o a la alta velocidad ferroviaria y los espacios intermodales; y tres, impulsar funciones que cualifican y mejoran la competitividad en un entorno metropolitano que supone un desafío permanente y que obliga a ser creativos a los promotores urbanos, con propuestas que van desde museos singulares y edificios para grandes congresos hasta auditorios y recintos feriales.

La vieja fábrica de azúcar Santa Elvira de León está siendo adaptada a usos de palacio de congresos en un contexto de transformación radical del barrio ferroviario en el que se localiza. Foto de la autora.
La vieja fábrica de azúcar Santa Elvira de León está siendo adaptada a usos de palacio de congresos en un contexto de transformación radical del barrio ferroviario en el que se localiza. Foto de la autora.

Entre los objetivos que animan la renovación de los barrios industriales hay que destacar el turismo urbano, una función emergente que viene a reemplazar, en parte, a la industria decimonónica en términos de oportunidad. Se trata de un fenómeno relevante desde el punto de vista de la geografía urbana y que tiene efectos positivos para el conjunto de la ciudad, pues difunde hacia espacios marginales y desatendidos acciones de mejora urbana (mejoras de tipo dotacional, ambiental, de movilidad y accesibilidad…), a la vez que libera de presión a las áreas centrales consolidadas, saturadas y sin lugar para la expansión de usos alternativos, ni condiciones para asumir nuevas funciones. En relación con esto, son numerosos los ejemplos de fábricas rehabilitadas para usos acordes con el turismo y la captación de todo tipo de visitantes, una acción que se proyecta desde la esfera oficial como exponente del respeto por la herencia industrial y sus señas de identidad, aunque en la mayoría de los casos no se salvaguarda la esencia ni la memoria que dichas fábricas representan. Es lo que podemos llamar el falso discurso de la patrimonialización.

En conclusión, las ciudades medias que tuvieron en el ferrocarril y en la industria tradicional su oportunidad para crecer y consolidarse como un centro de actividades dinámico y organizador de un territorio de escala supraurbana, según el patrón clásico del industrialismo, encuentran hoy en los recursos liberados por la desindustrialización una oportunidad para regenerar la trama urbana, mejorar la conexión entre barrios, diversificar funciones y adquirir una imagen de ciudad moderna y competitiva. Un proceso no exento de luces y sombras (la especulación y el negocio impiden que realmente se logre un modelo de ciudad que supere los lastres del pasado) y que exige una gobernanza honesta y respetuosa con el interés general de los ciudadanos, buscando el equilibrio entre la necesaria transformación a la que toda ciudad está sometida, y los intereses de los agentes que protagonizan los cambios: bien porque son responsables de la planificación urbana, bien porque invierten recursos financieros, públicos o privados, que apoyan las nuevas funciones de la ciudad.

Para mayor infor­ma­ción:

BENITO DEL POZO, Paz; DIEZ VIZCAÍNO, Francisco. Estrategias de renovación de barrios industriales en ciudades medias españolas. La experiencia de León. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 15 de marzo de 2017, vol. XXI, nº 560. [ISSN: 1138-9788].

* Paz Benito del Pozo es profesora titular de Geografía Humana en la Universidad de León (España) y directora del Grupo de Investigación INVESTER.

La crítica al modelo Barcelona en La Veu del Carrer

*Horacio Capel

A partir de las reformas que se hicieron en los años 1980, Barcelona se convirtió en un modelo valorado en todo el mundo, y especialmente en muchas ciudades de países iberoamericanos. Hasta tal punto que incluso se tomó críticamente a broma, como lo muestra la creación en 2003 de una revista satírica en Buenos Aires cuyo título es Barcelona. Una solución para los problemas de los argentinos.

Pero desde hace veinticinco años el discurso de ese modelo Barcelona sería cuestionado por diversos autores y, especialmente, por la revista La Veu del Carrer, fundada en 1992, y vinculada a la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB).

En marzo de 2017 acaban de celebrarse los 25 años de la fundación de esta revista, que ha sido durante este periodo una de las voces críticas fundamentales de la ciudad de Barcelona. Ha sido dirigida durante todo este tiempo por el periodista Andrés Naya (contando con la colaboración como codirectores de Eugenio Madueño y de Marc Andreu), y ha conseguido la colaboración desinteresada de hasta un millar de periodistas, académicos y técnicos (de arquitectura, urbanismo, economía, geografía, sociología, historia, medicina y otros), profesionales, diseñadores, grafistas, maquetistas y dibujantes; además de numerosos ciudadanos comprometidos con los problemas de su ciudad.

Durante estos veinticinco años Carrer ha mantenido una actitud crítica sobre todos los problemas de Barceñpma, realizando denuncias contundentes sobre la falta de políticas de vivienda, sobre los planes para construir nuevos hoteles, sobre la especulación urbanística, sobre la permisividad hacia los intereses inmobiliarios, el peligro de las antenas de telefonía móvil, la contaminación y la densidad de tráfico y sobre prácticamente todos las cuestiones que se han suscitado en Barcelona. La colección completa de los 143 números publicados está disponible en Internet

en la web de la FAVB <http://www.favb.cat/carrer>

El número conmemorativo de los 25 años se ha dedicado a “La ciudad del futuro”, con la pregunta concreta: “¿Hacia donde vas Barcelona?”.

Incluye más de cuarenta artículos, agrupados en varias secciones: la ciudad democrática, el espacio público, el vecindario, la economía y trabajo, los derechos sociales, la vivienda, y la ciudad sostenible. A lo largo de sus cuarenta páginas se reiteran diagnósticos críticos sobre los problemas que continúa teniendo la ciudad, o que incluso se han agravado en estos 25 últimos años como consecuencia de la aplicación de políticas neoliberales, y se hace un cuestionamiento del llamado ‘modelo Barcelona’. También se expresan deseos para la ciudad de hacia 2040. Éstos se pueden resumir en la idea expresada en uno de los artículos: “Soñamos otra ciudad, al servicio de las clases populares”; a lo que se debe añadir que, como se defiende por numerosos autores, esos deseos no son inalcanzables, sino realidades posibles.

Esos deseos se expresan concretamente haciendo propuestas para que Barcelona sea una ciudad más sostenible, justa y habitable, menos contaminada, limpia de corrupción, con menor poder de los grandes propietarios urbanos y corporaciones financieras e inmobiliarias, limitadas por contrapoderes vecinales. También que se conserve el patrimonio y la memoria, con menos turismo, con equipamientos más versátiles y polivalentes, que no expulse a su población hacia la periferia del área metropolitana, más acogedora con los refugiados de todo tipo, con nuevas formas de organización democrática del trabajo y economía social y solidaria, que asegure el derecho general de agua, saneamiento, energía salud y vivienda..

En este número se valoran las luchas vecinales que tratan de conseguir reivindicaciones sociales y que tienen un altavoz en Carrer. El futuro depende de la capacidad de respuesta, que ayude a consolidar nuevas formas de organización más democráticas y participativas. Lo importante es que en los artículos se citan numerosos ejemplos de iniciativas nuevas, que tienden hacia la colaboración y la solidaridad; y se hacen preguntas sobre cómo transitar desde la pesadilla de la ciudad capitalista actual a otra totalmente distinta, cooperativa, mutualista, comunitaria,

Sin duda se puede cambiar el mundo a partir de la defensa de nuestra ciudad y de nuestro barrio. Las medidas locales pueden ser imitadas y seguidas en otros lugares, extendiéndose con fuerza. Por eso tienen tanta importancia la reflexión sobre las luchas vecinales de Barcelona y las alternativas que se ponen en marcha en esta ciudad, al igual que en las otras de todo el mundo. Lo que hace falta es consolidar sistemas de difusión de estas experiencias, y de reflexión sobre ellas; así como de intercambio y de colaboración solidaria entre las ciudades.

Para mayor información:

La ciutat del futur. Barcelona, cap a on vas? Monogràfic especial de 25 anys de Carrer. La Veu del Carrer. Barcelona: Federació d’Associacions de Veïns de Barcelona, mars 2017, nº 143. 40 p. <http://www.favb.cat/carrer/la-ciutat-del-futur>.

CAPEL, Horacio. Barcelona, una solución para los problemas del mundo. Scripta Vetera. Edición Electrónica de Trabajos Publicados sobre Geografía y Ciencias Sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, nº 126. <http://www.ub.es/geocrit/sv-126.htm>. [ISSN: 1578-0015].

*Horacio Capel es profesor emérito de la Universidad de Barcelona.

¿Qué hacemos con la Cárcel Modelo de Barcelona?

Pedro Fraile

Seguramente esa pregunta se la ha hecho mucha gente desde que circula la noticia de su pronto desalojo y desaparición. Para muchos es una especie de mal sueño, una pesadilla llena de recuerdos amargos y reminiscencias de épocas dolorosas. Desde ese punto de vista, probablemente se considerará que lo mejor es derribarla y que no quede ni rastro de lo que fue un símbolo del franquismo y de la represión.

Sin duda se trata de una opinión respetable y muy comprensible, pero también se podría aducir que muchas catedrales se construyeron con el sudor de campesinos o artesanos que tuvieron que contribuir con su dinero o su esfuerzo. Seguramente se argumentará en contra que también les ofrecían un cierto consuelo espiritual. Sin duda se podrían multiplicar los ejemplos de construcciones que hoy contemplamos con respeto y admiración, e incluso se han convertido en una atracción turística, pero que se elevaron a costa de los sacrificios exigidos, a veces con violencia, a los más débiles.

Por otra parte, de un edificio no sólo nos interesa su calidad arquitectónica, que la cárcel Modelo tiene, sino también que nos explique cosas, que nos hable del pasado y nos ayude, por tanto, a entender el presente y a diseñar estrategias para orientar el futuro en una u otra dirección.

De todos modos, tal como se ha dicho, la Modelo de Barcelona, diseñada por Salvador Vinyals y Josep Domènec i Estapà tiene un gran valor arquitectónico. Recordemos que a sus artífices debemos, entre otros edificios, el del Hospital Clínico de Barcelona o el del Palacio de Justicia del Paseo Lluis Companys y, seguramente, nadie propondría demolerlos hoy

Esta estructura estrellada, que en el imaginario colectivo europeo suele estar vinculada a la idea del encierro, con un centro al que, sin saber muy bien por qué, le atribuimos un poder especial, tiene una larga historia que comenzó en el Renacimiento, cuando las ciudades se fueron convirtiendo en un hervidero de marginados que llegaron a ser un serio problema, tanto sanitario como de orden público y, para afrontarlo, se recurrió al encierro de estos menesterosos, que pululaban por calles y plazas, en una institución que recibió diferentes nombres, como Hospital, Casa de Misericordia, etc. Eran los primeros experimentos disciplinares.

Figura 1: Ospedale Maggiore de Milano de Antonio Averlino (Filarete). Planta y sección.
Figura 1: Ospedale Maggiore de Milano de Antonio Averlino (Filarete). Planta y sección.

El Ospedale Maggiore de Milán, diseñado por Antonio Averlino (Filarete), con su planta de cruz griega, se convirtió en el arquetipo arquitectónico que tuvo vigencia durante mucho tiempo. En este establecimiento el centro tenía un papel simbólico de la mayor importancia. En España hay algunos ejemplos, de la época de los Reyes Católicos, de estas instituciones, como podría ser el Real Hospital de Santiago de Compostela, hoy convertido en Parador Nacional.

Pero a finales del quinientos, un clérigo, Miguel Giginta, cambió el sentido de esta planta al convertir el crucero en un puesto de vigilancia. Un médico, Pérez de herrera, propuso, además, establecer un sistema de clasificación por alas, con lo que, a finales del siglo XVI, ya tenemos, de manera esquemática, el sistema de encierro radial que conocemos.

Pero las ideas prosperan cuando las condiciones sociales están maduras y todavía no se había construido el discurso, que luego vendrá de manos de la Ilustración, sobre la pena ni sobre la privación de libertad como castigo. Eso sí, mientras tanto, aumentaba el número de radios, en este tipo de edificios, como podría ser el modelo de Hospital propuesto por A. Desgodets a finales del seiscientos.

Figura 2. Proyecto de Hospital de A. Desgodets. Finales siglo XVII
Figura 2. Proyecto de Hospital de A. Desgodets. Finales siglo XVII

La historia de las prisiones es larga y compleja pero, simplificando, podríamos decir que la reflexión ilustrada incentivó el pensamiento sobre lo carcelario, ambiente en el que germinó el conocido Panóptico de Bentham, reinventando la vigilancia central y poniendo el acento en su potencial disciplinador, aunque ya se había propuesto casi doscientos años antes.

Pronto, la voluntad de economizar espacio y la búsqueda de establecimientos de fácil ampliación llevó hacia la estructura radial que, de manera muy confusa, algunos han bautizado como Sistema Filadelfia, por la cárcel allí construida que, por cierto, fue diseñada por un arquitecto inglés, John Haviland, que hizo lo que estaba viendo en Europa.

Figura 14. Prisión de Filadelfia, por John Haviland
Figura 14. Prisión de Filadelfia, por John Haviland

La Cárcel Modelo de Barcelona, inaugurada en 1904, es un ejemplo extraordinario de esta trayectoria discursiva y edificatoria, con un valor arquitectónico indiscutible y con una estructura central de hierro muy avanzada para su tiempo. Por otro lado, sería un error contemplarla exclusivamente como una rémora de franquismo, pues lo precedió en muchos años.

Por todo ello es importante su conservación y, por supuesto, abrir un amplio debate en torno a los posibles usos de tan magnífico edificio.

Para mayor información:

Fraile, P.: Arquitectura, espacio y control: morfologías, ciudades y vigilancias (siglos XVI-XVIII). In Casals, V.; Bonastra, Q. (eds.): Espacios de control y regulación social, Barcelona: Eds. del Serbal, 2014, p. 19-44.

Fraile P.: Sobre los orígenes de la arquitectura penitencia, Almacén de derecho, 2016, (http://almacendederecho.org/los-origenes-la-arquitectura-penitenciaria/ )

Pedro Fraile es Catedrático de Geografía Humana en la Universidad de Lleida

Las supermanzanas de Barcelona un nuevo viejo proyecto

Carles Carreras Verdaguer

Desde el gabinete de prensa de la Universitat de Barcelona me solicitaron participar en un programa de la BBC sobre las supermanzanas de Barcelona. El programa ya está grabado y se emitirá durante las primeras semanas de 2017. Me llamó la atención que la BBC se interesara por proyectos municipales de la ciudad; pero sobre todo me preocupó que un medio de comunicación extranjero trabajara un tema sobre el que yo mismo, estudioso de la Geografía urbana, no sabía casi nada más que los ecos de unas breves noticias de prensa sobre el descontento de los vecinos ante el proyecto piloto de la supermanzana del Poble Nou.

Cuando se declara que ha habido poca información no queda otro remedio que estar de acuerdo, sin poner por ello en duda los esfuerzos que haya hecho en este sentido el ayuntamiento de Barcelona. El sitio web municipal contiene toda la información, muy completa y actualizada para que cualquiera pueda conocer, entender y opinar sobre el tema de las supermanzanas. Probablemente a nivel de calle en las áreas afectadas también se han realizado acciones y, en algunos casos, sobre todo en el del Poble Nou, diversas reuniones in situ desde el año 2015, cinco al menos, que son las que generaron las noticias periodísticas. Pero es evidente que la información en red no es nunca suficiente, aunque al mismo tiempo pueda parecer excesiva.

Cualquiera puede encontrar así en la web local información sobre las doce supermanzanas previstas hasta ahora, en nueve de los diez distritos municipales; el de Ciutat Vella, lógicamente no tiene prevista ninguna actuación de este tipo. La de Sarià-Sant Gervasi, que completaría el número 13, no está aún definida y de las doce, dos no cuentan aún con el dossier de diagnóstico. Estos dossiers contienen una información estadística, cartográfica y política muy amplia, realizada por la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona (consorcio público entre el ayuntamiento, el área metropolitana y la diputación creado en el año 2000), bajo la dirección del biólogo y psicólogo Salvador Rueda. Solamente con estos datos ya puede entenderse que el proyecto de las supermanzanas no es tan nuevo como algunos puedan pensar.

Las supermanzanas se ajustan muy bien a la trama del Eixample; al igual que otro de los grandes proyectos recientes de la Agencia de Ecología Urbana: la nueva red de autobuses. Ildefons Cerdà (1815-1876) había previsto para Barcelona una nueva ciudad igualitaria, equilibrada, geométrica y bien comunicada cuando aún no existía ni el concepto del transporte público. Pero tras el nacimiento oficial de la planificación urbana, los planteamientos cambiaron de forma substancial. Precisamente Le Corbusier (1887-1965), el principal instigador de esta nueva disciplina, cuando a principios de los años 1930 se planteó el que se llamaría Pla Macià para la ciudad, propuso ya este concepto de supermanzana. En aquel momento pretendía agrupar las manzanas del Eixample con la construcción de grandes bloques exentos, que albergaban mucha vivienda y liberaban mucho suelo. La Casa Bloc de Sant Andreu conserva vivo el recuerdo de aquella propuesta nunca realizada. Pero la idea estaba lanzada y nada menos que por el instigador del movimiento moderno y redactor de la carta fundacional de la planificación urbana.

En el plan municipal las supermanzanas se definen como una unidad urbana mayor que una isla o manzana de casas, pero más pequeña que un barrio, con calles pacificadas al tráfico. Los objetivos de su implementación son básicamente cuatro: una movilidad más sostenible, la revitalización del espacio público, el fomento de la biodiversidad y el verde urbano y la integración de los procesos de gobernanza, aumentando la participación ciudadana. El calendario de implantación es en 2016 elaboración y priorización de las propuestas; entre 2017-18 la programación, la aprobación del presupuesto y su ejecución; y, finalmente en 2019 la valoración.

Pero todo el proyecto se enmarca en una propuesta más general que enlaza también con uno de los principios básicos de la planificación urbana moderna de Le Corbusier: la jerarquización del tráfico. En efecto, el mapa que presenta el proyecto en el sitio web del ayuntamiento define muchas más supermanzanas que las que se desarrollan en estos momentos al indicar las vías de primer orden, de tráfico urbano rápido, que cruzan la ciudad en diversas direcciones. Se dibuja una red en gran parte ortogonal, con densidades distintas y una cierta irregularidad en las áreas que no tienen el trazado del Eixample, parecida a la nueva red de autobuses con la que se emparenta, que tienen que asegurar la conectividad de las actividades y personas en tiempo rápido que sostienen la economía urbana. Las intervías, que en el plano de Cerdà diseñaron sus conocidas manzanas, marcan aquí todas las posibles supermanzanas de tráfico lento y pacificado y ritmo doméstico y cotidiano.

No se trata por tanto de un proyecto inmediatista y politizado, sino de lo que puede considerarse una auténtica tradición urbana barcelonesa que traspasa coyunturas y visiones partidistas. Quizás un elemento para el debate sería si esas ideas originadas con la primera planificación urbana de principios del siglo XX pueden ser de aplicación en la actualidad, un siglo más tarde. Desde la Geografía urbana y de la Planificación territorial se debe participar en este debate siguiendo al invitación del propio ayuntamiento. Con este tipo de participación y las más concretas de los ciudadanos y ciudadanas que viven la realidad cotidiana de la ciudad se conseguirá entender, comprender, profundizar e, incluso, cambiar algunos o todos los aspectos de este proyecto.

Carles Carreras i Verdaguer es catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Barcelona

Mapa de las supermanzanas de Barcelona

Ayuntamiento de Barcelona
Mapa de las supermanzanas de Barcelona
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