La educación de la población rural del Noroeste Argentino: escasez de activos en un contexto de cambio.

Juan José Natera Rivas*

No cabe duda de que el nivel de instrucción de la población es una variable importante que le permitirá, entre otras cosas, aumentar sus posibilidades de integrarse de manera legal en el mercado de trabajo, optar a mejores puestos en éste, o excluir a su hogar de la pobreza. Por ello, no debe extrañar que precisamente uno de los Objetivos del Milenio de Naciones Unidas fuese lograr la escolarización primaria universal. Por otro lado, los niveles de instrucción son diferentes según correspondan a población rural o a urbana, siempre a favor de ésta última; una diferencia que aumenta su relevancia en un contexto en el que lo rural es cada vez menos lo agrario, al tiempo que para dedicarse a su actividad los agricultores de hoy precisan contar cada vez con más conocimientos.

El NOA (Noroeste Argentino) no es una excepción a todo ello: con una quinta parte de su población clasificada como rural, es asiento tanto de actividades agrarias extremadamente rentables –como el limón o la soja-, como de otras rayanas en la subsistencia –como las agriculturas campesinas de la Puna o el Chaco-, lo que progresivamente no sólo está incrementando la brecha entre productores, sino que está expulsando del mercado de trabajo rural a la población que anteriormente se dedicaba a labores agrícolas. La mecanización, con el descenso de los requerimientos de mano de obra que conlleva, está en la base de este descenso, pero también el aumento de las necesidades de capacitación para realizar las labores. Así las cosas, no debe extrañar el que contemos con evidencias de que un aumento de los niveles de instrucción formal, esto es los años pasados en la escuela y los niveles educativos superados, jueguen un papel importante en la reducción de la pobreza rural. A modo de ejemplo, en la provincia de Salta el 70% de los jefes de hogar rurales con credenciales educativas muy bajas eran indigentes.

Para hacernos una idea de la situación de la población rural del NOA en lo relativo a esta importante variable bastan unas pocas cifras: en un extremo de la escala, el 37% ni siquiera acabó la primaria; en el otro, tan sólo el 3,3% terminó los estudios superiores. Resulta, por tanto, que el grueso de la población rural cuenta, en el mejor de los casos, tan sólo con los estudios primarios terminados, un nivel educativo que, hoy por hoy, no tiene más valor que el abrir la puerta para continuar formándose, no hay ascenso social alguno ligado a su posesión.

Ciertamente hay una parte de la población rural que aún se sigue formando, con lo que sería esperable que las cifras anteriores mejorasen. Sin embargo, la situación que muestra el cuadro no es, ni mucho menos, alentadora, antes al contrario.

Porcentaje de población total, urbana y rural que asiste a un establecimiento educativo, por tramo de edad (2010)
Porcentaje de población total, urbana y rural que asiste a un establecimiento educativo, por tramo de edad (2010)

Más allá de los 14 años, el sistema educativo tan sólo es capaz de mantener en su seno a menos de dos tercios de los jóvenes rurales del NOA en edad de cursar la educación secundaria, y a menos de una quinta parte de los que tienen entre 18 y 24 años, en edad, por tanto, de estudiar una carrera universitaria. Cifras malas por sí mismas, pero peores cuando se comparan no sólo con la población urbana de la región, sino con la población rural del conjunto de la República.

¿Es importante contar con la educación secundaria terminada, o con estudios superiores en el contexto rural de la región? Parece evidente que sí: dada la reducción de empleo agrario que atraviesa la región, el fomento del empleo rural no agrícola a través de políticas de desarrollo rural implica necesariamente fomentar el crecimiento de la industria y los servicios. Cada vez es menos defendible sostener únicamente en el empleo agrario la mejora de la calidad de vida y el descenso de la pobreza en las zonas rurales. Y, en este contexto, podemos estar de acuerdo en que cuanto mayor el nivel de instrucción de la población, mayores las posibilidades no sólo de acometer con éxito iniciativas de desarrollo, sino también de que dichas iniciativas surjan de la propia población rural. Pero vistas las escasas credenciales educativas que posee la población rural del NOA, su potencialidad para «reciclarse» desde el punto de vista productivo, o para competir por unos puestos de trabajo cada vez más escasos se nos antoja muy reducida, lo cual proyecta una sombra de duda sobre la situación socioeconómica futura de esta fracción de la población del Noroeste Argentino.

Para mayor información: NATERA RIVAS, Juan José. Activos educacionales de la población rural en un área empobrecida: la región noroeste de la República Argentina. Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía. 2016, vol 25, núm 1, p.11-24.

*Juan José Natera Rivas es profesor de Geografía en la Universidad de Málaga.

Frase destacada: El grueso de la población rural cuenta tan sólo con los estudios primarios terminados, pero no hay ascenso social alguno ligado a su posesión

Ciudades y ferrocarril: ¿atracción o repulsión urbana?

Eduard J. Alvarez-Palau1

La promoción de infraestructuras de transporte y comunicación es fundamental para promover el desarrollo económico regional. Esta premisa ha sido comúnmente aceptada durante décadas, y sigue siéndolo en países subdesarrollados. Sin embargo, la construcción de infraestructuras a nivel urbano siempre ha generado controversia. Su encaje en la ciudad preexistente es complejo, se condiciona el crecimiento posterior de la trama urbana y se requieren de políticas específicas que garanticen la integración futura.

Con la finalidad de categorizar este fenómeno, se ha reconstruido el crecimiento histórico de la trama urbana y de la infraestructura ferroviaria en 25 ciudades medianas catalanas desde principios de siglo XVIII hasta la actualidadi. Los resultados del trabajo identifican un patrón de comportamiento parecido, que ha dado lugar a la definición de un modelo de crecimiento urbano basado en seis etapas.

La primera etapa plantea el principal dilema de la planificación infraestructural: centro o periferia. El centro ofrece mayor accesibilidad a los ciudadanos a la vez que incentiva la renovación urbana. A cambio, requiere de un coste de construcción mayor por la dificultad de encaje entre las edificaciones preexistentes. La periferia se erige como opción más económica, además de causar menos impactos en los terrenos urbanos. Sin embargo, ofrece menor accesibilidad y condiciona notablemente el crecimiento urbano futuro. En el caso estudiado, parece que los intereses de las compañías férreas primaron sobre los intereses de los urbanistas locales, abundando los trazados periféricos.

La segunda etapa muestra la respuesta urbana ante la infraestructura ferroviaria. El posicionamiento periférico puso en valor los terrenos periurbanos dispuestos entre ciudad y estación, dando lugar a nuevos ensanches urbanos. La intensidad de crecimiento dependió de varios factores, como la geografía física, la demografía o la estructura de propiedad de las tierras. En cualquier caso, buena parte de los sectores urbanos de crecimiento se ubicaron en estos terrenos.

Posteriormente, se produce el efecto contrario. Cuando la trama construida ocupó todos los terrenos disponibles entre ciudad y estación, la línea férrea empezó a limitar el crecimiento. Empezaron a proyectarse sectores urbanos en las inmediaciones de los ensanches, pero difícilmente se superaba la infraestructura. En esta etapa se produjeron también los primeros trasvases de centralidad urbana hacia las inmediaciones de la estación.

La cuarta etapa se caracteriza por la ocupación de los primeros terrenos del otro lado de las vías. Normalmente se trataba de actividades económicas de carácter industrial, que pretendían aprovechar la accesibilidad regional del ferrocarril. La movilidad urbana, por el contrario, siguió condicionada por el efecto barrera ejercido por las vías férreas, siendo escasas las relaciones de estas actividades con la ciudad.

La siguiente etapa viene marcada por la generalización del uso del automóvil y la gradual substitución del ferrocarril como modo de transporte preponderante. Las relaciones urbanas y regionales cambiaron completamente, dando lugar a la construcción de gran cantidad de calles y carreteras. Aprovechando el esfuerzo inversor se construyeron pasos transversales a diferente nivel, reduciendo el efecto barrera y consolidando los sectores de crecimiento al otro lado de las vías.

La sexta etapa se caracteriza por la implementación de proyectos de integración urbana. Los urbanistas locales apostaron por diseños que maximizasen la integración transversal entre barrios. La cobertura de las vías, el soterramiento y la construcción de múltiples pasos transversales coparon las solicitudes. Aunque el coste fuese alto, estas soluciones permitían integrar las vías en el entorno manteniendo la accesibilidad en los nuevos centros urbanos. La administración ferroviaria respondió con otras propuestas: modificar el emplazamiento de estaciones en líneas terminales o construir variantes férreas. Estas opciones permitían minimizar el coste de construcción y liberar los terrenos céntricos afectados, facilitando la recalificación urbanística y la promoción inmobiliaria. No obstante, volvían a dejar el problema de la integración infraestructural para las generaciones futuras.

En definitiva, la integración de infraestructuras en las ciudades no es un proceso sencillo. Requiere de una fuerte inversión económica y de la implicación de todos los agentes urbanos. La elección de trazados periféricos puede reducir costes y evitar el debate provisionalmente. Sin embargo, se demuestra que en el largo plazo la infraestructura vuelve a quedar en posición central, debiendo replantearse su integración nuevamente. Únicamente con una planificación inicial adecuada se puede minimizar los costes de la infraestructura, maximizar la accesibilidad conferida y optimizar la integración futura en la ciudad.

1 Investigador postdoctoral asociado a la Universidad de Cambridge y profesor colaborador en el Máster en Gestión de la Ciudad de la Universitat Oberta de Catalunya.

i Para mayor información:

ALVAREZ-PALAU, Eduard; HERNÁNDEZ, Mireia y TORT, Anna. Modelo morfológico de crecimiento urbano inducido por la infraestructura ferroviaria. Estudio de caso en 25 ciudades catalanas. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de enero de 2016, vol. XX, nº 527. <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-527.pdf>. ISSN: 1138-9788.

El Método LEADER: ¿Modelo de desarrollo rural o instrumento de gestión?

Ana Nieto Masot *

La preocupación de la Unión Europea por invertir los procesos de envejecimiento y despoblación que vienen experimentando sus zonas rurales desde hace décadas, se ha traducido en una serie de acciones con las que se busca introducir en ellas nuevas actividades económicas complementarias al sector agropecuario tradicional y por ende, su diversificación.

Así, desde los años 90 se viene implantando en las zonas rurales europeas el conocido como Método Leader, la puesta en marcha de estrategias de desarrollo territorial con el fin de disminuir las diferencias económicas existentes entre las zonas rurales y las urbanas y evitar su abandono.

El Método Leader es un modelo gestionado por los Grupos de Acción Local, asociaciones en las que están representados el tejido empresarial, las administraciones y la población local de los territorios sobre los que actúan, diseñando la estrategia, poniéndola en marcha y gestionándola, teniendo siempre en cuenta las características y necesidades de la población y del territorio. Esto, a través de la puesta en marcha de diversos proyectos o actividades empresariales, de formación, de promoción turística,… cofinanciados por las Fondos Europeos, las administraciones nacionales y promotores privados.

Al Método Leader se le considera como un modelo de gestión pública alternativo al tradicional de la Administración, por su marcado carácter territorial, por un lado, y social, por otro, al hacer partícipe a la población en la toma de decisiones, es la población local la que elige qué proyectos se financian.

En Extremadura, una región con características poblacionales, territoriales y económicas que la sitúan con un importante retraso respecto a otras regiones europeas y españolas, se viene aplicando desde los inicios, con prácticamente todo su territorio bajo el amparo de Leader, por lo que resulta de interés analizarlo en esta región (Figura 1).

Localización de los Grupos de Acción Local Leader en Extremadura (SO de España)
Figura 1: Localización de los Grupos de Acción Local Leader en Extremadura (SO de España)

En la región extremeña se pueden identificar variadas realidades socioeconómicas y demográficas, lo que está condicionando la distribución de estas ayudas. De esta manera, las mayores partidas económicas, así como la mayor participación privada e inversión en los sectores más productivos y generadores de empleo (Pymes, Servicios y Valorización de la producción agraria), se están llevando a cabo en los ejes tradicionales del desarrollo extremeño. Son territorios localizados en las zonas agrarias más productivas (de regadío, viñedo y olivar), con una incipiente agroindustria y un importante sector servicios desarrollado por la cercanía a las ciudades de la región.

Por ello, se puede afirmar que se está experimentando una elevada discriminación positiva hacia las zonas más dinámicas donde se concentran los empresarios más solventes y emprendedores. Esto se puede considerar como una manera sostenible de distribuir las ayudas, sin embargo, se está logrando lo contrario a lo establecido en los objetivos de la UE: diversificar socioeconómicamente los espacios rurales más desfavorecidos y frenar los procesos de envejecimiento, emigración y despoblación.

Así, en algunos de los territorios menos desarrollados de la región los resultados no están siendo los esperados, debido, sobre todo, a la escasez de recursos económicos, al efecto a veces contradictorio de otras políticas mejor financiadas (PAC, subsidio agrario,…) y a las condiciones excesivamente negativas en sus situaciones de partida (zonas muy envejecidas, aisladas y localizadas en zonas de montaña o terrenos agrarios poco productivos y con un tejido empresarial casi inexistente).

Paisaje Rural de Montaña en Extremadura
Figura 2: Paisaje Rural de Montaña en Extremadura

Todo lo anterior demuestra que los fondos recibidos son aún escasos, sumándole el hecho de que en las áreas más ruralizadas se está apostando por explotar sus ricos recursos naturales y culturales a través del turismo, pero con lo que no se genera el desarrollo económico esperado, al no crearse el volumen de empleo ni los beneficios económicos necesarios.

Sin embargo, no se puede negar que Leader está contribuyendo en la creación de una nueva forma de plantear estrategias basadas en la participación de la población local en la toma de decisiones y a través de inversiones en proyectos de actividades dedicadas a la mejora y comercialización de productos locales (industrias cárnicas, queserías, repostería, etc.), de la recuperación de oficios perdidos en el sector artesanal y de la introducción de las nuevas tecnologías y el respeto por el medio ambiente.

Teniendo en cuenta esto y los beneficios que se pueden generar, es clara la insuficiencia en el apoyo de las distintas administraciones al Método Leader, sobre todo en las zonas más deprimidas, por lo que sería conveniente aumentar sus recursos, disminuir las exigencias en aportación privada y fomentar las inversiones en las actividades más productivas como agroindustria o pymes.

Son ya 25 años en los que se lleva trabajando con Leader en los espacios rurales europeos, y en concreto en Extremadura, tiempo en el que, como se ha expuesto, se ha ido afianzado un modelo de desarrollo que parece “ideal” y por el que las sociedades desarrolladas deberían comprometerse con el fin de posibilitar el cambio en las dinámicas demográficas de sus áreas rurales. Sin embargo, no demuestra ser más que un modelo de gestión de ayudas públicas cuyos objetivos planteados desde las administraciones europeas y nacionales se quedan simplemente en eso, en objetivos o intenciones.

Para mayor información:

NIETO MASOT, A. y CÁRDENAS ALONSO, G.El Método LEADER como política de desarrollo rural en Extremadura en los últimos 20 años (1991-2013): Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 2015, nº 69, p. 139-162. http://boletin.age-geografia.es/articulos/69/06%20BAGE69.pdf

* Ana Nieto Masot es Profesora Contratada Doctor de Geografía Humana de la Universidad de Extremadura.

Ana Nieto Masot

¿Cómo se vive tras las rejas de la cárcel Bellavista?

Por: Laura Melissa Rúa

Pocos se han preguntado qué ocurre tras los muros de una prisión, pues para centenares de personas las cárceles son espacios de custodia, son medidas de protección para las avenidas, las calles, y todo tipo de áreas destinadas para el tránsito, las cárceles son entonces, esos lugares que alejan a la sociedad de los ‘peligros’ que representan los “delincuentes”.

Sin embargo, para quienes se preguntan por la vida de los reos y el ¿Cómo se vive tras las rejas? ¿Si se sufre o se ríe?, ¿si se siente cómo un hogar o un infierno?, ¿quién ejerce el control en su interior? o, acaso, ¿si se cambia o se empeora, tras la temporalidad en el encierro?, se les permitirá conocer un espacio como el de la cárcel Bellavista desde la voz de 50 de sus detenidos, quienes son habitantes de los diferentes patios de esta cárcel, y que han decidido detallar, parte de su experiencia de vivir en el encierro.

La cárcel Bellavista se localiza en la ciudad de Medellín- Colombia, y es un escenario de internamiento masculino que radica en esta geografía desde 1923, albergando a diferentes hombres que, sobreviven en un espacio hacinado y limitado compuesto por dieciséis (16) patios. Hoy esos 8.070 hombres encerrados, pactan entre sí, para conseguir un vivir tranquilo en un escenario tendiente al conflicto, debido a la presencia de sujetos de diferentes grupos “combos” o popularmente “Razones” que aunque enemigas extramuros, se distribuyen en Bellavista para purgar su pena.

Pero Bellavista, no es solo un escenario de castigo a la infracción a la ley, esta cárcel se caracteriza desde la voz de sus reclusos, por ser un lugar circunscrito por nomas, leyes y característicos modelos de vida que se forjan como consecuencia de unos poderes diseminados en el lugar, y dominios encargados, de construir el gobierno que da forma a ese pequeño mundo que se edifica dentro de esta prisión.

Según sus reclusos, en la cárcel Bellavista todo tiene un precio, y el poder es ejercido por diferentes Razones: “De las puertas para adentro mandan los combos” (Recluso Patio 4) esos combos o Razones que dictaminan cómo funciona el interior de esta cárcel: “los problemas internos se solucionan internamente.” (Recluso Patio 1). Y si se les pregunta a los reclusos, ¿quién designa estos combos o Razones para ejercer el poder en Bellavista? ellos referencian que estas designaciones vienen desde afuera, sin embargo, son igualmente avaladas por el Instituto Penitenciario y Carcelario –inpec- y por los presos en todos los rincones de esta geografía de encierro.

Estos poderes que direccionan el interior de la cárcel Bellavista se organizan jerárquicamente. De manera que existe en el encierro, una pirámide de controles, reconocida al interior de Bellavista de la siguiente manera:

  1. En primer lugar se encuentran los caciques: estas son las figuras de mayor autoridad dentro de la cárcel, quienes dictaminan todo cuanto ocurre y la manera cómo ocurre en Bellavista. El cacique es el único jefe en un patio, el encargado de mantener el control y la paz en la cárcel, y quien designa los precios de los privilegios internos. Viven en los mejores lugares de la cárcel y pocas veces se mezclan con la totalidad de los reclusos.
  2. En segundo lugar, se encuentran la segunda y la tercera: estos son la continuidad del poder, los directamente encargados de dar cumplimiento a las ordenes de la máxima autoridad, y son los rostros visibles del poder en un patio.
  3. En tercer lugar, se encuentran los coordinadores de patio, seguidos por los coordinadores de pasillo, quienes en su conjunto son los encargados de brindar seguridad en los patios.
  4. En cuarto lugar se encuentran los apá, los llaveros y los parlantes: al primero se le destina el negocio de la droga, al segundo portar las llaves que cuidan y separan un portón de otro, mientras el tercero tiene por misión, informar quienes visitan los patios y los lugares de tránsito sin ser autorizados.
  5. Y en quinto y último lugar en esta pirámide, se encuentran los cachorros: este grupo se compone por quienes realizan cualquier tipo de labor designada por los mandos al interior de la cárcel.

Esta pirámide resume en su totalidad, ese poder político, económico y espacial que regula el interior de la cárcel Bellavista. Aunque se agrega para los lectores, que existen poderes menores que se localizan en el espacio bajo normas y regulaciones propias que no trasgreden ese gobierno generalizado. Y es que tener algo en el encierro proporciona cierto status a un preso, un lugar para dormir, una cama o incluso un televisor, asegura un estilo de vida en prisión. Sin embargo, no todos los presos tienen los medios suficientes para sobrevivir en Bellavista y por ello se ven obligados a servir.

En Bellavista existe un modelo de vida que compra, vende o permuta, que obedece y que manda y tan efectivo es, que asegura cierta tranquilidad tras las rejas, es por ello que los reclusos no se interesan en atentar con aquel orden que normaliza la vida en la prisión.

En la cárcel Bellavista tras estas viejas rejas que separan al hombre de la libertad dándole la identificación social de recluso, se vive según sus reos, supeditado a normas creadas por los combos o Razones. Y para quienes se preguntan por otros aspectos de la vida tras las rejas en Bellavista, solo puede decirse que:

Los presos en esta cárcel no viven en un hogar, sino que poblan indefinidamente una zona que les permite a algunos de ellos, un dominio sobre algo y les asegura cierto prestigio o poder; como en cualquier lugar, dentro de Bellavista, se dan momentos de risas, celebración e incluso de llantos a falta de la familia, y de la libertad. Y, en cuanto a si se cambia o empeora tras largo o poco tiempo en el encierro, se agrega que, cada preso es un mundo, representa una idea y tiene sus propias concepciones acerca de lo que hará una vez finalice el encierro. Lo que se concluye de la vida en Bellavista, es que para muchos presos esta cárcel es el mayor de los aprendizajes, pero para otros las rejas, las normas, los grupos y la doble autoridad impuesta por el inpec y las Razones en cada patio, representan el mayor de los infiernos.1

1 Para mayor información ver el artículo: “construcciones socio-espaciales en el encierro: La cárcel Bellavista.”

Turismo y cultura en guerra: España, 1936-1939

Dolores Brandis e Isabel del Río

De 2014 a 2018 se está conmemorando el centenario de la Primera Guerra Mundial con actos de significación política y simbólica, con estudios y manifestaciones culturales y con el diseño de rutas turísticas o “caminos de memoria” que recorren los territorios devastados de Flandes a los Vosgos. Este hecho conecta con el título de este artículo, que alude a las prácticas turísticas y culturales llevadas a cabo por los gobiernos republicano y franquista durante la Guerra Civil Española, y se inserta en una de las muchas modalidades actuales de turismo cultural.

El turismo de guerra, “turismo político” o “turismo negro”, está relacionado con la visita a los sitios que están en guerra, como la arruinada ciudad siria de Deirez Zor o los escenarios bélicos ya pacificados, entre los que destaca el Campo de Concentración de Auschwitz, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1979 y visitado por millones de personas cada año. Los viajes a los frentes bélicos se inician con la Gran Guerra y se consolidan con la Segunda Guerra Mundial a donde van viajeros individuales, expediciones, artistas, literatos, periodistas y reporteros de guerra, cuyas obras artísticas, crónicas y textos dan testimonio de lo que significa un territorio en guerra. Lo mismo ocurre con la llegada de visitantes extranjeros a España durante los tres años que dura la Guerra Civil, para los cuales los dos gobiernos combatientes diseñaron políticas turísticas para atraerlos al país, posibilitar su estancia y diseñar los recorridos más apropiados durante su visita.

A la Guerra Civil Española se la considera un laboratorio donde se pone en práctica por primera vez dos políticas culturales y turísticas de corte ideológico y propagandístico, con el fin de crear una imagen del país, diferente a la del enemigo, y difundirla al exterior. Y lo hacen los dos bandos con bastante éxito, si bien con sensibilidades diferentes ante la cultura y el turismo puestas en práctica durante la contienda.

En la España republicana, el Patronato Nacional de Turismo, heredero de la Comisaría Regia (1911-1928), continuó desarrollando, a pesar de las dificultades, parecidas tareas a las que venía desempeñando desde 1933. Eran éstas las de dar a conocer los valores culturales, patrimoniales y paisajísticos del país, así como la de modernizar las estructuras empresariales del turismo, inspirándose en esquemas utilizados por administraciones turísticas de otros países europeos. También tuvo interés en que los visitantes conocieran los frentes de guerra y los destrozos provocados por el ejército sublevado, como lo muestra la tarea cultural y turística que llevó a cabo el escritor Arturo Barea desde el Departamento de Prensa y Propaganda al acompañar a visitantes de guerra extranjeros para reconocer el oeste de la ciudad de Madrid y el barrio de Tetuán, destrozados por las bombas del ejército enemigo. Por otra parte, la cultura republicana tuvo como objetivo principal resaltar la imagen de un país democrático, la de la España atacada por el fascismo, que hay que defender y recuperar. El principal vehículo para difundir cultura y educación fue las numerosas e ilustradas revistas de guerra que surgieron en la España republicana como las de Nova Iberia, Nueva Cultura, información, crítica y orientación intelectual, editada por la Alianza de Intelectuales para la Defensa de la Cultura, y Visions de guerra i reraguarda.

Parecido papel tuvieron las revistas de guerra editadas por el gobierno franquista a sabiendas del papel estratégico que tiene el control de prensa, medios de comunicación y cultura. De entre las muchas revistas de guerra franquistas, destaca Vértice. Revista Nacional de Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S., promovida por el intelectual Dionisio Ridruejo y sus compañeros Antonio Tovar, Rafael García Serrano, Gonzalo Torrente Ballester, Luis Rosales, Pedro Laín Entralgo y Luis Felipe Vivanco.

Portadas de la revista republicana Nueva Cultura, nº 4-5, 1937 y de la revista falangista Vértice, nº 1, 1937, www.magazinesandwar.com
Portadas de la revista republicana Nueva Cultura, nº 4-5, 1937 y de la revista falangista Vértice, nº 1, 1937, www.magazinesandwar.com

Para controlar el turismo, el gobierno franquista crea a principios de 1938 el Servicio Nacional de Turismo, cuya propuesta más acabada es el diseño de las Rutas Turísticas de Guerra que tienen como fin visitar los lugares de la “España Azul”, considerados como símbolos de resistencia bélica. Se señalan cuatro rutas que se apoyan en destinos consolidados, utilizan la infraestructura previa y se comercializan a través de folletos y mapas, entre los que destaca el titulado Rutas Turísticas de Guerra,que es un documento de promoción turística en guerra excepcional y ejemplo de cómo la propaganda turística es utilizada para reforzar la imagen de la España franquista, pacificada y renovada. La cara A del mapa se titula “Paisajes y huellas de la guerra en España” y la cara B contiene la frase: “España os invita a visitar la Ruta de la Guerra del Norte, el cinturón de hierro y las huellas, aún ardientes, de una epopeya inverosímil”

Mapa Rutas Turísticas de Guerra, (cara B), Servicio Nacional de Turismo
Mapa Rutas Turísticas de Guerra, (cara B), Servicio Nacional de Turismo

Biblioteca Nacional, Fondos Recoletos, sala Goya, MV/5 ESPAÑA, Rutas Turísticas, 1938.

Así pues, los gobiernos en disputa durante la Guerra Civil española consiguen crear un turismo y una cultura de guerra de gran significado y eficacia para los intereses de los dos bandos combatientes. Llama la atención la rapidez con la que pasa a considerarse al turismo como arma propagandística e instrumento eficaz al servicio de cada uno de los gobiernos, y lo mismo ocurre en los ámbitos de la cultura y las artes. Pero al final de la contienda desaparece el Patronato Nacional de Turismo, heredero del turismo moderno español iniciado a principios del siglo XX, y es sustituido por la política del Servicio Nacional de Turismo, que pone en funcionamiento un turismo de corte nacional-catolicista que se refuerza al fin de la guerra y se amplía a todo el país.

Para mayor información

BRANDIS, D. y RÍO, I. del. Turismo y paisaje durante la Guerra Civil Española, 1936-1939, Scripta Nova, V. XX, nº 530, 15 de febrero de 2016, 27 páginas.

Dolores Brandis e Isabel del Río son profesoras de Geografía Humana de la Universidad Complutense de Madrid y miembros del Grupo de Investigación: Turismo, patrimonio y desarrollo (www.ucm.es/geoturis)

El monte Testaccio: de vertedero a archivo

José Remesal Rodríguez*

En un momento en el que continuamente hablamos de reciclar cabe preguntarse por cómo resolvían estos problemas sociedades anteriores a la nuestra.

El reciclado fue una necesidad de las sociedades antiguas en las que la escasez de materias primas obligaba a aprovechar cualquier elemento al que se le pudiese dar una nueva utilidad en el caso de que no se pudiese repararlo. Aún recuerdo a aquellos “latoneros” ambulantes que reparaban cualquier útil fuese metálico o de cerámica y a aquellos “chatarreros” que recogían cualquier resto metálico que pudiese generarse en cualquier casa. Con los restos de la alimentación humana se alimentaban los animales domésticos y los excrementos de éstos se usaban como abono de los campos.

Sin duda, la materia prima más barata y moldeable era la arcilla, según la Biblia, hasta Dios hizo al hombre de barro.

Con arcilla se construyeron, hasta nuestros días, los contenedores de multitud de alimentos, desde grandes tinajas a pequeños potes. Dos tipos de vasos usaron los romanos para conservar y transportar alimentos: el dolium (tinaja) destinado a contener los productos en el lugar de producción o en el de almacenaje y el anfora destinada a transportar a distancia dichos productos.

En ánforas se transportaron, sobre todo, productos líquidos, vino y aceite de oliva y semilíquidos, salmueras y conservas de pescado, fruta o carne. A lo largo del imperio romano, que ocupaba el espacio de la actual Comunidad Europea, más el próximo oriente asiático y el norte de África, se produjeron millones de ánforas que viajaron de un extremo a otro de dicho territorio, conteniendo los más variados productos. El estudio de estas ánforas constituye, hoy día, la base fundamental para estudiar el comercio en época romana.

¿Qué se hizo de estos millones de ánforas? Siempre fueron reutilizadas. La reutilización más frecuente fue romperlas, para, mezcladas con cal y arena, hacer el famoso cemento hidráulico romano, algo equivalente a nuestro cemento mezclado con gravas. Fragmentos de ánforas fueron utilizadas para construir muros, para allanar caminos, a veces fueron cuidadosamente recortados para hacer tapaderas de otros vasos, se usaron también para escribir sobre ellos, en fin, para cualquier uso imaginable en el que un fragmento de cerámica pudiese ser utilizado, incluido el uso como proyectil.

Otras muchas fueron reutilizadas para contener otros productos en las casas dónde se consumieron los productos originalmente contenidos, a veces eran cuidadosamente recortadas para adaptarlas a estos nuevos usos. Muchísimas fueron utilizadas para sanear los terrenos excesivamente húmedos, depositadas en zanjas de drenaje. Otras veces se usaron bajo los suelos de las casas para crear una capa de aislamiento. Muchas fueron utilizadas en las bóvedas de grandes edificios, así el espacio vació que creaban ayudaba a aligerar el peso de dichas bóvedas y creaban también una cámara de aire que aislaba del calor exterior.

Sin embargo, en la ciudad de Roma, se ha conservado un curioso vertedero de ánforas. Se trata del llamado Monte Testaccio. La palabra latina testa, de la que deriva el nombre, significa fragmento de cerámica. Un monte formado exclusivamente por restos cerámicos, sin tierra. Una colina artificial que, hoy día, conserva un perímetro de casi un kilómetro y una altura de 45 metros, en el que los estudios modernos calculan que aún se conservan los restos de más de 25 millones de ánforas. Tenemos multitud de documentos que testifican que, a lo largo de los siglos, se han extraído de aquí fragmentos para los más variado usos constructivos, tantos que, en 1742, el ayuntamiento de Roma prohibió, bajo pena de 50 escudos de oro, el extraer fragmentos del monte. Tenemos que considerar que en la antigüedad tuvo un mayor tamaño y que podemos definirlo como “la octava colina de Roma”.

Muchas teorías se desarrollaron para explicar la existencia de este monte. La más interesante de ellas, la que consideraba que el monte se había formado con los restos de las ánforas, en las que llegaron a Roma los tributos en natura pagados por las provincias del Imperio Romano. Algo de razón tenía esta propuesta: el monte está formado por los restos de las ánforas que llegaron a Roma, durante 250 años, conteniendo aceite de oliva. De éstas más del 80 por ciento proceden de la Bética, la actual Andalucía. El resto, mayoritariamente, del norte de África, de Túnez y Libia. En muy escasa proporción de las provincias orientales, en particular de Creta.

El estado Romano controlaba el acarreo del trigo y el aceite de oliva, dos productos básicos de la dieta mediterránea, asegurando que en Roma no hubiese carestía y que sus precios se mantuviesen bajos. Así pues, el estado se vio obligado a deshacerse de los cientos de miles de ánforas que, conteniendo aceite, llegaron anualmente a Roma. Esta es la explicación del origen del Testaccio, situado cerca de los grandes almacenes de la zona portuaria de la antigua Roma.

Los romanos imprimían sobre las ánforas, antes de que barro fuese cocido, unas marcas, que llamamos “sellos”. Marcas tan duraderas como la arcilla misma, al igual que las marcas que existen sobre nuestras botellas de vidrio. Marcas referidas al ámbito de la producción de vaso. Nosotros añadimos unas etiquetas de papel, para explicar otras noticias referidas al producto, los romanos escribían directamente sobre la cerámica. ¿Qué anotaban? El peso del vaso vacío, la tara (alrededor de 30 kilos pesaban las ánforas béticas). El nombre de la persona o personas que comerciaban con ellas. El peso del producto contenido (alrededor de 70 kilos de aceite). Estas tres inscripciones se anotaban una bajo la otra, en la parte superior del ánfora, mediante un pincel plano. A la derecha de estas tres inscripciones, junto al asa, se escribía mediante un cálamo de punta dura, un control aduanero y fiscal en el que se hacía constar: el distrito fiscal desde el que se expedía en ánfora, en nuestro caso los distritos de Corduba (Córdoba) Hispalis (Sevilla) y Astigis (Écija), se confirmaba el peso del contenido; se indicaba el nombre de los personajes que intervenían en dicho control y la fecha, el año, de expedición del ánfora; a veces también el lugar exacto del embarque en el valle del Guadalquivir.

El problema fundamental de la investigación sobre el mundo antiguo es la falta de datos. El Testaccio, gracias a las excavaciones que realizó H. Dressel a finales del siglo XIX y a las que, desde 1989, realiza un equipo español de la Universidad de Barcelona, bajo el patrocinio de la Real Academia de la Historia, financiadas por los Ministerios de Investigación y Cultura, ha aportado miles de datos, que permiten crear series de datos. Según la documentación actual, entre 145 y 257 d.C.

Disponemos pues de los nombres de gran cantidad de personajes y familias que se dedicaron al comercio del aceite bético, asimismo conocemos multitud de personajes que intervinieron en el control del aceite, los controles fiscales fueron variando a lo largo del tiempo, por lo que conocemos la evolución de la administración romana. Conocemos, además, gracias a las investigaciones realizadas en Andalucía, el lugar preciso de producción de muchos de los “sellos”. Así, cuando vinculamos la información de los “sellos” a las “etiquetas” que se escribieron sobre el ánfora, podemos reconstruir, de un modo bastante preciso, la historia del comercio del aceite bético durante el Imperio Romano. El Testaccio, un vertedero para los romanos, se ha convertido, para nosotros, en el mejor archivo para conocer la evolución económica del Imperio Romano.

José Remesal Rodríguez, Catedrático de Historia Antigua, Universidad de Barcelona. Miembro de la Real Academia de la Historia. Codirector del proyecto Testaccio.

El Método LEADER como política de desarrollo rural en el SO Español: el caso de Extremadura.

Ana Nieto Masot *

Debido al proceso de envejecimiento y despoblación que sufren muchas zonas rurales europeas desde hace varias décadas y con el objetivo de introducir nuevas actividades económicas complementarias al sector agropecuario tradicional y reducir en lo posible las diferencias socioeconómicas respecto a las zonas urbanas, desde los años 90 hasta la actualidad se han implantado estrategias de desarrollo denominadas Método Leader. Este método es un modelo gestionado por Grupos de Acción Local (GAL).Unas asociaciones donde participa la población, las administraciones y el tejido empresarial de dicho territorio que diseñan unas estrategias donde se ponen en marcha una serie de proyectos cofinanciados por la Unión Europea, las administraciones nacionales y agentes privados. Son por ello, políticas públicas (reciben cofinanciación de distintas administraciones) con un marcado carácter territorial (se diseña un proyecto de trabajo adaptándose a las peculiaridades de ese espacio) y con gran participación de la población local en su gestión porque eligen qué proyectos se financian («bottom up»). Es, por tanto muy interesante analizar si se están logrando los efectos esperados en territorios como la región extremeña, localizada en el SO del Estado Español, donde se está gestionando Leader en prácticamente todo su territorio desde hace más de 25 años, y que presenta unas características poblacionales, territoriales y económicas, que la sitúan como una zona con importante retraso y abandono respecto a otras regiones españolas y europeas.

Localización de los GAL en Extremadura (SO de España).
Localización de los GAL en Extremadura (SO de España).

Se ha determinado que en la gestión del Método Leader se pueden identificar variadas realidades socioeconómicas donde sus mayores inversiones, la concentración de participación privada y la financiación de los sectores más productivos y generadores de empleo (Pymes, Servicios y Valorización de la Producción Agraria) han tenido lugar en los ejes tradicionales de desarrollo de Extremadura, territorios en los que la agricultura ha sufrido procesos de modernización, coincidiendo con las zonas de regadío y cuencas de secano sedimentarias y en las que se ha desarrollado también una potente agroindustria o un sector servicios importante por la proximidad a las principales ciudades. Por lo que se puede afirmar, que estas políticas se caracterizan por una elevada discriminación positiva hacia los espacios rurales más dinámicos, concentrándose las actuaciones en las áreas con mayor dinamismo económico, donde se encuentran los empresarios más solventes y emprendedores.

En algunos territorios la consecución de los objetivos planteados (frenar la emigración, el envejecimiento e incrementar la actividad económica) no han tenido los resultados esperados, debido, sobre a todo, a la escasez de recursos económicos, el efecto a veces negativo de otras políticas mejor financiadas (subsidio agrario, ayudas de la PAC,…) y las condiciones excesivamente negativas de su situación de partida (unas zonas muy envejecidas, aisladas, localizadas en zonas de montaña o terrenos agrarios poco productivos y con un tejido industrial y económico casi inexistente) por lo que han resultado estas inversiones todavía escasas y destinadas fundamentalmente a la creación de una oferta de Turismo Rural y recuperación del Patrimonio Natural y Cultural, debido a la disponibilidad de ricos recursos naturales y culturales. Este tipo de actividades, no generan tanto volumen de empleo ni beneficios económicos en los municipios donde se están realizando, como para frenar esas pérdidas y envejecimiento de su población.

Localización de las inversiones de Leader en Extremadura
Localización de las inversiones de Leader en Extremadura

Aunque lo anteriormente expuesto no cuestiona que Leader ha contribuido a generar una nueva forma de plantear estrategias de desarrollo con la participación de la población local en la toma de las decisiones y con inversiones en proyectos que han ayudado al fortalecimiento y creación de empresas dedicadas a la comercialización de productos locales, mejora y consolidación de industrias agroalimentarias (cárnicas, quesería, aceite, repostería, etc..), recuperación de oficios perdidos en el sector artesanal, la introducción de las nuevas tecnologías, el respeto al medio ambiente y la identificación de nuevos yacimientos de empleo o la creación de una infraestructura turística. Y teniendo en cuenta también otras dimensiones como la participación privada que han conseguido movilizar (con un 42 % de las inversiones), una tendencia hacia el reparto equitativo entre todas las medidas de actuación (PYMES, Artesanía, Turismo, Revalorización de la Producción Agraria y Patrimonio) y, en la consecución de inversiones en municipios muy pequeños, con menos de 2.000 habitantes, que sin estas ayudas habría sido imposible realizar. Queremos destacar que el apoyo de las distintas administraciones al método LEADER todavía es claramente insuficiente, sobre todo en las zonas más deprimidas, por lo que sería conveniente aumentar sus recursos para estos territorios, y disminuir las exigencias de aportaciones de financiación privada, con el fin de evitar que se siga experimentando la concentración de las inversiones en los núcleos más desarrollados y empresarios más solventes.

La diversidad de los espacios rurales y sus comportamientos demográficos, económicos y sociales demuestran en este trabajo (en algunos casos con preocupantes indicadores como su mortalidad y envejecimiento), que, sin ánimo de ser alarmistas, pueden conducir a su desaparición en las décadas futuras.

En unas sociedades desarrolladas preocupadas por cambios económicos o medioambientales se tendría que plantear mejorar estas políticas para posibilitar un cambio demográfico en estos entornos, que proporcionan tanta riqueza en la Unión Europea y que tienden a su abandono y desaparición.

* Ana Nieto Masot es Profesora Contratada Doctor de Geografía Humana de la Universidad de Extremadura.

Para mayor infor­ma­ción:

NIETO MASOT, A. y CÁRDENAS ALONSO, G.El Método LEADER como política de desarrollo rural en Extremadura en los últimos 20 años (1991-2013): Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 2015, nº 69, pp. 139-162. http://boletin.age-geografia.es/articulos/69/06%20BAGE69.pdf

La tercera oleada de “gachupines”. La emigración de españoles a México desde 2008

Jara Rodríguez-Fariñas, Juan Manuel Romero-Valiente y Antonio Luís Hidalgo-Capitán

Desde su independencia, México ha recibido tres importantes oleadas de emigrantes españoles, conocidos en México como “gachupines”. Dicho término, de carácter peyorativo, hacía referencia al español algo prepotente llegado al país que en poco tiempo adquiría una situación social acomodada; aunque en la actualidad ha perdido dicha connotación para ser utilizado de manera coloquial como sinónimo de emigrante español.

La primera de estas oleadas se produjo entre 1880 y 1930, fueron unas 30.000 personas y se les conoce como los emigrantes económicos; la segunda tuvo lugar entre 1938 y 1950, la conformaron unas 25.000 personas y sus integrantes son identificados como los exiliados políticos; y desde 2008 se está produciendo la tercera, cuya dimensión es a día de hoy difícil de precisar por cuanto se encuentra en curso.

Dicha oleada se constata por el hecho de que en la última década se ha triplicado la entrada anual de españoles a México (Figura 1) y, en concreto, desde el inicio de la crisis económica en 2008 hasta mediados de 2015, han llegado a México casi 7.000 emigrantes españoles, de los cuales el 73,1% han nacido en España (Figura 2).

La falta de oportunidades laborales en España, junto un aumento de la demanda de mano de obra cualificada por parte de México, ha hecho que muchos jóvenes españoles, y no tan jóvenes, emigren hacia este país, donde han encontrado no sólo un puesto de trabajo acorde con su formación, sino también la posibilidad de su desarrollo curricular.

5).

Figura 1. Emigración española a México (2002-2014). Datos absolutos.

Elaboración propia a partir de datos de la Estadística de Variaciones Residenciales del INE (201
Figura 1. Emigración española a México (2002-2014). Datos absolutos.
Elaboración propia a partir de datos de la Estadística de Variaciones Residenciales del INE (201

Figura 2. Emigración española a México por país de nacimiento (2008-2014). Datos absolutos. Elaboración propia a partir de datos de la Estadística de Migraciones del INE (2015).

La mayoría de estos nuevos emigrantes españoles se denominan a sí mismos como “exiliados económicos”, pues consideran que han sido expulsados de España por la falta de oportunidades de la que responsabilizan a la élite política de este país (“No nos vamos, nos echan”).

Casi el 50% de los nuevos emigrantes españoles tiene entre 25 y 44 años, el 60,5% son hombres y dos de cada tres no están casados legalmente. Procedentes principalmente de las comunidades de Andalucía, Madrid y Cataluña, la mayoría de ellos reside en el Distrito Federal y los Estados de Jalisco y de Puebla. Y en general se encuentran altamente cualificados, ya que algo más del 80% cuenta con estudios universitarios y más del 30% con formación de posgrado.

Los trabajadores españoles llegan a México para cubrir las necesidades de mano de obra cualificada, debido a que gran parte del capital humano mexicano, y en especial el más valioso, emigra hacia Estados Unidos. Así, ante las dificultades para contratar profesionales nacionales, muchas empresas mexicanas se ven obligadas a reclamar talento del extranjero.

Por otro lado, la crisis económica ha llevado a muchas empresas españolas a buscar oportunidades de negocio en México la oportunidad de hacer negocio, trasladando con ellos a una parte importante de sus plantillas, en muchos casos de manera forzosa, y generando con ello un importante volumen de “expatriados” entre los emigrantes españoles, que lógicamente tienen unas condiciones laborales más favorables que el resto.

A pesar de estas diferencias, a las que se suman las derivadas del tipo de titulación que posean, la mayoría de los emigrantes españoles obtiene ingresos que están por encima del salario medio mexicano. Aunque su nivel de vida depende también en gran medida de su lugar de residencia, ya que el coste de la vida varía enormemente entre ciudades e incluso entre barrios de una misma ciudad (alquileres, servicios, comercios…).

Como es habitual en todo proceso migratorio, las dificultades iniciales que encuentran los emigrantes españoles son la necesidad de regularizar su situación para poder trabajar y la escasez de recursos económicos para financiar el viaje y los primeros meses de estancia. Y aunque, pasados los duros momentos iniciales, la existencia de redes sociales y de una lengua y cultura común facilitan la integración, en su conjunto contemplan como problemas para su vida cotidiana: la calidad del sistema sanitario mexicano; la inseguridad; la ineficiencia de la burocracia nacional; sus condiciones laborales; el acceso, los precios y la calidad de las viviendas; y algunos problemas culturales, como por ejemplo los referidos a las relaciones de género.

Los emigrantes españoles, en general, están bastante satisfechos de su proceso migratorio a México y, de hecho en torno al 45% de ellos tiene pensado permanecer en el país de manera indefinida. Del resto, alrededor del 30% aspira a reemigrar a otro país para seguir ampliando su currículum; mientras que sólo el 25% se plantea el retorno a España.

Y mientras la economía española no acabe de remontar y siempre y cuando la economía mexicana siga creciendo y disminuya la inseguridad y la corrupción en el país, cabe de esperar que sigan llegando a México nuevos emigrantes españoles. Así, como lo hicieron los “gachupines” de las dos primeras oleadas, los exiliados económicos de la tercera oleada de “gachupines” ya están contribuyendo al desarrollo económico y cultural de México.

Para mayor información:

RODRÍGUE-FARIÑAS, J., ROMERO-VALIENTE, J. M., HIDALGO-CAPITÁN, A. L. (2016). Los exiliados económicos. La nueva emigración de españoles a México (2008-2014). En: Scripta Nova, [en línea]. No. 532, 15 de marzo de 2016. ISSN 1138-9788. Disponible en: http://www.ub.edu/geocrit/nova-ig.htm.

Jara Rodríguez-Fariñas es Doctoranda en Sociología por la Universidad de Huelva y miembro del equipo del Proyecto FIUCUHU del Centro de Investigación en Migraciones de la Universidad de Huelva.

Juan Manuel Romero-Valiente es Profesor Titular de Geografía, coordinador del Proyecto FIUCUHU del Centro de Investigación en Migraciones de la Universidad de Huelva y miembro del Proyecto FLACSO – España.

Antonio Luís Hidalgo-Capitán es Profesor Titular de Economía Aplicada, coordinador del Proyecto FIUCUHU del Centro de Investigación en Migraciones de la Universidad de Huelva y miembro del Proyecto FLACSO – España.

As negociações agrícolas, a Rodada Doha e os pontos do possível acordo

por Tamara Silvana Menuzzi Diverio

As tentativas de diminuir as diferenças econômicas entre os países ocorrem nas rodadas de negociação, em que os membros debatem o que precisa ser feito e tentam acordos, como na última rodada, iniciada em 2001, chamada de Rodada de Doha. Esta Rodada foi batizada de “Agenda de Desenvolvimento de Doha”, visto que se trata de uma agenda de reuniões com o objetivo de eliminar subsídios agrícolas e reduzir tarifas de importação.

A Rodada de Doha tornou-se um ponto decisivo para o sistema comercial multilateral, exigindo do comércio mundial forte correção de rumos, principalmente do ponto de vista dos países em desenvolvimento. No entanto, o impasse entre países desenvolvidos e os países em desenvolvimento tende a enfraquecer o sistema multilateral de comércio como um todo.

A Rodada de Doha deu continuidade e tentou aprofundar o processo de reformulação do setor agrícola, iniciado na Rodada do Uruguai, com vistas à plena integração do setor nas disciplinas multilaterais de comércio.

As negociações agrícolas possuem três pilares que as sustentam na Rodada Doha da OMC: o Acesso a Mercados, apoio doméstico e subsídios à exportação. As discussões na Rodada de Doha deu origem a um documento de modalidades, aprovado em 2008. Cumpre explicar que o documento de modalidades contém quase todos os elementos de uma eventual conclusão da Rodada de Doha.

Quanto às discussões sobre acesso a mercado, estas continuaram sendo bastante complexas na Rodada de Doha. Conforme o documento de modalidades, uma das novidades dessa rodada é que os países em desenvolvimento terão de reduzir suas tarifas e não apenas consolidá-las nos níveis que consideram necessários.

No que se refere à reduçãotarifária, esta havia sido acordada na Rodada do Uruguai, onde ficou estabelecido que, para os países desenvolvidos, a regra seria redução média de pelo menos 36% nas tarifas agrícolas, com um mínimo de 15% por linha tarifária. No entanto, como resultado da Rodada do Uruguai, ocorreram os chamados picos tarifários, ou seja, tarifas bem acima da média, e as escaladas tarifárias que são as tarifas maiores para produtos mais elaborados. Isso ocorreu porque os países cortaram menos as tarifas maiores, para produtos mais sensíveis, e mais as tarifas menores, para produtos não sensíveis. Com isso, as tarifas mais altas ficaram mais distantes das tarifas mais baixas.

Para tentar minimizar o problema na Rodada de Doha, foram utilizadas fórmulas por bandas que preveem que, quanto maior a tarifa, maior o corte tarifário. Os países desenvolvidos deverão atingir um corte médio de 54%. Se a fórmula não levar a esse número, esse grupo terá que fazer cortes extras para atingi-lo. No caso dos países em desenvolvimento, se a fórmula levar a um corte médio maior que 36%, estes poderão fazer cortes menores que a fórmula para atingir o resultado de 36%.

Acesso a Mercado – Rodada do Uruguai.

Fonte: elaboração própria.

No que se refere ao pilar de Apoio Doméstico, o documento de modalidades da Rodada de Doha prevê mudanças significativas em relação à Rodada do Uruguai. Uma das mudanças refere-se à criação de um limite global para todas as políticas distorcivas. Preveem-se ainda as medidas de Caixa Amarela (AMS) que terão cortes bastante significativos. Essas políticas que fazem parte da Caixa Amarela são todas as governamentais que resultem em transferências orçamentárias do governo ou suas agências fazem em favor dos agricultores.

Outra mudança trata dos critérios para um programa ser classificado como pertencente à Caixa Azul, que são instrumentos ligados a controle de oferta. Os gastos de Caixa Azul passarão a ter limites, tanto globais quanto por produto. Na Rodada do Uruguai, esse tipo de gasto não tinha limitação alguma. Por fim, o documento de modalidades prevê que haverá tratamento mais rigoroso no caso do Apoio Doméstico dado ao algodão. Com relação aos Subsídios às Exportações, o documento de modalidades prevê o fim destes para produtos agrícolas, no caso de países desenvolvidos.

Em sínstese, observa-se que, no que se refere às discussões de Acesso a Mercado na Rodada de Doha, estas permitiram avançar nas negociações agrícolas. A redução tarifária será feita por fórmulas, buscando resolver problemas de picos tarifários da Rodada do Uruguai. Os países em desenvolvimento também terão que cortar as tarifas e não apenas consolidá-las. No entanto na busca por uma maior liberalização comercial, a Rodada de Doha reserva espaço também para a discussão de novos temas.

Para maiores informações:

DIVERIO, Tamara Silvana Menuzzi. Rodadas do Uruguai e Doha e as negociações agrícolas nos três pilares: acesso a mercados, apoio interno e subsídios às exportações. Revista Ateliê Geográfico, Goiás, v. 9, n. 2, p. 30-53. 2015. ISSN 1982 1956. Disponível em: < http://www.revistas.ufg.br/index.php/atelie/article/view/30253>.


Tamara Silvana Menuzzi Diverio é Doutora em Desenvolvimento Rural, docente da Universidade de Cruz Alta, Brasil.

Circuitos productivos regionales en Argentina: crisis y reestructuración de la cadena agroindustrial de la yerba mate en la Provincia de Misiones

Sebastián Gómez Lende *

La globalización ha impuesto un contexto de crisis y reestructuración a los circuitos productivos regionales de la Argentina. Tal es el caso de la cadena agroindustrial de la yerba mate en la provincia de Misiones, donde tanto la desregulación como la posterior re-regulación política del sector han traído aparejadas la sobreproducción de materia prima, la concentración de la tierra y la exclusión de los pequeños agricultores y peones rurales.

El circuito de la yerba mate en Misiones

Situada al oeste de Paraguay, al este, norte y sur de Brasil y al sudoeste de la provincia de Corrientes, la provincia de Misiones siempre ha sido el epicentro del cultivo de yerba mate en Argentina. Surgida al calor de las misiones jesuitas (1609-1768), la actividad fomentó el poblamiento del territorio provincial durante el modelo agroexportador (1870-1935), debido a la venta de tierras fiscales, los flujos migratorios provenientes de Brasil y Europa centro-oriental, los programas de colonización agraria y la formación de una estructura agrícola de base campesina. En el período 1935-1990, el Estado nacional, a través de la Comisión Reguladora de la Yerba Mate (CRYM) y su mercado consignatario, procuró mitigar las frecuentes crisis de sobreproducción y controlar la relación entre el eslabón primario y el oligopsonio agroindustrial a través de mecanismos tales como cupos de siembra y cosecha, precios mínimos, subsidios y financiamiento.

Mapa de la provincia de Misiones, Argentina
Mapa de la provincia de Misiones, Argentina

Crisis y reestructuración de la cadena agroindustrial yerbatera

Durante la década de 1990, el auge del neoliberalismo y la eliminación de la CRYM y su mercado consignatario sumieron a la actividad yerbatera en la crisis más profunda de su historia. Con la liberalización de la siembra y la cosecha, la superficie implantada aumentó un 40% respecto de 1988, generando una sobreproducción de tal magnitud que el precio de la materia prima cayó un 90% y la participación de los agricultores sobre la renta sectorial se redujo del 30% al 3%. Dicha crisis condujo también al aumento del nivel de concentración del capital agroindustrial y comercial, la caída del peso de los minifundios (0,1-5 has.) y la aparición de las grandes plantaciones (100-500 has.) verticalmente integradas.

A comienzos del siglo XXI, el Estado nacional reguló nuevamente el circuito a través de la creación en 2002 del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). Similar a la extinta CRYM pero sin el respaldo de un mercado consignatario, el INYM fija semestralmente un precio político de referencia por kilogramo de materia prima que fluctúa entre el 10% y el 12% del valor comercial del producto final. No obstante, el precio realmente pagado es mucho menor, debido al peso de la industria molinera en el directorio de la CRYM, la ausencia de controles eficaces que garanticen el cumplimiento de los valores establecidos y las prácticas espurias de las firmas agroindustriales -comercio informal, pago a 180 días, descalificación de materia prima-. Como resultado, la participación de los agricultores en la renta yerbatera era de apenas el 5,3% en 2011, a pesar del boom de las exportaciones a Medio y Lejano Oriente y los reiterados aumentos de precio del producto en el mercado doméstico.

Plantación de yerba mate
Plantación de yerba mate
peón rural en plena cosecha
peón rural en plena cosecha

La concentración de la tierra y la producción ha aumentado. En 2010, las grandes plantaciones daban cuenta del 1,4% de los agricultores, pero representaban el 21% del área sembrada y el 22% de la producción, obteniendo una renta diferencial varias veces mayor a los ingresos de los minifundistas. Los campesinos continúan sumidos en la pobreza, al igual que los peones rurales fuertemente afectados por la mecanización parcial de la cosecha, la caída de sus remuneraciones y la precarización laboral -subcontratación, trabajo infantil-.

La desregulación de la cadena agroindustrial de la yerba mate durante la década de 1990 puso fin a más de medio siglo de intervención estatal en el sector, generando crisis e impactos estructurales

Los cambios impuestos por la globalización

Ante los profundos cambios impuestos por la globalización, la cadena agroindustrial de la yerba mate de la provincia de Misiones ha sufrido una dramática metamorfosis. Poniendo fin a más de medio siglo de intervención estatal, la supresión de la CRYM y su mercado consignatario dejó librado al sector al arbitrio del capital agroindustrial y comercial, desatando una aguda crisis de sobreproducción que erosionó la rentabilidad de los minifundios y propició la aparición de grandes plantaciones verticalmente integradas. El retorno del Estado al circuito, a través de las políticas del INYM, no ha conseguido impedir la profundización de las asimetrías heredadas de la fase neoliberal, tales como la concentración de tierras y producción y el aumento de la vulnerabilidad de campesinos y peones rurales.

Para ampliar la información: GÓMEZ LENDE, Sebastián. Agricultura, agroindustria y territorio: crisis y reestructuración del circuito de la yerba-mate en la Provincia de Misiones (Argentina) 1990-2014. Cuadernos de Geografía. Revista Colombiana de Geografía [en línea]. Enero-junio de 2016, vol. 25, no. 1. p. 45-63. Disponible en <http://www.revistas.unal.edu.co/index.php/rcg/article/viewFile/44288/54920>.

* Sebastián Gómez Lende es Doctor en Geografía, Investigador Adjunto del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Instituto de Geografía, Historia y Ciencias Sociales, CONICET/Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires; y profesor de Geografía de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, Tandil, Argentina.