Nuevas aportaciones a la iconografía hispánica del darwinismo

15 de mayo, 2016 by F. Xavier Vall Solaz

Se ha producido un auge del estudio de las representaciones visuales de la ciencia, no solamente como productos artísticos o soportes gráficos, sino como medios de proyección cultural y social, en los que se combinan arte, ciencia, filosofía, literatura… Contrastando con otros países, particularmente la Gran Bretaña, la iconografía darwinista y antidarwinista hispánica a pesar de algunas aportaciones, entre las que destacan las de A. Gomis y J. Josa, aún se ha desarrollado poco. Primordialmente en el curso de otras investigaciones, he ido encontrando diversas muestras, la mayoría desconocidas, creadas o reproducidas durante el siglo xix en Cataluña, particularmente en Barcelona, o en una revista editada por emigrantes catalanes en los Estados Unidos, La Llumanera de Nova York.

Los tratamientos del tema responden a representaciones habituales de la naturaleza, del pasado o de la ciencia.

Abundan imágenes relativas al darwinismo en varios formatos: una escultura presentada en la Exposición Universal de 1888, publicaciones periódicas (generales, culturales, humorísticas…), libros originales o traducidos (científicos, divulgativos, literarios…), la decoración de la Biblioteca Pública Arús, álbumes artísticos, fotografías, etiquetas comerciales…

A partir de la documentación del Archivo Histórico de la Oficina Nacional de Patentes y Marcas, de Madrid, se precisan los orígenes de la tan controvertida etiqueta de Anís del Mono, que, a pesar de que lleva la fecha de 1870, fue registrada en 1878, cuando las polémicas en torno del darwinismo eran especialmente candentes. Aunque a menudo la imagen se ha interpretado como antidarwinista, la empresa, además de no tener inconveniente en anunciar su producto en publicaciones predominantemente darwinistas, donó botellas del mismo a una tómbola benéfica del Ateneo Libre de Cataluña, fundado aquel año como reacción a la prohibición de conferencias positivistas y darwinistas en el Ateneo Barcelonés.

Apel·les Mestres, Llibre Vert, vol. 2, imagen 35. Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona, Departamento de Gráficos, 15467-15468.
Apel·les Mestres, Llibre Vert, vol. 2, imagen 35. Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona, Departamento de Gráficos, 15467-15468.

Además de reproducirse imágenes propiamente darwinistas de Haeckel, R. Loewenstein y H. Montford, se presentan como tales otras el «hombre fósil» imaginado por el escritor P. Boitard y dibujado por J. C. Susemihl, las analogías de S. Schack entre fisonomías humanas y animales y la escena de los monos jugando al billar de P. F. Meyerheim,). Por otra parte, crean representaciones propias, si bien a veces inspirándose en las extranjeras, artistas hispánicos y, en especial, catalanes: J. L. Pellicer, J. Bastinos, A. Maestros, M. Foix Prats, J. de Pasos, F. Badillo Rodrigo, J. Serra Pausas, F. Gómez Soler, J. Costa Ferrer, M. Camón Torra… A pesar de que predominan las ilustraciones darwinistas y sus autores son más famosos, no faltan otras de signo contrario.

mientras que los darwinistas integran el hombre en la naturaleza, los antidarwinistas muestran como degradante el parentesco animal.

Los tratamientos del tema responden a representaciones habituales de la naturaleza, del pasado o de la ciencia: las secuencias evolutivas (incluyendo la búsqueda de los ancestros), a veces parodiadas, la animalización del hombre (a menudo como simio), la humanización de los animales (particularmente de los primates) y la mitificación del científico (sobre todo Darwin). Mientras que los darwinistas integran el hombre en la naturaleza, los antidarwinistas muestran como degradante el parentesco animal.

Para mayor información:

VALL I SOLAZ, Francesc Xavier. Representacions visuals catalanes del darwinisme durant el segle xix. Actes d’Història de la Ciència i de la Tècnica. Barcelona: Societat Catalana d’Història de la Ciència i de la Tècnica (Institut d’Estudis Catalans), 2015, vol. 8, p. 85-136. <http://revistes.iec.cat/index.php/AHCT> (revista) y <http://revistes.iec.cat/index.php/AHCT/article/view/140801> (artículo).

F. Xavier Vall Solaz es miembro del Departament de Filologia Catalana de la Universitat Autònoma de Barcelona y del Centre d’Història de la Ciència (CEHIC). El artículo se inscribe en el proyecto HAR2012-36204-C02-02.

Coca-cola nació en una farmacia americana, trinaranjus y narangina en una valenciana

José María de Jaime Lorén

Si la popular Coca-Cola, sin duda uno de los refrescos de mayor difusión mundial, se inventó en una farmacia de los Estados Unidos de América (nótense las referencias que el nombre hace a la coca y a la nuez de kola), el Trinaranjus y la Narangina, dos de los refrescos de más éxito en Europa e Hispanoamérica, fueron a su vez creados en un laboratorio farmacéutico valenciano. Concretamente en el del Dr. Trigo, cuyo director y propietario era Agustín Trigo Mezquita.

De hecho el nombre de Trinaranjus, procede de unir la primera parte de su apellido TRI-go con una modificación del nombre del principal ingrediente que lo formaba NARANJUS. Hay, no obstante, quienes estiman que el prefijo TRI pudiera proceder del zumo de las TRES naranjas que parece se precisaban para llenar una botella del refresco, y que quedaba simbolizado en el famoso envase que durante años se usó para presentar Trinaranjus formado en su base por tres pequeñas esferas, que se estiraban hacía la embocadura. Nosotros descartamos esta hipótesis, al considerar probado que la patente del nombre de Trinaranjus es muy anterior al del diseño citado de las tres esferas-naranjas.

Agustín Trigo Mezquita

Farmacéutico, industrial y político valenciano, Agustín Trigo Mezquita era hijo de un comerciante de la Plaza del Mercado de Valencia, ciudad en la que nació en 1863. Se licenció en Farmacia en Barcelona en 1888 y se doctoró en Madrid en 1892. Pionero de la industrialización del medicamento, en Valencia, fundó los Laboratorios del Dr. Trigo en el número 130 de la calle Sagunto.

Fue subdelegado de Farmacia del distrito de Serranos de Valencia de 1905 a 1931, vocal de la Junta Provincial de Sanidad durante 28 años, presidente de la sección de Farmacia del Instituto Médico Valenciano, presidente del consejo de administración del Centro Farmacéutico Valenciano, presidente de la Comisión Regional para el aprovechamiento de las plantas medicinales indígenas, presidente del Ateneo Científico de Valencia, así como secretario y luego presidente honorario del Colegio de Farmacéuticos de Valencia.

En la sociedad de Dependencia Mercantil inició el Dr. Trigo las enseñanzas de Comercio, que sirvieron con el tiempo para la creación en Valencia de la Escuela Oficial de Comercio, representó al Ayuntamiento en el Centro de Cultura Valenciana, siendo nombrado en 1920 director del mismo, así como en el II Congreso de Riegos y en el de Historia de la Corona de Aragón. Fue oficial de Instrucción Pública del estado francés condecorado con las “Palmas Académicas” de dicho país.

Además, a lo largo de su dilatada vida intelectual formó parte de diversas asociaciones científicas y profesionales, como la Real Academia de Medicina desde 1905 (de la que llegó a ser su presidente, el único que ha habido en toda la historia de la institución sin la condición de médico), de la de Bellas Artes de San Carlos desde 1942 y al final de su vida de la Real Academia de Farmacia.

Militante del partido Unión Republicana Autonomista, tras las elecciones municipales de abril de 1931 fue nombrado alcalde de la ciudad de Valencia. Durante esta etapa impulsó la constitución de una comisión regional para redactar el proyecto de Estatuto de Autonomía Valenciano en julio del mismo año, y dos meses después puso a la ciudad en estado de guerra a causa de los asaltos de los edificios religiosos, hasta que en el mes de octubre abandonó el cargo por la mala acogida que habían tenido sus iniciativas.

Sostuvo correspondencia y amistad con personalidades de la talla de José Rodríguez Carracido, Vicente Peset, del que fue alumno y luego ayudante en su laboratorio de análisis clínicos, María Curie o el P. Vitoria del Observatorio del Ebro.

Cultivó aficiones como la astronomía, para lo que instaló su propio observatorio en terrenos de su propiedad, realizando numerosas aportaciones científicas y manteniendo una intensa relación con astrónomos de la talla del francés Camille Flammarion, o del catalán José Comás Solá, directores ambos de sendos observatorios astronómicos. Otra de sus aficiones fue la pintura, y de sus pinceles salieron algunos cuadros de mérito.

La labor de escritor y publicista fue intensa, destacando la revista farmacéutica que editó en Valencia en 1899 titulada El Mensajero. Fue colaborador asiduo en la prensa valenciana, y ameno conferenciante sobre temas relacionados con las ciencias naturales y físico-químicas, la higiene, la sanidad o la divulgación científica.

Trinaranjus hoy TriNa

A principios del siglo XX Agustín Trigo inició la fabricación a gran escala de esencias naturales y artificiales, a base de aprovechar los productos naturales de la región valenciana, sobre todo derivados industriales de la naranja y del limón, e iniciando al mismo tiempo su fabricación a gran escala para surtir a la industria alimentaria de los esteres, aldehídos, etc., necesarios para su producción.

El producto estrella que salió de su laboratorio era el citrato de magnesia efervescente, que venía etiquetado con la imagen de una labradora valenciana y al fondo la silueta de la torre de la catedral de Valencia, el Miguelete. Con el tiempo el laboratorio se especializará en la fabricación de esencias y jarabes de naranja y limón, creando más tarde refrescos tan populares como Narangina, naranjada gasificada que luego ser comercializará en Francia como Orangina al margen de su creador, y sobre todo Trinaranjus, lanzado al mercado en 1933 y hoy propiedad de la multinacional Cadbury Schweppes que lo comercializa bajo el nuevo nombre de TriNa.

El éxito comercial acompañó desde el primer momento a este refresco natural hecho sin burbujas y a base de naranja, que se vio promocionado siempre con campañas publicitarias de gran impacto. En 1930 se anunciaba diciendo: “Eclipsa el calor porque apaga la sed. Pídalo en todas partes”. Por los años 60 el mensaje era: “Baila el twist y bebe Trinaranjus”.

Además de estos refrescos, inventó y comercializó con éxito diversos medicamentos e insecticidas, además de nuevas técnicas de laboratorio e incluso originales envases.

Hombre clarividente en la utilización de las nuevas técnicas de publicidad para dar a conocer los productos de su laboratorio, Agustín Trigo Mezquita fue sin embargo muy discreto a la hora presentarse ante la sociedad. Por eso su figura es hoy apenas conocida, circunstancia que hemos tratado de paliar con la publicación de este libro biográfico en el que ocupa un lugar preeminente la historia del refresco Trinaranjus.

JAIME LORÉN, J.M. DE (2016): Agustín Trigo Mezquita, farmacéutico valenciano inventor del Trinaranjus. Valencia, TriNa, 232 p.

José María de Jaime Lorén. Universidad CEU Cardenal Herrera (Valencia, España)

TRINARANJUS PROCEDE DE UNIR LA PRIMERA SÍLABA DEL NOMBRE DE SU INVENTOR, EL FARMACÉUTICO VALENCIANO AGUSTÍN TRÍGO, CON EL DEL PRINCIPAL INGREDIENTE.

AGUSTÍN TRIGO FUE MUY CONSCIENTE DE LA IMPORTANCIA DE LA PUBLICIDAD EN LA PROMOCIÓN DE LOS PRODUCTOS DE SU LABORATORIO, DESDE SUS PRIMEROS MEDICAMENTOS ESPECÍFICOS A REFRESCOS COMO NARANJINA O TRINARANJUS.

SOBRE LOS GRANDES REFRESCOS DE COLA SE HAN ESCRITO CIENTOS DE LIBROS Y ARTÍCULOS QUE CUENTAN SU CREACIÓN Y SU HISTORIA, DE LAS POPULARES BEBIDAS EUROPEAS DE CÍTRICOS APENAS SABEMOS NADA.

LOS FERROCARRILES DEL ESTADO DE SÃO PAULO (BRASIL) EN PERSPECTIVA ARQUEOLÓGICA

Juan Manuel Cano Sanchiz *

Brasil experimentó, en términos generales, una industrialización tardía y basada en los sectores extractivo e agropecuario. Este esquema se repitió en São Paulo, uno de sus estados más ricos e industrializados. En dicho contexto, los ferrocarriles aparecieron en la década de 1860 con una clara vinculación al campo. En la mayoría de casos, el objetivo de las compañías ferroviarias fue favorecer las exportaciones agrícolas, conectando para ello las plantaciones del interior con el Atlántico. Pero el tren se convirtió en seguida en un elemento dinamizador del territorio, agente de urbanización y generador de una clase obrera portadora de nuevos rasgos culturales, muchos de ellos importados.

Surgido de múltiples iniciativas privadas e inconexas, el sector ferroviario entró en crisis a las pocas décadas de comenzar el siglo XX. En 1957, en un intento de recuperar y revitalizar la malla ferroviaria, el gobierno brasileño creó la Rede Ferroviária Federal S.A. (RFFSA). Más tarde, en 1971, las líneas aún operativas en el estado de São Paulo fueron integradas en la empresa pública Ferrovia Paulista S.A. (FEPASA). Ni RFFSA ni FEPASA consiguieron evitar, en cambio, que los caminos de asfalto sustituyeran a los de hierro. Hoy, mientras se debate la vuelta del servicio de pasajeros (que solo existe en el área metropolitana de la capital), apenas unos pocos tramos de la red ferroviaria paulista sobreviven para transportar mercancías.

Con todo, el paso del tren por la historia paulista dejó un valioso legado, tanto material como intangible. Aun cuando una parte importante del mismo se ha perdido, el patrimonio ferroviario paulista sigue constituyendo un documento único para conocer la historia industrial de esta próspera región de Sudamérica. Supone, al mismo tiempo, un elemento de primer orden para generar nuevos recursos.

Estas ideas están en la base del proyecto Memória Ferroviária (MF), que coordina desde la Universidade Estadual Paulista (UNESP) el Prof. Dr. Eduardo Romero de Olivera. Con una trayectoria de más de siete años y una prometedora proyección de futuro, MF puede definirse como un proyecto de investigación transversal consagrado a la experimentación en el registro, la interpretación, la gestión y la activación del patrimonio industrial. Entre sus resultados más relevantes hasta la fecha se cuenta un primer piloto de inventario integral del patrimonio ferroviario paulista, que incluye un tesauro, una base de datos documental e iconográfica y un sistema de información geográfica.

Para cumplir sus objetivos, MF dispone de un equipo interdisciplinar que ha ido creciendo a lo largo de los años, compuesto por historiadores, historiadores del arte, historiadores de la economía, archivistas y documentalistas, arquitectos, turismólogos, geógrafos y otros profesionales vinculados a diferentes universidades e instituciones repartidas por Brasil, Argentina, Cuba, Inglaterra y España.

Nuestra llegada a MF supuso la incorporación de la Arqueología. En una primera fase de trabajo, ejecutada entre octubre de 2013 y marzo de 2014 con apoyo económico de la UNESP, desarrollamos diferentes actividades de intercambio metodológico e interacción disciplinar destinadas a integrar la metodología arqueológica en las herramientas de registro, análisis e interpretación de la cultura material ferroviaria. Al mismo tiempo, ejecutamos un diagnóstico preliminar de uno de los conjuntos objeto de estudio en MF: los talleres que la Companhia Paulista de Estradas de Ferro construyó a partir de la última década del siglo XIX en Jundiaí, ciudad que se sitúa 50 km al NO de São Paulo.

El Complejo FEPASA de Jundiaí, antiguos talleres de la Companhia Paulista (vista parcial de la fachada E).
El Complejo FEPASA de Jundiaí, antiguos talleres de la Companhia Paulista (vista parcial de la fachada E).

Aquel trabajo era una primera aproximación destinada a reconocer el complejo (que FEPASA mantuvo activo hasta 1998) y a localizar las distintas fuentes disponibles. Se abrieron, con ello, nuevas líneas de actuación. Frentes que desarrollamos desde octubre de 2014 con apoyo económico de la Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado de São Paulo (FAPESP, ref. 2014/12473-3).

El proyecto en curso, denominado A ferrovia como agente de globalização: estudo arqueológico transversal do complexo das oficinas da Companhia Paulista em Jundiaí-SP, se articula en dos fases. En la primera, recientemente cerrada, completamos un registro exhaustivo del sector seleccionado como muestra: una parte de los talleres originales de reparación de locomotoras a vapor, en la actualidad abandonada y en proceso de deterioro. Las tareas de registro permitieron recuperar la información contenida en los restos materiales y ofrecer nuevas herramientas de lectura, como una planta que refleja la configuración actual del espacio y varios análisis paramentales realizados con técnicas de Arqueología de la Arquitectura.

Vista parcial del interior de la muestra de estudio
Vista parcial del interior de la muestra de estudio

La segunda fase, en curso, se apoya en los datos generados durante el registro y en su cruzamiento con la información disponible en las demás fuentes procesadas para reflexionar sobre los ambientes industriales como escenarios de globalización. Se parte, para ello, de una comprensión del espacio basada en una interpretación funcional evolutiva. Encontramos, en este sentido, un complejo diseñado originalmente para operar con vapor, pero que fue creciendo y transformándose a lo largo del tiempo para adaptarse a las necesidades de la empresa (montar y reparar un material rodante procedente en su mayor parte de la importación) y a las innovaciones tecnológicas que marcaron el devenir del sector (como la electrificación y la dieselización).

Todos estos cambios dejaron huellas físicas que pueden leerse, por ejemplo, en los distintos tipos de pavimentos conservados, en los muros de cierre o en las cubiertas. También en los equipamientos que aún se encuentran in situ. Muchos de estos elementos nos hablan de compañías extranjeras, como Brown Bayleys Steel, Arnaud Etienne et Cíe. o The Phoenix Bridge Co. Firmas que conectan los talleres de Jundiaí con Inglaterra, Francia o Estados Unidos, respectivamente, en el marco de un mundo que se hace más pequeño con el avance del telégrafo, los transatlánticos y los ferrocarriles, como señalara Eric Hobsbawm en The Age of Capital y reflejara Jules Verne en Le Tour du monde en quatre-vingts jours.

La industrialización aparece así como un proceso que también puede ser estudiado por los arqueólogos, pues sus vestigios físicos aportan una información tan valiosa como la contenida en los documentos escritos, las imágenes (estáticas o en movimiento) o la memoria oral. Con nuestro trabajo queremos reivindicar la voz de la Arqueología en el estudio del pasado no remoto. Objetivo que cobra especial relevancia en el Complejo FEPASA (poco conocido) y en el contexto brasileño, donde la Arqueología de la Industrialización goza de escaso desarrollo.

Para mayor información:

CANO SANCHIZ, Juan Manuel. Patrimonio ferroviario y arqueología industrial en el estado de São Paulo (Brasil): el Projeto Memória Ferroviária. Anales de Arqueología Cordobesa, 2014/2015, nº 25-26, p. 279-307

[http://www.academia.edu/16341276/Patrimonio_ferroviario_y_arqueolog%C3%ADa_industrial_en_el_estado_de_São_Paulo_Brasil_el_Projeto_Memória_Ferroviária]

* Juan Manuel Cano Sanchiz es becario Post-Doctoral de la FAPESP (grant #2014/12473-3, São Paulo Research Foundation) en la UNESP, campus de Assis. Las opiniones, hipótesis y conclusiones o recomendaciones expresadas en este material son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la visión de la FAPESP.

FRASE DESTACADA: La industrialización aparece así como un proceso que también puede ser estudiado por los arqueólogos, pues sus vestigios físicos aportan una información tan valiosa como la contenida en los documentos escritos, las imágenes o la memoria oral.

Un mundo sin plagas. Las ciencias cindínicas y las plagas de Langosta

Antonio Buj Buj*

Enjambres de langosta - Jules Künkel, Invasions des acridiens vulgo sauterelles en Algérie
Algunos enjambres de langostas pueden llegar a tener decenas de millones de insectos. Ejemplares de Schistocerca gregaria Forsk. durante la reproducción. En Jules Künkel, Invasions des acridiens vulgo sauterelles en Algérie (Argel, 1893-1905)

Es posible pensar en un planeta Tierra sin plagas ni epidemias. Un mundo en el que los microorganismos no maten anualmente a millones de personas, o en el que las plagas agrícolas no se coman las cosechas de los campesinos. Es posible pensar en ello, pero no es factible. Una bacteria llamada Deinococcus radiodurans puede vivir en medio de una radiación tan intensa que el cristal de un vaso de pyrex que la contenga se cuece hasta llegar a un estado descolorido y frágil, según relata Edward O. Wilson en El futuro de la vida (Barcelona, 2002). Las cucarachas llevan en el planeta Tierra alrededor de 300 millones de años: el Homo sapiens, solo decenas de miles de años. El Deinococcus o las cucarachas son dos simples ejemplos que relativizan el papel de la humanidad en el planeta y muestran las profundas interdependencias de todos los seres vivos. Debemos admitirlo de manera irremediable: los seres humanos somos simplemente una hebra de la trama de la vida, según soberbia expresión de Fritjof Capra.

Hay que pensar en el control, no en la erradicación de las plagas.

No es posible un mundo sin epidemias ni plagas. No es posible esa magnífica utopía. La causa hay que buscarla en los centenares de enfermedades transmisibles provocadas por bacterias, virus y otros agentes patógenos, o en las no menos numerosas plagas agrícolas. De las epidemias, únicamente la viruela ha sido oficialmente erradicada. En los últimos ciento cincuenta años el progreso científico en el campo de la epidemiología ha sido fenomenal, pero ahora hay que añadir a aquéllas las enfermedades emergentes y reemergentes o la aparición de microorganismos resistentes a los fármacos. En el terreno de las plagas agrícolas, el progreso científico también ha sido extraordinario, pero debemos ser cautos. Más que erradicar una plaga, la humanidad debe pensar en su control. El hombre modifica el medio natural, y sus prácticas, como la deforestación, determinados sistemas de irrigación, la sobreexplotación de los pastos, la introducción de nuevas variedades de cultivo, o el uso masivo de insecticidas, favorecen la desaparición de especies animales esenciales para los ciclos agrícolas –pensemos en las abejas–, o la pululación de insectos dañinos como la langosta.

La langosta, probablemente la plaga agrícola más antigua y más importante del planeta, nos trae dos noticias: una buena y otra mala. La buena es que después de miles de años de devastaciones provocadas por este temible insecto, desde los tiempos bíblicos, la ciencia ha conseguido entender el mecanismo de su aparición, desarrollo y posible control. La mala es que se siguen produciendo plagas de langosta, llevando la desolación a campesinos de todos los continentes. Las más recientes han tenido lugar en el sur de Rusia, en agosto de 2015, y en Argentina, en los inicios de este 2016.

La langosta pertenece a la familia Acrididae, que incluye a unas 5.000 especies, de las cuales varios centenares generan daños en las plantas, y una veintena causa auténticas devastaciones. Cada especie de langosta es diferente, pero tienen algunas cosas en común: cambian de forma, de tamaño, de color y de comportamiento según las circunstancias ecológicas. Conocer estos cambios es fundamental para combatirlas. Algunos enjambres pueden llegar a tener decenas de millones de ejemplares. En todos los continentes hay plagas de langosta, aunque no todas son igual de dañinas; algunas son más voraces que otras, de mayor tamaño y se reproducen más rápidamente.

El pensamiento mágico-religioso sobre las plagas, también el de la langosta, empezó a superarse con la llegada de la ciencia de laboratorio a finales del siglo XIX, momento en el que se pusieron en marcha programas de investigación contra las enfermedades epidémicas y programas de lucha contra las plagas agrícolas. En el caso de la langosta, el mérito hay que atribuirlo al entomólogo ruso Boris Petrovich Uvarov, que construyó la llamada “teoría de las fases” y descubrió los mecanismos de aparición de las plagas de langosta. En España y en los países ricos las langostas están bajo control al precio de llevar a cabo unas adecuadas políticas preventivas. Hasta aquí las noticias buenas.

La mala noticia es que hoy sigue habiendo y, en el futuro, van a seguir produciéndose plagas de langosta. Debemos aspirar a controlarlas, pero en ningún caso podemos pensar que se pueden erradicar. Lo que sirve para la langosta también sirve para los otros riesgos biológicos. Como ya se decía en la España del siglo XVIII, la mejor manera de combatir las fiebres palúdicas era una buena olla. Con las langostas podemos llegar a las mismas conclusiones. El mejor combate contra la langosta es la lucha contra la pobreza, lo que ayudará enormemente a su control.

Los mejores aliados de la langosta son la pobreza y la guerra.

Las langostas más dañinas, de manera especial la Schistocerca gregaria Forsk., están en África y en el sudeste asiático, las zonas políticamente más conflictivas hoy de nuestro mundo. La langosta se convierte en calamitosa en aquellas regiones que no disponen de los suficientes medios científico-técnicos, materiales y humanos, además de una adecuada coordinación internacional para su combate. La pobreza, las guerras, el desorden institucional o la dependencia del exterior, son los mejores aliados de las plagas. Estas se comen los alimentos y obligan a los campesinos pobres a emigrar a las ciudades de sus países o a otras regiones más ricas como Europa. Algunas de esas migraciones campesinas, está documentado, han tenido que ver con plagas de langosta.

Los expertos están dejando de usar la expresión “desastres naturales”, aplicado a los riesgos biológicos y a los geofísicos, pues transmite la idea equivocada de que las calamidades que ocurren como consecuencia de peligros (del griego kyndinos) que existen en la naturaleza son totalmente “naturales” y, por tanto, inevitables, y están fuera del control de los seres humanos. Desde hace tiempo estamos asistiendo a la revisión de aquel paradigma, relacionado con estudios singulares y aislados, para pasar a configurar una nueva área del conocimiento que asocia riesgos medioambientales con asimetría social. Cada vez más se reconoce que las calamidades naturales son consecuencia de la forma en que las sociedades reaccionan ante las amenazas que se originan en los peligros de la naturaleza. Los riesgos y las posibilidades de que se produzcan vienen determinados en gran medida por los niveles de vulnerabilidad y las medidas de preparación, prevención y mitigación que se adopten, tal como señala el maestro de la geografía de los riesgos Francisco Calvo García-Tornel en Enfrentados a un destino adverso. De las calamidades naturales hacia las ciencias cindínicas (Meubook, 2014). Esto vale de manera especial para las plagas de langosta.

Para mayor información:

BUJ BUJ Antonio. Plagas de langosta. De la plaga bíblica a la ciencia de la acridología. Barcelona: Ediciones del Serbal, 2016. 164 p.

Anto­nio Buj Buj es Cate­drá­tico de ense­ñanza secun­da­ria y Doc­tor en Geo­gra­fía Humana por la Uni­ver­si­dad de Barcelona.

Geodatos y paisaje: de la nube al aula universitaria y a la formación del profesorado

por María Luisa de Lázaro y Torres*

El éxito del empleo de mapas web interactivos y colaborativos para aprender geografía es una realidad cotidiana impensable años atrás. Esto hace aconsejable replantear la enseñanza de la Geografía en las aulas universitarias y en la formación del profesorado. Destacamos iniciativas como el Atlas Digital Escolar, cuyos primeros ensayos se remontan a la implantación de la plataforma de ArcGIS Online (AGOL) TM, Esri® de la Universidad Complutense de Madrid en el año 2013.

Para la creación de un mapa web son necesarios geodatos, que pueden proceder de diversas fuentes: a) de una investigación I+D o I+D+i que haya generado datos que cuenten con una referencia espacial, en cuyo caso la cartografía Web sería una forma más de expresar, compartir y enriquecer los datos de una investigación; b) de una paulatina elaboración de datos con una finalidad docente o investigadora; c) de la reutilización de datos abiertos que proceden de instituciones que se dedican a ofrecerlos de forma estandarizada a través de sus Infraestructuras de Datos Espaciales (IDE) o de los centros de descargas, como es el caso del Instituto Geográfico Nacional.

La creación de mapas web que integren nuestros propios datos (mapas, imágenes, gráficos y textos) con otros datos referenciados o geodatos existentes en la nube, abre nuevas posibilidades en investigación y en docencia que es necesario explorar.

La gran novedad radica en que el mapa colaborativo resultante es una tarea asequible que sirve para aprender y actualizar contenidos desde cualquier lugar, en cualquier momento y por varias personas de forma simultánea. De su observación se pueden sacar nuevas conclusiones; de ahí su utilidad para presentar los resultados de una investigación. Mientras se construye el mapa y también en su empleo posterior se adquieren competencias digitales y espaciales. Además, el profesorado puede diseñar una metodología activa empleando técnicas pedagógicas colaborativas, como el aprendizaje basado en problemas, y de gran actualidad, como el storytelling y la clase invertida o flipped classroom. En este contexto, se han construido los mapas web que se presentan en un artículo publicado en el Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles. El primer ejemplo, consta de una serie de itinerarios que se pueden realizar a pie en distintas localidades de interés patrimonial o paisajístico, y el segundo es una radiografía de los contenidos o las ideas previas de los estudiantes en relación a los paisajes agrarios.

El mismo grupo de trabajo, ha realizado otros mapas en diferentes proyectos de Innovación y Mejora de la Calidad Docente disponibles en la E-Prints de la Universidad Complutense de Madrid, financiadora de los mismos, en los que se ha abierto esta nueva línea de investigación sobre el aprendizaje basado en cartografía interactiva en la nube conocida en el mundo anglosajón como web-based GIS learning. En ellos se ha seguido la tónica de muchas universidades americanas y europeas potenciando una estrecha colaboración entre centros de secundaria (IES San Roque, Badajoz; IES Altair, Getafe, Madrid; IES Diego Velázquez, Torrelodones, Madrid y Santa María del Pilar, Zaragoza) y universidades (Complutense de Madrid, León, Málaga y Zaragoza).

Podemos afirmar que los mapas web realzan la visión de la Geografía como ciencia. Es posible emplearlos para investigar, gestionar y resolver problemas territoriales empleando datos de elaboración o reelaboración propia, que se agregan a otros datos preexistentes. Con todo ello se presentan los resultados de esas investigaciones y las posibles soluciones a los problemas territoriales. Y además se aprende geografía de una forma vivencial, nueva, interactiva, divertida, significativa y razonada, alejada de lo puramente memorístico y repetitivo. Sin embargo, no habrá avance en el campo educativo ni en el investigador derivado de estas oportunidades, si los ciudadanos, las autoridades académicas y los investigadores no muestran su interés por ellas.

Para mayor información:

LÁZARO Y TORRES, M.L. De, IZQUIERDO ÁLVAREZ, S. y GONZÁLEZ GONZÁLEZ, M.J. Geodatos y paisaje: De la nube al aula universitaria. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 2016, nº 70, pp. 371-391. Disponible en: <http://www.age-geografia.es/ojs/index.php/bage/article/viewFile/2244/2131>. Resumen en inglés en: <http://www.age-geografia.es/ojs/index.php/bage/article/viewFile/2245/2132>. (English version)

DE MIGUEL GONZÄLEZ, R. y LÁZARO Y TORRES, M.L. De. Educating geographers in Spain. Geography teaching renewal by implementing the European Higher Education Area. Journal of Geography in Higher Education, 2016, nº 40 (2), pp. 267-283. Disponible en: <http://dx.doi.org/10.1080/03098265.2016.1139556>.

María Luisa de Lázaro y Torres es Profesora Titular de la Universidad Complutense de Madrid y Vocal de la Junta Directiva de la Real Sociedad Geográfica.

La medida de la Tierra y el origen de la geografía

Antonio T. Reguera Rodríguez*

La medida de la Tierra ha sido un objetivo científico de primer orden desde que el pensamiento racional inició un desarrollo autónomo buscando explicaciones en la propia naturaleza o mundo real; es decir, desde el surgimiento de la Filosofía y de la Ciencia. Es fácil entender que han sido varias las disciplinas implicadas en el intento, aunque queremos destacar el papel de la geografía.

La tesis que cobra fuerza con el desarrollo de nuestro trabajo es la de que la propia medida de la Tierra fue el proceso constituyente de la geografía como disciplina científica. A un discurso descriptivo ya ampliamente desarrollado en el siglo V a., con la obra de Herodoto, por ejemplo, se une en paralelo el curso de una geografía matemática que reconoce sus fuentes y tributarios en la observación astronómica y en el descubrimiento del concepto y cálculo de la latitud. Para entonces, cuando Aristóteles enseñaba a sus discípulos el uso de un primitivo astrolabio y les mostraba que en un eclipse de Luna, en la superficie de ésta, se reflejaba la curvatura de la Tierra como cuerpo esférico que era, ya estaba en marcha el gran programa científico que implicaba a toda la ciencia griega. Nadie de forma explícita y unitaria formuló tal programa, pero fue real. En torno al conocimiento de la Tierra se desarrollaron cinco líneas de investigación.

1ª .Su posición en el Cosmos. Formulaciones geocéntricas, geoestáticas y otras alternativas. Primeras intuiciones heliocéntricas.

2ª. Debate y propuestas a favor de la esfericidad después de la hipótesis pitagórica contenida en sus afirmaciones sobre la existencia de antípodas.

3ª. Tras la forma, se suceden las indagaciones sobre su tamaño. El propio Aristóteles nos proporciona las primeras medidas.

4ª. Las primeras percepciones, muy inciertas, sobre el tamaño abren el camino a las hipótesis sobre la configuración, o reparto de tierras y mares. Fue Sócrates, momentos antes de morir, quien habló en genial intuición de la existencia de ecúmenes múltiples.

5ª. Los referentes astronómicos y las relaciones matemáticas y geométricas que servían para medir la Tierra también eran aplicables para su representación. El primer desarrollo de una cartografía científica forma parte igualmente del propio desarrollo de la geografía matemática.

La medida de la Tierra, cuyos primeros ensayos se documentan entre los finales de los siglos IV y III a.

fue el proceso constituyente de la geografía como disciplina científica

Aristóteles enseñando a un grupo de discípulos la utilización de un instrumento de observación y cálculo astronómico (Topkapi Palace Museum, Miniatura turca del siglo XIII)
Aristóteles enseñando a un grupo de discípulos la utilización de un instrumento de observación y cálculo astronómico (Topkapi Palace Museum, Miniatura turca del siglo XIII)

En el objetivo central del programa, que era la medida de la Tierra, el personaje principal fue Eratóstenes. Ocupando el puesto de mayor relevancia científica de la época (siglo III a.), que era la dirección de la Biblioteca de Alejandría, supo ensamblar la observación de las sombras en Alejandría y Siena, la relación entre ángulos alternos, uno de los cuales equivalía al arco entre las dos ciudades, y la distancia geográfica entre ellas. Obtuvo el resultado, tras un redondeo en el valor del grado, de 252.000 estadios, que con el estadio medio egipcio que se supone utilizaba equivalían a los 40.000 Km., también redondeados, que se estiman en la actualidad. Entonces la Tierra de Eratóstenes era una Tierra bien medida, pero no se podía comprobar experimentalmente, y de hecho no quedarían certificados estos datos hasta el siglo XVIII. Pero los principios del cálculo y el método eran científicamente incuestionables, lo que incentivó otros muchos ensayos. El más conocido es el realizado por Posidonio en el arco Alejandría-Rodas, de donde salió el resultado de los 180.000 estadios que validaron Marino de Tiro y Claudio Ptolomeo. Era el modelo de “Tierra pequeña” que tanto ayudó a Colón a hacer los cálculos que más favorecían su empresa de navegación hacia el Oeste.

Todavía está por discernir si la Tierra de 252.000 estadios de Eratóstenes es diferente a la de 180.000 de Ptolomeo, mientras no pueda determinarse el valor del estadio en cada caso.

Marino y Ptolomeo son dos productos tardíos de la ciencia helenística que viven en plena exaltación del imperialismo romano, aunque desarrollan su obra al margen de la romanización. Ésta se identificó más con la producción ideológica que con la investigación científica. Ningún avance de importancia experimentó la geografía matemática en este periodo; y apenas alguno la geografía descriptiva. Séneca maldecía los nuevos descubrimientos porque atraían las legiones que llevaban la guerra. La Tierra se hacía más pequeña, y no era esta la situación más favorable para seguir indagando en su medida.

Pero el mayor apoyo a la idea de una Tierra pequeña lo encontramos en los máximos representantes de la exégesis bíblica, que en los albores de la Edad Media tratan de empequeñecer el mundo para adaptarlo mejor al modelo geográfico de la Biblia. Esto en un primer momento, porque cuando se imponga la impugnación general de la ciencia griega, la propia forma de la Tierra volverá a la planicie precientífica. Y entonces, ninguna de las medidas propuestas tenía ya sentido. La Tierra tomaba la misma forma que el Tabernáculo en el que se guardaban las verdades reveladas que hacían innecesario mirar al mundo, y mucho menos para medirlo.

En esta como en cualquiera otra época, los frenos al conocimiento científico pueden ser tan fuertes, que nadie está en condiciones de asegurar que la línea que lo representa sea constantemente ascendente.

Para mayor información:

REGUERA RODRÍGUEZ, Antonio T. La medida de la Tierra en la Antigüedad. León: Universidad de León, 2015.

*Antonio T. Reguera Rodríguez

Catedrático de Geografía Humana

Universidad de León

Una fundación romana: Lugdunum Convenarum

Luis Amela Valverde

No es ningún secreto decir que el mundo romano era un mundo de ciudades. Dónde no había centros urbanos, Roma los creaba. Durante el periodo de la República Romana Tardía (133-27 a.C.), este papel lo jugaba fundamentalmente los imperatores, en un afán tanto de protagonismo como de solventar los problemas de carácter administrativo y social que atravesaba en aquel tiempo Roma.

Cn. Pompeyo Magno (cos. I 70 a.C.) fue uno de los políticos más destacados en este aspecto, tanto en Oriente como en Occidente. En parte, su actitud se debía a su intento de emular la figura del conocido monarca macedonio Alejandro Magno (336-323 a.C.), entre cuyos atributos más característicos se encontraba su afán de «colonizar».

Las fuentes literarias revelan que este hecho ya era tenido en cuenta por la Antigüedad: Apiano informa que Pompeyo fundó ocho ciudades en Capadocia y una veintena entre Cilicia y Celesiria; Plutarco da la cifra de treinta y nueve ciudades. Pero no nos tenemos que dejar engañar por estas cifras, ya que muchas de estas «fundaciones» no eran más que dotar de un sistema administrativo adecuado a los intereses romanos a la comunidad en cuestión.

Esta fue la política seguida por Pompeyo en Occidente: concentrar la responsabilidad administrativa en unos pocos grandes núcleos sobre el resto de poblaciones y unidades étnicas vecinas, como había hecho su padre Cn. Pompeyo Estrabón (cos. 89 a.C.) en la Galia Cisalpina, mediante la conocida lex Pompeia de Transpadanis. Si no existía un núcleo que reuniese las características necesarias para tal función, consideraciones de carácter estratégico podían determinar establecerlo. Este fue el caso de Lugdunum Convenarum (Saint-Betrand-de-Comminges, dept. Haute Garonne, Francia) creada,junto con Pompaelo (Pamplona, prov. Navarra) y Gerunda (Girona, prov. Girona), durante la Guerra Sertoriana (82-72 a.C.).

Lugdunum Convenarum fue creada sobre la base de su magnífica situación estratégica, en el cruce de importantes rutas comerciales, y con importantes recursos naturales, desde la cual se podía controlar los pasos montañosos de esta zona, ya que vigilaba el Alto Garona (pasos de Somport y del valle de Arán hacia Hispania) y las rutas en dirección al gran nudo de comunicaciones que era Tolosa (Toulouse, dept. Haute-Garonne) así como hacia la Gallia Comata. No debe pasar desapercibido que los ejércitos de Hispania que luchaban contra Q. Sertorio (pr. 83 a.C.) tenían sus cuarteles de invierno en las llanuras del río Garona y en el Languedoc.

Debido a que la población lleva un nombre indígena, la fundación de Lugdunum Convenarum no habría sido ex novo, por lo que Pompeyo, aparte de la contribución de población humana en un antiguo oppidum indígena, habría efectuado algunas reformas de carácter urbanístico. Pero, desde el punto de vista arqueológico, no se encuentra pruebas de su existencia hasta tiempos del emperador Augusto (27 a.C.-14 d.C.), por lo que se ha dudado de la veracidad sobre la fundación pompeyana de esta localidad. Más bien, posiblemente el establecimiento fundado en este lugar por Pompeyo fuera de pequeñas dimensiones, por lo que sea difícil su identificación. Si fuera así, Lugdunum Convenarum no sería más que una modesta guarnición fronteriza que marcaba el límite del control directo por parte de la administración romana en la Galia occidental.

Termas y foro de Lugdunum Convenrum, con la catedral medieval de Saint-Betrand-de-Comminges al fondo
Termas y foro de Lugdunum Convenrum, con la catedral medieval de Saint-Betrand-de-Comminges al fondo

Las fuentes mencionan que Pompeyo pobló Lugdunum Convenarum con hispanos: San Isidoro de Sevilla menciona que fue colonizada por vascones, mientras que San Jerónimo nombra a vectones -vettones-, arrebaci -arevaci- y celtiberi, quienes habían sido obligados a bajar de los Pirineos, donde se habían refugiado, pues habían apoyado la causa de Sertorio contra Roma. La ubicación de estas gentes hispanas en la nueva población puede deberse a que, después de haber intentado resistir inútilmente, ofrecieron su rendición a Pompeyo quien, hábilmente, los trasladó desde sus tierras natales al sur de la Galia. En este sentido, hay que tener que, tras la muerte del sucesor y asesino de Sertorio, M. Perperna Veiento (pr. ca. 83 a.C.), Pompeyo acogió a muchos de sus soldados.

Pero Pompeyo no sólo incluyo a hispanos en Lugdunum Convenarum, sino también a nativos aquitanos,formando de esta forma la etnia de los Convenae, lo que daría validez a las palabras de San Jerónimo: cum-venire, «gente venida de todas partes». De esta palabra deriva el moderno topónimo Comminges, nombre actual de la comarca donde se asienta Saint-Betrand-de-Comminges. De esta forma, los Convenae no serían una antigua población prerromana, sino una creación de Pompeyo. No tiene nada de particular: los romanos parece que articularon a comunidades indígenas para formar con ellos a: galaicos, cántabros, astures y vascones.

En cualquier caso, la política de Pompeyo sobre los antiguos partidarios de Sertorio, a los que asentó en Lugdunum Convenarum (y, muy posiblemente, en otros centros), recuerda asimismo el mismo tratamiento que Pompeyo dispensó a los vencidos piratas no mucho tiempo después (67 a.C.), al ubicarlos en varios centros despoblados, especialmente en la región anatólica de Cilicia, con el objeto de reconciliar Roma con sus antiguos enemigos, dándoles una oportunidad para adaptarse a las condiciones de la paz que se les había impuesto.

La integración definitiva de los Pirineos dentro del control político, administrativo y fiscal romano comienza precisamente con las actuaciones de Pompeyo en la región, cuyos pivotes fundamentales serían la fundación de Lugdunum Convenarum y el pacto con los Vascones (con la transformación de una de sus poblaciones en Pompaelo). No en vano, Lugdunum Convenarum, Pompaelo y Gerunda, presentan una característica común: su magnífica posición estratégica, dominando rutas comerciales y militares de importancia.

Para mayor información:

AMELA VALVERDE, Luis. Pompeyo y Lugdunum Convenarum. Biblio3W. Revista bibliográfica de geografía y ciencias sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 15 de febrero de 2016, vol. XXI, nº 1.1150. http://www.ub.edu/geocrit/b3w-1150.pdf. ISSN: 1138–9796.

Luis Amela Valverde es Doctor de Geografía e Historia por la Uni­ver­si­dad de Barcelona.

Quince años de diálogo entre educación y territorio: los Proyectos Educativos de Ciudad (PEC) en Cataluña

Jordi Collet-Sabé*

Después de varios decenios en los que, en Europa, educación y escolaridad eran concebidos como sinónimos, el primer congreso mundial de Ciudades Educadoras (Barcelona 1990) constató un doble desbordamiento ante esa concepción clásica: la educación se daba en todos los espacios de la ciudad o del pueblo (no sólo en la escuela) y a lo largo de la vida (no sólo en la infancia). Así, la ciudad se concebía a sí misma no sólo como un «decorado» dónde las distintas educaciones se realizaban, sino también como un agente clave con la función explícita de promover más y mejores educaciones para todo el mundo. Cómo propuso Jaume Trilla, se trataba de promover el aprender EN la ciudad (contexto y oportunidad), aprender LA ciudad (como contenido) y DE LA ciudad (vida urbana).

En Europa, la Carta y el movimiento de Ciudades Educadoras plantearon des de su inicio la necesidad de hacer aflorar los distintos currículos educativos ocultos que la Ciudad tenía en sus diversas dimensiones: escolar, urbana, cultural, deportiva, sanitaria… y repensarlos a la luz de su dimensión educadora. Toda la ciudad y todas las relaciones, actividades, estructuras… (nos) educan, pero no siempre en la dirección correcta, ya que a menudo, implican exclusiones y desigualdades. Des de sus inicios, el movimiento de Ciudades Educadoras buscó repensar y repracticar las educaciones en y de la ciudad para trabajar por la plena ciudadanía equitativa. Un objetivo parecido al que, por ejemplo en América Latina, se empezó a trabajar des de la década de los 70 con las «escuelas de ciudadanía» promovidas por Freire o a los actuales foros “Escuela Ciudadana y Ciudad Educadora».

Una decena de años después del congreso en Barcelona, especialmente en Cataluña, la sensación era que sólo con la Carta y la adhesión de los municipios a la misma, la transformación educativa de las ciudades y pueblos no se estaba produciendo. Aparecía así la necesidad de dotar la perspectiva de las Ciudades Educadoras de un instrumento de participación y planificación capaz de organizar esa «educacionalización de las ciudades». Y ese instrumento fueron los Proyectos Educativos de Ciudad (PEC). Des de su nacimiento en Barcelona y Sabadell (1997-1998), más de un centenar de ciudades y pueblos catalanes han desarrollado su PEC con el objetivo de conocer las distintas realidades educativas de su territorio (diagnóstico); proponer mejoras en las mismas a través de procesos participativos, e implementar acciones y políticas que permitan más y mejores educaciones para toda la ciudadanía.

Algunos de los logos de los PEC que se han desarrollado en Cataluña en los últimos años. Fuente: Red de Municipios comprometidos con el PEC. Diputación de Barcelona. http://www.diba.cat/es/web/educacio/cataleg/pec
Algunos de los logos de los PEC que se han desarrollado en Cataluña en los últimos años. Fuente: Red de Municipios comprometidos con el PEC. Diputación de Barcelona. http://www.diba.cat/es/web/educacio/cataleg/pec

El balance de estos 15 años de relación entre educación y territorio en los PEC catalanes es desigual. Por un lado, en el campo del discurso y de la agenda en el mundo local, las educaciones tienen hoy un lugar y una relevancia imposibles de entender sin los PEC. Asimismo, el conocimiento de las realidades educativas locales y el crecimiento y desarrollo sistemático de nuevas políticas educativas territoriales tampoco se pueden desligar del impulso de los PEC; de sus tres propuestas metodológicas (1998, 2005 y 2009); y del apoyo económico, metodológico y teórico de la Diputación de Barcelona a los mismos.

Pero por otro lado, la relación entre educación y territorio sigue arrastrando dos grandes lastres que dificultan una formalización y estabilización de la misma en toda regla. En primer lugar, encontramos una alta «tasa de mortalidad» de los PEC, especialmente a partir de su tercer o cuarto año. Así, la sostenibilidad de los PEC está resultando uno de sus mayores puntos débiles que dificultan la estructuración y la consolidación de una dinámica participativa sobre las educaciones en la ciudad que facilite nuevas iniciativas, políticas y actuaciones en este campo. En segundo término, y a pesar de los interesantes debates sobre las relaciones y posibilidades entre las educaciones y el territorio, constatamos que los impactos concretos generados por los PEC distan mucho de sus potencialidades teóricas. Así, las dificultades para concretar en acciones y propuestas concretas y efectivas ese diálogo entre ciudad y educaciones merman notablemente su capacidad para devenir una herramienta útil y transformadora.

Como conclusión, podemos decir que las potencialidades del diálogo entre educaciones y territorio abiertas por el Congreso de Ciudades Educadoras y los PEC son importantes, interesantes y relevantes. Pero, a la vez, las dificultades de los PEC para producir transformaciones educativas y territoriales concretas y sostenibles, merman esas enormes potencialidades de devenir una herramienta útil. Así, el debate abierto hoy en Cataluña versa, por un lado, sobre la necesidad de nuevas vías de debate y (des)encuentro entre educaciones y territorio. Y por el otro, sobre la necesidad de utilizar esas educaciones como herramientas clave tanto de análisis crítico de la ciudad actual como para su producción alternativa en términos de justicia, voz y dignidad.

Para mayor infor­ma­ción: Collet-Sabé, J.; Subirats, J. Educación y territorio: 15 años de Proyectos Educativos de Ciudad (PEC) en Cataluña (España). Análisis, evaluación y perspectivas. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, 2016, Vol. XIX, nº 532. http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-532.pdf

*Jordi Collet-Sabé es Profesor Titular de Sociología de la Educación en la Universidad de Vic – UCC (Barcelona). Y colaborador del Instituto de Gobierno y Políticas Públicas (IGOP) de la Universidad Autónoma de Barcelona que dirige el Prof. Joan Subirats. https://universityofvic.academia.edu/ColletSabéJordi

Jóvenes delincuentes y territorio en la ciudad de València: sin proximidad no existe intervención efectiva

María D. Pitarch-Garrido y F. Xavier Uceda-Maza*

Crecer en un barrio u otro de una gran ciudad como Valencia (España) implica desarrollarnos socialmente en un universo concreto y complejo. La capacidad del territorio, o los barrios urbanos, para generar por sí mismos identidad y pertenencia, así como exclusión y marginación de su población es una realidad, lo es también para conocer que trayectorias delictivas seguirán sus jóvenes.

Analizamos en el artículo el caso de la ciudad de Valencia, los barrios donde residen los jóvenes delincuentes y desarrollan su trayectoria delictiva, así como el escenario social en términos de equipamiento público, escuela, programas y talleres para jóvenes, servicios sociales, etc., ya que es clave para la prevención e intervención social con éstos jóvenes y su barrio, pues las políticas de proximidad favorecen la convivencia y la integración de las personas.

Accesibilidad a pie al centro de referencia más cercano (incluidos todos los centros del área metropolitana susceptibles de ser considerados de referencia).

Accesibilidad a pie al centro de referencia más cercano (incluidos todos los centros del área metropolitana susceptibles de ser considerados de referencia).

 Accesibilidad en transporte público al centro de referencia más cercano (incluidos todos los centros del área metropolitana susceptibles de ser considerados de referencia).
Accesibilidad en transporte público al centro de referencia más cercano (incluidos todos los centros del área metropolitana susceptibles de ser considerados de referencia).

La inseguridad es consecuencia y causa del aislamiento y la descohesión social de ciertos barrios, que a su vez coinciden, con la ausencia de recursos y equipamientos públicos. La distribución espacial de los servicios públicos es una variable que explica, entre otras, la exclusión social. En el caso que nos ocupa, será de gran importancia conocer la ubicación y la accesibilidad real de los centros de reeducación (medio-cerrado) y el equipo de medidas judiciales (medio abierto) para los adolescentes de la ciudad de Valencia.

El estudio se ha basado en la geolocalización de 286 adolescentes en conflicto con la ley (ACL) con medidas judiciales derivados al Ayuntamiento de Valencia. A partir de los datos estadísticos, se han construido tres tipologías de trayectorias delictivas: trayectoria inicial (ACLTI), trayectoria moderada (ACLTM) y trayectoria consolidada (ACLTC).

No vivimos donde queremos, sino donde podemos y el lugar en el que vivimos contribuye a definir nuestra trayectoria vital.

En el artículo se muestran variaciones geográficas del riesgo de ser ACL y desarrollar una trayectoria delictiva u otra y que determinadas características en la realidad socioeconómica actual de los distritos influyen en esa variación. Vecindarios menos aventajados en términos económicos y educativos, con mayores niveles de inmigración, físicamente deteriorados y con peor calidad del equipamiento público, son aquellos donde el riesgo de desarrollar una trayectoria delictiva consolidada es mayor.

Los ACL y su trayectoria delictiva no se distribuyen al azar, sino que existe un patrón espacial vinculado a las características de los vecindarios.

En Valencia se observa que sólo dos de los diecinueve distritos de la ciudad suman el 30% de los ACL y siete distritos el 60%. Dentro de los distritos con poca presencia, se encuentra uno de los distritos centrales, precisamente el que presenta mayor renta per capita. Las tres trayectorias delictivas se producen en los mismos tres distritos, todos ellos periféricos, alejados de los centros de decisión y poder, así como con las rentas per capita más bajas. Estos suponen en cada una de las trayectorias en torno al 40% y 50% de los ACL. Esta concentración revela que son distritos donde se desarrolla la trayectoria delictiva de los ACL desde su inicio a su consolidación; en este sentido los ACL que consolidan trayectoria delictiva son los candidatos a entrar en un centro penitenciario.

A partir del uso de software SIG, se ha obtenido la cartografía de la accesibilidad desde cada sección censal al Equipo de Medio Abierto y a los Centros de Reeducación. En este territorio, la localización del Equipo de Medio Abierto y de los Centros de Reeducación es fundamental desde una doble perspectiva: la facilidad de los adolescentes conflictivos para acudir al centro y la posibilidad real de los técnicos de alcanzar un territorio -y a su población- para trabajar eficazmente.

LA DISTANCIA ES UNA BARRERA IMPORTANTE PARA UNA INTERVENCIÓN EFICAZ

Por lo que respecta a la proximidad a los Centros de Internamiento de referencia son los distritos y barrios especialmente sensibles, los que se encuentran en peor situación, a más de dos horas andando y alrededor de una hora en transporte público. La adjudicación del centro de internamiento no siempre está sujeta a la cercanía al usuario, sino, en habitualmente, a las posibilidades de oferta del servicio o al número de plazas libres. En la mayoría de los casos, pues, la distancia se incrementa respecto a lo previsible.

Cabe señalar el caso del Centro de Medidas Judiciales de medio abierto, un centro único y que debe dar servicio a toda la ciudad de Valencia. La distancia, en este caso, es una barrera importante, tanto para el usuario como para el profesional que, en ocasiones realiza el servicio en el entorno del adolescente. La distancia junto al aumento en la ratio de ACL de los educadores y trabajadores sociales impide, lógicamente, dedicar el tiempo necesario para acompañar en el proceso y facilitar su integración en los programas y recursos del territorio que son los que pueden garantizar a medio plazo el abandono de las conductas delictivas.

La relación entre la localización de las estructuras de intervención con los ACL (ya sea de medio abierto o cerrado) y la localización de la residencia de los mismos, es básica para conseguir una adecuada reinserción del joven, ya que se parte de la premisa que la trayectoria de los ACL se realiza en un territorio (barrio), que a su vez es el espacio social de la intervención profesional.

De este modo destacamos que el hecho de que existan barrios con una situación de exclusión social importante, pone de manifiesto la necesidad de que las iniciativas de intervención y prevención se dirijan a aquellas áreas de la ciudad particularmente desfavorecidas, acercando tanto los equipamientos como a los profesionales, con el fin de que sus intervenciones sean eficaces y contribuyan a mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos.

Para mayor información:

PITARCH-GARRIDO, María Dolores y UCEDA-MAZA, Francesc-Xavier. Análisis de la exclusión social a partir de la delincuencia juvenil en la ciudad de València. El territorio como base para la intervención. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 2015, nº 69, p 63-92. http://www.age-geografia.es/ojs/index.php/bage/issue/view/102

* María D. Pitarch-Garrido y F. Xavier Uceda son profesores-investigadores del Instituto Interuniversitario de Desarrollo Local de la Universitat de València.

Análise de multicritérios na prática de serviços ambientais em áreas de mananciais

O Brasil concentra uma das maiores reservas de água doce do mundo que, aliada à sua biodiversidade e à beleza dos seus rios e lagos, representa um importante patrimônio natural do País. Todavia, os problemas relacionados à distribuição espacial e temporal da água têm representado enormes desafios para milhares de brasileiros. Em regiões como a Metropolitana de São Paulo, a disponibilidade atual de água corre sérios riscos, devido à contínua expansão da ocupação urbana desordenada, a qual provoca a poluição e contaminação dos mananciais, a utilização visando os diferentes tipos de uso seja ele industrial, agrícola, mineração, entre outros. A escassez de certos recursos ambientais e a busca constante de saídas para controlar e explorar de forma sustentável esses bens e serviços naturais levou o Governo do Estado de São Paulo, a criar um instrumento legal para dar subsídios ao Projeto Mina d’água, que institui o Pagamento por Serviços Ambientais para a proteção de nascentes localizadas em áreas de mananciais de abastecimento público. O instrumento de PSA surge no Estado de São Paulo, como um dos primeiros no Brasil, que visa incentivar, por meio de pagamentos aos proprietários rurais, ações importantes para a geração de serviços ambientais (sequestro de carbono, conservação da biodiversidade, proteção da água). O projeto tem como base legal no Estado de São Paulo a Política Estadual de Mudanças Climáticas através da Lei 13.798 de 09/11/2009. Para garantia do pagamento por serviços ambientais e obtenção de informações sobre mananciais a utilização da análise multicritérios sugere uma interação com os decisores envolvidos com a questão para a definição dos critérios e parâmetros de seleção, conduzindo a resultados mais consistentes. Na aplicação desses métodos, a delimitação do problema poderá ter diferentes enfoques, relacionados com as reais demandas de água e com os principais objetivos do Programa Mina d’Água. O conceito de serviços ambientais varia, o Dictionary of Environmental Economics define Serviços Ambientais (SA) como “funções ecológicas percebidas atualmente para apoiar e proteger as atividades humanas de produção e de consumo ou que afetam globalmente, de alguma forma, o bem estar humano”. Com base no conceito o pagamento por serviços ambientais, consiste em pagamentos diretos por aqueles que se beneficiam desses serviços. Esses pagamentos podem ser contratuais e condicionais, aos proprietários de terras e aos usuários locais, em retorno da adoção de práticas que garantam a conservação ou a restauração do ecossistema, representando uma forma nova e mais direta para promover a conservação. Os serviços ambientais oferecidos por bacias hidrográficas podem ser mensurados por alterações positivas nas medidas de escoamento de superficial, vazão de cursos de água, erosão de solo e produção de sedimentos. Para análise de multicritérios foi utilizado o Método Delphi, sendo o mesmo aplicado em 5 pesquisadores focados no pagamento de serviços ambientais da Secretaria do Meio Ambiente do Estado de São Paulo. Estes profissionais possuem grande experiência e prática no Pagamento por Serviços Ambientais sendo responsáveis pela implantação e fiscalização em projetos no âmbito estadual, portanto, as contribuições realizadas através das respostas aos questionários realizados são plenamente condizentes com a realidade e práticas atuais. Foram necessárias duas rodadas do método para a definição do melhor resultado referente ao pagamento da prática de serviços ambientais em áreas de mananciais.

Aplicação do método Delphi auxilia no fornecimento de informações para garantia do PSA em áreas de mananciais

O método Delphi utiliza as diversas informações identificadas e obtidas pelo julgamento intuitivo das pessoas, com a finalidade de delinear e realizar previsões. Esse método explora a experiência coletiva dos membros de um grupo em um processo interativo e estruturado. No formato original, a primeira rodada é não estruturada, e é dada aos especialistas selecionados uma relativa liberdade de identificar e elaborar as questões percebidas como relevantes ao tema abordado. O questionário é consolidado pela equipe de coordenação, de modo a associar escalas qualitativas ou quantitativas às questões, e então submetê-lo a uma sequência de rodadas.

Figura 1 – Elementos Primários de Avaliação – EPA’s
Figura 1 – Elementos Primários de Avaliação – EPA’s

Definidos os Elementos Primários de Avaliação – EPA’s desenvolveu-se o mapa cognitivo visando promover o pagamento por serviços ambientais em áreas de mananciais.

A tabela 1 demonstra os resultados alcançados após a aplicação do método Delphi.

A aplicabilidade do método Delphi constitui em fator relevante a obtenção de dados mais consistentes e representa uma ferramenta útil de comunicação entre o grupo de especialistas possibilitando a formação de um julgamento do grupo. Na avaliação realizada pelos especialistas destaca-se que a qualidade do serviço prestado é o critério mais importante na promoção do pagamento por serviços ambientais.

Para maior informação:

Canada, Claudete Bezerra dos Santos; Mariotoni, Carlos Alberto. Avaliação da aplicabilidade de Pagamento por Serviços Ambientais em Recursos Hídricos no Brasil. Doutorado em Recursos Hídricos, energéticos e ambientais, 2016.

Claudete Bezerra dos Santos Canada é estudante de Doutorado GPESE/DRH/FEC/NIPE/UNICAMP e Carlos Alberto Mariotoni é Professor GPESE/DRH/FEC/NIPE/UNICAMP.