Arquitectura industrial: los primeros garajes de Valencia

La economía valenciana experimentó a finales del siglo XIX y principios del siglo XX una época de auge debido principalmente a un crecimiento agrario basado en el arroz y en la naranja. Este desarrollo agrario convirtió a la ciudad de Valencia en un centro de negocios y servicios, lo que supuso la transformación de la ciudad: la demolición de las murallas, los planes de ensanche, y la construcción de nuevos edificios de viviendas, comerciales, sociales y de servicios, entre los que destacan la Estación del Norte del Ferrocarril, el Ayuntamiento y el edificio de Correos.

Entre estas nuevas edificaciones se encontraban los garajes de automóviles. El automóvil se consolidó a nivel mundial como medio de transporte a principios del siglo XX y prueba de ello en la ciudad de Valencia, fueron las exposiciones, exhibiciones y carreras que se realizaron en la Exposición Regional de 1909 y la posterior prórroga como Exposición Nacional durante 1910.

En Valencia, en 1914 el parque automovilístico era aproximadamente de un millar de automóviles y en 1925 pasó a tener matriculados entre turismos, camiones, taxis, autobuses y motocicletas, un total de 3.852 vehículos. Este aumento tuvo como consecuencia la necesidad de habilitar espacios donde guardar o custodiar los automóviles, lo que condujo al nacimiento del garaje.

Los garajes aparecen como consecuencia de las nuevas necesidades de la sociedad industrial y de la aparición de todo el equipamiento técnico puesto al servicio de la sociedad y de la obra pública, por lo que su arquitectura se podría englobar dentro de lo que se define como arquitectura industrial.

[La arquitectura de los garajes se engloba dentro de la arquitectura industrial]

Los garajes no solo supusieron una zona de custodia de vehículos, sino que en muchas ocasiones su actividad se veía complementada con las de reparación, lavadero, venta de accesorios y en algunos casos venta de gasolina.

Figura 1: Distribución en Planta del Garaje Martí (Proyecto de Eugenio López. AHMV. Ensanche año 1920. Caja 4. Expediente 173.
Figura 1: Distribución en Planta del Garaje Martí (Proyecto de Eugenio López. AHMV. Ensanche año 1920. Caja 4. Expediente 173.

Los primeros garajes empezaron a funcionar en Valencia a principio de los años 20 y se ubicaron principalmente en el Ensanche Noble de Valencia. Inicialmente se trataba de edificaciones en patios de manzana, con acceso por la planta baja de los edificios de viviendas o incluso ocupaban otras edificaciones como cobertizos y naves-almacén que se reconvertían para albergar los automóviles.

[Los diseños de los primeros garajes fueron realizados por los arquitectos de renombre de la ciudad]

La importancia social del automóvil y como consecuencia de todo lo que le rodeaba, hicieron que los garajes se convirtieran en edificaciones independientes, con una tipología específica y donde se reflejaban las características de la arquitectura modernista y regionalista que se sucedieron en la Valencia de la época. Una muestra de la importancia de los garajes es la autoría de las edificaciones, a cargo de los arquitectos y maestros de obra con más renombre de la ciudad, como D. Francisco Almenar, D. Demetrio Ribes o D. José Peris.

Figura 2: Fachada del Garaje Auto-Central (Proyecto de D. Francisco Almenar).
Figura 2: Fachada del Garaje Auto-Central (Proyecto de D. Francisco Almenar).

Para ampliar información:

FUENTES BARGUES, Jose Luis. La arquitectura de los primeros garajes de Valencia. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de febrero de 2014, vol. XVIII, nº 466. <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-466.htm>. ISSN: 1138-9788.

Jose Luis Fuentes Bargues es Doctor Ingeniero Industrial y Arquitecto Técnico, profesor e investigador de la Universitat Politècnica de València y de la Universitat de València.

El alojamiento turístico, ¿ un problema urbano ? Repensar la ciudad como espacio de equilibrio de usos y convivencias.

Josep M. Vilanova, arquitecto urbanista

El conflicto sobre el alojamiento turístico, los usos del espacio público o la transformación del comercio ha aflorado en el caso del barrio de La Barceloneta, pero es la punta de lanza de un problema de mayor escala que afecta a la ciudad de Barcelona, que se ha abierto sin control al mercado turístico con la inhibición, cuando no posición activa, del ayuntamiento como se ha constatado en el caso de La Barceloneta y sus entornos, lo que sitúa al turismo urbano como uno de los ejes fundamentales del debate sobre las políticas urbanas actuales y futuras.

Recientemente los vecinos del barrio de La Barceloneta han conseguido que se haga visible el conflicto contra las viviendas ilegales de uso turístico en el contexto del crecimiento acelerado de la actividad turística en los últimos años en la ciudad de Barcelona, que se está convirtiendo en uno de los problemas urbanos de mayor relevancia. El conflicto, inicialmente de ámbito local, hace visible un problema de mayor alcance, La Barceloneta se ha convertido en la punta de lanza de un problema de mayor dimensión relacionado con las diversas formas del alojamiento turístico, el uso del espacio público y el tipo de turismo que se quiere promocionar.

El ayuntamiento de la ciudad ha decidido desde hace años facilitar el desarrollo de todos los tipos y niveles de turismo urbano al mismo tiempo, el de negocios, el de alto poder adquisitivo, el cultural, el de ocio y diversión, el joven de borrachera, el de cruceros, incluso el de sol y playa. La diversidad de recursos turísticos y de niveles de alojamiento y servicios y de espacios públicos de la ciudad facilita su desarrollo y mezcla, el turismo se ha convertido en pocos años en un sector económico en fuerte expansión, que en un contexto de crisis económica lo convierte en una actividad que no se quiere controlar.

Los ciudadanos de muchas zonas de Barcelona hace ya tiempo que vienen percibiendo estas dinámicas en la ciudad, y soportan como pueden los inconvenientes de esta actividad respecto a la vida cotidiana en términos de usos del espacio público y de los servicios y equipamientos, especialmente los patrimoniales y culturales, de movilidad en determinadas zonas congestionadas, de convivencia con los alojamientos turísticos o viendo la presión y los cambios en el tejido comercial de proximidad.

En el caso de La Barceloneta, la presión del mercado inmobiliario en un barrio con una posición urbana y territorial privilegiada, se le suma la especulación acelerada del mercado de alojamientos turísticos, en la forma oficial de “viviendas de uso turístico”, que las estimaciones más fiables sitúan ya en el 20% de las viviendas del barrio, la gran mayoría ilegales. Y esa doble presión tiene unos efectos demoledores, que pueden ser determinantes en la transformación de la identidad del barrio si no se actúa de manera inmediata.

Desde la apertura total del barrio a la ciudad con la transformación de todas las barreras que lo aislaban, la presión del mercado residencial ha ido expulsando a la población tradicional del barrio por el coste de la vivienda, y ahora la presión altamente especulativa del mercado de alojamiento turístico está intensificando esta presión, frente a unos vecinos que en buena parte no pueden encontrar otra alternativa en el mercado inmobiliario de una ciudad como Barcelona. Un razonamiento similar se puede hacer sobre las actividades en el barrio, con las históricas actividades industriales y portuarias totalmente transformadas y otras como las mencionadas en relación a las playas (gastronomía, deporte, ocio) cada vez más alejadas de las posibilidades de los vecinos, a lo que hay que añadir un comercio de proximidad en regresión frente a la presión del relacionado con el turismo.

Hace muchos años que la ciudad de Barcelona es una ciudad abierta a los mercados especulativos, sin contrapesos públicos operativos a la acción directa de los agentes inmobiliarios, y ahora los turísticos, en una clara dejación de funciones de la administración pública. Pero además, en el entorno de La Barceloneta se han aceptado e impulsado acciones que favorecen e intensifican esa dualidad entre los que pueden por su fuerza económica y los que no pueden aunque sean los verdaderos protagonistas de la ciudad, los vecinos del barrio, como han sido las sucesivas transformaciones del Port Vell, hasta las últimas del hotel Vela, la marina de yates de super-lujo, o la desregulación del mercado inmobiliario y turístico, situando un barrio frágil como La Barceloneta a los pies de los caballos.

Para mayor información:

Pié, R., Crespo, I., Vilanova, J.M. Turismo: ¿riesgo o oportunidad?. En Documento de alternativas en el ámbito del territorio y el urbanismo, Foro 2012 Cataluña 21, http://forum.scot.cat

LA PROSTITUCIÓN: ¿HAY QUE REGLAMENTARLA O PERSEGUIRLA?

por Rafael Alcaide González

El complejo mundo de la prostitución aglutina, desde la perspectiva de quienes la ejercen, múltiples situaciones personales que exceden todos los tópicos sociales que existen al respecto. Una mujer, puede ejercer la prostitución por multitud de causas, relacionadas con su situación personal,que oscilan entre la asunción de la prostitución como modo de ganarse la vida, y la explotación sexual llevada a cabo por terceros, sea en un prostíbulo reglamentado, o en pisos clandestinos, carreteras y locales de baja estofa mediante la extorsión de proxenetas o redes mafiosas dedicadas a la trata de blancas.

Hay que añadir las consecuencias como la falta de garantías sanitarias que comporta el ejercicio de la prostitución, especialmente la clandestina, para todos sus actores y sus tremendas repercusiones en todos los órdenes de la vida de las personas efectadas.

La prostituta no es siempre una víctima de sus circunstancias personales. Es necesario insistir en la polifacética realidad de la prostitución, para no caer en la tentación de los tópicos al uso, que en demasiadas ocasiones incluyen a todas las meretrices bajo el palio del discurso victimista. Esta afirmación no niega que existan víctimas. Las hay, muchísimas, desgraciadamente, reclutadas mediante chantaje y extorsión por las redes mafiosas de trata de blancas. También son víctimas las mujeres que ejercen la prostitución como consecuencia de la crisis económica que nos viene afectando desde hace años. Estas mujeres nunca pensaron que se verían abocadas a este comercio sexual, y han tenido que afrontar esta difícil decisión personal, independientemente de los diversos matices que es necesario tener en cuenta, porque no existe una generalización válida para todos los casos.

Pero, además de éstas, existen otras meretrices cuya catalogación dista mucho de ser la de víctima. Son aquellas que han elegido libremente montar un negocio con el comercio de su cuerpo, logrando, con la cotización de sus servicios, mantener un status social y personal ciertamente elevado. Tienen un nivel de vida y de contactos sociales muy alejados del día a día de las otras meretrices, las explotadas por la necesidad o por los proxenetas de turno. Diferencias que se agrandan e inciden en los aspectos relativos al rechazo social y sus consecuencias.

El interés por la reglamentación, abolición o persecución de la prostitución es cíclico. Actualmente, tras la regularización por parte del gobierno de la Generalitat de Catalunya, pionera en España, de las medidas de higiene y horarios en los lugares donde se ejerce la prostitución, existe un debate sobre los aspectos laborales tales como la inscripción en un régimen especial de la Seguridad Social, o como autónomas, para gozar de los beneficios de la sanidad gratuita y la jubilación y, de paso, aportar al fisco la parte correspondiente a los más de 3.500 millones de euros anuales estimados, que el negocio de la prostitución mueve en España.

Dejando aparte los aspectos económicos del problema, la persecución de la prostitución mediante medidas como amedrentar a los clientes, desalojar a las prostitutas de los espacios públicos, o las redadas puntuales, no parece ser la mejor solución a un problema que suscita tanta controversia como rechazo social. Nadie quiere tener cerca un prostíbulo, pero si en Barcelona se crease un barrio rojo regulado en todos sus aspectos, y éste se convirtiese en otro atractivo turístico y motor económico de la ciudad, ¿qué opinarían los comerciantes y vecinos de dicho barrio? Quizá por esta doble moral implícita en todos los planteamientos sobre la prostitución, lo más sensato sería empezar por reglamentar el comercio sexual, dotándolo de todas las garantías laborales y legales necesarias para que su desempeño contribuyese a procurar paulatinamente la erradicación de aspectos tales como la explotación forzada e incontrolada de mujeres por parte de las mafias de proxenetas, la prostitución clandestina o las enfermedades de transmisión sexual. Y en la elaboración de dicha reglamentación deberían participar, imprescindiblemente, todas las partes afectadas.

Esta propuesta de reglamentación, no es nueva en la historia de la prostitución en España. Al contrario, ya que entre 1845 y 1931 se promulgaron 202 reglamentaciones en todo el territorio español. Sin embargo, una reglamentación propia del siglo XXI debería incorporar aspectos de caracter administrativo tales como la atención sociosanitaria integral a la prostituta, el regimen especial de cotización a la Seguridad Social, la asesoría laboral y jurídica, la atención al menor, las discapacidades, las minusvalias, la jubilación y vejez, etc., Por tanto, debería comportar para las prostitutas, los mismos derechos y deberes que para un ciudadano cualquiera de este país, eliminando así, para siempre, los tremendos abusos cometidos contra las meretrices en la mayoría de las reglamentaciones sobre la higiene especial de la prostitución que vieron la luz durante los siglos XIX y XX.

Para mayor información:

ALCAIDE GONZÁLEZ, R. Edición y estudio introductorio de la obra de SEREÑANA Y PARTAGAS, Prudencio. La prostitución en la ciudad de Barcelona estudiada como enfermedad social y considerada como origen de otras enfermedades dinámicas, orgánicas y morales de la población barcelonesa. Barcelona: Imprenta de los Sucesores de Ramírez y Cía, 1882. Colección Geo-Crítica. Textos electrónicos. nº 2. Diciembre de 2000. Universidad de Barcelona.

ALCAIDE GONZÁLEZ, R. Inmigración y marginación: prostitución y mendicidad en la ciudad de Barcelona a finales del siglo XIX. Una comparación con la actualidad. Scripta Nova. Revista electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, nº 94 (103), agosto de 2001. Universidad de Barcelona.

Rafael Alcaide González es Doctor en Geografía por la Universidad de Barcelona.

El impacto del fonógrafo en Barcelona (1877-1880)

Por F. Xavier Vall Solaz*

A finales de noviembre de 1877, el mitificado Edison dio a conocer el fonógrafo Tinfoil, llamado así por la grabación en láminas de estaño. Pese a los precedentes y a las transformaciones posteriores, se convirtió en uno de sus más célebres inventos. En nuestra época de sofisticados medios audiovisuales, se hace difícil entender la fascinación que suscitó. Sin embargo, se explica porque materializó una idea simple, avalando el positivismo, humanizó la tecnología, como revela la denominación hiperbólica de «máquina parlante», y sugirió numerosas expectativas de aplicación.

la fascinación por el fonógrafo se explica porque materializó unaidea simple, humanizó la tecnología y sugirió numerosas expectativas de aplicación.

En La Gaceta Industrial del 10 de diciembre de 1877, J. Alcover, un ingeniero catalán residente en Madrid, se refirió ya al descubrimiento, citando Scientific American. El Porvenir de la Industria del 22 de marzo del año siguiente anunció que los ópticos F. Dalmau y su hijo T. J. habían recibido de su representante en Londres placas fonográficas grabadas, que se exhibieron en los escaparates de su tienda de la Rambla del Centro, enfrente del Liceo, al igual que el fonógrafo que trajeron para la Escuela de Ingenieros Industriales de Barcelona, probado el 13 de abril. Los Dalmau y sus colaboradores, entre los que destaca N. Xifra, importaron, fabricaron, construyeron, modificaron o inventaron numerosos dispositivos y contribuyeron notablemente a la popularización de la tecnología, más allá del marketing y adhiriéndose al progresismo.

Así, se implicaron en la sesión fonográfica del 12 de septiembre de 1878 del Ateneo Libre de Cataluña, fundado en aquel año sobre todo como reacción a la prohibición de conferencias positivistas y darwinistas en el Ateneo Barcelonés. La demostración se restringió a los socios, pero, buscando la máxima proyección, se dirigió a un público general y se invitaron a varias personalidades y a la prensa. Podemos reconstruir el acontecimiento gracias a diversas crónicas periodísticas, algunas evocaciones y un grabado publicado en La Academia del 30 de octubre:

El acto fue presentado y clausurado por el escritor, traductor de Darwin y periodista de la Gaceta de Cataluña J. M. Bartrina, que, habiéndose prohibido su disertación sobre «La América Precolombiana» en el Ateneo Barcelonés, se convirtió en uno de los dirigentes del Libre. Su intervención en la sesión fonográfica debió ser similar a un olvidado artículo publicado tres días después, con su conocido pseudónimo de A.T.O., en La Campana de Gràcia. En él, con ribetes ideológicos, además de explicar sucintamente el funcionamiento del aparato, se esboza una semblanza de su inventor, resaltando su autodidactismo, y se enumeran otras de sus invenciones. Bartrina, en una de sus notas personales, celebró que algunos descubrimientos de Edison superaran las antiguas «leyes», pero, en otra, predijo que se constataría que el fonógrafo y otros artefactos eran solamente «primitivos instrumentos (y por lo tanto los más rudimentarios) de la verdadera física, que tal vez dentro de algunos centenares de años» llegaría «a ser ciencia».

J. M. Bartrina celebró que los descubrimientos de Edison superaran las antiguas «leyes», pero predijo que se constataría que el fonógrafo y otros artefactos eran solamente «primitivos instrumentos» de «la verdadera física».

Acabada la introducción de Bartrina, J. Dalmau experimentó con el fonógrafo colocándolo en la parte superior de una caja de resonancia, probando membranas de diferentes materiales y sustituyendo el mecanismo de relojería por una dinamo de Gramme. A continuación, el capitán general correspondió el saludo del dispositivo manifestándole su agradecimiento, como si se tratara de una persona. Se inauguraron así grabaciones políglotas, en buena parte literarias u operísticas, o instrumentales, que potenciaron el carácter cosmopolita y cultural del evento. A pesar de algunas deficiencias técnicas y del silencio de la mayoría de la prensa conservadora, se obtuvo un emblemático éxito. El tándem Dalmau-Bartrina, que hermanaba las ciencias y las humanidades, efectuó demostraciones de otros aparatos hasta que lo truncó la tisis del segundo, que murió, con treinta años, en 1880.

El 19 de diciembre de 1878 T. J. Dalmau presentó sus innovaciones del fonógrafo en la Real Academia de Ciencias Naturales y Artes de Barcelona, de la que era miembro —todavía se conserva la placa en la que se grabó la lectura de los nombres de los académicos— y el 25 de abril de 1879 ilustró con demostraciones fonográficas las conferencias sobre acústica experimental del ingeniero F. de P. Rojas en el Ateneo Barcelonés. En aquel mismo mes, pero fuera de los círculos académicos, el francés Bargeon de Viverols empleó un fonógrafo en sus espectáculos de prestidigitación en los teatros barceloneses Romea y Principal.

Con la colaboración de los Dalmau, R. Roig, director de Crónica Científica, habiendo presentado el 3 de septiembre un proyecto de transformación de los fonogramas en registros fonéticos en el congreso de la Association Française pour l’Avancement des Sciences celebrado en Montpellier, propuso demostraciones fonográficas para las fiestas de la Mercè. Sin embargo, no se llevaron a cabo hasta el año siguiente, en la plaza de Catalunya, por el maestro de obras Espluga. Además de contribuir a ellas, en 1880 T. J. Dalmau participó en una velada fonográfica organizada por la Associació d’Excursions Catalana en el Fomento de la Producción, entidades a las que pertenecía, con motivo del Congrés Catalanista.

El fonógrafo se popularizó rápidamente más allá de la esfera tecnológica, convertido en un símbolo del progreso.

Al igual que en otras ciudades, en Barcelona, emulándose audazmente la modernidad norteamericana y europea en una economía en desarrollo y frente al reaccionarismo de la Restauración, el fonógrafo se popularizó rápidamente más allá de la esfera tecnológica, convertido en un símbolo del progreso.

Para ampliar la información:

VALL, Xavier. The Phonograph in Barcelona (1877-1880): Technology and Ideological Controversies. Quaderns d’Història de l’Enginyeria. Barcelona: Universitat Politècnica de Catalunya (Centre de Recerca per a la Història de la Tècnica Francesc Santponç i Roca – Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Industrial de Barcelona – Càtedra UNESCO de Tècnica i Cultura), 2012, vol. XIII. [ISSN: 1135-934X (impreso) y 1885-4516 (electrónico)]. <http://hdl.handle.net/2099/12879>.

* F. Xavier Vall Solaz es miembro del Departament de Filologia Catalana de la Universitat Autònoma de Barcelona y del Centre d’Història de la Ciència (CEHIC). El artículo se inscribe en el proyecto HAR2012-36204-C02-02, Scientific Authority in the Public Sphere in Twentieth-Century Spain.

Porque « Yo no fui Charlie »

Yihadismo en Francia : una reacción previsible

En medio de la ola de emoción, indignación y compasión generalizadas a la cual ha dado lugar la sangrienta operación de los yihadistas en París, negarse a proclamar « Yo soy Charlie » casi equivalía a ser cómplice del terrorismo, al menos, según el complejo político-mediático-intelectual que rige la « opinión pública » en Francia, y que, con el pretexto del « combate por la tolerancia », se ha mostrado especialmente intolerante con las gentes alérgicas a este escenificado « unanimismo » en el que la recuperación/rentabilización politiquera de los acontecimientos y la comunicación (es decir, la propaganda) iban a la par de la distracción ideológica (es decir el desvío de la atención) de una política de seudo-izquierdas que favorece cada vez más a los capitalistas. Se sabe que la llamada gubernamental a la « unidad nacional » es una estratagema clásica de los dominantes para neutralizar la lucha de clases. Al pedir al pueblo olvidar las divergencias políticas, los dominantes están intentando una vez más unir a aquellos cuyos intereses respectivos deberían separarlos y separar a aquellos que deberían estar unidos.

Por otra parte, es preciso recordar que el Charlie Hebdo de los años 2000 ya no era el periódico anticonformista e incluso anticapitalista de los años 70. Presentarlo como un símbolo de la libertad de expresión es ignorar las posiciones políticas derechistas que expresaba desde finales del siglo XX. Además de participar activamente en la campaña en favor de la Europa neoliberal y apoyar las guerras imperialistas, primero en Yugoslavia luego en Irak, desempeñó un papel relevante sobre todo en el auge de los prejuicios en Francia contra los musulmanes y los árabes. Esto, por supuesto, no es un motivo para justificar la matanza de algunos de sus colaboradores pero, si dejamos de lado el modo de su ejecución, ésta no debería resultarnos tan sorprendente, sobre todo si se toma en cuenta el contexto socio-histórico actual.

La explicación del asesinato de periodistas de Charlie Hebdo se encuentra en el cruce de las contradicciones internas de la sociedad francesa y de la implicación externa de Francia en el Medio Oriente.

En el frente interior, es decir en los polígonos de viviendas sociales, los que las clasificaciones burocráticas llaman « zonas urbanas sensibles », la juventud de origen inmigrante de los países del Magreb y de otras regiones africanas es víctima, desde hace varias décadas, de la estigmatización, la discriminación, la humillación y la represión policiales en nombre de la lucha contra la violencia urbana, a lo que se añade, en el plano socio-económico, la precarización, la pauperización y la marginalización masivas que sufren sus padres, y que convierten a los hijos en una juventud sin otros futuro que el paro y la miseria ; una juventud frustrada, a menudo animada por el rencor y, para algunos, con un deseo de venganza. A estos rebeldes nihilistas, porque lo son sin causa política, sólo se les ofrece una identificación con positividad ilusoria —en realidad la negatividad absoluta — del fundamentalismo islamista.

Otro factor que acentuó la impresión de injusticia para la población de origen inmigrado de las ex-colonias de África : la movilización general de los ciudadanos suscitada por los asesinatos yihadistas en París contrastaba con su indiferencia respecto a la decenas de jóvenes matados por la policía en los barrios populares en Francia (más de 350 desde el fin de los años 70) o las masacres recientes de poblaciones civiles por el ejército de Israel en el marco de las represalias llevadas contra la resistencia palestina.

En el frente exterior, las fuerzas armadas francesas, en nombre de la lucha contra el terrorismo, están presentes en todos los terrenos de enfrentamiento (Afganistán, Irak, Libia, Siria, Mali, Centroáfrica…), en los que está habiendo decenas de miles de muertos entre los no combatientes. Por otro lado, podría decirse que los gobiernos franceses han estado jugando con fuego, ya que son ellos mismos los que han armado a grupos yihadistas financiados y adoctrinados por Arabia Saudita y Qatar, y ayudados por Turquía, para derrumbar los regímenes laicos (los de S. Hussein, de M. Gadafi y de B. el Assad) opuestos a los planes imperialistas de saqueo de los recursos naturales (petróleo, minerales).

De todo ello resulta que, en el imaginario de la mayoría de los franceses, la lucha de clases ha cedido el paso al supuesto « choque de civilizaciones » o, más concretamente, entre la civilización occidental y la barbarie musulmana. Como se ha podido ver en las pantallas de televisión o de los ordenadores, las muchedumbres que salieron a la calle para participar en la « marcha republicana » orquestada por las autoridades eran de la clase media blanca y educada o sea, con otras palabras, de la pequeña burguesía intelectual. A este respecto, la izquierda, incluso la que hace alarde de radicalismo, que también quería « ser Charlie », daba prioridad a la emoción sobre la reflexión. Ahora bien, la cuestión no esta en ser o no ser « Charlie » sino en adoptar de nuevo un enfoque político y crítico acerca de las contradicciones del mundo capitalista contemporáneo y de los conflictos, a veces inéditos, que éstas generan.

Sin oro se vive, sin agua se muere

A lo largo de la cordillera andina meso y sudamericana capitales mineros transnacionales desde mediados de la década del noventa (siglo XX) tienen una importante presencia en la región mediante el desarrollo de la minería a gran escala o mega-minería, impactando en múltiples dimensiones de la realidad.

En este artículo describiremos esa apropiación de metales preciosos en Latinoamérica que se remonta al siglo XVI y siempre estuvo vinculada a diversos modelos económicos. Lo novedoso del presente es que el actual modelo capitalista ha exacerbado la destrucción de los recursos mineros con la inclusión de nuevas tecnologías, a la vez que ha disminuido la violencia y flagelación de la mano de obra. El mito prístino sobre la protección que realizaban del ambiente las civilizaciones precolombinas, para quienes la naturaleza era sagrada y se santificaba, ha sido desestimado. El mercurio debió ser para los habitantes de Perú y México coloniales lo que hoy son los desechos radioactivos.

Cinco siglos después la situación parece continuar. Este es el denominado extractivismo, y en su forma actual neoextractivismo. Por encontrarse los minerales diseminados en partículas ínfimas que hace imposible el empleo de tecnologías y métodos de la minería tradicional requiriendo de un método extractivo caracterizado por la voladura de extraordinarias cantidades de suelo, aplicación de sustancias químicas, empleo de gigantescas cantidades de agua y energía, recibe este nombre.

Se trata de un modelo basado en la explotación de recursos naturales no renovables necesarios para alimentar el nivel de consumo sostenido y modelo de acumulación vigente.

El actual período histórico se caracteriza como una etapa donde los gobiernos latinoamericanos introdujeron reformas “liberales” que comenzaron en la década del ochenta con la destrucción medioambiental, constituyendo el saqueo de los recursos naturales el mecanismo de devolución de la deuda externa. En consecuencia, la crisis de la deuda y el establecimiento de una política de corte neo-liberal ocasionaron una rápida desindustrialización de América Latina acelerando la desnacionalización de la minería.

La expansión de este modelo no sólo se orientó hacia los servicios públicos sino también alcanzó a los hidrocarburos y recursos naturales, donde grandes áreas de un determinado país comenzaron a quedar bajo dominio de estos capitales transnacionales. Así se propagaron por la América andina territorios con soberanía propia, cuyo caso testigo está representado en la provincia de San Juan (Argentina), donde el proyecto minero binacional Pascua Lama a cargo de la empresa Barrick Gold se configura como un territorio con soberanía propia que no se reconoce ni chileno ni argentino. Se crea así una suerte de territorio con soberanía propia, quedando estos espacios como apartados o separados de sus jurisdicciones nacionales, rigiendo en ellos las normas de las empresas.

En estos espacios una nueva lógica y organización territorial aparece y está estrechamente vinculada a cambios tecnológicos que derivan en la incorporación de áreas con distintos grados de artificialidad al paisaje. La tecnología es el elemento ordenador, es el elemento de definición entre progreso y atraso, poder y no poder. La tecnología operó acondicionando el territorio para la llegada y desarrollo de la mega-minería, y conjuntamente, para la inhibición del estado nacional en estas áreas. A su vez, se generan nuevas experiencias en los lugares, demostrando los paisajes un alto grado de dinamismo.

Podemos mencionar cómo la puesta en marcha del primer mega-proyecto minero denominado Bajo de la Alumbrera en el año 1997 en la provincia de Catamarca (Argentina), ha activado entre los habitantes de las localidades más cercanas al citado emprendimiento diversos mecanismos de interacción y protesta. A través de ellos han puesto de manifiesto nuevas conflictividades, destacando como principales la fragmentación social, la falta de honestidad, la corrupción, y reiteradamente la preocupación por el tema del agua.

Se trata de un nuevo período histórico donde los habitantes de estos lugares (desde caseríos, parajes, puestos, pueblos hasta ciudades que no superan los veinte mil habitantes) demostraron capacidad para cuestionar y/o criticar relaciones económicas y de poder asociadas a la mega-minería. Ante este escenario, el reclamo de los pueblos se sintetiza en la idea “sin oro se vive, sin agua se muere”, como lo ilustra esta fotografía tomada por mí en la Avenida 6 de Diciembre de la ciudad de Quito (Ecuador), en julio de 2012.

Para mayor información:

VALIENTE, Silvia. La Minería Transnacional y Territorios Posnacionales. Un Nuevo Sentido Histórico Para Santa Maria, Catamarca. Boletín de Estudios Geográficos. Mendoza; Universidad Nacional de  Cuyo. Abril de 2015, Nº 103. EN PRENSA

El ESPACIO PÚBLICO COMO ESPEJO DE LA SOCIEDAD

Por Carmen Gloria Calero Martín*

En el proceso de remodelación urbana de estos últimos años, gran parte de las áreas centrales de muchas ciudades, normalmente degradadas, han experimentado fenómenos de rehabilitación y renovación que han afectado, lógicamente, a sus espacios públicos. Estas operaciones urbanísticas han estado encaminadas a la consecución de una nueva imagen de la ciudad que anime la inversión y sea atractiva para los visitantes, al tiempo que se proyecta para nuevos y más solventes residentes. Los paseos, plazas y parques se han ido reinventando: unas veces han servido para canalizar los flujos de visitantes, convertidos en viales de tránsito que articulan el centro urbano con nuevas centralidades que se pretenden integrar. En otras, la renovación, la rehabilitación o la nueva creación de espacios públicos responde simplemente a operaciones de marketing que, además, va homogeneizando cada vez más a las ciudades que van perdiendo singularidad y se asemejan unas con otras, borrando los atributos que las hacía distintas y que, en muchos casos, estaban precisamente en la configuración y fisonomía de sus plazas y paseos.

Los cambios inducidos por las nuevas decisiones del planeamiento conducen a modelos de espacios escasamente públicos. En la reciente planificación urbana, los espacios públicos, están cada vez más alejados de su función principal, la de servir como lugares de reconocimiento social, de esparcimiento y relación. Las necesidades de los ciudadanos no parecen ser tenidas en cuenta. No se valora la presencia de prácticas previas en los viejos espacios públicos ahora rehabilitados, la consulta a los ciudadanos es inexistente y muchos de estos espacios han perdido su condición de lugares significativos de convivencia, especialmente para los vecinos de sus entornos. Lo que prima es el diseño, al servicio de visitantes o nuevos residentes, el confort y la seguridad que permitan actividades controladas y “pacíficas”.

Sin embargo, lo que hace público a un espacio no es su planificado destino público, sino que los ciudadanos se apropien de él y desarrollen sus prácticas libremente. En este sentido, los paseos, las plazas y los parques son lugares de emancipación ciudadana donde colectivos diversos encuentran un sitio en el que afirmar y recrear su identidad. A pesar de los cambios y de las intenciones del planeamiento, las plazas, paseos y parques urbanos siguen rompiendo esquemas y, nuevos usuarios reemplazan a los que ya no los frecuentan, instalan nuevas prácticas y se apropian de ellos. Se muestran así como lugares dinámicos, poco previsibles, que van cambiando al compás de nuevos usos y usuarios diferentes.

Dentro del conjunto de los usuarios, muchos grupos de excluidos, que no tienen fácil acomodo en la ciudad encuentran, en el espacio público, su lugar. De procedencias diversas y con motivos diferentes, grupos de jóvenes, mujeres, inmigrantes, o personas sin hogar van ocupando plazas, parques y paseos, generando sus propios lugares de estancia, encuentro y convivencia.

Vista general de la plaza Primero de Mayo en Santa Cruz de Tenerife
Vista general de la plaza Primero de Mayo en Santa Cruz de Tenerife

En algunos casos, especialmente en el de las personas sin hogar, ­ también ocurre con los grupos de inmigrantes, suele aparecer el conflicto, el rechazo e incluso pueden activarse políticas revanchistas. La ciudad se enfrenta a estos colectivos y decide erradicarlos de los lugares públicos, al menos de aquellos visibles, donde puedan crear problemas o perjudicar el maquillaje de unas urbes perfectas, ordenadas y pacíficas. La ciudad expulsa del espacio público a los que carecen de cualquier otro lugar.

Cuando se analizan los espacios públicos, considerando su posición, estructura, apariencia, funcionalidad y sobre todo la percepción y la apropiación que los ciudadanos hacen de estos lugares, en realidad se hace una reflexión sobre la sociedad. Estudiar el espacio público permite indagar sobre la evolución urbana, sobre las tendencias hacia la privatización y el control, y, de forma muy especial sobre la complejidad de una sociedad desigual. Los espacios públicos son, en realidad, un interesante espejo que nos muestra las prácticas, los movimientos y las relaciones de los habitantes de la ciudad. En ellos podemos rastrear cómo se afronta la convivencia y cómo se producen los procesos de apropiación por parte de nuevos grupos o individuos.

Lo que no se puede esconder es que en la estructura de la sociedad está incrustada la desigualdad y la heterogeneidad de los ciudadanos que la componen. Los derechos y la salvaguarda de la convivencia son importantes, pero también la comprensión de la existencia de esos otros ciudadanos que perturban lo establecido. Los límites son difíciles de precisar. En el espacio público conflicto y convivencia son una misma cosa y resolver de forma pacífica la coexistencia de grupos desiguales supone un reto.

Para mayor información

Calero Martín, C.G., Delgado Acosta, C.R., Armas Díaz, A. Espacio Público, conflicto y convivencia: la plaza Primero de Mayo en Santa Cruz de Tenerife. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 10 de mayo de 2014, vol. XVIII, nº 476

http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-476.htm

Carmen Gloria Calero Martín es profesora del Departamento de Geografía e Historia de la Universidad de La Laguna y miembro del Grupo de Investigación Ciudad, Política y Sociedad (CPSULL).

Os desafios das reservas extrativistas na região amazônica.

Sebastião Rodrigues da Silva Junior*

O surgimento de inúmeros movimentos sociais na década de 1980, no Brasil, especialmente na Amazônia, favoreceu a formação e visibilidade de comunidades politicamente organizadas que, aos poucos, passaram a ser atores indispensáveis na gestão ambiental. Estes contribuíram para a permeabilidade das estruturas estatais, a fim de que políticas públicas inclusivas fossem implantadas no país. Dentre elas, as políticas socioambientais, as quais requerem a participação de atores de esferas diferenciadas da sociedade, numa convivência que é permeada de conflitos inerentes às suas posições e à diversidade de seus projetos. A origem das reservas extrativistas brasileiras é fruto desse processo. Refletir sobre os desafios da implementação destas reservas é o objetivo deste artigo.

A Reserva Extrativista (RESEX) é uma área ocupada por populações que utilizam produtos extraídos para sua subsistência e também comercialização. Por ser uma área de conservação e de produção, a exploração dos recursos naturais deve basear-se num plano de manejo, que deve ser construído com a participação de todos os atores envolvidos.

Figura 1. Localização da Reserva Extrativista Marinha de Caeté-Taperaçu.
Figura 1. Localização da Reserva Extrativista Marinha de Caeté-Taperaçu.

A construção social de uma RESEX é um processo evidentemente complexo, que sugere regular os usos e o manejo – por exemplo, o que pescar ou coletar, como, quando, em que medida, para quem… – e, além disso, novas formas de articulações entre seus agentes locais e externos, configurando assim, um espaço de co-gestão.

Os principais protagonistas desse processo de co-gestão são as populações tradicionais e o Estado, este, principalmente através do Instituto Chico Mendes de Conservação da Biodiversidade (ICMBio). O princípio é o da participação, que requer o reconhecimento mútuo de saberes e de competências. Os moradores e usuários tradicionais são aqueles que devem dar os maiores passos para assumir os novos papéis e serem reconhecidos interna e externamente. Cumpre-lhes, ao mesmo tempo, adaptar suas formas de se organizar coletivamente e entender os processos formais burocráticos do estado brasileiro.

Em estudo sobre as percepções locais de moradores e usuários da Reserva Extrativista Marinha de Caeté-Taperaçu, Bragança, PA, se identificou que prevalece entre estes a visão positiva em relação à existência e consolidação da RESEX. Mas, o reconhecimento dela em seus arranjos institucionais específicos, ainda parece insuficiente. Notou-se que a preocupação ambiental, não está separada das questões mais urgentes da segurança dos meios de trabalho e da qualidade de vida dos moradores e usuários.

Esta realidade evidencia dois aspectos: 1) a criação de reservas extrativistas indica o reconhecimento por parte do Estado, apesar de suas contradições, da importância destas populações tradicionais envolvidas em políticas de conservação da biodiversidade e de suas práticas e valores; 2) uma população que gosta do lugar, que o valoriza, que não pretende se mudar. E que aspira segurança para melhorar a vida; espera muito do Estado, mas critica também suas próprias atitudes na relação com o meio e está disposta a adotar novas posturas quanto a isso.

Não obstante as dificuldades de parcerias necessárias entre os envolvidos, a instituição RESEX tornou-se uma conquista de direitos agrários e sociais para essas populações. Longe, portanto, de uma concessão ou da expressão de um consenso mundial face à crise ecológica, foi concretizado no direito a posse coletiva das florestas e a defesa de sua preservação, juntamente com a manutenção dos seus modos de vida. Estes grupos minoritários demonstraram, com suas lutas, a potencialidade de influenciar, inclusive, no contexto global.

Os estudos sobre gestão de recursos comuns na perspectiva de sistemas sócio ecológicos, no Brasil e no exterior, vêm enfatizando esse tipo de desafios. O que se pretende conservar não é um meio ambiente externo, objetivo, neutro, com recursos imersos, mas sistemas complexos, dos quais participam os usos humanos e seus significados.

Neste contexto, os movimentos sociais articulados com os intelectuais na Amazônia tem sido de significativa importância para a garantia dos direitos e melhoria da qualidade de vida das populações tradicionais, servindo de exemplo para o resto do Brasil e do mundo.

A análise das expectativas e motivações dos atores como se procurou fazer no referido estudo, fundamentam-se nessa noção de interações múltiplas. Tais análises podem gerar dados capazes de contribuir na consolidação de Unidades de Conservação que asseguram direitos às populações tradicionais, experiências ainda inovadoras duas décadas depois da Conferência das Nações Unidas sobre o Meio Ambiente e o Desenvolvimento, a Rio 92, e dos compromissos internacionais que se seguiram.

Para maiores informações:

SILVA JUNIOR, Sebastião Rodrigues da; SIQUEIRA, Deis; MANESCHY, Maria Cristina; RIBEIRO, Tânia Guimarães. Conservação dos recursos naturais, práticas participativas e institucionalização: Reserva Extrativista de Caeté-Taperaçu/Amazônia Brasileira. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 20 de mayo de 2014, vol. XVIII, nº 477. <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-477.htm>. ISSN: 1138-9788.

Sebastião Rodrigues da Silva Junior é sociólogo e professor da Universidade Federal do Pará (UFPA), Campus de Bragança. Brasil.

FEMINICÍDIO: UMA BUSCA PELO FIM DA IMPUNIDADE NO BRASIL

Mais de uma dezena de países latino-americanos já instituíram leis com o objetivo de investigar e punir o assassinato de mulheres em seus territórios. Reconhecido internacionalmente pela criação de uma das três leis mais avançadas do mundo sobre o tema (a Lei Maria da Penha), o Brasil ainda não conseguiu incluir no Código Penal a mais extrema das violências de gênero: o feminicídio. Segundo o Mapa da Violência (2012), estima-se que tenham ocorrido mais de 90 mil assassinatos de mulheres no país desde a década de 1980.

A categoria feminicídio remonta o ano de 1976, quando Diana Russell utilizou o termo em um depoimento frente ao primeiro Tribunal Internacional de crimes contra Mulheres, em Bruxelas. Posteriormente, em parceria com Jill Radford, Russell publicou o clássico Femicide: The politcs of Woman Killing, que se tornou a principal referencia para os estudos na área. As autoras queriam desmascarar o patriarcado, instituição que se sustenta no controle do corpo e na capacidade punitiva em relação às mulheres, e mostrar a dimensão política desses assassinatos (SEGATO, 2006). Assim, ao empregarmos a categoria femicídio ou feminicídio, como tem sido utilizado mais frequentemente, estamos acrescentando um caráter político a um termo neutro como o homicídio. Especialista no tema, Rita Segato, defende que, para a categoria feminicídio ter o mesmo status que a de genocídio, que corresponde a uma agressão genérica e letal a todas as pessoas que pertencem a um mesmo grupo racial, étnico, linguístico, religioso ou ideológico, é preciso dotá-la de tamanha impessoalidade que seja possível expressar juridicamente a intenção de um extermínio das mulheres simplesmente pelo fato de serem mulheres, como grupo, como categoria.

Foram os desaparecimentos e as mortes violentas de mulheres na Ciudad Juarez, México, que acendeu a discussão sobre a questão na América Latina. As práticas chegaram a ser descritas como parte de rituais. Pela omissão diante dos fatos, o governo mexicano foi condenado pela Corte Interamericana de Direitos Humanos a investigar todos os casos de feminicídios ocorridos na cidade desde 1993 e criar uma base de dados estaduais e nacionais com informações sobre o assassinato de mulheres.

Atualmente, na América Latina, países como Argentina, Bolívia, Chile, Colômbia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicarágua, Peru e México contam com formas legais de punir o feminicídio, uns por meio da reforma do código penal, outros estabelecendo agravantes para as mortes de mulheres por questões de gênero. O pioneiro foi a Costa Rica, em 2007. As geógrafas Diana Lan, Verônica Ibarra-García e Angélica Bernal, têm levantado o debate sobre violência contra as mulheres na Argentina e no México, por meio de contribuições da Geografia feminista.

No Brasil, um projeto de lei, que altera o código penal ao inserir o feminicídio como circunstância qualificadora do crime de homicídio, foi aprovado no Senado Federal em 2014. A proposta teve origem na Comissão Parlamentar Mista de Inquérito (CPMI) que investigou a violência contra a mulher em todo o território nacional. A Comissão justificou que a Lei Maria daPenha foi o ponto de partida na luta pela igualdade de gênero e pela universalização dos direitos humanos, mas que precisa ter continuidade através do combate ao feminicídio. A proposta, que aguarda apreciação do Congresso Nacional, trata os crimes com razões de gênero como hediondos, considerando-os expressão máxima das outras formas de violência que acomete as mulheres. De acordo com o projeto, esses crimes passam a prever pena de 12 a 30 anos de reclusão, podendo sofrer aumento de 1/3 quando ocorrer durante a gestação ou nos três meses posteriores ao parto; contra menor de 14 anos, maior de 60 anos ou pessoa com deficiência e, na presença de ascendente ou descendente da vítima.

  O feminicídio íntimo, cometido por homens com os quais a vítima tem ou teve relação íntima, familiar, de convivência ou afins, é o mais frequente no Brasil que, com uma taxa de 4,4 homicídios em 100 mil mulheres, ocupa a sétima posição entre os 84 países com dados homogêneos analisados pela Organização Mundial da Saúde no período de 2006 a 2010, como mostrou o Mapa da Violência (2012). O recente estudo realizado pelo Instituto de Pesquisa Econômica Aplicada (Ipea), Violência contra a mulher: feminicídios no Brasil, apontou que 16,9 mil mulheres foram assassinadas por parceiros ou ex-parceiros entre 2009 e 2011. Mais da metade delas (54%) eram jovens, com idade entre 20 e 39 anos. A pesquisa do Ipea revelou que houve apenas uma sutil diminuição na taxa de crimes registrados logo após a criação da Lei Maria da Penha, o que evidencia a fragilidade da mesma para os crimes de assassinato.

Sabemos que a tipificação do feminicídio é apenas mais um passo no enfrentamento a todas as violências praticadas contra as mulheres. Em muitos países da América Latina a existência da legislação não garante o fim da impunidade a esses crimes. Contudo, o descompasso de quase uma década entre a vanguarda na criação da legislação que tipifica os crimes de violência contra as mulheres e a morosidade no que diz respeito à inclusão do feminicídio no código penal mostra que, apesar dos avanços legais que tivemos nas últimas décadas, o assassinato de mulheres ainda é visto como um crime menor pelo Estado brasileiro.

Figura 1: Campanha da Secretaria de Políticas para as Mulheres, Brasil. Fonte: http://www.spm.gov.br/ A Geografia, a partir da abordagem feminista e do seu comprometimento com as transformações sociais, tem muito a contribuir para tornar cada vez mais visível essa relação extremamente desigual de gênero que, nos mais diferentes territórios, resulta na aniquilação do outro através da violência, perpassando todas as camadas sociais e ensejando políticas públicas transversais que envolvem não somente as áreas da saúde e segurança, como podemos vir a acreditar num primeiro momento, mas também educação, economia, direito e tantas outras.

Para maiores informações:

SEGATO, Rita. Qué es un feminicidio. Notas para un debate emergente. Brasília.

Departamento de Antropología, Universidade de Brasília, 2006.

WAISELFISZ, Julio Jacobo. Mapa da Violência 2012. Os novos padrões da violência homicida no Brasil. São Paulo, Instituto Sangari, 2011.

Secretaria de Políticas para as Mulheres – Lei Maria da Penha. Disponível em http://www.spm.gov.br/assuntos/violencia/lei-maria-da-penha

Marília Cardoso Lopes, mestranda do Programa de Pós-Graduação em Geografia da Universidade Federal do Rio Grande (FURG); pesquisadora do Núcleo de Análises Urbanas (NAU/FURG).

Susana Maria Veleda da Silva, professora em Geografia do Instituto de Ciências Humanas e da Informação (ICHI) da Universidade Federal do Rio Grande (FURG); pesquisadora do Núcleo de Análises Urbanas (NAU/FURG) e do Grupo de Investigación de Geografía y Género da Universitat Autónoma de Barcelona/UAB.

Algo más que fútbol: sobre las ligas de inmigrantes en España

Francisco José Cuberos Gallardo (*)

Las poblaciones inmigrantes incorporan a las sociedades receptoras formas novedosas y diferenciadas de ocupación de los espacios públicos. En el caso de los latinoamericanos llegados a España durante las últimas dos décadas, llama poderosamente la atención la tendencia de estas personas a organizar ligas de fútbol-sala y baloncesto. Estos campeonatos, celebrados generalmente en canchas municipales y durante los fines de semana, congregan regularmente a miles de personas. En torno a ellos los inmigrantes han ido forjando un espacio propio, el de las ligas latinas, cuya trascendencia excede el ámbito del deporte y entronca directamente con la importancia de la identidad en el contexto de las migraciones de la globalización.

Para entender la importancia de estas ligas es necesario considerar su estructura, y más específicamente la potencialidad de esa estructura en tanto mecanismo de reproducción de identidades. Un estudio atento permite constatar que las ligas operan como un potente dispositivo para la visibilización de un conjunto amplio y diverso de identidades culturales importadas desde los países de origen de los inmigrantes. En torno a estos campeonatos es posible encontrar referencias que remiten de manera directa a los orígenes de las poblaciones migrantes que participan en ellos. Así, y durante los primeros años del siglo XXI, la preponderancia de ecuatorianos dentro de la inmigración latinoamericana con destino en España se tradujo en equipos cuyos nombres y símbolos apuntaban a referentes regionales, locales e incluso barriales del país andino. Los partidos podían enfrentar al barrio de Calderón con el cantón de Pedro Carbo, y los colores de las camisetas movilizaban sentimientos fuertemente vinculados al origen quiteño o guayaco, costeño o serrano de sus integrantes. En las ligas los inmigrantes encontraban algo más que fútbol: hallaban un lugar donde reproducir referentes culturales compartidos, un espacio donde comunicarse dentro de unos códigos comunes y ser comprendidos.

Con el tiempo, la incorporación a la sociedad española de importantes contingentes de colombianos y bolivianos, argentinos y peruanos, chilenos, paraguayos o brasileños se ha ido viendo reflejada en la incorporación de nuevos deportistas a estas ligas amateurs. La diversificación del perfil sociocultural de los futbolistas ha sido facilitada por la estructura de los campeonatos, que demuestra ser útil para absorber y visibilizar un número amplio y diverso de identidades: poco a poco a las competiciones barriales-locales ecuatorianas fueron sumándose equipos cuyos nombres y colores aludían a referentes de origen boliviano, paraguayo o de otros países del subcontinente. La misma estructura, basada en enfrentamientos sucesivos entre múltiples equipos de diversos orígenes permite la visibilización en la distancia de un paisaje étnico del que participan activamente miles de personas.

La importancia de estas ligas en tanto dispositivo de reproducción identitaria ha sido el objeto de una investigación desarrollada en torno a los inmigrantes latinoamericanos residentes en la ciudad de Sevilla. Nuestros hallazgos apuntan, en este sentido, a la importancia renovada que la identidad adquiere en un contexto migratorio marcado por la precariedad estructural. Debe tenerse en cuenta que los inmigrantes latinoamericanos han enfrentado mayoritariamente situaciones de vulnerabilidad severa en su inserción laboral, legal y residencial en la sociedad española. La búsqueda de trabajo, de vivienda o de permisos legales de residencia ha sido vivida generalmente como un problema grave que es afrontado con una seria carencia de recursos. En este contexto, una estrategia de importancia vital para estas personas ha sido el refuerzo de redes de ayuda mutua basadas en la identidad compartida. Y es aquí donde las ligas de fútbol cobran su sentido.

La participación de las ligas latinas permite a los inmigrantes reconstruir y visibilizar un paisaje étnico que mantiene vivos sus referentes culturales. Al participar de estos referentes, los inmigrantes toman parte de unas redes sociales que, más allá de su importancia simbólica, poseen importantes aplicaciones prácticas en el desarrollo de estrategias de resistencia a la precariedad. El hecho de seguir siendo quiteño, costeño, colombiano o latino es la base sobre la que estas personas construyen redes de defensa frente a la vulnerabilidad que padecen. En torno a las ligas las redes barriales, locales y regionales sostienen importantes flujos de información, así como formas de acceso a consejos, préstamos y otras formas de ayuda.

El enfoque planteado permite complejizar la interpretación de las prácticas de los inmigrantes, y especialmente de las formas diferenciadas en que ocupan los espacios públicos de las ciudades que habitan. Al conectar el análisis de un pasatiempo como las ligas deportivas con sus identidades culturales y con sus condiciones materiales de vida, conseguimos superar ciertas visiones simplificadoras y estigmatizantes de la identidad que, durante los últimos años, han alertado sobre los riesgos de una inmigración que supuestamente mantendría vínculos esenciales con identidades inintegrables. Por el contrario, el estudio de las ligas latinas permite comprender la identidad como un recurso que, más allá de estar fundado sobre rasgos culturales objetivos, es activado de manera estratégica para optimizar las opciones integración en la sociedad receptora.

Más información en:

CUBEROS GALLARDO, Francisco José. La identidad en juego: las ligas de fútbol como espacio-tiempo para la reproducción cultural entre inmigrantes. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 20 de febrero de 2014, vol. XVIII, nº 468. <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-468.htm>. ISSN: 1138-9788.

(*) Francisco José Cuberos Gallardo es antropólogo e investigador Postdoctoral en el Centro de Investigação e Estudos de Sociologia – Instituto Universitário de Lisboa (CIES-IUL)