La crítica al modelo Barcelona en La Veu del Carrer

*Horacio Capel

A partir de las reformas que se hicieron en los años 1980, Barcelona se convirtió en un modelo valorado en todo el mundo, y especialmente en muchas ciudades de países iberoamericanos. Hasta tal punto que incluso se tomó críticamente a broma, como lo muestra la creación en 2003 de una revista satírica en Buenos Aires cuyo título es Barcelona. Una solución para los problemas de los argentinos.

Pero desde hace veinticinco años el discurso de ese modelo Barcelona sería cuestionado por diversos autores y, especialmente, por la revista La Veu del Carrer, fundada en 1992, y vinculada a la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB).

En marzo de 2017 acaban de celebrarse los 25 años de la fundación de esta revista, que ha sido durante este periodo una de las voces críticas fundamentales de la ciudad de Barcelona. Ha sido dirigida durante todo este tiempo por el periodista Andrés Naya (contando con la colaboración como codirectores de Eugenio Madueño y de Marc Andreu), y ha conseguido la colaboración desinteresada de hasta un millar de periodistas, académicos y técnicos (de arquitectura, urbanismo, economía, geografía, sociología, historia, medicina y otros), profesionales, diseñadores, grafistas, maquetistas y dibujantes; además de numerosos ciudadanos comprometidos con los problemas de su ciudad.

Durante estos veinticinco años Carrer ha mantenido una actitud crítica sobre todos los problemas de Barceñpma, realizando denuncias contundentes sobre la falta de políticas de vivienda, sobre los planes para construir nuevos hoteles, sobre la especulación urbanística, sobre la permisividad hacia los intereses inmobiliarios, el peligro de las antenas de telefonía móvil, la contaminación y la densidad de tráfico y sobre prácticamente todos las cuestiones que se han suscitado en Barcelona. La colección completa de los 143 números publicados está disponible en Internet

en la web de la FAVB <http://www.favb.cat/carrer>

El número conmemorativo de los 25 años se ha dedicado a “La ciudad del futuro”, con la pregunta concreta: “¿Hacia donde vas Barcelona?”.

Incluye más de cuarenta artículos, agrupados en varias secciones: la ciudad democrática, el espacio público, el vecindario, la economía y trabajo, los derechos sociales, la vivienda, y la ciudad sostenible. A lo largo de sus cuarenta páginas se reiteran diagnósticos críticos sobre los problemas que continúa teniendo la ciudad, o que incluso se han agravado en estos 25 últimos años como consecuencia de la aplicación de políticas neoliberales, y se hace un cuestionamiento del llamado ‘modelo Barcelona’. También se expresan deseos para la ciudad de hacia 2040. Éstos se pueden resumir en la idea expresada en uno de los artículos: “Soñamos otra ciudad, al servicio de las clases populares”; a lo que se debe añadir que, como se defiende por numerosos autores, esos deseos no son inalcanzables, sino realidades posibles.

Esos deseos se expresan concretamente haciendo propuestas para que Barcelona sea una ciudad más sostenible, justa y habitable, menos contaminada, limpia de corrupción, con menor poder de los grandes propietarios urbanos y corporaciones financieras e inmobiliarias, limitadas por contrapoderes vecinales. También que se conserve el patrimonio y la memoria, con menos turismo, con equipamientos más versátiles y polivalentes, que no expulse a su población hacia la periferia del área metropolitana, más acogedora con los refugiados de todo tipo, con nuevas formas de organización democrática del trabajo y economía social y solidaria, que asegure el derecho general de agua, saneamiento, energía salud y vivienda..

En este número se valoran las luchas vecinales que tratan de conseguir reivindicaciones sociales y que tienen un altavoz en Carrer. El futuro depende de la capacidad de respuesta, que ayude a consolidar nuevas formas de organización más democráticas y participativas. Lo importante es que en los artículos se citan numerosos ejemplos de iniciativas nuevas, que tienden hacia la colaboración y la solidaridad; y se hacen preguntas sobre cómo transitar desde la pesadilla de la ciudad capitalista actual a otra totalmente distinta, cooperativa, mutualista, comunitaria,

Sin duda se puede cambiar el mundo a partir de la defensa de nuestra ciudad y de nuestro barrio. Las medidas locales pueden ser imitadas y seguidas en otros lugares, extendiéndose con fuerza. Por eso tienen tanta importancia la reflexión sobre las luchas vecinales de Barcelona y las alternativas que se ponen en marcha en esta ciudad, al igual que en las otras de todo el mundo. Lo que hace falta es consolidar sistemas de difusión de estas experiencias, y de reflexión sobre ellas; así como de intercambio y de colaboración solidaria entre las ciudades.

Para mayor información:

La ciutat del futur. Barcelona, cap a on vas? Monogràfic especial de 25 anys de Carrer. La Veu del Carrer. Barcelona: Federació d’Associacions de Veïns de Barcelona, mars 2017, nº 143. 40 p. <http://www.favb.cat/carrer/la-ciutat-del-futur>.

CAPEL, Horacio. Barcelona, una solución para los problemas del mundo. Scripta Vetera. Edición Electrónica de Trabajos Publicados sobre Geografía y Ciencias Sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, nº 126. <http://www.ub.es/geocrit/sv-126.htm>. [ISSN: 1578-0015].

*Horacio Capel es profesor emérito de la Universidad de Barcelona.

¿Qué hacemos con la Cárcel Modelo de Barcelona?

Pedro Fraile

Seguramente esa pregunta se la ha hecho mucha gente desde que circula la noticia de su pronto desalojo y desaparición. Para muchos es una especie de mal sueño, una pesadilla llena de recuerdos amargos y reminiscencias de épocas dolorosas. Desde ese punto de vista, probablemente se considerará que lo mejor es derribarla y que no quede ni rastro de lo que fue un símbolo del franquismo y de la represión.

Sin duda se trata de una opinión respetable y muy comprensible, pero también se podría aducir que muchas catedrales se construyeron con el sudor de campesinos o artesanos que tuvieron que contribuir con su dinero o su esfuerzo. Seguramente se argumentará en contra que también les ofrecían un cierto consuelo espiritual. Sin duda se podrían multiplicar los ejemplos de construcciones que hoy contemplamos con respeto y admiración, e incluso se han convertido en una atracción turística, pero que se elevaron a costa de los sacrificios exigidos, a veces con violencia, a los más débiles.

Por otra parte, de un edificio no sólo nos interesa su calidad arquitectónica, que la cárcel Modelo tiene, sino también que nos explique cosas, que nos hable del pasado y nos ayude, por tanto, a entender el presente y a diseñar estrategias para orientar el futuro en una u otra dirección.

De todos modos, tal como se ha dicho, la Modelo de Barcelona, diseñada por Salvador Vinyals y Josep Domènec i Estapà tiene un gran valor arquitectónico. Recordemos que a sus artífices debemos, entre otros edificios, el del Hospital Clínico de Barcelona o el del Palacio de Justicia del Paseo Lluis Companys y, seguramente, nadie propondría demolerlos hoy

Esta estructura estrellada, que en el imaginario colectivo europeo suele estar vinculada a la idea del encierro, con un centro al que, sin saber muy bien por qué, le atribuimos un poder especial, tiene una larga historia que comenzó en el Renacimiento, cuando las ciudades se fueron convirtiendo en un hervidero de marginados que llegaron a ser un serio problema, tanto sanitario como de orden público y, para afrontarlo, se recurrió al encierro de estos menesterosos, que pululaban por calles y plazas, en una institución que recibió diferentes nombres, como Hospital, Casa de Misericordia, etc. Eran los primeros experimentos disciplinares.

Figura 1: Ospedale Maggiore de Milano de Antonio Averlino (Filarete). Planta y sección.
Figura 1: Ospedale Maggiore de Milano de Antonio Averlino (Filarete). Planta y sección.

El Ospedale Maggiore de Milán, diseñado por Antonio Averlino (Filarete), con su planta de cruz griega, se convirtió en el arquetipo arquitectónico que tuvo vigencia durante mucho tiempo. En este establecimiento el centro tenía un papel simbólico de la mayor importancia. En España hay algunos ejemplos, de la época de los Reyes Católicos, de estas instituciones, como podría ser el Real Hospital de Santiago de Compostela, hoy convertido en Parador Nacional.

Pero a finales del quinientos, un clérigo, Miguel Giginta, cambió el sentido de esta planta al convertir el crucero en un puesto de vigilancia. Un médico, Pérez de herrera, propuso, además, establecer un sistema de clasificación por alas, con lo que, a finales del siglo XVI, ya tenemos, de manera esquemática, el sistema de encierro radial que conocemos.

Pero las ideas prosperan cuando las condiciones sociales están maduras y todavía no se había construido el discurso, que luego vendrá de manos de la Ilustración, sobre la pena ni sobre la privación de libertad como castigo. Eso sí, mientras tanto, aumentaba el número de radios, en este tipo de edificios, como podría ser el modelo de Hospital propuesto por A. Desgodets a finales del seiscientos.

Figura 2. Proyecto de Hospital de A. Desgodets. Finales siglo XVII
Figura 2. Proyecto de Hospital de A. Desgodets. Finales siglo XVII

La historia de las prisiones es larga y compleja pero, simplificando, podríamos decir que la reflexión ilustrada incentivó el pensamiento sobre lo carcelario, ambiente en el que germinó el conocido Panóptico de Bentham, reinventando la vigilancia central y poniendo el acento en su potencial disciplinador, aunque ya se había propuesto casi doscientos años antes.

Pronto, la voluntad de economizar espacio y la búsqueda de establecimientos de fácil ampliación llevó hacia la estructura radial que, de manera muy confusa, algunos han bautizado como Sistema Filadelfia, por la cárcel allí construida que, por cierto, fue diseñada por un arquitecto inglés, John Haviland, que hizo lo que estaba viendo en Europa.

Figura 14. Prisión de Filadelfia, por John Haviland
Figura 14. Prisión de Filadelfia, por John Haviland

La Cárcel Modelo de Barcelona, inaugurada en 1904, es un ejemplo extraordinario de esta trayectoria discursiva y edificatoria, con un valor arquitectónico indiscutible y con una estructura central de hierro muy avanzada para su tiempo. Por otro lado, sería un error contemplarla exclusivamente como una rémora de franquismo, pues lo precedió en muchos años.

Por todo ello es importante su conservación y, por supuesto, abrir un amplio debate en torno a los posibles usos de tan magnífico edificio.

Para mayor información:

Fraile, P.: Arquitectura, espacio y control: morfologías, ciudades y vigilancias (siglos XVI-XVIII). In Casals, V.; Bonastra, Q. (eds.): Espacios de control y regulación social, Barcelona: Eds. del Serbal, 2014, p. 19-44.

Fraile P.: Sobre los orígenes de la arquitectura penitencia, Almacén de derecho, 2016, (http://almacendederecho.org/los-origenes-la-arquitectura-penitenciaria/ )

Pedro Fraile es Catedrático de Geografía Humana en la Universidad de Lleida

Era uma vez uma pequena cidade tranquila …

Pedro Henrique Carnevalli Fernandes*

“Ladrões utilizam retroescavadeiras para roubar agência bancária”!1 Notícias com palavras similares a essas em pequenas cidades não são uma exceção… pelo contrário, tem sido recorrente. O ataque às agências bancárias e aos caixas eletrônicos são frequentes, mas não são as únicas que tornam a vida cotidiana em pequenas cidades marcada pela insegurança e até pelo medo. Portanto, parece que a vida pacata e tranquila nessas localidades é cada vez mais um mito. As histórias de várias décadas sem um único homicídio vão se tornando raras.

A tranquilidade em pequenas cidades pode dizer respeito a vários atributos que nelas se encontram ou se esperava encontrar: trânsito menos intenso e a possibilidade de uma vida em ritmo mais lento; espaços mais silenciosos e o sentimento de segurança devido a suposta incidência menor de criminalidade. É especialmente quanto a este último que alertamos sobre as transformações ocorridas, o que nos leva a desconstruir tal imagem de tranquilidade, pois, em grande parte dessas localidades não corresponde mais a realidade. Isto leva a uma oscilação no tratamento sobre as pequenas cidades, ora sinalizadas como ilhas de tranquilidade ora como espaços do medo. Depende de para qual cidade se olha, ou ainda mais especificamente, para que áreas dentro delas.

São restritos os dados secundários para tratar deste tema. Existem dados quanto aos homicídios, mas não para as demais ocorrências. Por isso, é preciso acompanhar as notícias, com todas as ressalvas que precisamos ter acerca das mesmas. Elas ajudam a ter uma ideia do que vem acontecendo nas pequenas localidades, como registramos por meio de algumas manchetes coletadas a partir do acompanhamento de um jornal diário em Maringá e que abrangem as pequenas localidades da região Norte do Paraná/Brasil: “Rapaz é morto a tiros dentro de carro em Sertanópolis” (16.02.2014); “Dupla presa após assalto a lotérica de Planaltina do Paraná” (20.02.2014); “BMW é flagrada em 57,595 kg de crack em Perobal” (21.02.2014); “Rapaz cai em golpe, é espancado e furtado em Boa Esperança” (24.02.2014) e “Ladrões fazem mais de 30 buracos em caixa eletrônico em São Tomé” (28.02.2014). Levantamento mais completo revelou frequentes roubos ou furtos, assaltos aos caixas eletrônicos, homicídios ou tentativas e brigas; tráfico de drogas, apreensão de contrabando, dentre outros. Conforme se vê no Quadro 1 essa tendência não se encontra apenas no Paraná.

Quadro 1 – Notícias sobre violência em pequenas cidades brasileiras.

FonteAnoMancheteLink
Folha Campinas1999Crimes migram para cidades pequenashttp://www1.folha.uol.com.br/fsp/campinas/cm25049901.htm
UOL News2007Cidades pequenas lideram violência no país explica sociólogohttp://noticias.uol.com.br/uolnews/brasil/2007/02/27/ult2492u400.jhtm
Consciência crítica2008Aumento da violência em cidades pequenashttp://conscienciacritica.wordpress.com/2008/01/30/aumento-da-violencia-em-cidades-pequenas/
JusBrasil2008Parlamentares chamam a atenção para a violência em pequenas cidadeshttp://al-pa.jusbrasil.com.br/noticias/973752/parlamentares-chamam-atencao-para-a-violencia-em-pequenas-cidades
Jampa News2011Criminalidade: violência cresce em cidades pequenashttp://www.jampanews.com/2010/ler_noticia.php?id=23527
Blog do Bordoni2013Violência: das cidades pequenas e médias, 15 de Goiás são barra pesadahttp://luizcarlosbordoni.blogspot.com.br/2013/07/violencia-das-cidades-pequenas-e-medias.html
Portal Globo2014Violência vira grande preocupação de moradores de pequenas cidadeshttp://g1.globo.com/bom-dia-brasil/noticia/2014/02/violencia-vira-grande-preocupacao-de-moradores-de-pequenas-cidades.html

Fontes diversas.

Em convergência com o que estamos sinalizando, Julio Jacobo Waiselfisz no Mapa da Violência de 2010, trabalha com os dados de homicídios em todos os municípios brasileiros e apresenta, como principal conclusão, a interiorização da violência. Entre as trinta primeiras colocadas, nove (30%) possuem menos de vinte mil habitantes, doze (40%) possuem menos de cinquenta mil habitantes e 17 (57%) até cem mil habitantes. Já entre as 500 cidades brasileiras com maiores taxas de homicídios, 328 (65,6%) possuem, no máximo, 50 mil habitantes de população urbana e podem ser consideradas pequenas cidades, sendo delas 33,5 por cento com até dez mil habitantes, 44,8 por cento com população entre 10.001 e 25 mil habitantes e 21,7 por cento com população total entre 25 mil e cinquenta mil habitantes.

Desse modo, temos esboçado possibilidades de interpretação desse fenômeno, que não são excludentes entre si, mas complementares: a) o crescimento do tráfico e consumo de drogas e produtos ilícitos trazem consigo o aumento da violência; b) a violência difunde-se por todo o território a partir das áreas metropolitanas; e, c) as peculiaridades de áreas não-metropolitanas facilitam as ações que geram insegurança, já que a presença de equipamentos públicos de segurança nessas áreas são insuficientes ou mesmo inexistente, acompanhando o processo de perda de centralidade de modo geral das pequenas cidades.

As pequenas cidades conhecidas pela tranquilidade, com suas portas e janelas abertas que indicavam a ausência do medo cotidiano vão lamentavelmente fechando-se. Junto com as portas e janelas também estão se fechando as pessoas, especialmente para a vida e espaços públicos, empobrecendo a sociabilidade.

Para maiores informações:

ENDLICH, A.M.; FERNANDES, P.H.C. Aumento da violência em pequenas cidades. Scripta Nova. P. 1-10. Barcelona, 2014.

* Pedro H. C. Fernandes é docente na Universidade Estadual do Norte do Paraná.

Ladrões assaltam bancos e levam reféns como escudos de proteção em Curiúva, Norte do Paraná, Brasil (2016).

Fonte: Jornal Repórter do Vale, disponível em <http://www.jornalreporterdovale.com/2016/01/curiuva-quadrilha-faz-escudo-humano-com.html> acesso em 12.11.2016.
Fonte: Jornal Repórter do Vale, disponível em http://www.jornalreporterdovale.com/2016/01/curiuva-quadrilha-faz-escudo-humano-com.html acesso em 12.11.2016.

1 Notícia referente ao assalto em Ortigueira-PR, disponível em <http://g1.globo.com/pr/campos-gerais-sul/noticia/2015/11/ladroes-utilizam-retroescavadeiras-para-roubar-agencia-bancaria-no-pr.html>

UNA CIUDAD NO CAPITALISTA

Horacio Capel*

La elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos ha sido toda una sorpresa. Parece increíble que un patán demagogo como él haya tenido tantos votos, y asusta la extensión de la tendencia reaccionaria e inculta que ello representa, con malos augurios para el futuro.

Sobre todo en el momento en que los problemas del mundo son muy graves, y se hace imprescindible pensar en organizar de otra forma la sociedad. Se ha comprobado que las políticas neoliberales han sido nefastas y han provocado la crisis económica actual y el aumento de la brecha entre los que tienen y los que no tienen.

Eso se une a otras consecuencias del sistema económico dominante, el sistema capitalista, que ha creado grandes riquezas pero no ha sabido repartirlas, y ha provocado nefastas consecuencias con la obsesión por el máximo beneficio, la masificación de la sociedad de consumo, la degradación de la naturaleza, el aumento de la contaminación y el incremento de las tensiones sociales.

El mundo está al borde de la catástrofe, y se hace imperioso pensar en otra forma de organizarlo, con una economía y una sociedad postacapitalista. Hoy, esa necesidad de reformar el sistema económico es aceptada por muchos políticos y economistas, ante la gravedad de las amenazas que existen sobre el futuro de la Humanidad.

El cambio en los países democráticos depende de los ciudadanos, de su voto y de la elección de gobiernos decididos a introducir cambios profundos en el sistema. Creo que eso se puede hacer, y se ha de hacer sin violencia, porque ésta puede provocar la desorganización de todo el sistema social. El cambio ha de hacerse “de la ley a la ley”, elaborando y aprobando leyes profundamente reformistas y transformadoras.

En estos momentos los diagnósticos están bastante bien realizados, y se conoce la gravedad de la situación. Lo que se necesita es pensar en las alternativas, y meditarlas.

Los datos existentes muestran las graves desigualdades que existen a escala mundial, a la de los diferentes países y en el interior de las ciudades; así como la necesidad de una acción decidida para redistribuir los recursos. También la urgencia de tomar medidas para evitar la especulación inmobiliaria y para la municipalización del suelo, el control público de las plusvalías, la gestión participativa de los municipios y áreas metropolitanas, la extensión universal de la sanidad, y la escuela pública para todos con el fin de asegurar una educación general de calidad y la convivencia.

Los problemas del mundo son tan graves que las propuestas de cambio pueden ser ampliamente aceptadas democráticamente, con tal de que se presenten con coherencia. En realidad, solo la equidad social, la limitación del consumo por parte de las clases medias y altas, el crecimiento mundial de suma cero, es decir el crecimiento de los que menos tienen a costa de la disminución de los que más poseen, permitirán evitar los riesgos que nos amenazan. Para ello hace falta dialogar, y convencer a la gran mayoría de la población, con propuestas de cambio radical, pero coherentes.

Las leyes que deberán elaborarse y aprobarse democráticamente habrán de introducir importantes y decisivas reformas económicas: sobre la propiedad, el control de los medios de producción, el paso a un sistema financiero público, los bienes comunes, la difusión de las cooperativas de producción. Se han de elaborar y aprobar propuestas sobre la eliminación de la pobreza y la exclusión, la renta básica para todos, la reducción del consumo, el reparto del trabajo entre todos y estimular formas de colaboración laboral.

Podemos imaginar cómo será la ciudad postcapitalista a partir de las críticas que se hacen a la ciudad capitalista, y concebir una estructura económica y social en la que haya más equidad y distribución de riqueza, menor agresión a la naturaleza, donde no haya desigualdades en la calidad de vida, en la salud y en la educación; lo que significa, en definitiva, una renta per capita similar para toda la población del mundo. Una utopía que ha de convertirse en realidad discutiendo no solo las metas sino también los caminos para llegar a ella.

Para mayor información:

CAPEL, Horacio. La forma urbana en la ciudad postcapitalista. Biblio3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 5 de noviembre de 2016, vol. XXI, nº 1.177. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-1177.pdf>.

Horacio Capel es Profesor Emérito de la Universidad de Barcelona.

PEQUEÑAS ISLAS, GRANDES TESOROS

by María José Viñals, Mario Planelles, Pau Alonso-Monasterio y Maryland Morant.

Las pequeñas islas, aquellas cuya superficie es menor de 1 km2, esconden valiosos tesoros, aunque no se trate de la Isla del Esqueleto (isla ficticia en la que Stevenson sitúa su “Isla del Tesoro”), ni de la “Isla de Coral”, donde Ballantyne sitúa las aventuras de su novela homónima. Es cierto que los piratas utilizaron algunas pequeñas islas del Mediterráneo como base para sus incursiones en el continente pero, realmente, los tesoros a los que nos referimos tienen más que ver con el patrimonio natural y cultural que contienen, algo que, unido a las sensaciones de “escapada”, aventura y cierta exclusividad que ofrecen, las han convertido en auténticos focos de atracción para numerosos y modernos Jim Hawkins, o sea, aventureros, ecoturistas, practicantes de turismo activo o, simplemente, turistas en busca de experiencias diferentes. La atracción es tal que, actualmente, resulta necesario regular sus usos y ahí es donde, precisamente, debe tener un papel importante la “Capacidad de Carga Recreativa” como herramienta para regular el uso y, a la vez, garantizar una experiencia turística de calidad.

La determinación de la Capacidad de Carga Recreativa puede tener un papel importante en la regulación del uso recreativo de las pequeñas islas, garantizando una experiencia turística de calidad.

Desde el punto de vista ambiental, las pequeñas islas son ecosistemas frágiles y vulnerables como consecuencia de su exclusiva dotación de recursos naturales, de su origen geológico, de su distancia al continente, y de su estructura ecológica pobre en especies. Sin embargo, estas mismas características han provocado la existencia de su mayor tesoro natural, los endemismos. En algunos casos, y hay que pensar que en el Mediterráneo existen en torno a 15.000 islas de este tipo de las que únicamente 35 están gestionadas de alguna forma, ha de añadirse al valor naturalístico un patrimonio cultural con cierta relevancia y, sobre todo, el componente escénico, el paisaje.

Naturaleza, cultura y paisaje son los recursos a proteger, pero no hay que olvidar que la experiencia turística integra diversos componentes de carácter psicológico, relacionados con ese “espíritu de escapada”, que se traducen en la necesidad de un mayor espacio personal entre visitantes, de evitar los encuentros o las interacciones entre ellos, de salvaguardar las cuencas visuales de la intromisión de otros usuarios e, incluso, otros relacionados con las sensaciones de seguridad o riesgo que dependerán, en gran medida, del perfil del visitante.

El estudio sobre la Capacidad de Carga Recreativa al que hace referencia este artículo se ha centrado en tres pequeñas islas mediterráneas: las Islas Columbretes y la de S’Espalmador, en España, y la Isla de Chikly, en Túnez. Se trata de tres espacios protegidos, que comparten algunas características ambientales y culturales y que están sometidas a presión turística aunque, ciertamente, en distinto grado. Columbretes y S’Espalmador destacan por su naturaleza mientras que Chikly, aunque sin carecer de esta, presenta un patrimonio cultural más importante, constituido principalmente por el Fuerte Santiago.

Los métodos de estimación de la Capacidad de Carga Recreativa suelen basarse en el análisis de las características físico-biológicas del lugar para determinar su “fragilidad vs. resistencia” a los impactos generados por la actividad recreativa, incluyendo aspectos cuantitativos y cualitativos relacionados con los usuarios y los equipamientos existentes. Así, es necesario identificar los factores limitantes del medio físico-natural para implementar medidas que garanticen la conservación de los recursos; pero, además, existe otra serie de factores relacionados con el confort físico y psicológico de los visitantes que deben ser observados para garantizar una experiencia recreativa satisfactoria.

Tras analizar los casos de estudio mencionados, puede concluirse que en este tipo de ecosistemas insulares, el componente ecológico tiene un peso específico mucho mayor que en otros, especialmente en lo relacionado con el número de especies endémicas y los aspectos vinculados con sus ciclos vitales, así como la potencialidad de ser lugar de nidificación o reproducción de especies importantes desde el punto de vista de la conservación.

Por lo que hace referencia a los factores psicológicos, resulta bastante evidente que el punto importante de la gestión se sitúa en controlar el número de visitantes que disfrutan de la experiencia al mismo tiempo, lo que ha sido definido como el “people at one time” (PAOT). Las pequeñas islas que disponen de algún tipo de equipamiento (centro de visitantes, edificios históricos, etc.) lo tienen, indudablemente, más fácil, porque pueden evitar los encuentros entre grupos si la gestión de visitantes se hace de forma adecuada.

Sin embargo, el factor que ha proporcionado unas conclusiones más interesantes ha sido el análisis del componente escénico en relación con las cuencas visuales. El pequeño tamaño de estas islas las hace especialmente vulnerables en este sentido dado que, al estar el campo visual delimitado por el ángulo de visión del ojo humano, cualquier intromisión u obstrucción de este campo visual por parte de otros visitantes o grupos de visitantes resulta especialmente llamativa.

La clave de la gestión de los usos y los visitantes en ambientes con un elevado grado de clausura, como son las pequeñas islas, está en el control de los accesos.

Como consecuencia, se puede afirmar que la clave de la gestión de los usos y los visitantes en ambientes con un elevado grado de clausura, como son las pequeñas islas, está en el control de los accesos. En el fondo, los piratas no tenían “ni un pelo de tontos”, y sabían que sus tesoros estaban más seguros en lugares a los que no todo el mundo podía acceder…

Para mayor información:

Viñals, M.J.; Planelles, M.; Alonso-Monasterio, P.; Morant, M., 2016. Recreational Carrying Capacity on small Mediterranean islands. Cuadernos de Turismo, nº 37: 437-463. ISSN: 1139-7861. eISSN: 1989-4635. DOI: http://dx.doi.org/10.6018/turismo.37_256341

http://revistas.um.es/turismo/article/view/256341/194301

Los autores son expertos en gestión turística del patrimonio natural y cultural de la Universitat Politècnica de València.

Las plazas mayores mexicanas. Quinientos años de continuidad

Cuando los mexicanos viajamos por nuestro país y visitamos ciudades grandes o medianas, capitales importantes o pequeños pueblos de ámbito rural, no nos es difícil orientarnos. Ni siquiera hace falta ser un paseante preparado por conocimientos y lecturas previas, o un turista bien armado con una guía adecuada. Todos sabemos que lo que debemos hacer es preguntar por la Plaza de Armas, por el Zócalo, el Parque o como se llame a la Plaza Mayor de la localidad, y hacia allá dirigir los pasos. Y cuando hemos estado en ella, hemos entrado en su iglesia, hemos visto las fachadas del palacio municipal o de gobierno y los edificios circundantes, nos hemos sentado en una banca del jardín o nos hemos tomado un refresco en algún café de los portales, ya podemos decir que conocemos tal ciudad o tal o cual pueblo.

Es cierto que en todos los lugares del mundo, desde que se organizaron los primeros centros urbanos, las plazas se convirtieron en elementos principales en el trazado y en la vida de las ciudades. Igual da que hayan sido explanadas de mercado, ágoras para la discusión política, centros ceremoniales y festivos, escenarios para el ornato o simplemente espacios abiertos frente a una arquitectura notable. Desde un principio y hasta ahora, constituyen elementos de vida pública y parte fundamental de los anales de las sociedades; son espejo de la historia de una cultura, de una organización civilizatoria. Pero el caso de las plazas mayores mexicanas, tanto como el de las hispanoamericanas todas, escribe una página extraordinaria y notable de la historia urbana universal, que remite en su origen a las utopías renacentistas que quisieron hacerlas geométricas, armónicas y hermosas, pero que pasa por la realidad descarnada de un pequeño territorio en disputa permanente.

Desde un principio y hasta ahora, constituyen elementos de vida pública y parte fundamental de los anales de las sociedades.

A las plazas mayores mexicanas se las han disputado quienes han querido hacer de ellas la escenografía gubernativa, quienes han querido sacarles provecho económico y quienes se las han adueñado con los trajines de la vida diaria. Desde hace quinientos años las plazas mayores mexicanas han sido el sitio privilegiado para el discurso del poder y el lugar predilecto para la apropiación colectiva del espacio público.

Todas las plazas que se fundaron durante las décadas que siguieron a la conquista española fueron diseñadas para ordenar, a la manera de un núcleo rector, la trama cuadriculada, facilitando el reparto de solares y el control territorial con las calles que salían de ellas tiradas a regla y cordel. Sirvieron para eso, y también para crear en ellas la máxima expresión de las nuevas estructuras sociopolíticas y administrativas impuestas a los habitantes originarios. La iglesia, el cabildo, los edificios de otras instituciones de gobierno, los portales del comercio establecido y las casas de quienes ocupaban el más alto rango en el escalafón social creaban, unos frente a otros, una vista elocuente.

Durante trescientos años, en las plazas mayores el espacio urbano parecía ser de todos y servía para todo. La fuente abastecía de agua al vecindario, el rollo y la picota recordaban las leyes y el castigo, la vendimia arremolinaba a vendedores y compradores y, como en cualquier mercado, buscaban por ahí su suerte los pícaros, maleantes y vagos. La gente entraba y salía de la iglesia por la plaza, y en ella se montaban tinglados para celebrar coronaciones en España, recibir a virreyes, obispos y arzobispos, para festejar a los santos patronos. En la plaza se corrían toros, se gritaban pregones, se anunciaban bandos y se manifestaban contriciones devotas. Aflicción y júbilo, homenaje y penitencia, trabajo y ocio, belleza y suciedad: todo se fundía en el espacio abierto y recogido a la vez de una plaza mayor mexicana, formando en su síntesis el axioma de la vida urbana.

Todo se fundía en el espacio abierto y recogido a la vez de una plaza mayor mexicana, formando en su síntesis el axioma de la vida urbana.

El racionalismo del siglo XVIII y el despotismo monárquico de reyes ilustrados se fue colando durante las postrimerías coloniales queriendo cambiar apariencias y funcionamientos. La afluencia irrestricta, el amontonamiento de puestos y mercancías, la mugre y el desorden se volvieron intolerables para los nuevos administradores del gobierno. Limpiar, despejar, empedrar parecían el objetivo último, aunque el saneamiento y la belleza eran la punta de lanza del avance del poder absoluto de la corona sobre las plazas, que le peleaba fueros a los ayuntamientos y a la iglesia, y disputaba usos consuetudinarios a los habitantes locales. Estatuas, obeliscos o columnas podrían glorificar la figura del monarca en el centro de una plaza impoluta y desembarazada de estorbos y suciedad, y los ejércitos podrían hacer ejercicios en ellas desplegando orden y grandeza.

Únicamente algunos proyectos tuvieron éxito. Pocos. La inercia y las prerrogativas de los hábitos seculares no son fáciles de torcer. Tampoco la gran sacudida revolucionaria de la Independencia alteró radicalmente y de golpe las costumbres inveteradas de la vida de cada día en las plazas. Solamente cuando terminaron las zozobras bélicas e invasoras, con la victoria última en 1867 de los ejércitos republicanos sobre las fuerzas conservadoras y de ocupación extranjera que impusieron como emperador a Maximiliano de Habsburgo, con un reforzado control político, dinero en las arcas públicas y unas oligarquías dispuestas a invertir en una imagen urbana renovada y a la altura de los tiempos de “progreso”, se retomaron los intentos por rehacer las plazas mayores incorporando nuevos paradigmas de ornato, modernidad tecnológica y civilidad ciudadana. Los espacios desembarazados de mercaderías y estorbos se poblarían de flores y árboles, entre los que se dispondrían calzadas que irían a converger en una fuente ornamental, o en un kiosco metálico en el que arraigaría la costumbre de las deleitosas serenatas. En la retórica de una naturaleza acotada, podada y bien combinada se leía un sentido de orden y de refinamiento al que era fuerza rendirse. Las autoridades podrían vigilar mejor la disciplina social, y la estatuaria y los monumentos que se instalaron prolíficamente en las plazas mayores, educaban en la nueva identidad nacional. La urbanidad republicana tuvo su escenografía principal en las antiguas plazas convertidas en jardines civilizados, ajuarados y musicales.

No hay duda de que la transformación fue exitosa y la vocación de las plazas mayores se mantuvo incólume a pesar de la mudanza de ropajes y costumbres. Las plazas mayores siguieron siendo entonces, y lo son hasta hoy, el centro neurálgico, el espejo del poder político y, como escribió Antonio Bonet Correa, el resumen breve de cada pueblo y ciudad. Con jardín la mayoría, y sin jardín algunas en que fue removido bien entrado el siglo XX, las plazas mayores continúan siendo lugar principal para la escenografía del poder, lugar preferido para las fiestas populares, las celebraciones patrióticas; siguen recibiendo como primicias las novedades tecnológicas, siguen albergando el comercio establecido de los portales y de los variopintos puestitos de venta callejera; y a pesar del decoro que las autoridades locales pretendieron para sus nuevos paseos aburguesados en la segunda mitad del siglo XIX, las plazas siguieron convocando por igual a todos como desde tiempos virreinales. Estamos ante una historia de larga duración que manifiesta la vigencia de las plazas mayores de México. Las metamorfosis que las han reeditado desde hace quinientos años han reafirmado casi siempre su centralidad y han apuntalado viejas formas de sociabilidad.

Las plazas mayores siguieron siendo entonces, y lo son hasta hoy, el centro neurálgico, el espejo del poder político y el resumen breve de cada pueblo y ciudad.

Charles Flandrau, un simpático viajero y agudo observador estadounidense que se paseó por el país a principios del novecientos lo dejó claramente anotado: en México, la plaza nunca decepciona. Esperemos que siga siendo así; que la plaza mayor de cada ciudad mexicana continúe ejerciendo el papel del espacio público por antonomasia, y no se convierta simplemente en un área común sujeta a los ímpetus privatizadores que caracterizan a las ciudades globales de la era neoliberal. Que con sensibilidad fundada en el conocimiento histórico, las plazas sigan gobernadas por políticas públicas que las libren de estrategias empresariales tendientes a remodelaciones desatinadas. Que las plazas mayores sigan siendo, como diría Carlos Monsiváis, un almacén de nostalgias.

Para mayor información:

RIBERA CARBÓ, Eulalia (coord.). Las plazas mayores mexicanas. De la plaza colonial a la plaza de la República. México: Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, 2014. (ISBN: 978-607-9294-58-8)

Eulalia Ribera Carbó es profesora e investigadora del Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora en la Ciudad de México.

Ciudades y ferrocarril: ¿atracción o repulsión urbana?

Eduard J. Alvarez-Palau1

La promoción de infraestructuras de transporte y comunicación es fundamental para promover el desarrollo económico regional. Esta premisa ha sido comúnmente aceptada durante décadas, y sigue siéndolo en países subdesarrollados. Sin embargo, la construcción de infraestructuras a nivel urbano siempre ha generado controversia. Su encaje en la ciudad preexistente es complejo, se condiciona el crecimiento posterior de la trama urbana y se requieren de políticas específicas que garanticen la integración futura.

Con la finalidad de categorizar este fenómeno, se ha reconstruido el crecimiento histórico de la trama urbana y de la infraestructura ferroviaria en 25 ciudades medianas catalanas desde principios de siglo XVIII hasta la actualidadi. Los resultados del trabajo identifican un patrón de comportamiento parecido, que ha dado lugar a la definición de un modelo de crecimiento urbano basado en seis etapas.

La primera etapa plantea el principal dilema de la planificación infraestructural: centro o periferia. El centro ofrece mayor accesibilidad a los ciudadanos a la vez que incentiva la renovación urbana. A cambio, requiere de un coste de construcción mayor por la dificultad de encaje entre las edificaciones preexistentes. La periferia se erige como opción más económica, además de causar menos impactos en los terrenos urbanos. Sin embargo, ofrece menor accesibilidad y condiciona notablemente el crecimiento urbano futuro. En el caso estudiado, parece que los intereses de las compañías férreas primaron sobre los intereses de los urbanistas locales, abundando los trazados periféricos.

La segunda etapa muestra la respuesta urbana ante la infraestructura ferroviaria. El posicionamiento periférico puso en valor los terrenos periurbanos dispuestos entre ciudad y estación, dando lugar a nuevos ensanches urbanos. La intensidad de crecimiento dependió de varios factores, como la geografía física, la demografía o la estructura de propiedad de las tierras. En cualquier caso, buena parte de los sectores urbanos de crecimiento se ubicaron en estos terrenos.

Posteriormente, se produce el efecto contrario. Cuando la trama construida ocupó todos los terrenos disponibles entre ciudad y estación, la línea férrea empezó a limitar el crecimiento. Empezaron a proyectarse sectores urbanos en las inmediaciones de los ensanches, pero difícilmente se superaba la infraestructura. En esta etapa se produjeron también los primeros trasvases de centralidad urbana hacia las inmediaciones de la estación.

La cuarta etapa se caracteriza por la ocupación de los primeros terrenos del otro lado de las vías. Normalmente se trataba de actividades económicas de carácter industrial, que pretendían aprovechar la accesibilidad regional del ferrocarril. La movilidad urbana, por el contrario, siguió condicionada por el efecto barrera ejercido por las vías férreas, siendo escasas las relaciones de estas actividades con la ciudad.

La siguiente etapa viene marcada por la generalización del uso del automóvil y la gradual substitución del ferrocarril como modo de transporte preponderante. Las relaciones urbanas y regionales cambiaron completamente, dando lugar a la construcción de gran cantidad de calles y carreteras. Aprovechando el esfuerzo inversor se construyeron pasos transversales a diferente nivel, reduciendo el efecto barrera y consolidando los sectores de crecimiento al otro lado de las vías.

La sexta etapa se caracteriza por la implementación de proyectos de integración urbana. Los urbanistas locales apostaron por diseños que maximizasen la integración transversal entre barrios. La cobertura de las vías, el soterramiento y la construcción de múltiples pasos transversales coparon las solicitudes. Aunque el coste fuese alto, estas soluciones permitían integrar las vías en el entorno manteniendo la accesibilidad en los nuevos centros urbanos. La administración ferroviaria respondió con otras propuestas: modificar el emplazamiento de estaciones en líneas terminales o construir variantes férreas. Estas opciones permitían minimizar el coste de construcción y liberar los terrenos céntricos afectados, facilitando la recalificación urbanística y la promoción inmobiliaria. No obstante, volvían a dejar el problema de la integración infraestructural para las generaciones futuras.

En definitiva, la integración de infraestructuras en las ciudades no es un proceso sencillo. Requiere de una fuerte inversión económica y de la implicación de todos los agentes urbanos. La elección de trazados periféricos puede reducir costes y evitar el debate provisionalmente. Sin embargo, se demuestra que en el largo plazo la infraestructura vuelve a quedar en posición central, debiendo replantearse su integración nuevamente. Únicamente con una planificación inicial adecuada se puede minimizar los costes de la infraestructura, maximizar la accesibilidad conferida y optimizar la integración futura en la ciudad.

1 Investigador postdoctoral asociado a la Universidad de Cambridge y profesor colaborador en el Máster en Gestión de la Ciudad de la Universitat Oberta de Catalunya.

i Para mayor información:

ALVAREZ-PALAU, Eduard; HERNÁNDEZ, Mireia y TORT, Anna. Modelo morfológico de crecimiento urbano inducido por la infraestructura ferroviaria. Estudio de caso en 25 ciudades catalanas. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de enero de 2016, vol. XX, nº 527. <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-527.pdf>. ISSN: 1138-9788.

Nueva mirada, nueva ciudad. (Re)descubriendo Barcelona.

*Inmaculada DIAZ-SORIA

Descubrimos cosas de nuestra ciudad que no sabíamos” o “La magia de descubrir Barcelona con otros ojos” son algunas reacciones a unas rutas que acercan a los habitantes a su propia ciudad y que se desarrollan en Barcelona (España) desde hace casi una década. Todo esto en un contexto globalizado en el que viajar lejos resulta relativamente accesible y en el que algunos autores se preguntan cómo viajaremos cuando ya no haya petróleo y se plantean cómo hacer atractivos los destinos cercanos. Este artículo explora las rutas culturales propuestas en Barcelona a un público de proximidad con el objetivo de reflexionar sobre la puesta en valor de los lugares ordinarios.

Los turistas vienen y conocen nuestra ciudad mejor que nosotros” decía un participante barcelonés entrevistado. Esta oportunidad ha sido detectada por un sector turístico con necesidad de diversificarse, para el cual los habitantes se han convertido en un nuevo nicho de mercado. En este sentido pequeñas empresas proponen rutas de pago (entre 10 y 20€) por Barcelona con diferentes temáticas culturales (históricas, insólitas, gastronómicas, literarias, etc.). Estas rutas están abiertas a públicos de cualquier procedencia pero parecen tener más éxito con un público de proximidad. Las empresas organizadoras pagan el IVA turístico y los guías que utilizan son turísticos, ya que “un carnet de guía cultural no existe”, como afirma uno de los emprendedores. Otra organizadora de visitas afirma “No [ser] del sector turístico […]. Nuestros itinerarios están muy documentados […], no [son] demasiado turísticos”.

En una ciudad que recibió más de 7,5 millones de turistas en 2013, donde el turismo es fuente de tensiones por la gran presión sufrida en determinadas zonas, especialmente Ciutat Vella, es curioso ver este fenómeno florecer. Resulta sorprendente que Ciutat Vella, el distrito más turístico, sea la zona más visitada por estas rutas que se venden por salir de los itinerarios turísticos. Sin embargo, como afirma una organizadora, “[cuando la empresa se puso en marcha] fue muy tranquilo, intentamos no hacer Ciutat Vella, pero finalmente tuvimos que hacerlo porque la gente lo pedía”. Es decir, esta zona es el atractivo principal también para el público de proximidad, a pesar de la voluntad del Ayuntamiento por descongestionar el centro de la ciudad de los intensos flujos turísticos. La diferencia entre las rutas culturales tratadas en este artículo y las visitas tradicionalmente turísticas se encontraría, por lo tanto, más bien en el discurso que en los espacios recorridos. Aun así, encontramos participantes procedentes de otras partes del Estado español o del extranjero, sobre todo cuando las visitas son en castellano en vez de en catalán. La razón principal es que estas actividades se venden principalmente por internet y son, por lo tanto, accesibles a todos los públicos.

Por otro lado, para poder comprender el perfil de estos participantes, se han planteado dos cuestiones que responden a dos dimensiones de la proximidad únicas para cada individuo y que condicionan su forma de experimentar la actividad.

¿Cuál es el punto de origen del trayecto emprendido por estos turistas?

Para analizar la dimensión geográfica de la experiencia, se han puesto en relación el código postal de los 107 participantes analizados con la zona visitada por cada uno en 19 rutas diferentes. El resultado confirma que la mayoría de los participantes reside en un perímetro de 40 km alrededor de Barcelona. Sin embargo, el criterio puramente geográfico es insuficiente para determinar el posicionamiento del participante respecto a la actividad turística de proximidad. Este dato no nos indica su grado de conocimiento de la zona visitada, qué es lo que conoce realmente y qué le es desconocido, qué temática puede interesarle y sobre qué espacios le gustaría saber más. En definitiva, no revela si el espacio visitado le es familiar o no.

¿En qué sentido estas rutas permiten al turista acceder a lo desconocido?

Para poder comprender mejor la relación de familiaridad entre los participantes y la zona recorrida, se han tenido en cuenta sus prácticas en la zona y sus vivencias personales ya que éstas condicionan de forma directa cómo el individuo experimenta y da sentido al territorio. En este sentido, la mayoría de los participantes había pasado ya por la zona visitada, especialmente de paseo o de compras. Existe, por lo tanto, un vínculo de proximidad entre el territorio recorrido y los participantes más allá del domicilio. Algunos tienen anécdotas personales en relación con los lugares recorridos que confirman que la proximidad con el territorio no es solamente física y práctica, sino también emocional. Podríamos hablar de tres niveles de acceso al territorio: geográfico (la facilidad de acceso), práctico (a partir de los usos, de la experiencia vivida) y emocional (lo que queda en el individuo tras la experiencia vivida o imaginada). Lo que hace extraordinarias estas actividades es que acercan al individuo a elementos desconocidos aunque estos estén situados en espacios a priori, accesibles y conocidos por las prácticas realizadas o por ser el marco de sus emociones.

En conclusión, si el turismo se entiende como una actividad que permite acceder al otro, en un contexto globalizado, lo desconocido puede estar situado en la proximidad. Actividades para (re)descubrir la propia ciudad son por lo tanto en cierto modo turísticas ya que proponen una ruptura con la esfera cotidiana aunque esta ruptura no sea espacial. Un individuo puede recorrer una calle por la cual pasa cada día con otro ritmo y otra mirada y ver la ciudad como algo nuevo, de la misma forma que lo hace un turista. Este punto de vista abre perspectivas sobre los recursos a desarrollar como atractivo para la población local y sobre la utilización del punto de vista del turista como herramienta de desarrollo turístico.

“Un individuo puede recorrer una calle por la cual pasa cada día con otro ritmo y otra mirada y ver la ciudad como algo nuevo.”

Para ampliar la información:

DIAZ-SORIA, Inmaculada. “(Re)descubrir la propia ciudad: reflexiones sobre las visitas guiadas en Barcelona”. Documents d’anàlisi geográfica. 2015, vol 61, núm. 3, p. 539-561.

*Inmaculada Diaz-Soria es doctoranda en geografía de la Universidad de Toulouse-Jean Jaurès.

La reforma del Water Front de Rio de Janeiro

Verena Andreatta *

El pasado 6 de septiembre fue inaugurada la reforma de la plaza Mauá en el entorno del viejo puerto de Rio de Janeiro. La plaza está situada en el extremo oriental de la zona objeto del proyecto de remodelación del frente portuario de la ciudad, denominado Porto Maravilha, y su reforma tiene un valor simbólico, además de estratégico, en el desarrollo de esa operación.

Con esa plaza se inició la operación de apertura de la avenida Rio Branco en la que el alcalde Pereira Pasos depositó casi todo el impulso de su modernización del Centro de la ciudad en el periodo republicano. En 1910 recibió una estatua dedicada al Barón de Mauá, el gran empresario del imperio muerto precisamente el año de advenimiento de la República (1889), y adoptó su nombre.

El pier construido en su frente fue terminal de pasajeros y cruceros durante mucho tiempo, y la plaza albergó una estación terminal de autobuses. Quizás por ese motivo, acabó por constituir un espacio caótico, atiborrado de vehículos de todo tipo. La construcción en 1962 de un viaducto por el frente urbano, separando el puerto de la ciudad, contribuyó a su deterioro.

La operación Porto Maravillha trajo como consecuencia el ansiado derribo de ese viaducto (o Perimetral do Porto) lo que parecía indispensable para incorporar el frente portuario a la ciudad. Hoy en día en el espacio recuperado por ese derribo se está construyendo un paseo ajardinado, dedicado al arquitecto y ex-alcalde de la ciudad Luiz Paulo Conde, de 3 km de extensión por el que trascurrirá un tranvía (VLT) que unirá el nuevo frente marítimo con el aeropuerto Santos Dumont, la bahía de Gloria y la Terminal de barcas de la Plaza XV; es decir con gran parte de los lugares más usados del Centro de la ciudad.

La primera parte de la reforma de la Plaza Mauá consistió en la construcción del nuevo Museo de Arte (MAR, que integró los edificios remodelados de la antigua estación de autobuses, de una sede de la policía y de un palacio de João VI. El bello proyecto de los arquitectos Bernades y Jacobsen fue inaugurado el 1 de marzo del 2013 y se muestra en la fotografía. Se sitúa en frente del edificio A noite del arquitecto Gire, que construido en 1929, fue record de altura en América Latina (102 m) e inicio la larga serie de rascacielos que puebla hoy el Centro de la ciudad.

Museo de Arte de Rio de Janeiro (MAR), arquitectos Jacobsen y Bernandes
Museo de Arte de Rio de Janeiro (MAR), arquitectos Jacobsen y Bernandes

Como se apuntó al inicio, el 6 de Septiembre se inauguró, tras cuatro años de obras, la remodelación de la plaza, que ha urbanizado 25.000 m2, y que remata en un atrevido edificio de Santiago Calatrava, construido en el pier Mauá y que albergará el «Museo do Amanha». Cercano a él, se está remodelando un viejo almacén portuario para albergar un nuevo Acuario de la ciudad.

Nueva urbanización de la Plaza Mauá, con el Museo do Amnahá sobre el pier
Nueva urbanización de la Plaza Mauá, con el Museo do Amnahá sobre el pier

Son pues, todas ellas, buenas noticias, que auguran un cierto éxito de la tan controvertida operación Porto Maravilha. Controvertida por su modo de gestión, en el que se ha cedido gran parte de las decisiones al conjunto de empresas privadas concesionarias de la denominada Operação Urbana Consorciada, y porque el Plan Director de la operación no contiene ninguna definición volumétrica del conjunto a edificar, utilizándose como instrumento urbanístico tan solo una adjudicación de edificabilidad (excesiva, a juicio de los expertos) a cada lote de terreno. Los primeros edificios, en construcción, muestran ya los desastrosos efectos de esa política.

Para mejor comprender las semejanzas, y sobre todo las diferencias, con otras operaciones urbanas de recuperación de frentes portuarios, se recomienda la lectura del libro de mi autoría que cito, en el que se contienen datos técnicos y de gestión de seis operaciones de la misma índole, ya casi concluidas (Boston, Hong Kong; Ciudad del Cabo, Barcelona, Rotterdam y Buenos Aires). A los comentarios allá expresados me remito.

*Verena Andreatta el arquitecta urbanísta

Para mayor información : ANDEATTA, Verena «Porto Maravilha e o Rio de janeiro + seis casos de sucesso de revitalização portuária» Rio de Janeiro. Ed. Casa da palavra, 2010. (ISBN 978-85-7734-168-9)

FRASES

LA RECUPERACION DE LA PLAZA Y PIER MAUA DE RIO DE JANEIRO, ÉXITO DE LA OPERACIÓN PORTO MARAVILHA

LÁSTIMA QUE AL ALEJARSE DE LA PLAZA EL CAOS COMIENCE A SUSTITUIR AL ORDEN EN LA NUEVA FACHADA MARÍTIMA

Os médicos na transformação do espaço das cidades

Nirvana Lígia Albino Rafael de Sá*

nirvanadesa@gmail.com

O final do século XIX e início do século XX foi um período marcado pelo discurso da necessidade de higienizar as cidades. A partir disso foi definida uma série de determinações para a construção de equipamentos urbanos que favorecessem a salubridade. Os hábitos higiênicos passam a ser divulgados enquanto norma para uma população sem acesso ao conhecimento médico e científico e, com isto, surge uma nova forma de pensar e gerir as cidades, fundada a partir desse princípio. Este novo olhar que se lança sobre os espaços é parte do Movimento Higienista, que, aliado ao conhecimento médico da época, buscava adequar as cidades a fim de evitar a ocorrência de epidemias.

Estas epidemias tiveram um acréscimo considerável em função do adensamento populacional, consequência da Revolução Industrial ocorrida em alguns países e da então ausência de conhecimento sobre o surgimento, contágio e transmissão das doenças, bem como dos métodos de combatê-las. A constatação das dificuldades higiênicas nos novos aglomerados resulta em várias intervenções no espaço urbano por parte dos médicos, como a determinação para a instalação de abastecimento de água e limpeza de fontes de água; construção de cemitérios; e de hospitais de isolamento para os enfermos; pintura de casas; instalação de janelas e portas que favorecessem a circulação do ar, entre outras. Estes profissionais médicos tomam para si, com respaldo do Estado, a responsabilidade por ordenar e manter saudáveis as cidades, bem como difundir as ideias higienistas para a população.

O saber médico administraria o espaço urbano com base na Teoria dos Miasmas, a qual defendia que as doenças eram transmitidas pelos ares de uma atmosfera contaminada. Isso ocasionaria o fortalecimento de um preconceito social que justificava as intervenções autoritárias e o afastamento da população considerada “perigosa” para os lugares habitados pela “boa gente”. Por não possuírem ainda, os meios técnicos suficientes à descoberta dos micróbios, das bactérias e dos vírus, como os microscópios, por exemplo, as autoridades médicas não apenas acreditavam, como também difundiam a ideia de que as doenças eram transmitidas através de um ambiente onde o ar estaria contaminado pelos odores da sujeira das ruas e dos corpos, tanto dos vivos como dos mortos.

Os conhecimentos técnicos da engenharia e da medicina estavam, portanto, muito relacionados ao planejamento urbano entre os finais do século XIX e início do século XX. A higiene nas cidades passa a ser entendida como uma filosofia social que propõe combinar as necessidades fisiológicas e culturais com o meio ambiente, a fim de controlar as enfermidades coletivas através do ar puro, da água potável, de uma habitação apropriada, do verde e do sol.

Com isso, os médicos exercem um controle social, principalmente sob a classe de menor poder aquisitivo como os operários, mendigos, prostitutas, doentes e loucos. Toda esta parcela da população era entendida enquanto ‘classe perigosa’, ou seja, eram perigosos por provocar espanto aos olhos da elite da cidade, por apresentar sua pobreza nas ruas e por serem considerados meio de contágio de doenças.

Intervenção na cidade: Arrasamento do Morro do Castelo no Rio de Janeiro em 1922. Esta intervenção se deu pela crença de que seria necessária uma maior circulação do ar para evitar a ocorrência de epidemias. Imagem disponível em: https://arquitetandoblog.wordpress.com/2007/06/23/reformas-urbanas-rio-de-janeiro-seculo-xx/
Intervenção na cidade: Arrasamento do Morro do Castelo no Rio de Janeiro em 1922. Esta intervenção se deu pela crença de que seria necessária uma maior circulação do ar para evitar a ocorrência de epidemias. Imagem disponível em: https://arquitetandoblog.wordpress.com/2007/06/23/reformas-urbanas-rio-de-janeiro-seculo-xx/

A divulgação da higiene enquanto único meio eficaz para a diminuição da ocorrência de epidemias nas cidades gerou um controle sobre os espaços e sobre os corpos. Esse alcance se fazia a partir da vigilância, da punição, e até mesmo do policiamento, a fim de que uma prática higiênica fosse posta nas cidades, não só nos espaços físicos, como ainda nos hábitos da população.

A análise temporal nos leva a considerar o Movimento Higienista, juntamente com a ideia de progresso a Modernidade como responsáveis ou justificativas para alterações físicas nas cidades, alterações na forma de habitar e mesmo de pertencer à este espaço.

Para maior infor­ma­ção:

SÁ, Nirvana L. A. R. de. O Movimento Higienista e alterações do espaço urbano na Cidade da Parahyba (1854-1912). Revista Mercator. Vol. 11. N. 25. Maio/Agosto de 2012.

Disponível em http://www.mercator.ufc.br/index.php/mercator/article/view/685/420

*Nirvana é Doutoranda do IPPUR da Universidade Federal do Rio de Janeiro. Atualmente em intercâmbio com Bolsa Capes (Brasil) na Universidade de Barcelona.