El género como categoría que aborda la construcción sociocultural de la diferencia sexual es la matriz de un conjunto de perspectivas que pueden englobarse bajo el paraguas de la historia de las mujeres y del género. Desde hace décadas se ha subrayado la centralidad del género en los análisis históricos, destacando que no se trata de un tema puntual que pueda añadirse a los considerados relevantes. Esto es, no se trata de añadir a la “mujer” –en singular- como un colectivo homogéneo y sin reflexión sobre los condicionantes que les afectan.
El problema estriba en si las aportaciones de estas perspectivas históricas se han trasladado a los manuales escolares –en este caso, españoles-; estos son la principal herramienta de trabajo en las aulas y de mayor aceptación entre el profesorado según los diferentes estudios. O, si por el contrario, efectivamente, la investigación y la enseñanza han ido por derroteros diferentes. Nos planteamos dos preguntas: ¿Son incluidas las mujeres en los libros de texto? ¿Introducimos la variable género en la formación? Parecen cuestiones iguales, pero no lo son. No es lo mismo señalar la inclusión o no de las mujeres en los libros de texto escolares que analizar la presencia de la construcción y funcionamiento de la diferencia sexual. Por ejemplo, al estudiar el periodo de la Segunda República española puede incluirse a Clara Campoamor o la consecución del voto femenino. Pero eso no es lo mismo que profundizar en los cambios –con limitaciones- que supone este periodo histórico en las políticas de género y las identidades femeninas.
Comencemos por la primera pregunta. Las investigaciones didácticas desde una perspectiva de género no gozan todavía de una larga trayectoria asentada como en el caso de la historiografía académica. Pero sí contamos con importantes estudios que han puesto de manifiesto la invisibilización de las mujeres en los libros de texto. Una metodología habitual son los análisis de tipo cuantitativo. Se observa la cantidad de mujeres que aparecen nombradas, tanto de forma general como mujeres singulares consideradas relevantes. Se calculan porcentajes y dónde aparecen. Aunque ha habido avances, la respuesta a la primera pregunta -¿Son incluidas las mujeres en los libros de texto?- es no. Salvo que consideremos que incluirlas es que representen un porcentaje ridículo de los personajes singularizados o que se les reserve un apartado o un anexo –un añadido-.
Pero hay que ir más allá. Los análisis de tipo cuantitativo y/o los centrados únicamente en la visibilización o no de las mujeres sirven especialmente para ver si se resaltan a las mujeres o figuras consideradas importantes –normalmente en el espacio ocupado por hombres-. Pero, salvo excepciones, poco podrá decirnos de la experiencia de las mujeres corrientes o de los discursos que sobre ellas planean en los distintos contextos históricos. Es decir, difícilmente se reflexionará en profundidad en torno a la segunda pregunta planteada: ¿Introducimos la variable género en la formación?
Esta segunda cuestión ha sido abordada en menor medida por las investigaciones didácticas. Posiblemente, entre otros factores, por la gravedad que representa per se la ausencia de las mujeres en los manuales. Detrás del uno, el dos. Por algún sitio debía comenzarse. En segundo lugar, también quizás por tratarse de una perspectiva “joven” en la que todavía hacen falta largos y profundos debates epistemológicos. En todo caso, el balance tampoco es positivo –o es aún más negativo-. La inclusión de las experiencias femeninas suele reducirse a párrafos con temas tópicos –el sufragismo, por ejemplo- que no ahondan en cuestiones como su tradicional marginación y relegación al ámbito doméstico. Tampoco en los discursos, las políticas públicas o la legislación que contribuyeron a ello. Se obvia la existencia en los distintos contextos de unos sistemas de género que sitúan a hombres y mujeres en espacios diferentes de actuación.
Desde luego, ambas realidades tienen consecuencias en la formación del alumnado. Por un lado, la ausencia de personajes femeninos singularizados implica que las contribuciones y protagonismo de una parte de la población son desconocidas. Con ello, el conocimiento del pasado queda incompleto y se dan menos recursos para comprender y enfrentar el presente, así como proyectar el futuro. O se ofrecen recursos viciados que implicarán casi necesariamente la continuación y reproducción de las desigualdades. Con especial repercusión sobre las alumnas: para ellas supone privarlas de referentes.
Por otro lado, tratar únicamente personajes o temáticas muy concretas no aporta la necesaria herramienta de análisis de la construcción de la diferencia sexual. Implica la continuación de una educación androcéntrica y que reproduce roles y estereotipos de un sistema de género patriarcal. Y, en el caso más concreto de la historia, una visión más simplista y menos complejizada y conflictiva; así como privar al alumnado de herramientas de análisis, lo cual tiene consecuencias sobre su presente y futuro.
La preocupación social y los avances en los últimos años son un signo positivo. Pero queda un largo camino por recorrer. Tanto en la enseñanza en las aulas como en las investigaciones didácticas.
Para mayor información:
IBÁÑEZ DOMINGO, Mélanie. ¿Alguien hablará de nosotras cuando hayamos muerto? Sobre género, franquismo y didáctica. Revista de Didácticas Específicas, 2016, nº14, p. 50-70.
FUENTES, Carlos y VERDUGO, Vicenta (Coord.) Mujeres y represión franquista: una guía para su estudio en Valencia. Valencia, PUV, 2017.
Mélanie Ibáñez Domingo es Doctora en Historia Contemporánea por la Universidad de Valencia y Máster en Formación del Profesorado (especialidad Geografía e Historia) por la Universidad Católica de Valencia.
Xosé Manuel Souto González (Universitat de València y Proyecto Gea-Clío)
La geografía como conocimiento científico fue atravesando diferentes etapas: ciencia matemática con una orientación cartográfica, conocimiento del medio natural con las variedades regionales, descripción de recursos en un proceso histórico, formulación de propuestas de ordenación del territorio entre otras finalidades y objetos. En los dos últimos siglos parece existir un consenso sobre la transición desde una ciencia de lugares a un conocimiento que explica los problemas sociales en el territorio. De ahí su clasificación como ciencia social en los códigos UNESCO.
Estos últimos objetivos lleva a la geografía a acercarse al concepto de ciudadanía, una palabra que ha definido las características de las libertades alcanzadas por las burguesías del diecinueve en el mundo occidental y que se consagran en las cartas constitucionales. Pero su ejercicio dista mucho de cumplir con las expectativas de una sociedad crítica con el funcionamiento democrático.
Para formar a las personas en la participación de las decisiones ciudadanas han surgido algunas iniciativas en las instituciones no gubernamentales, pero menos desde las universidades y centros escolares, como si dicha actividad no formara parte de los contenidos educativos. Por eso queremos destacar la iniciativa del Instituto de Geografía y Ordenación del Territorio (IGOT) de la Universidad de Lisboa: Nós Propomos!, sobre todo, por el liderazgo mostrado por el profesor Sérgio Claudino.
Desde dicho instituto universitario se ha generado un proyecto de ciudadanía para los más jóvenes y no tan jóvenes, que comenzó en Portugal en2011 y no ha dejado de crecer: España, Mozambique, Brasil y, ahora, inicia su implementación en Perú, Colombia y, por último en México, con cerca de 40 universidades implicadas en su difusión. Para ello se cuenta con la colaboración del Geoforo, que a través de las noticias y del foro 24 da cuenta de sus actividades y principios programáticos. En el mes de septiembre de 2018 se celebra el primer congreso internacional de Nós Propomos!, donde participarán alumnos de niveles previos a los universitarios, así como profesores e investigadores, familias y políticos locales de cuatro países participantes (http://www.igot.ulisboa.pt/congressonospropomos/). Un conjunto de personas que integran la comunidad escolar.
En este evento se podrán compartir los diferentes trabajos locales, producto de un estudio riguroso de profesorado y alumnado, que después se le presenta a los poderes locales (ayuntamientos, cámaras municipales) para que puedan ser ejecutados, o no, los planes de acción propuestos desde las aulas escolares. Por tanto, es una innovación escolar, basada en el conocimiento geográfico, abierta a la participación ciudadana. Además el pensar localmente se complementa con la acción global, pues se promueve la cooperación internacional en red, para ello existen diferentes instrumentos de las redes sociales (whatsapp, facebook) y sobre todo el Geoforo Iberoamericano de Educación, Geografía y Sociedad, donde la comunidad escolar ha abierto un foro (número 24) para intercambiar opiniones y argumentos, de tal forma que se pueda romper el aislamiento de cada aula y centro escolar.
Uno de los puntos fuertes del proyecto consiste en conceder la iniciativa al alumnado para delimitar los problemas locales, que pueden ser de diferente ámbito: polución atmosférica o de aguas contaminadas, problemas de seguridad vial, aislamiento de lugares rurales, difusión del patrimonio local, carácter obsoleto del aprendizaje escolar y otros más que son seleccionados por el propio alumnado y trabajados en las aulas en materias específicas (Estudio de caso, Ciudadanía, Geografía y ciencias sociales), o bien en ámbitos interdisciplinares, donde dos o más materias comparten objetivos y diseñan técnicas y métodos específicos para abordar el problema seleccionado.
De este modo se ha comprobado como los alumnos y alumnas seleccionan los problemas que les resultan significativos y realizan a continuación un trabajo de campo, en el cual implican a vecinos del lugar estudiado. Finalmente proponen las propuestas de solución para ser implementadas desde las instituciones locales.
Con este proyecto se cumplen algunos principios básicos en la educación. El primero es que las innovaciones no proceden de las iniciativas legislativas, sino de la actitud de curiosidad y crítica de las personas que conviven en los centros escolares. En segundo lugar nos muestra que la geografía, y las ciencias sociales, son útiles para la ciudadanía si aborda el estudio de los problemas concretos que les preocupan a las personas, pero para ello es preciso una metodología rigurosa, que aúne el uso de los conceptos propios de la materia con una formulación del problema que permita cuestionar la realidad aparente y plantear soluciones factibles. En este sentido, se avanza con la calma que requiere el pensamiento racional, sin las prisas de las tecnologías del espectáculo. Y simplifica la metodología en tres fases básicas: la identificación de problemas, la realización del trabajo de campo y la presentación de propuestas son sus tres fases fundamentales.
Por último, se demuestra que es posible (y necesario) desarrollar una educación geográfica alternativa, en ámbitos escalares iberoamericanos, que esté comprometida con los problemas sociales concretos de las personas en sus medios específicos.
Para saber más
CLAUDINO, Sérgio; SOUTO, Xosé M.; ARAYA PALACIOS, Fabián. Los Problemas Socio-Ambientales en Geografía: una Lectura Iberoamericana, Revista Lusófona de Educação, nº 39, p. 55-72.
El desarrollo inmobiliario desmedido acarrea problemas socioterritoriales que salen a la luz cuando se desploma el mercado. Entre ellos, uno de los más graves son los desalojos hipotecarios. Su análisis particular en Canarias se justifica porque inciden en la frágil situación social del archipiélago y, también, por la oportunidad de explorar su desigual protagonismo a diversas escalas. Mostrar las lógicas del reparto espacial de las ejecuciones hipotecarias en las islas es el propósito de estas líneas.
Es un hecho constatado que la magnitud de la crisis varía según los lugares y, en consecuencia, son dispares sus efectos en las condiciones de vida de los residentes de distintos territorios. En el archipiélago, para comprender la entidad del desplome inmobiliario es oportuno tener presentes los rasgos del escenario previo. Durante los últimos años del siglo XX y primeros del actual el volumen de viviendas construidas y el incremento de sus precios situaban a Canarias en los primeros puestos del país y este, a su vez, se hallaba a la cabeza de la Unión Europea. El recurso al crédito hipotecario se convertía así en la única alternativa para acceder a una vivienda en propiedad. Con el estallido de la crisis se evidencian las debilidades de ese modelo basado en la inversión inmobiliaria, al tiempo que las ejecuciones hipotecarias actúan como un factor añadido de vulnerabilidad social.
En Canarias, las escalas insular e intrainsular resultan expresivas de la desigual incidencia territorial de la crisis. Se ha comprobado que las islas orientales —Lanzarote y Fuerteventura— de fuerte especialización en el negocio turístico-inmobiliario son las más afectadas; las occidentales —La Palma, La Gomera y El Hierro— con economías de base agraria se sitúan en el extremo opuesto y muestran una reducida proporción de desalojos; mientras que las centrales —Tenerife y Gran Canaria— ocupan una posición intermedia. En estas últimas, el análisis comparado a escala intrainsular resulta significativo, pues revela la superior intensidad que alcanzan los desalojos hipotecarios en las áreas de alojamiento de las clases trabajadoras; desplazando a un segundo nivel a los principales espacios urbanos y turísticos. Este hecho respalda los planteamientos que señalan que la presente crisis refuerza el desarrollo geográfico desigual al incidir con más contundencia en ámbitos previamente vulnerables.
Finalmente, en el marco de una anunciada aunque discutible recuperación, existen indicios de la repetición de las estrategias que desembocaron en la crisis social. En este sentido, resulta paradójico que los espacios que experimentaron una notable expansión en el periodo de auge y que registran una mayor cuantía de desalojos hipotecarios a partir de 2007 sean los que lideran la producción de nueva vivienda en los últimos años. Se estaría, de este modo, implementando las mismas recetas que contribuyeron a incrementar su grado de vulnerabilidad y desigualdad. Ante ese escenario, el papel del planeamiento y la gestión pública, como elementos de control de la producción inmobiliaria, vuelve a estar en entredicho por la palpable ausencia de políticas que conduzcan a una mayor justicia y democracia socioespacial.
En definitiva, en el archipiélago canario los desalojos hipotecarios contribuyen a profundizar situaciones de precariedad heredadas, agravan el desarrollo desigual y quebrantan las posibilidades de mejora social de los grupos de clase media y media-baja. De confirmarse la continuidad de las estrategias de acumulación basadas en la especulación inmobiliaria, se desaprovecharía la dura experiencia de la reciente crisis para explorar vías alternativas de desarrollo y se asumiría el riesgo de reproducir, o incluso amplificar, la cadena de daños que ha conducido a la frágil situación social actual.
Juan Samuel García Hernández es Licenciado en Geografía e Investigador Predoctoral en el Departamento de Geografía e Historia de la Universidad de La Laguna.
El deporte siempre ha sido un bálsamo para la política, al menos cuando esa política está muy en entredicho, también para países emergentes, como trampolín para su reconocimiento pleno. En un estudio profundo podríamos, incluso, adentrarnos en los juegos olímpicos de Grecia, pero no es preciso entrar en esa noche de los tiempos. Todos recordamos las cinco copas de Europa del Real Madrid en el régimen de Franco, donde el deporte dependía, además, de la Secretaría General del Movimiento, o la utilización de las medallas olímpicas de los países del Este en tiempos de la Guerra Fría (mención especial a la rumana Nadia Comaneci), triunfos aprovechados por sus regímenes para mostrar que son de verdad una nación (lengua, leyes, contexto histórico, natural), o sea, que hay una simbiosis entre el pueblo y el Estado. Dicho con otras palabras más simples en la portada del periódico deportivo francés L’Équipe del 16 de julio pasado: “Los azules (Francia) escriben su propia leyenda, la de un equipo y un país en plena comunión”.
En el reciente Campeonato del Mundo de Fútbol, hemos visto una nación ganadora (Francia) con una crisis en distintos frentes (paro, economía, migración) y una finalista (Croacia) como nación emergente deseosa de ocupar un lugar político en el concierto del reconocimiento mundial. Las dos naciones merecieron subir al podio por su buen hacer en el campo y no hubo lugar a especulaciones extradeportivas. No, en el caso de estos dos países la limpieza ha brillado por su presencia, lo cual también debe ser base de una nación.
Voy a centrarme en los campeones. Sentir esta vivencia en la misma Francia ha sido una experiencia de cómo se apuntala una nación desde la base misma, desde su ciudadanía, desde su propio ser, desde su nación, como individualidad y como colectividad, y con juego limpio. Efectivamente, ver empezar un partido de fútbol con el canto de la “Marsellesa” por los jugadores y cuerpo técnico con la pasión de quien siente a su patria como su casa en el sentido más amplio y hasta acogedor del término no es lo mismo que quien no manifiesta ninguna emoción hacia los colores que, al menos en teoría, son los suyos, pero cantar ese himno tras cada victoria en los bares por millones de personas implica un asentimiento de la realidad de la nación, una especie de plebiscito del sentir francés refrendado a cada victoria en un ejercicio que creíamos monopolio de los países latinos o de los hinchas ingleses. Pero no, esta demostración cívica se produjo en el país del Siglo de las Luces, donde cabíamos todos, en una manera de reafirmar el contexto histórico natural de Francia como nación acogedora. Y, en fin, en todas las televisiones del mundo hemos visto a Francia representada en su lugar más emblemático (la Tour Eiffel) viendo la final en pantallas gigantes y subiendo los Campos Elíseos, cual si de la celebración de la divisa “liberté, égalité y fraternité” se tratara.
Evidentemente no sólo fue una fiesta (como diría Hemingway), también algún altercado callejero, (in)evitable, sucedió al amparo de esa multitudinaria efervescencia, y por supuesto la política siguió su curso en su ejercicio constante de que la condición humana existe como resumía la revista Marianne “el domingo 15 de julio el país ha cedido al unísono a la euforia de la victoria de los Azules. Sin olvidar las realidades del mundo y sin ceder a las recuperaciones políticas”. Y es que cada medio de comunicación hizo su lectura, su política, del evento. La misma revista citada subraya su visión general: “Un pueblo AZUL-BLANCO-ROJO fija unos minutos esenciales en un desencadenamiento de alegría un poco absurdo para un juego irrisorio”, sin embargo, unas páginas más adelante hace un juego de palabras con la proclama de la nación francesa: “Liberté, Egalité, Mbappé”.
Mbappé, jugador excepcional. Referente obligado de esta Francia que parece que se haya despertado asumiendo que el color de la piel no es cualidad identitaria de la nación, ni el apellido, ni el origen, lo que significa que el concepto en sí no es estático sino adaptativo, y por tanto adoptable a cada cambio, lo cual no quiere decir que va a ser la panacea de los problemas franceses ni mucho menos, como no lo fue en 1998, cuando se alcanzó por primera vez el mismo título pero sí que debe ser un estímulo para mantener la moral y el optimismo (¡ah, y lástima que esta magia esté tan mediatizada por el dinero!), o en palabras del ex presidente de la República francesa François Hollande: “El equipo de Francia da una felicidad inmensa a nuestro país, que no hace desaparecer todas las dificultades y disparidades pero que permite la unidad. Hay que utilizar estos momentos, demasiado raros, para asegurar aún más la cohesión y no sólo quedar satisfechos por la fiesta de algunos días”. Aunque la frase más ilustrativa de la nación francesa campeona del mundo de fútbol es la de Barack Obama: “Mirad el equipo de Francia que acaba de ganar la copa del mundo. Todos estos tíos no parecen, según yo, Galos, son franceses, son franceses”. Si se asumiera esta realidad bien merecería que el 15 de julio fuera una segunda fiesta nacional.
1.Edición especial de Le Monde, Mbappé en la foto
2.El presidente Emmanuel Macron en el estadio de la final celebrando el primer gol de Francia
Para escribir este artículo he consultado los periódicos: Le Parisien (días 17 y 20 de julio), Le Monde (Edición especial, 17 de julio), l’Équipe (días 16 y 18 de julio) y la revista Marianne (número 1114, del 20 al 26 de julio de 2018).
.El reconocimiento de lo complejo -como algo distinto a lo compuesto e incluso a lo complicado- obliga a las humanidades y las ciencias sociales a buscar nuevos métodos de lectura y desciframiento de realidades complejas que no son separables o analizables por partes. Ello ha ido propiciando el desarrollo de formas de conocimiento que tienden a rebasar los límites de las disciplinas clásicas.
Así, la más tradicional confluencia de distintas miradas disciplinares hacia un determinado objeto -para que cada cual proyecte su visión específica del mismo en un multidisciplinar informe final de investigación- puede ser complementada y superada por una forma interdisciplinar de organización de los conocimientos, en la que se intercambian y transfieren métodos disciplinares para fundamentar o ampliar posibles descubrimientos.
No obstante, el diálogo más actual de disciplinas en pos de la comprensión de lo complejo es el transdisciplinar, como forma de conocimiento que las trasciende, sin renunciar a ellas ni rechazarlas, pero poniendo el énfasis en lo que está entre ellas, lo que las atraviesa a todas y lo que se sitúa más allá de las propias disciplinas intervinientes. Con ello se aspira a un conocimiento relacional, complejo y nunca acabado porque se basa en el propio diálogo y en su permanente revisión. A esta gnoseología transdisciplinar la hemos denominado en el título de este texto “mirada promiscua”.
Hans-Georg Gadamer plantea, en su obra Verdad y método: fundamentos de una hermenéutica filosófica, Salamanca, Sígueme, 1984 (pp.24-25), que ya en los textos de grandes pensadores, como Platón, Aristóteles, Marco Aurelio, San Agustín, Leibniz, Kant o Hegel, “se conoce una verdad que no se alcanzaría por otros caminos, aunque esto contradiga al patrón de investigación y progreso con que la ciencia acostumbra a medirse”. Igual ocurre en la “experiencia del arte”, vivencia que no se puede pasar por alto, ya que “en la obra de arte se experimenta una verdad que no se logra por otros medios, y es lo que hace que el significado filosófico del arte se afirme frente a todo razonamiento”. Por ello, termina el pensador alemán, “es nuestro deber intentar desarrollar un concepto de conocimiento y de verdad que responda al conjunto de nuestra experiencia hermenéutica”. Sin duda, Gadamer apunta hacia una nueva forma heurística, que camina en la dirección de la transdisciplinariedad, que podría definirse como:
“Un conocimiento superior emergente, fruto de un movimiento dialéctico de retro- y pro-alimentación del pensamiento, que nos permite cruzar los linderos de diferentes áreas del conocimiento disciplinar y crear imágenes de la realidad más completas, más integradas y, por consiguiente, también más verdaderas” (Martínez Miguélez, M., en Revista Polis [En línea], 16 | 2007, 74. Publicado el 31 julio 2012, consultado el 19 junio 2018. URL http://journals.openedition.org/polis/4623)
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Un equipo multidisciplinar de geógrafos, historiadores, pintores y literatos -convencido del valor de nuestras sinergias-, intentamos buscar, desde hace más de diez años, emergencias transdisciplinares, mediante aplicaciones concretas y sucesivas, de las que ahora seleccionamos y presentamos tres, que pueden considerarse como hitos de momentos o fases dialogales de un mismo proceso:
• El arrozal respira. Proyecto multidisciplinar de lectura histórico-geográfica, pictórica y literaria de los paisajes coloniales del arrozal en las marismas del Guadalquivir (Andreu-Lara, Carmen; Ojeda- Rivera, Juan F.; Villa-Díaz Águeda A. y Villa, Juan)
• El agua, conciencia del paisaje. Lectura transdisciplinar de paisajes de la aridez (Carmen Andreu-Lara y Juan F. Ojeda-Rivera) en Seminario de investigación de Eco-Humanidades (UPV): “Imaginar la transición hacia sociedades sostenibles”:
Para mayor información:
ANDREU-LARA, C., GARCÍA-GARCÍA, A., OJEDA-RIVERA, J.F. y TORRES-GUTIÉRREZ, F.J. (2012): “El profesor Buenaventura Delgado Bujalance. Miradas didácticas y creativas”. Cuadernos Geográficos, Universidad de Granada, vol. 51, pp. 222-244
.ANDREU-LARA, C., OJEDA-RIVERA, J.F., VILLA, A.A. y VILLA, J. (2017): El decurso del agua. Diálogo humanista ante paisajes de las marismas del Guadalquivir. Barcelona. Revista Treballs de la Societat Catalana de Geografía, núm. 84, desembre 2017, p. 201-218.
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ANDREU-LARA, C. y OJEDA-RIVERA, J.F. (2019): La conciencia del paisaje. Actas del 2º Seminario de investigación de Eco-Humanidades (UPV): “Imaginar la transición hacia sociedades sostenibles” (en prensa).
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Juan Francisco Ojeda Rivera es profesor de Geografía de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y pertenece a la Red CYTED-(des)BORDESURBANOS y al Grupo de Investigación en Estructuras y Sistemas Territoriales.
Es bien sabido que la legislación vigente no propicia un estudio somero de la Historia del Arte en la Secundaria. Da la impresión que ésta es un anexo marginal a unos contenidos basados en la acumulación de acontecimientos, datos e informaciones que exceden la capacidad del alumnado. Sin embargo, esta situación puede revertirse si se considera a la imagen artística un recurso didáctico para comprender los conocimientos históricos; es decir, si le otorgamos al estudio del arte la facultad de poder dilucidar determinadas circunstancias sociales, políticas y económicas, las cuáles, a su vez, condicionan su génesis. Dicha facultad fue señalada por los pioneros de la historia social del arte (Arnold Hauser y Friedrich Antal), una tendencia de la historiografía artística que se origina después de la Segunda Guerra Mundial y que llega hasta nuestros días siendo reformulada por autores tan reconocidos como Michael Camille o Michael Baxandall. Este enfoque niega que el arte sea una actividad independiente ya que lo concibe como un documento, un producto de un contexto histórico concreto y reflejo de una sociedad.
En este sentido, aunque no se atendiera la especificidad de la disciplina de la Historia del Arte –cosa que no pretenden los historiadores sociales del arte–, el hecho de contemplar la imagen como recurso didácticoabre una vertientede aprendizaje de la Historia en la Secundaria hasta ahora poco estudiada. De hecho, a nivel curricular español quedaría justificado, al menos en los cursos 2º, 3º y 4º, porque se estipula la “lectura e interpretación de imágenes” en los contenidos comunes. Sí que ha sido objeto de estudio, en cambio, el uso inducido de las imágenes en los libros de texto.
El profesor Rafael Valls (Universitat de València) se ha encargado de analizarlas cualitativamente –catalogaciones, comentarios y anacronismos– y de demostrar qué criterio didáctico siguen éstas en los manuales escolares de historia desde principios del siglo XX hasta el comienzo del nuevo milenio estableciendo una dicotomía a la hora de analizar los resultados: ¿son imágenes que ofrecen una información adecuada o simplemente ilustran el texto? En otras palabras, ¿ejercen la función de documentos o de ilustraciones? Aunque las nuevas tecnologías de reproducción y de manipulación de las imágenes han supuesto un cambio en el aspecto físico de los manuales, el aspecto didáctico no ha experimentado grandes cambios, si bien se ha avanzado en el uso documental respecto del anterior uso ilustrativo o decorativo.
No obstante, esta no es la única carencia que se le debería reprochar a la imagen como recurso didáctico. A los problemas de aprendizaje que acarreandeterminados usos inducidosen los libros de texto puede sumársele la ausencia de un método de aproximación a la imagen que atienda tanto a los conocimientos especificados en el currículum escolar como a su significado último. Una propuesta viable puede tomar como piedra angular los seis conceptos del pensamiento histórico acuñados por Peter Seixas y Tom Morton: dimensión ética, fuentes y pruebas, causa y consecuencia, cambio y continuidad, relevancia histórica, perspectiva histórica. Estas destrezas metodológicas deberían orientar la selección y el tratamiento didáctico de las imágenes, ya que nos sirven para saber que no sólo cabe conocer la historia, sino también conocer sobre la Historia –como disciplina–: sus conceptos, métodos, reglas utilizadas en su investigación, etcétera. Es decir, supone el conocimiento de la historia –datos, fechas, acontecimientos– y el conocimiento sobre la Historia –cómo se construye el conocimiento histórico y lo que ello supone.
Tabla de la batalla del Puig, retablo del Centenar de la Ploma, Marçal de Sax, 1r cuarto del siglo XV, Victoria&AlbertMuseum.
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Lo ejemplificamos con un caso práctico en 2º de Educación Secundaria Obligatoria en España que abarca los contenidos curriculares en el País Valenciano. La obra escogida es la tabla de la batalla del Puig del retablo del Centenar de la Ploma atribuido a Marçal de Sax y datado en el primer cuarto del siglo XV. Las actividades que potencien la reflexión en torno a los conceptos del pensamiento histórico podrían sugerir las siguientes cuestiones:
– La expansión de los reinos cristianos: el proceso de conquista, repoblación y colonización. El reino de Valencia.
– El fortalecimiento de la monarquía medieval a través de las conquistas de tierras andalusíes.
– Las manifestaciones artísticas del arte gótico y su patrimonio histórico-artístico.
– La convivencia entre musulmanes y cristianos después de las conquistas.
– Diferencias con las convivencias étnicas actuales, previniendo no caer en presentismos.
– Trabajo con una fuente. En este caso el Registre dels començaments, els fets i la fi dels àrabs i els berbers en les medines d’Alandalús:
Més tard el destí colpejà Balansiyya [València]. L’infidel féu desaparèixer la fe vertadera i les campanes reemplaçaren la crida del muetzí. Quina gran pèrdua per a l’Islam! Quina tristes per a l’oració i el dejú la d’aquell fatídic 18 de sàfar del 606 de l’Hègira [28 de setembre de 1238]! La nostra ciutat caigué davant el tirà Yaqmú al-Barsaluní [Jaume I, rei d’Aragó]! Prengueren milers dels nostres i els mataren o els vengueren com a esclaus. Els altres quedàrem subjugats, vençuts. Fórem desposseïts dels nostres béns, expulsats de les nostres cases i les nostres terres; mamprenguérem el camí de l’exili
Citat per Vicent Baydal (2016)
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Para mayor información:
BARTON, Keith. Primary sources in history: breaking through the myths. Phi Delta Kappan, 2005, nº 86(1), p. 745-753.
SEIXAS, Peter; MORTON, Tom. The Big Six Historical Thinking Concepts. Canadá, Nelson Education, 2013.
VALLS, Rafael. Sobre la selección y uso de las imágenes de los manuales escolares de Historia: un ejemplo español (1900-1998). Clío y Asociados. La Historia enseñada, 1999, nº 4, p. 77-100.
VALLS, Rafael. Las imágenes en los manuales escolares de Historia y las dificultades de su uso didáctico. Clío y Asociados. La Historia enseñada, 2007, nº 11, p. 11-23.
VANSLEDRIGHT, Bruce. What Does it Mean to Think Historically and How Do You Teach It?. Social Education. Research and Practice, 2004, nº 68(3), p. 230-233.
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Francesc Granell Sales es graduado en Historia del Arte, máster en Historia del Arte y Cultura Visual y máster en Profesor/a de Secundaria.
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Ficha bibliográfica:
GRANELL SALES, Francesc; MARTÍNEZ CARRILLO, Andrea. La imatge de la monarquia medieval cristiana en l’Educació Secundària Obligatòria. Mirabilia/ MedTrans. 2017, nº 6 (2), p. 70-83. [ISSN: 1676-5818]
El 29 de junio de 2009, la comunidad Nahua de Santa María Ostula –ubicada en el municipio de Aquila, costa de Michoacán, México– recuperó de manera pacífica mil hectáreas de tierras costeras pertenecientes a su territorio ancestral, las cuales están incluidas y delimitadas en sus Títulos Virreinales. Ahí, la comunidad fundó un nuevo poblado al que nombró San Diego Xayakalan (“el lugar de los danzantes con máscaras” en lengua Nahua). El día de la recuperación, un grupo de narco-paramilitares los atacó con armas de grueso calibre. Según denuncian los comuneros de Ostula, el grupo fue pagado y enviado por los poderosos ganaderos, caciques y narcotraficantes con quienes llevan disputándose la tierra desde hace ya 50 años. Dichos agresores habitan en el poblado vecino de “La Placita”.
La comunidad de Ostula, conocedora del poder que ostentan las personas con quienes se disputan la tierra, se vieron en la necesidad de reorganizar su guardia y policía comunitaria para defenderse.
Las tierras, en disputa, son codiciadas por los particulares de La Placita, grupos del crimen organizado, el gobierno federal, estatal y municipal, la empresa minera Ternium-Hylsa y empresas hoteleras. Ahí era donde “el narco” traficaba droga y donde enterraban a sus enemigos ejecutados. Además, ahí, el gobierno de Michoacán y empresas privadas pretendían hacer un parador turístico y un pequeño puerto para sacar el mineral de hierro que se extrae de la mina “las Encinas”, propiedad de la trasnacional Ternium-Hylsa y localizada en la cabecera municipal de Aquila.
Desde el día de la recuperación de las tierras hasta diciembre de 2015, la comunidad de Ostula cuenta a 34 de sus comuneros asesinados y 5 desaparecidos (entre ellos Francisco de Asís Manuel, presidente de los Bienes Comunales de Ostula, desaparecido el 20 de abril de 2010), quienes habían defendido tanto sus tierras y territorios, cuanto su modo de vida comunal y su derecho a la autodeterminación por la vía de la autonomía. Todo ello hace que este conflicto social trascienda de conflicto agrario a uno de nuevo tipo.
¿A qué responde esta violencia?, ¿cómo explicar este conflicto desde la geografía política y desde una geografía crítica?, ¿cuál es el origen profundo de este conflicto?, ¿qué perspectivas de solución existen?, ¿en qué contexto del movimiento indígena, campesino y popular en México se da la acción de la comunidad de Ostula?, ¿qué relación tiene el conflicto agrario de Ostula con el actual patrón de reproducción de capital en México?, ¿qué tipo de conflicto social estamos analizando?
Esta investigación pretendió conocer, comprender y explicar el conflicto social en Santa María Ostula, en la costa Nahua de Michoacán, México. Tiene como objetivo explicar, desde la geografía política, lo que aparenta ser un conflicto agrario pero que en realidad es un conflicto diferente, un conflicto que denomino conflicto socioterritorial y que no es excepcional de Ostula, sino que se vive y padece actualmente, en otras regiones del campo mexicano. Un conflicto actual con profundas raíces históricas, que necesita ser analizado desde diferentes dimensiones para comprender su complejidad, su magnitud, sus repercusiones y los retos que nos plantea. Retos que deben servir para pensar y proponer diferentes caminos para reconciliar y reconstruir un país y una sociedad con un tejido social vulnerado y fracturado por la violencia. Un país pluricultural y una sociedad diversa necesitados de un proceso que renueve tanto al Estado y sus instituciones, como las formas de relación entre Estado-sociedad. Un proceso de reconciliación y reconstrucción que permita el dialogo plural para constituir un nuevo pacto social de convivencia.
Para mayor información:
DÍAZ CARNERO, Emiliano. El conflicto socioterritorial de Santa María Ostula y la lucha entre territorialidades en el campo mexicano. Tesis de doctorado. Ciudad de México: Universidad Nacional Autónoma de México, 2016. 220 p. [En Línea] <http://132.248.9.195/ptd2016/octubre/511014381/Index.html>
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Doctor en Geografía por la UNAM. Profesor investigador del Departamento de Estudios Culturales de El Colegio de la Frontera Norte y Fundador del Instituto de Geografía para la paz A.C. ↑
El dilluns dia 25 de juny desapareixen, entre d’altres, les línies d’autobús 41 i 66, substituïdes per una nova V, la 9. El Pla Municipal de Mobilitat 2013-18 (PMU), aprovat el 2014, durant l’alcaldia Trias i la regidoria de l’inefable Antoni Vives, segueix endavant durant l’alcaldia d’Ada Colau i la regidoria de Janet Sanz. Un pla que ha consolidat la interpretació pretesament científica, d’un ecologisme superficial i parcial.
El pla es basa en bona part en les línies mestres que l’enginyer de camins Ildefons Cerdà dissenyà com Eixample de Barcelona el 1859. Un pla que inspirà les famoses superilles (de les que ja vàrem escriure aquí el 10 de desembre del 2016) i que ara articula el model de la xarxa de busos de tot el municipi de Barcelona i arriba als de Santa Coloma, Badalona, Sant Adrià i l’Hospitalet. La coherència geomètrica de l’Eixample, tan criticada pels arquitectes premodernistes i modernistes, no es pot transvasar a als teixits històrics precedents, ni als creixements desordenats de la ciutat del segle XX. La qualitat del disseny de l’Eixample ha fet que aquest sembli que ho aguanta tot fins ara, algun dia, però, i no massa llunyà, també arribarà a la seva saturació. Algun dels epígons de Cerdà imposen així la seva lògica, més enllà d’on ell mateix probablement hauria fet; una mica com el que ha passat també amb Gaudí. Els somnis dels grans creadors malbaratats per mediocres deixebles.
No es tracta de cap atac personal, ni de considerar una idea errada la que guia aquests plans. Del que es tracta és de recordar que una bona idea, pot malbaratar-se quan s’aplica a resoldre tot de problemes diferents. És una situació com la d’aquells artistes que un cop aconseguit l’èxit no fan sinó repetir el mateix constantment, abandonats de l’esperit creatiu. I no posarem noms per no ofendre ningú.
Un primer argument contra aquest PMU és el de l’absurda i supèrbia pretensió de qui planifica des d’un gabinet, pensant que la ciutat és només el seu pla, el traçat i la seva representació, sense tenir en compte ni el temps llarg, és a dir la història i la tradició, ni els temps curts, la vida quotidiana dels ciutadans i els seus costums.La racionalitat d’un individu, d’un tècnic, per qualificat que sigui, s’imposa així a la complexitat de la ciutat real. Aquest és un primer problema, generalitzat entre planificadors, sobre el que advertim a les nostres aules: el paper demiúrgic que s’autoconcedeix qui dibuixa. No cal caure en la demagògia de pensar que qui planifica no va mai en bus, circumstància que ignorem.
La pretesa racionalitat del planificador, en aquest cas, és adoptar un eix cartesià de coordenades, pel que cada línia de bus es converteix en dues, com a mínim. Això per als viatgers suposa dues esperes, dues pujades i dues baixades, amb conseqüències imprevisibles de tota mena. Més quan les famoses àrees d’intercanvi, aplicades a la ciutat real, suposen distàncies i obstacles considerables, en molts casos.
Aquesta racionalitat geomètrica significa també un enormemenysteniment de la gent gran. El 2017, un 21,5% de la població del municipi teníem més de 65 anys. La gent gran tenim memòria i, alhora, tenim cada dia més dificultats motores. Augmentant intercanvis i esperes, multiplicant pujades i baixades és com es construeix la desitjadaciutat de les cures de la propaganda política? La exagerada protecció i descontrol de l’ús de la bicicleta, en canvi, és una clara mesura d’atenció a la població jove, que s’afegeix a l’assetjament de la gent gran que va a peu, que ha estat desposseïda d’espais exclusius, especialment als carrers anomenats estúpidament de plataforma única, quan s’haurien de qualificar de campi qui pugui.
Però és que aquesta pretesa racionalitat suposa també un menysteniment dels propis ciutadans de Barcelona i de la historia del creixement de la ciutat, que cristal·litzava en els seus autobusos (primer tramvies, malauradament anihilats els anys 1960 durant l’alcaldia Porcioles, en nom del progrés) i en la seva progressiva extensió. Les línies s’anaven allargant amb la ciutat; la ciutadania havia, fins i tot, segrestat algun bus per aconseguir-ho. La frase fer més voltes que el 29 era una mostra de la integració del tramvia en la mentalitat col·lectiva. L’aprenentatge de les línies de transport públic forma part intrínseca de l’aprenentatge de la ciutat. Potser més encara que els mercats municipals, tan protegits. Però és que les fredes coordenades verticals, horitzontals i diagonals (poques) són ideals per als turistes i visitants, per a qui no coneix la ciutat, en contradicció flagrant amb el eslògans de fer la ciutat per als veïns. Seria com si la denominació dels carrers, que culminà Victor Balaguer en la seva magnífica obra de 1865 (només cinc anys després de l’aprovació del pla d’Eixample) fos substituïda ara per la numeració de carrers i avingudes a l’americana; seria més pràctic, no? Ens estalviaríem les lamentables guerres de noms, potser. No donem idees, però, que contribuirien també a esborrar una mica més la lectura de la historia a través de la ciutat que proposava el 1991 Francesco Tonucci.
Perquè la xarxa de busos no pot ésser considerada com la del metro, on la ciutat desapareix privilegiant la xarxa. I les connexions del metro poden, de vegades, ser llargues i obligar a caminar, però es va sempre d’una línia a l’altra, per túnels exclusivament per a vianants, de vegades amb escales i pistes mecàniques i tot. Si s’observen els esquemes de les noves línies, la ciutat ha desaparegut, s’ha difuminat, cosa que no passava a les anteriors, com mostra la fotografia feta pocs dies abans que el 41 desaparegui. I la pregunta que sorgeix és: quan trigaran a desaparèixer la del 27, ja escurçada, i la del 59?
I l’Ajuntament de Barcelona, l’ajuntament que va sorgir dels moviments ciutadans del 15M que tant ens va il·lusionar, ha posat banderoles als fanals i distribueix un fullet amb el lema Una ciutat més connectada. Més línies. Més ràpida i fàcil. Un eslògan enganyós, publicitari. Si s’observa el mapa del dors del fulletó que mostra la nova xarxa de busos, la simplificació i engany és clamorosa. La V9, per exemple apareix com una recta perfecte, de muntanya a mar, de Sarrià a Poble-Sec, que representa en una soltraç els carrers de Viladomat i d’Entença, escamotejant que estan separats pels de Calàbria i Rocafort, prop de 400m i amagant les giragonses en algun sector, com el de l’entorn de la plaça de Francesc Macià.
Que l’ajuntament del senyor Trias volgués fer el contrari dels anteriors govern socialistes, que varen durar més de trenta anys, pot tenir una lògica política. Que la nova xarxa volgués amagar una reestructuració de la TMB, sempre conflictiva, i un abaratiment de la despesa pública també te una lògica. No te cap lògica però, que els que varen guanyar les eleccions amb el lema de la ciutat de les persones, contra les dels socialistes que hauria estat la dels arquitectes (simplificant molt i, per tant, enganyant), aprovin una xarxa de busos pensada per als forasters i estrangers. Menys lògica té encara que l’ajuntament de la senyora Colau, mantingui el PMU i que els tècnics que l’elaborarenguiïn aquesta i altres polítiques municipals. Molta menys lògica té encara que l’ajuntament del canvi no vulgui escoltar les protestes que els veïns usuaris d’anys d’aquestes velles línies, emparant-se en l’aprovació democràtica del PMU el 2014 o en la participació institucionalitzada a través de barris i districtes i del Consell de Ciutat.
Francia siempre ha sido una tierra de asilo, aunque existen distintas formas de interpretarlo. Michel Rocard, primer ministro socialista, llegó a decir: “Francia no puede albergar toda la miseria del mundo» afirmando, además, que unas 75.000 personas habían sido rechazadas en la frontera o reenviadas a sus países en 1988. Y, sin embargo, el Frente Nacional planteaba entonces la posibilidad de expulsar a todos los inmigrantes llegados desde 1974, fecha en que se cerraron las fronteras a la emigración, incluso a los que estuvieran legales. Y en el centro geográfico del problema, la capital de Francia, París, la Ciudad de la Luz, a la cual citó M. Rocard, diciendo que el problema de los concentrados en la Plaza de la Reunión de París (parecido a lo que ahora sucede) era, precisamente, porque sólo querían ser realojados en la capital. Ahora además este problema se concentra en el noreste, sobre todo en París XIX y sus zonas limítrofes. El porqué de este hecho, según una de las personas benevolentes con quien he hablado, es que ese distrito es más generoso y entre los Sin Domicilio Fijo (SDF) se pasan esta información.
Sea por lo que sea, los SDF han vivido aquí de dos formas. Una, la más mediática, los sitúa en los campamentos del Milenio (distrito XIX), los muelles del canal S. Martin (X) y la Puerta de la Chapelle (XVIII), alojados en tiendas de campaña. La otra manera de “vivir” ha sido la clásica del mendigo: con una manta y poco más han pernoctado hiciera frío o calor en un portal o simplemente en una trapa de metro al humor del calor que desprende. Los situados en los campamentos (más de 2.000 personas) fueron desalojados y reubicados, principalmente en albergues sociales con el apoyo de la alcaldesa de París. Antes de este desalojo dos migrantes habían muerto ahogados en el canal, el Milenio había sido puesto bajo vigilancia médica realizando test de tuberculosis, incluso sin haberse declarado ningún caso; otros efectos de esta situación han sido la tensión provocada por altercados y la aparición de la droga y de las ratas. Con todo lo que ello lleva consigo no sólo para la situación de los migrantes sino también para los vecinos.
Han llegado y llegan en masa como refugiados políticos y económicos, vienen huyendo de Iraq, Afganistán, Siria, Malí, Sudán, Eritrea, Somalia, del Magreb…, en fin, de las guerras o de la miseria. Hasta 550 cada semana se publicó el mes de abril. Los encargados de la “cosa pública” europea no llegan a ningún acuerdo siendo como es un asunto trascendental en el devenir del continente: por un lado está el grupo Visegrado (Polonia, Hungría, República Checa, Eslovaquia) que no están por la labor de acoger a estas personas, por otro el resto de países que tiene una visión más sensible con los desafortunados peregrinos. Al tiempo muchos migrantes sometidos al reglamento “Dublín II” (junio 2003), que postula que es el primer país de la Unión Europea en el que entra el peticionario de asilo donde debe ser instruido su expediente (allí se le toman también sus huellas digitales), esperan con ansiedad la reforma de la ley; recientemente se ha acordado que haya centros “controlados” dentro y fuera de la UE para regular las entradas pero el compromiso solidario depende de la buena voluntad de cada país.
Estas diferencias de criterio no sólo suceden entre países, también en el interior del país y en el mismo partido, como sucede en Francia. Y es que este tema supera la disciplina de voto, será porque es tan sensible que toca las fibras sensibles más íntimas de los políticos. No voy a entrar en el trabajo de las ONGs, partidos, prensa y la gente en general, que daría para mucho, únicamente he de nombrar la votación de la ley de asilo-inmigración en la Asamblea Nacional presentada por el partido mayoritario en el poder (La République en Marche, el 22 de abril pasado). De los 312 diputados que tiene, 203 votaron a favor, 17 se abstuvieron y 1 en contra, pero la sorpresa fue que 91 no tomaron parte en la votación, simplemente porque no acudieron al parlamento en una señal inequívoca de que no quisieron refrendar con su voto una ley que en algunos puntos iba contra su conciencia. La ley pasó al Senado pero ahí queda el detalle y el aviso al gobierno.
Lo dicho también puede aplicarse a la cantidad inmensa de SDF que solos, de dos en dos o en pequeños grupos pululan por las calles, en algunas es difícil no toparse con alguno de vez en cuando. Están echados en el suelo o en un banco, beben, se les da dinero o alimentos, son como una extensión de los campamentos aludidos, van además por libre, son reacios a ir a los comedores sociales y a los albergues, prefieren la “libertad” que les da el no someterse a ningún mandato establecido y no parece que quieran aspirar a nada sino a “vivir” en un portal o en una entrada de garaje, donde pueden reunirse hasta ocho tanto en la canícula como con temperaturas bajo cero y allí tienen sus “habitaciones”, “comedor”, “servicios”, “calefacción”, “ropa”, “papeles”, “botiquín”… No muy lejos, el vecino tiene la calefacción puesta, suena el Whatsapp…, pero también piensa en la mirada que ha puesto uno de Sri Lanka cuando tras venir del cine se han saludado (¿buenas noches?), y se ha visto inmerso en esos ojos dispersos. Si toda comparación es odiosa, ésta, con diferencia, lo es muchísimo más, forma parte del paisaje del noreste de la Ciudad de La Luz, donde cerca de 500 SDF, tras los desalojos, siguen deambulando a la espera de que la policía levante la vigilancia para volver a plantar tiendas.
Para mayor información:
Dossier de L’Obs “LES MIGRANTS ET NOUS” (cahier numéro un de l’édition n.º 2799 du 28 juin au 4 juillet 2018) donde, además, se citan libros relacionados con el tema, entre los cuales:
DUMMET, Michael. Sobre inmigración y refugiados. Madrid, Cátedra, 2004.
NAÏR, Sami. Refugiados, frente a la catástrofe humanitaria, una solución real. Editorial Crítica, 2016.
Fernando Martín Polo es Doctor en Geografía Humana por la Universidad de Barcelona.
Nos dias 10 e 11 de Maio de 2018 decorreu na Biblioteca Nacional de Portugal, em Lisboa, o Simpósio Internacional Jaime Cortesão: escritos e geografias do exílio. Tratou-se de uma iniciativa conjunta do CEG-Centro de Estudos Geográficos da Universidade de Lisboa e do CHAM-Centro de Humanidades da Universidade Nova de Lisboa e da Universidade dos Açores, em parceria com a Biblioteca Nacional de Portugal. Esta reunião foi realizada no âmbito das actividades do Projecto de Investigação FCT/CAPES «Saberes geográficos e geografia institucional: influência e relações recíprocas entre Portugal e o Brasil no século XX», desenvolvido no Centro de Estudos Geográficos da Universidade de Lisboa, e do grupo de investigação Leitura e Formas de Escrita do CHAM.
Este Simpósio propôs-se reunir os mais recentes resultados da investigação que vem sendo realizada em torno da obra do autor de Alexandre de Gusmão e o Tratado de Madrid e da História do Brasil nos velhos mapas. Pretendeu-se também aprofundar o conhecimento sobre os sucessivos contextos de exílio que Jaime Cortesão enfrentou na Europa e no Brasil durante mais de 30 anos, com destaque para aqueles que decorreram na Espanha republicana e no Rio de Janeiro das décadas de 1940 e 1950. Esta iniciativa foi ainda pensada como uma oportunidade para reflectir sobre o importante legado de Cortesão enquanto editor e tradutor, assim como para analisar o estado actual dos projectos de edição da sua obra, tanto em Portugal como no Brasil.
A escolha da Biblioteca Nacional de Portugal para local de realização deste Simpósio representou um gesto simbólico. Jaime Cortesão (1884-1960) foi o mais destacado director da então chamada Biblioteca Nacional de Lisboa durante a I República Portuguesa (1910-1926). A partir de 1919, quando foi nomeado para esse cargo, Cortesão teve oportunidade de executar aí um notável trabalho de reorganização administrativa e técnica e – sobretudo – de doutrinação cultural e cívica, tendo sido saneado em 1927, na sequência da instauração da ditadura militar em Portugal. Médico por formação e escritor por vocação, este intelectual multifacetado foi poeta e ficcionista, dramaturgo e escritor de viagens, pedagogo das Universidades Populares das primeiras décadas do século XX e, finalmente, o historiador-geógrafo que realizou a síntese entre a historiografia dos Annales de Lucien Febvre e Marc Bloch e a geografia humana de Camille Vallaux e Jean Brunhes aplicada à história de Portugal e do seu império.
Jaime Cortesão foi também um homem de acção política muito empenhado e, por isso mesmo, sempre muito temido pela ditadura portuguesa. Os atribulados anos da sua permanência em Espanha e França, entre 1927 e 1940, representam a experiência de um dos principais protagonistas de exílio republicano português acossado e disperso entre Madrid, Barcelona, o sul de França e Paris. Banido para o Brasil por ordem de Salazar, em 1940, Cortesão relançou no Rio de Janeiro o magistério e as pesquisas que fizeram dele a mais importante figura da historiografia luso-brasileira do século XX. Regressado definitivamente a Portugal em 1957, foi eleito presidente da Sociedade Portuguesa de Escritores e proposto como candidato à Presidência da República pela oposição não comunista organizada sob a égide do Directório Democrato-Social, indigitação essa que declinou. Preso uma última vez por motivos políticos quando contava já 74 anos de idade, foi libertado na sequência de uma intensa campanha internacional de protesto encabeçada pela imprensa brasileira. Depois de reinstaurada da democracia em Portugal, Cortesão seria reintegrado na função pública a título póstumo, restituindo-se-lhe então as honras e dignidades de que fora arbitrariamente privado, como se lê no Decreto-Lei 275, de 14 de Agosto de 1980, que determinou esta reparação moral.
Através do estudo de algumas das principais peças da obra de Jaime Cortesão, os participantes neste Simpósio tiveram oportunidade de inquirir aspectos associados à duradoura marca deixada na ciência e na universidade portuguesas por força dos exílios e de toda a série constrangimentos mais discretos, mas nem por isso menos eficazes, impostos pela ditadura à actividade científica e ao saber em geral. Nesse sentido, Cortesão foi também estudado como um protagonista, entre outros, de uma brilhante diáspora política e científica que tem inúmeras afinidades com a diáspora republicana espanhola que se viu obrigada a reinventar-se nas Américas na mesma época, fazendo frutificar aí as suas competências intelectuais e o seu cosmopolitismo. O Simpósio estruturou-se em três mesas distintas, precedidas por uma sessão de abertura e uma conferência inaugural, conforme a sequência que passamos a resenhar.
Usaram da palavra na sessão de abertura os directores dos dois Centros de investigação organizadores – Mário Vale pelo CEG e João Paulo Oliveira e Costa pelo CHAM –, Carlos Kessel, chefe do Setor Cultural da Embaixada do Brasil em Lisboa, Vera Lucia Amaral Ferlini, responsável pela Cátedra Jaime Cortesão da Universidade de São Paulo e Instituto Camões, para além de Francisco Roque de Oliveira, pela comissão organizadora do Simpósio. A lição inaugural esteve a cargo de Joaquim Romero Magalhães (Universidade de Coimbra), que dissertou sobre «O desconhecido Brasil, de los comienzos a 1799, de Jaime Cortesão (1956)». Trata-se de uma obra que apareceu integrada no volume 26 da Historia de América y de los Pueblos Americanos dirigida por Antonio Ballesteros y Berreta, publicada em Barcelona pela Editorial Salvat. Sabe-se que a mesma obra teve origem num contrato assinado ainda em 1933, quando Cortesão vivia exilado em Madrid e cuja concretização em livro seria protelada pelas vicissitudes da Guerra Civil de Espanha e da II Guerra Mundial.
A primeira mesa do Simpósio foi subordinada ao tema «Jaime Cortesão, editor e edições», tendo sido preenchida por duas comunicações que articularam a principal actividade de Cortesão enquanto publicista durante a I República Portuguesa e o seu contributo como editor e tradutor ao longo das décadas seguintes. Daniel Pires (Centro de Estudos Bocageanos e CLEPUL-Centro de Literaturas e Culturas Lusófonas e Europeias da Universidade de Lisboa) trouxe uma comunicação sobre «Jaime Cortesão, o Grupo da Biblioteca e a Seara Nova», tendo apresentado uma carta desconhecida na qual o escritor e jornalista Raul Proença – chefe da Divisão dos Serviços Técnicos da Biblioteca Nacional durante a Direcção de Cortesão – se insurge contra a censura imposta na sequência do golpe militar do 28 de Maio de 1926, que instituiu a ditadura em Portugal. Coube a Daniel Melo (CHAM) apresentar «Jaime Cortesão enquanto promotor da edição e da leitura», sumariando a fecunda actividade que decorreu entre a colaboração de Cortesão com o movimento cultural Renascença Portuguesa e o magistério da Universidade Popular do Porto, em 1914, e o seu trabalho como editor literário no Brasil, passando pelo compromisso que teve com a Associação Internacional de Escritores para a Defesa da Cultura, em particular por via da participação nos Congressos Internacionais de Escritores pela Defesa da Cultura de 1935 (Paris) e 1937 (Valência-Madrid-Barcelona-Paris).
A segunda mesa foi dedicada à «Escrita da História», agrupando quatro comunicações. Vera Ferlini apresentou «Jaime Cortesão: novas dimensões para a História de São Paulo». Partindo das obras A Fundação de São Paulo – Capital Geográfica do Brasil (1955), Alexandre de Gusmão e o Tratado de Madrid (1952-1961) e Raposo Tavares e a Formação Territorial do Brasil (1958), Ferlini salientou o modo como as mesmas dialogaram com as perspectivas historiográficas do Instituto Histórico e Geográfico de São Paulo (IHGSP) e as teses de alguns dos seus notáveis historiadores brasileiros de então, como Afonso d’Escragnolle Taunay e Sérgio Buarque de Holanda. Renato Amado Peixoto (Universidade Federal do Rio Grande do Norte) centrou a sua intervenção intitulada «Oxymoron: Cortesão, Varnhagen, o Meridiano de Tordesilhas e a representação da Formação do Brasil» numa perspectiva equivalente a essa. Neste caso, tratou-se de confrontar alguns dos conteúdos consolidados na historiografia brasileira do século XIX, que se repercutiram duradouramente na construção programática da identidade nacional através do ensino da Geografia e da História, com algumas das teses que Cortesão gizou para explicar o processo de formação territorial deste país e que formalizou em dois projectos editorais organizados no âmbito do Ministério das Relações Exteriores do Brasil: o Atlas Histórico do Brasil (1959) e a História do Brasil nos velhos mapas (1957-1971).
«Os irmãos Jaime e Armando Cortesão. Dos exílios e das polémicas historiográficas na expansão atlântica» constituiu o título escolhido por Rui S. Andrade (Centro de História da Universidade de Lisboa), numa comunicação centrada em algumas das mais relevantes teorias que estes dois historiadores desenvolveram ao longo de décadas no quadro de um esforço intelectual mais vasto, com raízes fundas na historiografia do século XIX, e de que são exemplo a chamada «política do sigilo» e o suposto descobrimento pré-colombino da América pelos portugueses. Como ilustrou Andrade, tais teorias estiveram na origem de um intenso debate travado entre os irmãos Cortesão e diversos académicos anglo-saxónicos, assim como com alguns dos seus pares portugueses e brasileiros, constituindo um dos aspectos mais interessantes, mas também mais controversos do seu legado. A fechar a sessão, José Manuel Garcia (Academia Portuguesa da História) apresentou «Os Descobrimentos Portugueses de Jaime Cortesão: balanço de uma carreira historiográfica». Como o título indicia, tratou-se de uma abordagem àquela que constitui a última grande empresa historiográfica de Cortesão, vista aqui, simultaneamente, como ponto de chegada e síntese monumental de cerca de quatro décadas de carreira no domínio da história da expansão portuguesa.
A última mesa do Simpósio agrupou três comunicações à volta do tema genérico «Geografias do exílio». Cristina Clímaco (Université Paris 8) leu «O exílio europeu de Jaime Cortesão e a luta antifascista (1927-1940)», descrevendo e contextualizando os períodos de permanência de Cortesão em Espanha e França na sequência da sua participação na frustrada revolta de Fevereiro de 1927 contra a ditadura militar portuguesa e o papel que lhe coube como dinamizador de sucessivas iniciativas aglutinadoras da oposição no exílio. Entre estas, Clímaco destacou a União dos Antifascistas Portugueses Residentes em Espanha, criada em Madrid depois da vitória eleitoral da Frente Popular, em Fevereiro de 1936, e a Delegação da Frente Popular Portuguesa instituída em Barcelona com apoio do governo republicano e da Generalitat da Catalunha. Francisco Roque de Oliveira (CEG-Universidade de Lisboa), Roger Lee de Jesus (Universidade de Coimbra) e Rui S. Andrade apresentaram «Abraça-te o teu irmão muito amigo: a correspondência entre Jaime e Armando Cortesão», tendo sintetizado o conteúdo do extenso conjunto de cartas dispersas pelos arquivos de Lisboa, Coimbra e Rio de Janeiro através das quais se podem seguir as vicissitudes do exílio durante muito tempo partilhado pelos irmãos Cortesão, os contextos que os enquadraram, assim como o desenvolvimento das respectivas obras científicas, designadamente no domínio da história da cartografia, cujo interesse partilharam. Por último, Aquilino Machado (CEG-Universidade de Lisboa) expôs «Do Vera Cruz ao Brasil: entre a viagem de Aquilino Ribeiro e as geografias do exílio de Jaime Cortesão», comunicação centrada nos registos autógrafos e na documentação existente sobre a deslocação de Aquilino Ribeiro ao Brasil, em 1952, e o círculo de sociabilidades do exílio político português aí radicado com o qual este escritor manteve importantes contactos.
Em sessão extraordinária que decorreu no início do segundo dia de trabalhos, Roger Lee de Jesus introduziu os dois únicos registos sonoros de Jaime Cortesão editados em disco no final da década de 1950. De seguida, o mesmo Roger Lee de Jesus e Francisco Roque de Oliveira apresentaram o Diaporama que elaboraram a partir da longa entrevista concedida por Cortesão ao jornalista Igrejas Caeiro em 1958 e então emitida pelo Rádio Clube Português. Na mesma ocasião, foi exibido na sala Multimédia da Biblioteca Nacional o episódio do documentário À Porta da História dedicado a Jaime Cortesão. Realizado por Jorge Paixão da Costa para a Rádio e Televisão de Portugal (RTP) em 2015, este episódio foi gentilmente cedido para exibição não comercial durante o Simpósio pela Ukbar Filmes. Paralelamente, os Serviços da Biblioteca Nacional de Portugal, coordenados por Manuela Rêgo, organizaram uma pequena mostra bibliográfica que reuniu algumas das mais importantes obras de Jaime Cortesão nos domínios da historiografia – sobretudo sobre o Brasil –, da crónica de viagens, do registo memorialístico de guerra e da poesia.
Cortesão foi estudado como um protagonista, entre outros, de uma brilhante diáspora política e científica que tem inúmeras afinidades com a diáspora republicana espanhola que se viu obrigada a reinventar-se nas Américas na mesma época, fazendo frutificar aí as suas competências intelectuais e o seu cosmopolitismo.
Entre as sucessivas iniciativas aglutinadoras da oposição portuguesa no exílio dinamizadas por Jaime Cortesão, destacou-se a União dos Antifascistas Portugueses Residentes em Espanha, criada em Madrid depois da vitória eleitoral da Frente Popular, em Fevereiro de 1936, e a Delegação da Frente Popular Portuguesa instituída em Barcelona com apoio do governo republicano e da Generalitat da Catalunha.
Fotografia: Espólio Jaime Cortesão, Biblioteca Nacional de Portugal (Lisboa).
Para maiores informações:
Centro de Estudos Geográficos da Universidade de Lisboa. «Saberes geográficos e geografia institucional: influência e relações recíprocas entre Portugal e o Brasil no século XX» | Projecto Convénio FCT-CAPES | 2016-2018 | Proc. 44.1.00 CAPES / 8513/14-7 [página web] <http://www.ceg.ulisboa.pt/saberesgeograficos/>
OLIVEIRA, Francisco Roque de. A «Ilha Brasil» de Jaime Cortesão: ideias geográficas e expressão cartográfica de um conceito geopolítico. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. [Em linha]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 25 febrero 2017, Vol. XXII, nº 1.191. <http://www.ub.edu/geocrit/b3w-1191.pdf>
Francisco Roque de Oliveira é investigador do Centro de Estudos Geográficos da Universidade de Lisboa e professor no Instituto de Geografia e Ordenamento do Território da Universidade de Lisboa.
Investigador do Centro de Estudos Geográficos da Universidade de Lisboa e Professor no Instituto de Geografia e Ordenamento do Território da Universidade de Lisboa.