Sustentabilidad ambiental de parques naturales: también responsabilidad de prestadores de servicios turísticos.

César Augusto Oliveros Ocampo*

La actividad económica del turismo se ha convertido en un consumidor revelador de las áreas protegidas y Colombia no es la excepción; el creciente número de llegadas de turistas, así lo demuestran, y es el Parque Nacional Natural (PNN) Tayrona localizado en el departamento del Magdalena el segundo más visitado, con un crecimiento sostenido en más del 4% anual; con una extensión de 12.692,2 hectáreas terrestres y 6.564,4 marinas albergan un paisaje de litoral escénico maravilloso, espectaculares playas de arena fina y una invaluable riqueza de flora y fauna, eso sin contar con lo múltiples servicios ecosistémico adicionales que ofrece a la humanidad, cualidades que lo han perfilado como un lugar diferencial para el desarrollo del turismo.

La prestación de servicio turísticos en este PNN esta brindado por la unión temporal concesión Tayrona y la comunidad rural en general que habita el lugar, adicional y conjuntamente deben velar por un trabajo hacia el cumplimiento de los objetivos de conservación que se plantea en el plan de manejo para garantizar la sustentabilidad ambiental del parque, situación que difícilmente se cumple.

Sin embargo, los esfuerzos de estos actores mediante el desarrollo de buenas prácticas turísticas como herramienta para mejorar los procesos administrativos, operativos, lograr progreso en las condiciones de vida de la población y mejorar las condiciones ambientales, culturales y sociales del parques no han sido, ni serán suficientes para lograr tan anhelada sustentabilidad; si no se tiene claridad que todos estos esfuerzos se deben trabajar de manera integral entre actores y de trazo transversal con los objetivos de conservación.

Prácticas turísticas no adecuadas en PNN Tayrona.

La evaluación de la sustentabilidad de prestadores de servicios turísticos en parques naturales desde las buenas prácticas es una herramienta que se debe usar para suministrar información diagnóstica sobre una actividad económica tan polémica como el turismo, con el firme propósito de alinear las acciones y esfuerzos para bien de todos, inclusive de las generaciones futuras.

Para que el desarrollo sustentable del turismo sea lo más cercano a una realidad; los prestadores de servicios turísticos deben asumir una responsabilidad seria y comprometida con el que hacer del turismo desde el territorio, formalizar sus actividades en un marco consiente de empresas socialmente responsables que operan y hacen uso de los recursos finitos que proveen los parques naturales, estos prestadores son el pedestal de la sustentabilidad del turismo; una participación de un estado social de derecho benefactor y solidario con los actores y las medidas rigurosas para hacer uso de estos escenarios naturales y un turista educado o por lo menos dispuestos a ello, que actúe moral y éticamente con los lineamientos propuestos en cada escenario.

Para mayor información:

OLIVEROS, CÉSAR. BELTRAN, JULIO. 2018. Evaluación de la sustentabilidad de los prestadores de servicios turísticos del Parque Nacional Natural Tayrona en el departamento de Magdalena, Colombia. 2018, Enero, Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía 27 (1): 100-117. doi: 10.15446/rcdg.v27n1.61589

César Augusto Oliveros Ocampo es estudiante de doctorado en ciencias para el desarrollo, la sustentabilidad y el turismo en la Universidad de Guadalajara, campus Puerto Vallarta

Turismo, territorio y accesibilidad

Alfonso Fernández-Arroyo López-Manzanares1

Somos sociedades condicionadas por estructuras materiales y simbólicas que nosotros mismos construimos. El sistema urbano, las infraestructuras de transporte o el propio lenguaje determinan la organización de las distintas comunidades que se perciben según se representan. En este sentido, en planificación territorial del turismo, la percepción de la distancia-tiempo se concibe como un factor de decisión de primer orden, por lo que venimos a ofrecer una propuesta analítica pensada especialmente en la puesta en valor de las zonas rurales o periféricas considerando su accesibilidad.

El binomio transporte-turismo ha definido la dependencia de las comunidades rurales respecto a la localización de los focos poblacionales más dinámicos, valorando siempre la disponibilidad de infraestructuras desde la perspectiva de las sociedades urbanas, como sucede con el turismo rural. Aquí, en el análisis geográfico económico, en términos de coste-tiempo, se viene priorizando la cuantificación de la estancia y la estacionalidad, mientras que se obvia la cualificación del tiempo de acceso al destino y, por ende, del propio territorio-destino.

Cualificar la accesibilidad como un factor diferenciador en la selección del destino es el objetivo que nos proponemos, adoptando una lógica estructural origen-enlace-destino en la territorialización del turismo. Para ello, desarrollamos una metodología y cartografía de utilidad comunicativa y social, de interés para transformar la imagen del destino y, en consecuencia, la práctica del turismo en sí. La escala de trabajo, justificada por múltiples motivos, es la subregional. Por ello, en este caso, adoptamos los territorios rurales o LEADER como referencia.

Desde esta perspectiva consideraremos, más que la importancia de generar valor acortando las distancias y los tiempos del viaje turístico, la necesidad de producir un sentido social diferenciador del territorio turístico tomando como referencia la accesibilidad: la práctica de un turismo intensivo o de proximidad, un turismo alternativo en entornos rurales más distantes, o la búsqueda de espacios poco frecuentados de los que interesa el acceso a su patrimonio territorial, revelan múltiples formas de concebir el destino a partir de los nodos de enlace, los trazados de carretera e infraestructuras, los servicios de transporte, las velocidades de circulación y los canales de acceso al espacio-tiempo del turismo como elementos clave en su representación.

Áreas de mercado turístico receptor y especialización turística de los territorios rurales en Castilla-La Mancha (España)
Áreas de mercado turístico receptor y especialización turística de los territorios rurales en Castilla-La Mancha (España)

Contrariamente a lo asumido, demostramos empíricamente que el aumento de la movilidad y la reducción de tiempo en los desplazamientos presenta una parte negativa. Sobre todo, cuando el territorio-destino adopta carácter de empresa al priorizarse la rentabilidad de las unidades productivas por encima de la calidad de vida de la comunidad. En estos casos, la representación del destino y de sus áreas de acceso, en un escenario de competitividad, distorsiona el sentido de la cooperación, de la solidaridad y de la creación de redes de proximidad, incentivando la competencia entre destinos periféricos equidistantes a un mismo centro y promoviendo el excursionismo o el ocio diario equivalente a la asistencia al cine o al teatro por efecto de la constricción del espacio-tiempo.

Tal y como concluimos en la investigación que hemos dado a conocer en nuestro artículo, la metodología aplicada, trasladable a cualquier territorio de interior como el aquí considerado a modo de laboratorio ―Castilla-La Mancha (España)―, nos permite argumentar la necesaria revisión de los parámetros utilizados al analizar y poner en valor los territorios rurales y periféricos. En el momento actual, la retórica temporal de la falta de medios, financiación e infraestructuras no basta para justificar el desinterés por la activación de los recursos y estructuras disponibles una vez pierden su valor especulativo o se agota su relato político-económico y mediático. Nos referimos, no solo a instalaciones turísticas tales como centros de interpretación, museos o señalización, sino, especialmente, a otro tipo de recursos humanos: planes, informes y estudios elaborados por diversos equipos técnicos, académicos o científicos, el asociacionismo sectorial o territorial, etc.

Desde nuestra posición, el destino turístico, para su sostenibilidad, deberá concebirse como lo que es: producto de la sociedad y de las relaciones entre sociedades de origen y de destino, ambas responsables de definir y redefinir el sentido social del territorio, independientemente de criterios de rentabilidad o de conectividad entre ellas. Con esta visión nos aproximamos a una forma más de significar y dotar de contenido simbólico al destino, esta vez priorizando la toma de consciencia de las comunidades implicadas, en términos de localización, facilitando nuevas relaciones espacio-tiempo de sociabilidad a partir de la tríada turismo, territorio y accesibilidad.

Para mayor información:

FERNÁNDEZ-ARROYO, Alfonso y MARTÍNEZ, Héctor Samuel (2017): “El acceso a los destinos rurales: una perspectiva para la planificación territorial del turismo en una región de interior (Castilla-La Mancha)”. Cuadernos de Turismo. Universidad de Murcia, nº 40, pp. 251-272. <http://revistas.um.es/turismo/article/view/309691>

1 Personal Investigador en Formación de la Universidad de Castilla-La Mancha. Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio. Avda. Camilo José Cela, S/N, 13071, Ciudad Real (España) e-mail: alfonso.farroyo@uclm.es

El cambio de la imagen de un destino turístico antes y después de la visita

Asunción Beerli Palacio

Josefa D. Martín Santana

Universidad de Las Palmas de Gran Canaria

suny.beerli@ulpgc.es, josefa.martin@ulpgc.es,

Patrizio A. Nazzareno

patrizionazzareno@hotmail.com

La imagen de los destinos turísticos es un factor determinante de la conducta de los turistas, ya que los destinos turísticos con imágenes fuertes y positivas tienen mayor probabilidad de ser considerados y elegidos en el proceso de decisión del viaje. Por otra parte, la imagen de un destino turístico puede cambiar de forma más o menos significativa antes, durante y después de la visita al destino, lo cual como es lógico afecta a la satisfacción del turista y a la probabilidad de que recomiende o visite nuevamente el destino. Por tanto, es fundamental conocer la evolución de la imagen pre y post visita para poder detectar diferencias y, en el caso de que sean negativas, poder actuar, ya que los operadores del mercado y los responsables de marketing de un destino deben construir una imagen lo más cercana a la realidad.

En primer lugar, es necesario definir qué se entiende por imagen de un destino turístico. En tal sentido, existe un acuerdo generalizado en considerar la imagen de un destino como el resultado de tres componentes que están estrechamente interrelacionados. En primer lugar, la imagen cognitiva, que hace referencia a las creencias de los individuos sobre los atributos que caracterizan a un lugar turístico, tales como el clima, las playas, el paisaje, las infraestructuras, el entorno medioambiental, etc. En segundo lugar, la imagen afectiva, que se refiere a la respuesta emocional o sentimientos que los individuos expresan del lugar. Por último, la imagen global, que se corresponde con la impresión global, positiva o negativa del lugar.

El momento inicial de formación o modificación de la imagen de un destino turístico comienza con la búsqueda de información, que es un factor clave en todo el proceso de toma de decisión de la realización de un viaje a un destino turístico, ya que representa la fase inicial de activación del comportamiento del turista, que intenta disminuir su percepción del riesgo de compra de un producto intangible. El tiempo invertido en la búsqueda de información y el número de fuentes utilizadas representan factores que influyen en la imagen que se tiene antes de visitar el destino. Ahora bien, este proceso de búsqueda de información se ve afectado tanto por el nivel de incertidumbre que tenga el turista sobre el destino, que le genera la necesidad de ampliar sus conocimientos previos sobre el mismo, como por el nivel de implicación o interés del turista en el viaje que también ejerce un impacto en el cambio de la imagen. Por otra parte, determinadas características del viaje, como son la duración y la intensidad de la visita también pueden influir en la imagen durante la visita al destino.

En este contexto, y teniendo en cuenta que no hemos encontrado trabajos empíricos que hayan estudiado los factores que influyen en el gap de la imagen de un destino pre y post visita, hemos llevado a cabo un trabajo de investigación empírico al objeto de analizar los antecedentes o las causas que conducen a dicho cambio de imagen.

A partir de una exhaustiva revisión teórica se ha planteado una serie de hipótesis que, de forma conjunta, dibujan un modelo teórico de los factores que explican el cambio de imagen de un destino turístico desde una perspectiva integradora y holística, y que fueron contrastadas con la información recabada a partir de una encuesta personal realizada en una muestra significativa y representativa del perfil del turista que visita la isla de Tenerife en el Archipiélago de Canarias.

Sobre la base de los resultados del trabajo empírico, podemos afirmar que el nivel de incertidumbre, la implicación o el interés que despierta el destino en el turista antes de viajar y el número de fuentes de información utilizadas por el turista influyen de forma conjunta en el cambio de la imagen cognitiva, aunque tan sólo el número de fuentes es un antecedente directo del mismo. Se confirma, por tanto, que la percepción de un riesgo mayor antes de viajar repercute en la búsqueda de una mayor cantidad de información y en el tiempo dedicado a su búsqueda. Finalmente, se verifica también la relación directa y positiva entre el nivel de interés o implicación que tenga el turista antes de efectuar el viaje con la cantidad de fuentes de información consultadas y el tiempo dedicado a la búsqueda. Por otra parte, los resultados de este trabajo de investigación también ponen de manifiesto que cuanto mayor es la duración del viaje mayor es el número de fuentes de información que consultan los turistas antes de realizar su viaje.

Finalmente, y durante el tiempo que el turista está en el destino, hemos de destacar que la intensidad con la que visita el turista influye también y de forma positiva en el cambio de imagen del destino, ya que cuanto mayor es el número de lugares de interés visitados por el turista o interacción con el destino, mayor es el cambio positivo de la imagen cognitiva. Es decir, los turistas que durante su estancia visitan un número más elevado de lugares de interés turístico tienen una imagen cognitiva del destino mucho mejor de la inicial. Probablemente, este resultado se debe al hecho de que muchos lugares atractivos del destino no son lo suficientemente conocidos por los turistas antes de la visita y sorprenden favorablemente a los visitantes. Por otra parte, se observa que el efecto de la intensidad de la visita en el cambio de imagen afectiva es negativo, por lo que cuanto mayor es el número de lugares visitados menor resulta el gap de la imagen afectiva. Por tanto, los turistas que antes de viajar consideran que el destino es un lugar agradable, divertido o emocionante, cuanto más lugares visitan durante su estancia menos cambian su juicio sobre estos atributos de la imagen afectiva, por lo que el gap disminuye. Finalmente, los resultados evidencian también que no existe ninguna relación entre intensidad de la visita y el cambio de la imagen global del destino.

¿Cómo se ha incorporado la sostenibilidad medioambiental en los últimos planes turísticos de España? Repercusiones

Raquel Santos-Lacueva*

El turismo es una actividad estratégica para la economía española. Los ricos recursos naturales, culturales y patrimoniales contribuyen a situar al país en segunda posición a nivel mundial en número de visitantes (2017). La actividad turística en España se distribuye de forma desigual espacial y temporalmente y mayormente se concentra en la costa mediterránea y en las islas, siendo el turismo de sol y playa uno de sus productos principales. La oferta de sol y playa se fundamenta en el clima y en los recursos naturales de las zonas costeras. El medioambiente es su medio de producción, y al mismo tiempo, su espacio de consumo y un condicionante para la satisfacción de una demanda cada vez más sensibilizada. La sostenibilidad medioambiental del turismo de sol y playa es fundamental para la competitividad de la actividad turística española.

El patrón de desarrollo de los primeros destinos de sol y playa se replicó a lo largo de toda la costa mediterránea e insular a partir de los años 60s del pasado siglo. Dos décadas después, comenzaron a observarse signos de madurez e incluso de declive en el crecimiento. Se iniciaron a partir de entonces procesos de recualificación y reconversión que aún continúan y que, aunque con resultados variables, en general han permitido reposicionar en los mercados algunos de los destinos principales de sol y playa españoles.

No obstante, para garantizar la sostenibilidad futura del turismo español de sol y playa como actividad estratégica deben afrontarse algunos de los problemas que le acompañan desde sus inicios. Principalmente, los ligados a la concentración espacial y temporal, a la sobreocupación del litoral, a la masificación y al abaratamiento de la oferta. Todos ellos influyen en la calidad de su recurso clave: el medioambiente. El agua del mar, las playas y el paisaje, pero también los resultados económicos y empresariales del sector se ven afectados. Además deben enfrentarse nuevos retos ambientales globales como el cambio climático.

Tradicionalmente, la planificación turística española ha sido deficitaria a la hora de dar respuesta a dichos problemas. Los impactos negativos del turismo sobre el medio ambiente, la necesidad de protección de las costas y de gestionar la calidad del paisaje, se recogían ya en el II Plan de Desarrollo Económico (1968-71). Casi tres décadas después aparecían las primeras referencias concretas a la sostenibilidad ambiental en el II Plan Futures (1996-99). Aunque han existido acciones que demuestran la voluntad de coordinación entre la administración turística y la medioambiental, éstas han sido puntuales e insuficientes.

Teniendo en cuenta la complejidad y la transversalidad de los problemas medioambientales y de la propia actividad turística, resulta inevitable y del todo necesaria la intervención pública. De hecho, la eficiencia y pertinencia de la acción pública es determinante para el éxito y la sostenibilidad futura de los destinos. Cómo los poderes públicos conciben, explican y priorizan la sostenibilidad medioambiental y cómo lo incorporan en sus políticas y procesos de planificación, tiene implicaciones directas sobre la sostenibilidad y la competitividad del turismo.

Los planes turísticos, además de ser fruto de procesos técnicos y de conocimiento experto, son el resultado de negociaciones entre poderes y demandas en conflicto. Su análisis permite distinguir las ideas, los valores y los argumentos predominantes de los poderes públicos sobre un determinado tema. Así, estudiándolo planes más recientes al respecto pueden comprenderse algunas de las dinámicas turísticas actuales y las respuestas que se han negociado por parte de los agentes actuantes en relación al persistente problema de la reducción de los impactos ambientales generados por el turismo. Con el análisis del Plan de Turismo Español Horizonte 2020 (en adelante, Plan 2020), vigente hasta 2012; y del Plan Nacional e Integral de Turismo 2012-2015 (en adelante, Plan 1215), todavía vigente; se observan similitudes, diferencias y replanteamientos de una misma cuestión –la sostenibilidad medioambiental del turismo de sol y playa- por parte de dos gobiernos distintos en España. El primero, fue elaborado por el gobierno socialista de Zapatero, y el segundo, por el gobierno del partido popular de Rajoy.

Ambos planes incluyen referencias concretas a la cuestión medioambiental, pero, teniendo en cuenta la importancia del medioambiente para el turismo de sol y playa en España, éste es un tema que no recibe la atención que requiere. Además, la comparación entre planes permite apreciar incluso una disminución del peso de los planteamientos asociados sostenibilidad medioambiental en el Plan 12-15, el más reciente, que en su predecesor. Por otra parte, si bien el Plan 2020 supuso un hito en la planificación turística española al contar con una estrategia a largo plazo, más allá de los ciclos legislativos esta visión largoplacista se interrumpió con el cambio de gobierno y el Plan 2012-15. Sea como fuere, de lo que no hay duda es que una visión al largo plazo es necesaria para incorporar de forma efectiva la sostenibilidad medioambiental en la política y planificación turísticas.

*Raquel Santos-Lacueva es investigadora en el GRATET (Grupo de Análisis Territorial y Estudios Turísticos) del Departamento de Geografía, Universidad Rovira i Virgili.

Para mayor información: SANTOS-LACUEVA, Raquel, ANTON CLAVÉ, Salvador y SALADIÉ, Òscar. Discontinuidades y limitaciones de los últimos planes turísticos de España en relación a la sostenibilidad ambiental del turismo de sol y playa. Cuadernos de Turismo, 2017, 40, p. 599-626. http://revistas.um.es/turismo/article/view/310121/220261

Dilemas do Turismo na cidade

Teresa Barata-Salgueiro*

O turismo cresceu consideravelmente nos últimos anos e diversificou-se. Em 2016 a procura turística mundial foi de 1235 milhões de pessoas, o que representa um aumento de 4%, 46 milhões, em relação a 2015. O turismo actual caracteriza-se por grande diversidade. A alteração nas características dos viajantes, nas motivações para a viagem e na sua vivência determinaram mudança nos destinos escolhidos e procura de alternativas à oferta hoteleira tradicional. A Airbnb e outras plataformas semelhantes favorecem a expansão de formas de alojamento mais próximas das vivências dos locais. Este texto trata do chamado alojamento local (AL), apartamentos para alugar por períodos curtos a turistas. Depois de analisar as transformações associadas à turistificação de Lisboa, chamo a atenção para o papel desempenhado pela mobilidade dos capitais e pelas políticas públicas nesse processo.

Falta de conservação, população envelhecida e valores de alugueres baixos contribuíram para a degradação de muitos edifícios do centro histórico de Lisboa que perde população desde 1980. Com as oportunidades de negócio no turismo e os incentivos à reabilitação urbana assistiu-se nos últimos anos a obras nos prédios e apartamentos destinados ao aluguer em AL. Os centros urbanos ganharam nova vida e animação, mas crescem as referências à presença excessiva do turismo, pelos problemas que acarreta para os residentes.

A turistificação evidencia também a agudização das desigualdades e respostas à crise. Estudos efectuados em Lisboa mostram que os detentores deste tipo de propriedades são relativamente jovens e, para muitos, a actividade representa o essencial do seu trabalho ou um complemento indispensável dos rendimentos.

Identificaram-se sinais de dualização e concentração na estrutura da propriedade dominada pelos que apenas possuem uma unidade (71% dos titulares com 34% das unidades) e os que exploram grande número (3,7% com 29% das unidades), com tendência para aumentar, em resultado da concorrência.

O AL tem uma fortíssima concentração no centro histórico de Lisboa (Fig 1). De facto, em 2017, havia 12,3 apartamentos turísticos por 1000 residentes na cidade, mas esse índice atinge 148 por mil no coração do centro histórico. Nesta área, pequenos apartamentos em edifícios sem elevador nem garagem rendem mais quando destinados ao turismo e saem do mercado normal do arrendamento. As casas para alugar escasseiam e os preços disparam. É quase impossível famílias de rendimentos baixos e médios terem agora acesso a um alojamento com localização central. Registaram-se também alterações nas condições de vida de muitos bairros. São constantes as referências ao ruído provocado por grupos de forasteiros fora de horas, a história de vizinhos forçados a abandonar as suas casas, ao comércio local que foi substituído por bares e lojas de artesanato.

Para se entender estes processos tem de atender-se às mudanças verificadas no turismo, e considerar também o papel que o imobiliário desempenha na acumulação do capital. A facilidade em negociar hipotecas sobre o imobiliário integra este sector na financeirização da economia e na circulação geral de capitais à escala internacional. Os territórios tornaram-se objecto de operações de investimento que concentram a procura em determinados locais, com consequência na subida de preços e obtenção de vultuosas mais-valias. Verifica-se interesse crescente de capitais estrangeiros por projectos de reconstrução de edifícios, com frequência destinados a habitação e uso turístico, tanto hotéis como unidades de AL.

As políticas públicas favorecem estas dinâmicas. Facilidades fiscais e de residência concedidas a não nacionais a troco de investimento, quase sempre no imobiliário, a aposta no turismo urbano como motor da economia, a política de incentivos à reabilitação urbana, acções de requalificação do património e do espaço público, de marketing e promoção da imagem urbana, bem como o crescimento da oferta cultural conjugaram-se para aumentar os turistas em Lisboa, como sucede em muitas outras cidades. A alteração da lei do arrendamento em 2012, com a liberalização do valor dos alugueres e a maior facilidade em cessar o direito do inquilino à habitação, facilitou a expulsão de muitas famílias de suas casas.

A turistificação das cidades é acompanhada de importante intervenção no edificado e no espaço público, crescimento das actividades económicas e do emprego, mas tem também efeitos perversos, porque reduz drasticamente a oferta de casas para arrendar, inflacionando o valor dos alugueres, nega o acesso ao lugar a residentes expulsos de suas casas e bairros, viola a privacidade e segurança de alguns edifícios e contribui para a descaracterização dos sítios. É objecto de controvérsia social e política e presença constante nos media. Muitas cidades têm tentado regular o AL fixando um limite de dias no ano para a ocupação do alojamento, exigindo licenciamento, limitando o número de licenças em certas áreas, alterando o regime fiscal. Não têm tido grande sucesso. Os estudos mostram que é necessário integrar o turismo tendo em vista uma cidade aberta à diversidade e à inovação mas socialmente inclusiva.

Para maior informação:

Barata-Salgueiro,T. Alojamentos Turísticos em Lisboa. Em: Scripta Nova.Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Universitat de Barcelona. 2017, vol. XXI, nº 578

* Professora da Universidade de Lisboa, IGOT, Instituto de Geografia e Ordenamento do Território.

Tesis Doctoral: Los municipios turísticos del interior de la Comunitat Valenciana en Internet

Gersón Beltrán López*

Gersón Beltrán
Gersón Beltrán

El pasado día 11 de septiembre el geógrafo Gersón Beltrán López obtuvo el título de Doctor en Desarrollo Local y territorio por la Universitat de València tras la defensa de su Tesis Doctoral “Los municipios turísticos del interior de la Comunitat Valenciana en Internet”, dirigida por el Catedrático Javier Esparcia. Obtuvo la calificación de Sobresaliente Cum Laude por un tribunal compuesto por Josep Ivars como Presidente, Marga Cabrera como Secretaria y Javier Solsona como vocal.

Desde hace unas décadas, el turismo rural ha sido una actividad económica con un peso creciente en estos municipios de interior, y que ha complementado las actividades económicas tradicionales, logrando convertirse en un factor de desarrollo importante en muchos municipios.

Con la aparición de Internet, el turismo ha cambiado en todos sus aspectos, tanto la promoción de los destinos turísticos a través de las páginas web, como en la existencia de un nuevo turista conectado que interactúa con dichos destinos a través de sus medios sociales, pasando por la necesaria adaptación de las empresas a este entorno y, por último, con la propia distribución turística, cada vez más heterogénea y repartida en diversas plataformas que conectan el turista online con el destino.

La idea central en la que se sustenta esta Tesis Doctoral parte de la observación del hecho, contrastado a través de la Encuesta Tourist Info, de que el turista utiliza cada vez más Internet como fuente de información antes de la decisión de viajar a un destino.

Por tanto, la pregunta que cabe hacerse es: si, según esta encuesta, casi la mitad de los turistas antes de ir al destino acude a la página web para informarse, entonces ¿qué capacidad tienen los municipios turísticos del interior para ofrecer la información del destino en Internet y comunicarse con los turistas online a través de los nuevos medios?

La investigación se articula alrededor de tres aspectos básicos: Internet y el entorno 2.0., las nuevas tecnologías de la información y la comunicación; el nuevo escenario del turismo en el que interactúan turistas, empresas y destinos, siendo éste uno de los sectores productivos que permite desarrollar económicamente los municipios turísticos de interior y la nueva geografía global, como marco conceptual de análisis y la geolocalización online, como herramienta de comunicación entre los turistas y los destinos.

Las hipótesis que se plantean se basan en cuestionarse la capacidad de la comunicación que están desarrollando los municipios y sus organizaciones y en qué medios online. Así pues, el objetivo principal es conocer el grado de desarrollo de los municipios turísticos del interior de la Comunitat Valenciana en Internet, lo que define su capacidad para comunicarse con el turista online.

Para ello se han realizado dos análisis que responen a las dos hipótesis planteadas mediante el uso del Modelo Extendido de Adopción del Comercio en Internte (eMICA), que analiza el desarrollo de las páginas web y de los medios sociales a través de tres fases: promoción, provisión y procesamiento a la que se ha incorporado en la fase previa el posicionamiento. A su vez dichas fases se componen de un sistema de indicadores, siendo la última la fase la que se considera más desarrollada.

Se han realizado dos análisis para atender a las dos hipótesis: un primer análisis, el año 2013, sobre la muestra de las páginas web de los municipios turísticos del interior pertenecientes al programa Ruralter Leader. Un segundo análisis, el año 2015, sobre la muestra de los mapas online (Google Maps y Bing Maps) y los medios sociales (Facebook, Google Plus, Foursquare y Yelp) de los municipios turísticos de interior que disponen de Tourist Info y pertenecen a los programas Ruralter Leader y Ruralter Paisaje.

Ambas matrices, de páginas web y de medios sociales, han sido reducidas a aquellos indicadores más relevantes y que responden a la mayor parte de la matriz mediante un Análisis de Componentes Principales (ACP), para posteriormente analizarlos y visualizarlos espacialmente mediante un Sistema de Información Geográfica (SIG).

Los resultados más relevantes obtenidos a partir de este análisis han sido nueve componentes, con 19 indicadores, que explican la matriz de páginas web y seis componentes, con 20 indicadores, que explican la matriz de medios sociales. Los resultados globales entre ambas fases indican que la relevancia de los municipios se da por fases y no de forma homogénea en todo el modelo eMICA, en las páginas web el mayor número de organizaciones implica mayor desarrollo y, en los medios sociales, el comportamiento se explica de forma individual por herramientas en vez de por fases.

Además de todo ello se han analizado los resultados obtenidos desde una perspectiva comparada, valorando de forma conjunta los resultados entre las páginas web y los medios sociales, relacionando los resultados con los visitantes recibidos en los municipios y, por último, estableciendo una comparativa con otras investigaciones similares.

En definitiva, esta investigación ha permitido conocer el desarrollo de los municipios turísticos del interior de la Comunitat Valenciana en Internet, entre aquellos menos desarrollados y que pertenecen a una periferia digital y aquellos más desarrollados que conectan con el turista online.

Para ampliar la información: puede consultarse y descargarse la Tesis Doctoral en la Base de Datos Teseo en el siguiente enlace: https://www.educacion.gob.es/teseo/mostrarRef.do?ref=1485669#

* Gersón Beltrán es Doctor en Desarrollo Local y territorio, Profesor Asociado del Dpto. Geografía de la Universidad de València y consultor en Geoturismo SLU, Marketingeo y Play&go experience (www.gersonbeltran.com)

Turistas, residentes extranjeros y el mito de la sociedad cosmopolita.

Carmen Gil de Arriba*

En el marco de la globalización y de la puesta en valor turístico de territorios surgen nuevas dinámicas para un mercado ávido de ofertas y experiencias. Estas dinámicas, favorecidas por los vuelos low cost y el bienestar de algunos grupos sociales de países occidentales, con deseos de movilidad y estilos de vida “nómada”, enlazan con la propia evolución de las migraciones internacionales, en este caso, no por trabajo o buscando mejores condiciones de vida, sino por motivos de disfrute y ocio.

Hablamos del turismo residencial, dos términos que combinados parecen contradictorios, pero que forman parte de los modos de movilidad y de viaje del mundo contemporáneo: el lifestyle migration. Esta apelación reagrupa prácticas de gran heterogeneidad referidas a colectivos en busca de territorios que les permitan vivir experiencias personales, en ruptura con su contexto de procedencia, como proyecto de vida, trasladando su residencia de unos lugares a otros, de unos países a otros; lo que algunos han denominado una forma de vivir y habitar “poli-tópica” (en distintos lugares al mismo tiempo, a veces considerablemente distantes entre sí). Eso desde el punto de vista de la demanda.

Desde la oferta o países receptores (España, el sur de Francia, Portugal o Marruecos y Túnez en el contexto europeo, o bien México, Belice, Costa Rica y Panamá en el americano), este deseo de alteridad resulta buen negocio para empresas trasnacionales y sectores de la construcción e inmobiliarios. A la par, los efectos sobre los nuevos espacios de residencia y vida cotidiana son variados: socioeconómicos, territoriales y culturales. Además, estas consecuencias difieren según los territorios implicados. Por ello resultan interesantes los casos de estudio, para avanzar en el conocimiento crítico de este fenómeno en expansión y analizar sus múltiples resultados y derivaciones.

En el caso de Marruecos, que por razones históricas y de proximidad mantiene importantes vínculos con España y Francia, ya durante el Protectorado (1912-1956) ambos países pusieron en marcha, cada uno por su lado, iniciativas para la promoción de las primeras prácticas turísticas. Por tanto, que las principales demandas del turismo internacional y residencial procedan actualmente de estos dos países no debe sorprendernos. Aquellas movilidades coloniales establecieron bases para el posterior desarrollo turístico a escala internacional, pero también para la creación de imágenes y estereotipos.

Hoy, varias ciudades marroquíes experimentan el auge del turismo residencial extranjero. Es, en efecto, un fenómeno eminentemente urbano. La mayoría de estas ciudades presentan, de un lado, la ciudad antigua: la medina, espacio patrimonial, y de otro, la ciudad occidental cuya planificación procede con frecuencia de la etapa del Protectorado. A pesar de esta dualidad, los dos elementos mantuvieron un equilibrio hasta los años ochenta. En esta década se produjo una fuerte expansión urbana, al tiempo que las medinas perdieron sus anteriores habitantes que prefirieron las comodidades de las nuevas urbanizaciones. A partir de los noventa, la aparición del turismo residencial como fenómeno moderno amplifica el proceso de urbanización y transforma espacios preexistentes, como las propias medinas, donde turistas-residentes se han reapropiado barrios enteros, alterando a su conveniencia antiguas viviendas e iniciando procesos de gentrificación.

Medina de Chauén, casas en venta y creciente uso turístico
Medina de Chauén, casas en venta y creciente uso turístico

Marrakech y Agadir son los ejemplos más llamativos del turismo residencial, con la creación de entornos lujosos y exclusivos, en los que el turismo y los residentes extranjeros contribuyen a reforzar contrastes y procesos de segregación espacial, lo mismo que la especulación inmobiliaria.

A menudo, las residencias turísticas se focalizan a lo largo de la costa. La principal excepción es Chauén, a unos setenta kilómetros al sur de Tetuán. Casas tradicionales de su medina se han convertido en viviendas de extranjeros, mientras proliferan alojamientos y actividades de hostelería.

En este contexto general, los ambientes de supuesta mezcla social e intercultural resultan frecuentes, parecen implantarse nuevas formas de sociabilidad o lo que podría entenderse como un modelo de relaciones cosmopolitas entre turistas, residentes extranjeros y grupos de la sociedad marroquí. Bajo el simulacro del cosmopolitismo, se consolidan barreras socioeconómicas y simbólicas, se incrementan transformaciones urbanísticas y espacios construidos para satisfacer a una demanda externa, en contraste con el resto del territorio circundante y las necesidades de la población. Las medinas pierden sus antiguos usos y significados, el patrimonio y los valores de identidad cultural se convierten en productos de consumo. Todo ello en aras de la modernización.

Para mayor información:

GIL DE ARRIBA, Carmen; BOUQALLAL, Hamid: Touristes internationaux ou résidents étrangers ? Nouvelles tendances du tourisme résidentiel et des migrations d’agrément au Maroc, Téoros, Revue de Recherche en Tourisme, 2017, 36-2 : Tourisme résidentiel. Disponible en <http://teoros.revues.org/3060>

* Carmen Gil de Arriba es profesora de Geografía Humana en la Universidad de Cantabria.

La interacción social como base del Turismo Sostenible

Daniel Fernando García Bautista*

Para la planificación y ejecución del turismo no solamente deben ser considerados los elementos naturales. Las principales condiciones para que el mismo pueda ser desarrollado, vienen dadas por la interacción social sobre el territorio. Además del análisis del impacto que pueda generar el turismo por la afluencia visitantes, que pueden o no, estar relacionados con el lugar.

El caso de los cerros orientales de Bogotá, nos servirá de ejemplo para abordar el análisis de la puesta en marcha del turismo, con un bajo impacto hacia el medio natural que lo sustenta. Nos situaremos en la vereda El Verjón, donde ha existido el interés en este tipo de proyectos por la comunidad local con apoyo del estado.

La disposición y apertura local hacia este tipo de proyectos, es está relacionada directamente con los beneficios que puedan ser percibidos localmente por los mismos. Estos, vendrían dados por la planificación de la actividad de manera participativa e integradora.

Una implementación óptima del turismo sostenible iría de la mano con beneficios ambientales. Lo anterior, considerando que la comunidad depende de la explotación de los suelos o la expansión agropecuaria, y que, el turismo sostenible está encaminado al fomento de las actividades armónicas con la tierra. En consecuencia, deriva un nuevo paradigma, en el cual prima la conservación de los atractivos y las buenas prácticas ambientales.

La calidad y la fragilidad de los paisajes frente al turismo

Es importante en primer lugar, resolver la cuestión de la identificación de las zonas de mayor atractivo y las de mayor vulnerabilidad. Para ello, podemos emplear como herramienta un plano que nos ayudé a definirlas.

El paisaje está conformado por diversos conjuntos de elementos, que se pueden identificar visualmente. Estos se conocen como Unidades del Paisaje (UP) y son la expresión de las relaciones entre el clima, el territorio y las personas. Es necesario aguzar la mirada para diferenciarlos, identificar las características que tienen las plantas, el relieve, los cuerpos de agua y la cobertura del suelo, entre otros. El mapa elaborado con base en el inventario de campo para El Verjón, se observa en la siguiente imagen:

Imagen 1: Unidades del Paisaje. Fuente: García y Mahecha (2015)

En este registro se determinan con mayor certeza y precisión, las cualidades que hacen del territorio un lugar único y que tienen mayor impacto sobre el turista. Del mismo modo, se identifican las posibles amenazas o vulnerabilidades frente a la actividad o a los procesos naturales del lugar. Por ejemplo, la expansión de la agricultura ha causado que se invadan las zonas naturales y adicionalmente, el desarrollo vial y el aumento de la población están relacionados directamente.

De acuerdo al plano se determinó la calidad y la fragilidad de cada UP. La calidad se relaciona con las impresiones positivas que dejan las unidades en la memoria. La fragilidad depende de la exposición o visibilidad de cada una y se compone por la intrínseca o propia, que depende de las barreras visuales de cada unidad, y la adquirida, que está relacionada con la ubicación y cantidad de observadores. En su conjunto, estas dos cualidades son clave para determinar las actividades que se pueden realizar en cada zona de acuerdo al impacto que puedan generar.

Imagen 2. Atractivos turísticos. Fuente: Autor.

Por ejemplo, vemos que en los lugares menos llamativos y cerrados al horizonte, se pueden colocar mobiliarios e infraestructura de soporte como complemento a los recorridos. En cambio, en los sistemas que conservan su naturalidad es innecesario adecuar el lugar, puesto que de ello depende su atractivo. Así, se implementara el turismo de manera coherente y sostenible.

El paisaje como principal aliado del turismo

De acuerdo a lo expuesto, el estudio del paisaje facilita la concreción de acciones tendientes minimizar el impacto de las actividades. Además, permite reconocer los escenarios acordes para cada una con detalle y elaborar un recorrido claro y coherente.

Así cuando el caminante observe el panorama con una mirada crítica y entienda su lugar en esta interacción, tendrá un sentido de identidad con el lugar visitado y una relación fraterna con el mismo.

Para mayor información:

GARCÍA, Daniel y MAHECHA Samir. Propuesta Y Selección De Un Sendero Para La Interpretación Ambiental Con Énfasis En El Paisaje En Zona Rural De Bogotá. Tesis (Ingeniería Ambiental). Bogotá: Universidad Distrital F.J.C., Facultad de Medio Ambiente y Recursos Naturales, 2015.

Disponible en: http://repository.udistrital.edu.co/handle/11349/3481

* Daniel García es un profesional en ingeniería ambiental egresado de la Universidad Distrital, que actualmente labora con la Secretaría Distrital de Ambiente.

Un agradecimiento especial a Daniel Ocampo y Milén Copa Pabón por sus valiosas ideas para realizar este artículo.

El turismo en la (re)construcción de las fronteras nacionales

Tania Porcaro*

El turismo se expande continuamente por diversos lugares del mundo e incorpora nuevos sitios a esta forma particular de consumo, transformando los usos y prácticas existentes. En particular, la inserción de lógicas turísticas en espacios fronterizos ha recibido una cierta atención en los últimos años, particularmente en el contexto de intensificación de la globalización y de conformación de bloques regionales de integración, tanto en Europa como en América.

Gran parte de las reflexiones sobre la relación entre turismo y fronteras nacionales han sido elaboradas desde la geografía política clásica, la cual se ha constituido como un abordaje tradicional sobre la materia. Sin embargo, esas miradas comienzan a ser cuestionadas, a partir de nuevas formas de ver, pensar y construir las fronteras en su relación con el turismo.

El vínculo entre las fronteras y el turismo es frecuentemente pensado a través de dos ejes. Por un lado, es concebido como promotor del desarrollo económico en las regiones fronterizas, generalmente constituidas como áreas marginales respecto de los centros de poder de cada país. Por otro lado, el turismo es analizado como una actividad relevante para la integración y la cooperación a través del límite internacional.

Los abordajes tradicionales plantean un conjunto de dificultades en torno a la comprensión de la relación entre turismo y fronteras. Por un lado, suponen que tanto el turismo como las relaciones transfronterizas son fenómenos siempre deseables y beneficiosos y, por los tanto, se postulan como la solución para los problemas que atraviesan estas áreas. La idea de que el turismo produce impactos positivos en las regiones fronterizas requiere ser matizada y complejizada. El objetivo no es pasar a señalar sus impactos negativos, sino evitar una mirada simplificada, unilineal, que ignora las múltiples relaciones y dimensiones implícitas en estos procesos sociales.

Por otro lado, frecuentemente se conciben a las fronteras como objetos estáticos y como datos de la realidad. Por el contrario, las nuevas geopolíticas entienden a las fronteras como procesos sociales, esto es, como construcciones históricas y en permanente mutación. Si bien su concepción es inseparable de la formación territorial de los Estados modernos, tanto éstos como otros múltiples sujetos inciden en la permanente reconstrucción material y simbólica de las fronteras. En tanto proceso social, las fronteras no son universales y eternas, sino que asumen formas particulares en el espacio y en el tiempo, a partir de los entramados sociales que les dan forma.

En tercer lugar, se postula que la atractividad turística en la frontera está predeterminada por un conjunto de formas o actividades típicas de estos sitios. Ello se basa en la idea de que los lugares tienen una vocación turística inherente, como si el turismo fuese esencial, natural o inmanente. Además, suponen que los atractivos son tales por sus características intrínsecas y, por lo tanto, universales y eternos. Por el contrario, los nuevos estudios sobre turismo revelan que los lugares turísticos se crean a través de diferentes procesos sociales de valorización positiva de ciertos rasgos de un lugar. La atractividad, entonces, no se ubica en las cosas, sino que se construye a partir de la interrelación entre las sociedades de origen de los visitantes y los lugares de destino.

A partir de estas formas alternativas de pensar las fronteras y el turismo, han surgido nuevos enfoques para comprender sus cruces. Las nuevas geopolíticas del turismo se interesan en el rol que éste ha tenido en los procesos de construcción territorial y de fronterización, en los diferentes contextos históricos. Así, se analizan los significados cambiantes que ha tenido el turismo, desde su rol en la consolidación de la soberanía nacional y control de ciertas áreas limítrofes, hasta convertirse en paradigma de las relaciones paradiplomáticas y los proyectos de cooperación entre municipios o regiones de diferentes países.

Paralelamente, se complejiza la mirada sobre los procesos de construcción de atractividad en las fronteras. Los entramados socio-históricos de cada sitio dialogan con las formas de valorización de las sociedades que viajan, para dar origen a formas concretas de atractividad en cada lugar y en cada tiempo. En muchos casos, estos procesos se vinculan con diferentes lógicas de patrimonialización que, intencionadamente o no, favorecen el consumo turístico.

El turismo propone ciertas formas de ver, transitar, fotografiar disfrutar o experimentar las fronteras. No sólo transforma los usos dominantes y acondiciona materialmente los lugares, sino que además construyen imaginarios que circulan y producen efectos. Ello revela las relaciones de poder implícitas en los procesos de valorización turística, las lógicas de apropiación y desposesión, los vínculos conflictivos y las tensiones entre diferentes construcciones socio-espaciales, entre múltiples territorios y fronteras en pugna.

La reflexión sobre la relación entre turismo y fronteras revela un conjunto de temáticas y enfoques tradicionales que hoy día son cuestionados y reelaborados, aún en forma incipiente, por abordajes alternativos. Las nuevas geopolíticas proponen diferentes perspectivas para comprender las formas en que las fronteras son reconstruidas permanentemente a través de múltiples sujetos y prácticas, entre ellas el turismo. Nos encontramos frente al desafío de complejizar las miradas y evitar esencialismos, para contribuir a una mejor comprensión de los cruces que se producen en la actualidad, entre el turismo y las fronteras nacionales.

Para mayor información:

PORCARO, Tania. Turismo y fronteras: revisión de la producción académica y los aportes conceptuales desde la geografía. Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía. 2017, vol. 26, núm. 2, p. 13-29. doi: 10.154467rcdg.v26n2.59234.

* Tania Porcaro es investigadora del Grupo de Estudios sobre Fronteras y Regiones de la Universidad de Buenos Aires.

¿Colores opuestos? La diversidad en el espacio turístico de Buenos Aires

Mercedes González Bracco*

Linda Kotschack**

Como las ciudades que los albergan, los espacios turísticos urbanos son producto de tensiones y negociaciones por parte de los actores sociales que intervienen sobre ellos. Entendido de esta manera, el “espacio turístico” no responde tanto a una cartografía sino a las prácticas que se realizan en él. Bajo esta premisa nos interesa abordar dos barrios de la ciudad de Buenos Aires: La Boca y Palermo, diferentes en su historia, paisaje y composición demográfica, pero igualados por su interés turístico.

Buenos Aires, capital de la Argentina, gran metrópolis vibrante y heterogénea, muestra su diversidad como un valor distintivo. Los barrios de La Boca y Palermo se encuentran entre los más frecuentados por los turistas, pero mientras La Boca es motivo de la postal quizás más clásica de Buenos Aires, fácilmente comprobada con una búsqueda de imagen en Google, Palermo propone un paisaje urbano pintoresco más difuso, sin ninguna marca puntual distintiva.

Imagen 1. Resultado de búsqueda de imagen en Google “La Boca”
Imagen 1. Resultado de búsqueda de imagen en Google “La Boca”

Imagen 2. Resultados de búsqueda de imagen en Google “Palermo Soho”
Imagen 2. Resultados de búsqueda de imagen en Google “Palermo Soho”

La Boca es un barrio de perfil popular, conocido como hogar de inmigrantes trabajadores del puerto que residían en viviendas compartidas llamadas conventillos. Su conformación como espacio turístico se dio paulatinamente alrededor de Caminito, un pasaje colorido inaugurado en 1959 por un grupo de vecinos notables. Hoy en día, en sus alrededores el visitante se encuentra con restaurantes for export y locales de souvenirs albergados dentro de conventillos refuncionalizados. Más allá de la zona turística, desde la década del 70 La Boca se enfrenta con una reputación de peligrosidad a partir del cierre del puerto que modificó su composición sociodemográfica acompañada de una degradación urbana creciente. Debido a ello, los turistas no se aventuran mucho más allá de la zona de Caminito. Sin embargo, ven en el acceso a los museos de la zona una posibilidad de “salir de la burbuja” creada para ellos.

Por su parte, la zona de Palermo bautizada Soho inició su transformación en los años ochenta con la llegada de artistas y arquitectos que podían experimentar nuevos arreglos espaciales en un área de bajo valor inmobiliario. Hacia fines de la década del 90, este sector sufrió una nueva mutación cuando comenzó a atraer propuestas comerciales ligadas al diseño de indumentaria y gastronomía de autor. El viejo perfil residencial del barrio se transformó así en una cara joven, cuya atracción para el turismo se ubica en una experiencia cosmopolita con un giro local donde no hay una imagen icónica, sino más bien muchas postales posibles de un paisaje urbano singular. El patrón está construido a base de arquitectura, color y propuestas comerciales de autor que permiten un derrame hacia áreas lindantes, llegando incluso a los barrios vecinos.

Abordando estos espacios desde las prácticas de los turistas, la diferencia más notoria puede ser resumida como “enclave vs. derrame”. Así observamos que, mientras en La Boca el circuito Caminito se ha visto restringido a un perímetro que no puede perforar, desplegando allí una serie de propuestas estereotipadas como for export, en Palermo Soho el espacio turístico se desarrolla de manera centrífuga, abarcando nuevos lugares que deben ser “descubiertos” en una lógica más cercana al turismo flaneur. Esta diferencia fundamental se establece a partir de los discursos y prácticas vinculadas a estos espacios, destacándose un atributo: la seguridad.

Como sabemos, el espacio turístico presenta la necesidad de transmitir algo extraordinario y remarcar la singularidad del lugar y al mismo tiempo hacer que el visitante sienta una familiaridad que lo mantenga cómodo y seguro. Se produce de este modo una paradoja entre lo heterogéneo y local y lo homogéneo y global, que se resuelve de maneras diferentes. En La Boca lo homogéneo está en el tipo de uso turístico que se hace de ella. Los turistas sacan fotos, compran suvenires y prueban comida local for export. Se ve en los comentarios en TripAdvisor que reconocen este espacio como un lugar fabricado para el turista. Aun así lo van a visitar porque es un lugar cuya singularidad, ubicada en su estética colorida y su importancia histórica, hay que ir a comprobar. En Palermo, en cambio, la especificidad parece estar en la convivencia armoniosa de la paradoja. En este lugar encontramos lo cosmopolita y lo local en una mezcla caótica pero inteligible para el turista, que la abraza como muestra de la autenticidad vernácula. La posibilidad de manejarse solos y de mezclarse con los vecinos que también eligen esta zona para comprar y comer afuera constituye el principal atractivo de esta propuesta “experiencial”, enmarcada además por un escenario ameno y de pequeña escala que invita a transcurrir el tiempo más lentamente.

Para mayor información:

GONZÁLEZ BRACCO, Mercedes, y Linda KOTSCHACK. El espacio turístico, entre el enclave y el derrame: estudio en dos barrios de Buenos Aires. Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía, 2017, vol. 26, no. 2, p. 373-397.

* Mercedes González Bracco es Doctora en Ciencias Sociales y Licenciada en Sociología por la Universidad de Buenos Aires y Especialista en Gestión Cultural por la Universidad de San Martín. Es Investigadora Asistente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Se especializa en temas relacionados con estudios urbanos, patrimonio y turismo.

** Linda Kotschack es Licenciada en Ciencias Antropológicas por la Universidad de Buenos Aires. Se especializa en temas relacionados con el turismo y estudios urbanos.