Mireia Bosch, Belén Onecha*
La Casa Batlló, Patrimonio de la Humanidad, es uno de los edificios más emblemáticos de Barcelona, no solo por su ubicación excepcional en uno de los ejes más turísticos y comerciales de la ciudad, el Paseo de Gracia, sino también porque debe su autoría al arquitecto de fama mundial Antoni Gaudí.
Su estratégico emplazamiento ha propiciado que con el tiempo haya acogido diferentes usos, que requerían reformas interiores parciales; pero además, durante las últimas décadas del siglo XX, el interés turístico por la casa fue creciendo exponencialmente, lo que originó nuevas intervenciones para adaptarse a uso público. Es en ese momento que surgió el conflicto, entre las exigencias de la visita turística y la necesidad de preservar los valores del edificio que han hecho al monumento digno de protección como Patrimonio de la Humanidad.
El porqué del plan director
La sociedad privada Casa Batlló SLU, propietaria actual del edificio, planteo en el año 2013 la posibilidad de garantizar el acceso universal al monumento, reduciendo al mínimo las barreras arquitectónicas y a la vez ampliar la visita turística. Para poder llevar a cabo dicha tarea encargaron, previo al proyecto, la realización de un Plan Director; con el objetivo de establecer criterios globales de intervención y un orden de prioridades para las actuaciones futuras.
La figura de Plan Director para la Restauración o la Intervención en monumentos obliga a una comprensión global del edificio, basada en un conocimiento profundo del mismo. Así pues, en este caso se localizó y ordenó toda la documentación existente relativa al monumento para garantizar su correcta interpretación histórica y distinguiendo las actuaciones de Gaudí respecto a las intervenciones anteriores y posteriores: se determinó el estado de conservación general y particular del edificio; se establecieron unos criterios de intervención globales y específicos, en función a los valores del edificio y sus elementos; y se definió un plan de restauración y mantenimiento en función al estado de conservación.
Los criterios generales de intervención derivan del que se considera el valor máximo de la casa después de un estudio pormenorizado: el valor documental de la fase ejecutada por Gaudí. En consecuencia, se propone la conservación máxima de las condiciones del espacio y del ambiente del monumento de dicha fase; Discernibilidad de forma y material de todos aquellos elementos reproducidos en carencia de documentación rigurosa; Integración con lo existente de todo aquello que tenga que ser nuevo, por razones fundamentalmente instrumentales, de manera que no adquiera más protagonismo que los elementos originales.
Dos datos desconocidos de un edificio patrimonio mundial
1. Se suele creer que la sensibilidad por la obra de Gaudí es un fenómeno reciente, pero durante la redacción del Plan Director, se tuvo acceso a documentación que demostraba que en los años 50 del siglo XX, la propietaria de la galería de arte SYRA, ubicada en los bajos de la Casa, ya mostraba un gran respeto:
» … juzgo conveniente indicar que la índole de mi comercio de carácter artístico y mis propias convicciones personales de máximo respeto de una obra del genial Gaudí, me obligaron a ajustarme a un proyecto de valoración artística aún con menoscabo de mis intereses comerciales -no se olvide que se trata de la reforma de unos escaparates- y el que ahora se cursa contiene las máximas concesiones que pueden hacerse en este aspecto.» (Isern, 1954-55).
2-Actualmente todavía existe una vivienda en uso, concretamente el piso 3-1, cuya familia ha aprendido a convivir con los 992.126 turistas que visitan anualmente Casa Batlló. Es la vivienda que perteneció a la familia Marimon-Batlló, y que ocupa un 75 por ciento de la superficie de la planta tercera. Aún se mantiene el uso y conserva varios elementos con la configuración original como la cocina, las salas a las fachadas principal y posterior y los baños, también los revestimientos murales pintados o de madera según el caso y los pavimentos, de madera en las salas principales y mosaico hidráulico en las estancias de servicio y las habitaciones adosadas a las medianeras; incluso los cielos rasos presentan las formas onduladas similares a las que se han reproducido en la planta noble; también se conservan mayoritariamente las carpinterías originales de ventanas y balcones, las instalaciones de electricidad y agua, y las chimeneas, aunque no funcionan.
Conclusión
Con el Plan Director para la Restauración de Casa Batlló, el monumento dispone ya de una herramienta fundamental para mantener indeleble el legado original de Gaudí, sean cuales sean los usos que vaya experimentando el edificio en su evolución
Además, la existencia de una vivienda casi inalterada en el monumento, incrementa su valor documental, como testigo del modo de vida de la burguesía catalana de principios de siglo XX, que unido al valor arquitectónico-artístico del Gaudí original lo convierte en un elemento único.
Para mayor información:
ONECHA, B., BOSCH PRAT, M., DOTOR, A., OLONA, J. Plan Director de Restauración de la Casa Batlló de Gaudí. Un antes y un después, 2016.
Mireia Bosch Prat es Arquitecta Técnica y profesora colaboradora la Escuela Politécnica Superior de Edificación de Barcelona de UPC. mireia.bosch@upc.edu
Belén Onecha es Dr Arquitecto y profesora asociada de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona de la UPC. belen.onecha@upc.edu