Los municipios pequeños enseñan a los grandes a reducir sus residuos

Mª Àngels Alió

El pasado mes de abril tuvo lugar en la Universidad de Barcelona un seminario el sistema de recogida de residuos domiciliarios con el sistema Puerta a Puerta (PaP) y su relación con el entorno. La denominación PaP se refiere a que los residuos se recogen regularmente en las casas siguiendo un programa semanal sistemático de recogidas. A este seminario fueron invitados técnicos y representantes de varios municipios que lo están utilizando actualmente en Catalunya. Entre ellos los tres municipios que fueron los primeros a introducirlo. Entonces era el año 2.000 y hasta ahora ha ido aumentando el número de municipios catalanes que han optado por este sistema hasta llegar a los casi 150 actuales. También municipios de Mallorca Guipúzcoa y Asturias han optado por este mismo sistema de recogida. Hay que poner atención en estos municipios por distintas circunstancias.

La primera lugar porqué todos estos municipios han asumido explícitamente el objetivo de reducir los residuos de sus habitantes partiendo de la base de lo existente. Es decir, la tradicional competencia municipal en el ámbito de la recogida de residuos y la responsabilidad de la población, mediante el consumo responsable y la separación domiciliaria de las distintas fracciones. Y todo ello sin esperar a cambios estructurales en los procesos productivos, que son del todo imprescindibles pero que todavía se hacen esperar.

Una segunda circunstancia es que todos ellos son municipios pequeños. Efectivamente ninguno de los municipios representados en este seminario tenía más de 15.000 habitantes. En realidad casi la mitad del conjunto de municipios que conforman el sistema PaP catalán tiene menos de 2.000 habitantes y sólo 9 son superiores a los 10.000. Este perfil, que también es el de los municipios vascos y mallorquines, podría interpretarse como una forma de gestión ambiental intrínseca al mundo rural cuando en realidad no es así. En otros países hay muchas ciudades europeas que ya lo utilizan, como Bruselas o Milán. Como también puede encontrarse en muchas ciudades medias, como Monza que fue, por cierto, la ciudad donde se aplicó este sistema por primera vez.

Vale la pena repasar algunos resultados que pueden obtenerse con el PaP tomando como referencia los datos de este mismo conjunto de municipios catalanes. Por ejemplo, que más de la mitad alcanzan cifras anuales de recuperación entre el 60 y el 80% de residuos. Lo que supone una disminución de los residuos llevados a vertedero o incineradores de entre el 40 y el 20%. Estas cifras se traducen en que la media de recogida selectiva es del 59,5%, muy por encima de la media actual de catalana, del 38% y de la media fijada por la directiva europea para 2020, del orden del 50%. A recordar que la destinación de estos materiales es, básicamente, el reciclaje y la transformación en compost en el caso de los residuos orgánicos. En cuanto a este tipo de residuos, la media de recuperación es de 300 gr/persona/día, mientras que la media catalana es de 140. Por otra parte, si se piensa en la calidad, es decir, la recuperación de residuos orgánicos con el mínimo posible de impropios, entendiendo como tales pequeñas fracciones metálicas o de plástico entre otros, nos situamos entonces en cifras que rondan el 96 % de calidad. Cuando la media de otros municipios que usan el sistema de recogida con contenedores en la calle está entre el 80 y el 60%.

Este seminario fue pues un lugar para el encuentro y la discusión de esta experiencia. Al tiempo que también permitió abordar las posibilidades de su difusión otros municipios. En este contexto se perfilaron dos propuestas diferentes en función del tamaño municipal, y en particular las ciudades medias y las más grandes. En el primer caso parecería que se trataría simplemente de promover la adopción de este sistema por parte de una primera ciudad media que demostrara la posibilidad de hacerlo. Como parece que podría hacerlo la ciudad de Vic, con más de 40.000 habitantes. Puede ser más difícil en el caso de las ciudades grandes, aunque el ejemplo de las ciudades europeas grandes que ya lo están aplicando demuestra que es posible. Precisamente por este motivo da muchas esperanzas que fuentes próximas al ayuntamiento barcelonés empiecen a mostrar la voluntad de hacerlo.

Mientras tanto, los municipios pequeños han demostrado que se puede iniciar el proceso de reducción de residuos.

Profesora Titular de la Universitat de Barcelona

ALIÓ, Mª Àngels: La difícil transición hacia la prevención: una visión desde el análisis de las políticas sobre el reciclaje de residuos urbanos. Scripta Nova. Revista electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Vol. XII, núm. 270 (148), 1 de agosto de 2008. http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-270/sn-270-148.htm

Manual de Recogida Selectiva Puerta a Puerta. Asociación de Municipios Puerta a Puerta. 2010, 314 págs. www.zerowasteeurope.eu/wp-content/uploads/2011/06/manual-Puerta-a-puerta-PAP-castellano.pdf

Programa del Seminario sobre Políticas Municipales de Residuos para la redacción en orígen. http://www.ub.edu/cres/sites/default/files/prog_sem_def.pdf