LA MOVILIDAD DE ESTUDIANTES Y ACADÉMICOS: NUEVOS PATRONES DE MIGRACIÓN Y MOVILIDAD EN UN MUNDO GLOBAL

Cristóbal Mendoza

Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa

Barbara Staniscia

Università di Roma “La Sapienza”

Anna Ortiz Guitart

Universitat Autònoma de Barcelona

En un mundo globalizado y tecnológicamente avanzado, las personas migran por razones de índole diversa. La mayoría de las migraciones son de ámbito laboral. Aunque una gran parte de estas migraciones son realizadas por trabajadores poco calificados, que en muchos casos, escapan de realidades laborales y sociales poco atractivas, un número creciente de personas que se desplazan cuentan con niveles altos de calificación y lo hacen en el marco de corporaciones transnacionales, organismos internacionales o, más genéricamente, instituciones como pueden ser universidades o centros de investigación. En este artículo, nos centraremos en el grupo de académicos y estudiantes, que representa, en cierta manera, una forma diferente de entender la migración calificada y permitirá entender al lector la complejidad del fenómeno migratorio en un mundo cada vez más integrado económicamente.

Movilidad de estudiantes

Desde los años ochenta, en Europa, se inició la política de movilidad de estudiantes en el seno de la Unión Europea, como los programas SOCRATES/ERASMUS, que preveían acuerdos bilaterales entre universidades para el intercambio de estudiantes. Teniendo en cuenta estos programas, Russell King y Parvati Raghuram distinguen tres tipos de movilidad internacional de estudiantes: (i) la ‘movilidad por créditos’ (credit mobility), generalmente de una duración inferior a un año, que consiste en realizar parte del período de estudios en un país diferente al propio, gracias a un acuerdo entre ambas universidades; (ii) la ‘movilidad por títulos’ (degree mobility), que consiste en estudiar en el extranjero todo el tiempo necesario para obtener un título de educación superior y (iii) una movilidad no formal que consiste en viajes de estudios o períodos en el extranjero, sin reconocimiento formal de créditos o títulos.

Entre los factores determinantes a la hora de tomar la decisión de estudiar en el extranjero, el papel que desempeña la familia en el proceso que puede impulsar (o contrastar) la elección por parte del estudiante. De acuerdo con Johanna Waters, en el marco de la familia, los estudios en el extranjero son una forma de inversión que genera ‘capital cultural’ o ‘conocimientos tácitos’ y está fuertemente influenciada por la condición social y la economía de la familia. La experiencia internacional, desde este punto de vista, es uno de los factores que influyen en la ‘reproducción de clase’.

La movilidad internacional de estudiantes puede ser considerada como movilidad temporal transnacional; elección que podría enmarcarse dentro de una perspectiva de trayectoria de vida, debido a que esta decisión puede ser decisiva para entender futuras movilidades. Es lo que Russell King y Enric Ruiz-Gelices definen como vínculos de movilidad. Según Lotta Frändberg, se pueden distinguir tres tipos de ‘vínculos de movilidad’: (i) la movilidad temporal internacional como parte de una trayectoria profesional y personal y vinculada a un lugar particular, a una cultura concreta que se traduce en viajes frecuentes y repetidos, estancias temporales y, finalmente, podrían derivar en migración; (ii) la movilidad temporal relacionada con vínculos ‘lejanos’ que implican una movilidad transnacional regular y continua entre espacios geográficos y (iii) la movilidad temporal como un proceso de movilidad continua entre diversos lugares y culturas.

Relacionado con lo anterior, la movilidad temporal de estudiantes en el presente se podría transformar en una migración futura. La comprensión de este fenómeno puede ser útil para realizar proyecciones a medio plazo sobre los desplazamientos de población y estimar los impactos territoriales que se derivan de ello, sea en el país de origen o en el de destino. De hecho, se estima que en el año 2012 al menos 4 millones de estudiantes realizaron estudios en un país diferente al de origen y que esta cifra ha crecido sustancialmente desde el año 2000, momento en que el número de estudiantes en el extranjero ascendía a 2 millones. De 1975 a 2008, el número de estudiantes internacionales se cuadriplicó y, en el período 2000-08, aumentó un 70%. En cuanto a su distribución geográfica, cinco países suman alrededor del 50% del total de estudiantes. Estos países son, por orden de importancia, son Estados Unidos (18%), Reino Unido (11%), Francia (7%), Australia (6%), Alemania (5%). Los principales países de origen son, por el contrario: China, India, Corea, Alemania y Arabia Saudí.

Movilidad de académicos

En un contexto de internacionalización creciente de currículums e itinerarios formativos, los científicos también tienen una predisposición mayor a la movilidad internacional. Se podría incluso afirmar que la academia es internacional por definición y que la ciencia se funda en la circulación de personas e ideas. De hecho, el mercado de trabajo de los académicos es muy particular, en cuanto que la movilidad resulta muy relevante para el desarrollo de la carrera académica. Dicha movilidad se realiza, generalmente, sobre la base de acuerdos entre universidades, que articulan redes de intereses comunes de investigación y, a menudo, viene precedida de una experiencia previa como estudiante. Se podría afirmar incluso que, en algunos contextos académicos, se da una ‘expectativa de movilidad’, a la que los investigadores están expuestos.

En algunos casos, además, los avances en la academia se deben más a la posición de los académicos en las redes de poder locales que a sus propios méritos de investigación. Por tanto, a menudo, la migración puede relacionarse con las trabas existentes en el mercado universitario. Sería el caso de los países mediterráneos (España, Grecia, Italia o Portugal) o de los países del este europeo (Bulgaria, Polonia o Rumanía), donde se observa claramente un efecto de expulsión, derivado de las disfunciones del mercado laboral universitario, donde es, más que una elección, una necesidad. La inseguridad, la precariedad o los bajos niveles salariales son motivos de expulsión de los académicos de estos países y constituyen una apuesta por la migración internacional.

Reflexiones finales

La movilidad de estudiantes ha tenido un gran desarrollo en el debate científico en los últimos diez años. El tema se ha abordado desde una perspectiva individual (en particular, el estudio de los factores que impulsan a los estudiantes a escoger una trayectoria formativa internacional), desde una perspectiva institucional (los factores que mueven a las universidades a atraer, o no, a los estudiantes extranjeros), o desde una perspectiva política (explorar los motivos de los estados nación y de las áreas o instituciones supranacionales, como son la Unión Europea, para impulsar la internacionalización estudiantil). De todo ello, a la hora de entender los flujos de estudiantes internacionales, se debería tener en cuenta tanto los factores derivados de políticas institucionales, nacionales o supranacionales, como las motivaciones personales. Entre estas últimas, se encuentra el crecimiento personal, la creación de capital social y cultural, la adquisición de competencias concretas, o el deseo de vivir nuevas experiencias.

El tema de la movilidad de los académicos también se ha desarrollado ampliamente en los últimos diez años, en un contexto de mayor movilidad y de competitividad creciente entre universidades en un mundo global. En el artículo, se ha puesto en evidencia cómo la movilidad geográfica de los investigadores y académicos, por períodos más o menos largos y frecuencias más o menos intensas, se desplazan en el territorio en pos del intercambio de conocimiento, proyectos e ideas que, a su vez, puede repercutir en una mejora de la carrera académica individual. De esta manera, se ha puesto de manifiesto que, en el caso de migraciones por períodos largos o permanentes, estos movimientos son, a menudo, fruto de las desigualdades globales en el ámbito académico y científico, y reflejan el deseo individual de reconocimiento en el campo de la investigación y la ciencia, así como mejoras económicas, laborales o de condiciones de vida. El papel de las instituciones universitarias, de las políticas nacionales y supranacionales a la hora de favorecer y atraer a académicos también se ha discutido, poniendo de relieve una geografía clara de países que atraen y expulsan, de tal forma que se perfila una tendencia a la concentración de centros de investigación y universidades atractivas a escala global.

Para mayor información:

MENDOZA, Cristóbal; STANISCIA, Bárbara; ORTIZ GUITART, Anna. Migración y  movilidad de las personas calificadas: nuevos enfoques teóricos, territorios y actores. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de  Barcelona,  25 de Julio de 2016, Vol. XXI, nº 1.166. <http://www.ub.es/geocrit/b3w1166.pdf>. [ISSN 1138-9796].

1 Este artículo forma parte de una investigación sobre migración calificada en México y cuenta con el apoyo financiero del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología del gobierno federal mexicano. El proyecto se enmarca en la convocatoria PDCPN2013-01, de atención a problemáticas de interés nacional (proyecto núm. 212208).