Turismo y medio ambiente en una isla Reserva Mundial de la Biosfera: el caso de La Palma (Islas Canarias)

Alejandro González Morales

José Ángel Hernández Luis

Juan Manuel Parreño Castellano1

Las implicaciones que tiene el turismo en la Reserva Mundial de la Biosfera de la isla de La Palma, en el Archipiélago Canario, son muy grandes. En este sentido, la introducción de nuevos usos turísticos en dicha Isla, ha conllevado nuevas pautas en el modelo de desarrollo socioeconómico en términos de sostenibilidad, aportándose algunas iniciativas para disminuir el citado impacto de la nueva actividad económica.

Las principales fuentes en las que nos basamos fueron los informes de la Reserva de la Biosfera, los documentos de planificación territorial, la información de las asociaciones de desarrollo rural de la Isla, los datos de las consejerías de agricultura, ganadería y pesca del Gobierno de Canarias y del Cabildo de La Palma, así como diversa información de las concejalías de desarrollo rural de los catorce municipios.

Pues bien, las Islas Canarias -y en particular La Palma-, presentan numerosos valores biogeográficos, geomorfológicos y ambientales, destacándose por ejemplo una magnífica representación del bosque de laurisilva. Estos valores son los que posibilitaron el que en 1982 un pequeño territorio de la Isla, en concreto el Barranco de Los Tiles, fuese declarado Reserva Mundial de la Biosfera, extendiéndose esta denominación a la totalidad de La Palma en 2002.

El modelo productivo de la Isla ha estado basado tradicionalmente en la actividad primaria, en especial el cultivo del plátano, aunque con una alta representación de la agricultura de subsistencia. Sin embargo, en la actualidad, el sector primario pierde peso ante el auge de los servicios, sobre todo de las actividades relacionadas con el turismo.

Hasta el momento, el modelo de desarrollo turístico ha estado altamente ligado con el mundo rural, la naturaleza y el ecoturismo, aunque en los últimos años también prolifera el de sol y playa, más asociado al turismo de masas, si bien ese modelo dista de ser el más sostenible para la Isla dadas sus características intrínsecas.

En la Reserva de la Biosfera distinguimos tres grandes zonas:

1.- La Zona Núcleo: que engloba los sistemas de mayor protección como el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, la vertiente de medianías del norte insular, la estribación montañosa de Cumbre Vieja, y el territorio ocupado por las lavas del volcán histórico de Nambroque (1949).

2.- La Zona Tampón: que rodea y protege a la zona núcleo.

3.-Las zonas exteriores de transición:en el que se favorecen el uso de los recursos, correspondiéndose con el resto de la Isla.

Zonificación de la Reserva de la Biosfera de La Palma Fuente: ADER - La Palma.
Zonificación de la Reserva de la Biosfera de La Palma Fuente: ADER – La Palma.

En definitiva, se puede afirmar que la Reserva de la Biosfera le proporciona a La Palma un sello que redunda en una imagen de desarrollo sostenible y de calidad, susceptible de promocionarse para la actividad turística, así como para la venta de los productos de la actividad primaria.

Con todo, la Isla presenta una serie de problemas como son su estancamiento demográfico por la emigración y la baja natalidad, su desarticulación económica al tener una economía poco diversificada, etc.

El Plan Territorial Especial de Ordenación de la Actividad Turística de La Palma (2007) y el Plan Insular de Ordenación (2011), han proyectado un modelo de diversificación de los enclaves turísticos por toda la Isla, así como distintas tipologías de turismo, no sólo los segmentos asociados al mundo rural y la playa, planteándose alcanzar las 25.500 camas en 2020. Ante ello, hay que preguntarse si una Isla de escasa superficie y de valores patrimoniales naturales y antrópicos tan elevados, se puede permitir un crecimiento tan sustancial en el número de alojamientos, o por el contrario si es mejor aumentar la calidad de lo ya existente y preservar el territorio como un valor de alta sostenibilidad dentro del contexto de la Reserva de la Biosfera.

Es incuestionable que un mayor desarrollo frenaría la emigración, pero este desarrollo no tiene por qué estar fundamentado en el crecimiento cuantitativo, sino en ofrecer mayor calidad y en atraer a turistas de mayor poder adquisitivo.

Para mayor información:

GONZÁLEZ MORALES, Alejandro, HERNÁNDEZ LUIS, José Ángel y PARREÑO CASTELLANO, Juan Manuel. Los nuevos usos turísticos en la Reserva de la Biosfera de La Isla de La Palma (Canarias). Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, nº 70, 2016, págs. 239-257. Disponible en <http://www.age-geografia.es/ojs/index.php/bage/article/viewFile/2234/2122>.

Frase emblemática:

El desarrollo económico frenará la emigración, pero este crecimiento económico no tiene porqué estar fundamento en el incremento del número de camas turísticas, sino en la mejora cualitativa de la oferta turística.

1 Profesores del Departamento de Geografía de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. alejandro.gonzalez@ulpgc.es; jose.hernandez@ulpgc.es; juan.parreno@ulpgc.es