Apuntes sobre el Sistema Regional de Innovación Vasco y su influencia en la salida de la crisis y transformación de su modelo productivo.

Esther Gil Álvarez (*)

La Comunidad Autónoma del País Vasco es una de las regiones en España que más y mejor ha resistido comparativamente la llegada de la crisis iniciada en 2008. En la explicación de este proceso obviamente coexisten un buen cúmulo de factores. Con todo, y junto a la aplicación de diversas políticas y medidas, y a la existencia de determinadas condiciones de partida, parece que el apoyo sostenido y continuado a la Innovación durante más de tres décadas por parte de empresas e instituciones ha sido clave, además de un elemento diferenciador en el conjunto, viendo en la denominada I+D+i (Investigación + Desarrollo Tecnológico + innovación) una potente estrategia de modernización eco­nómica y social con efectos positivos en la recuperación de la crisis.

Y es que, en efecto, desde los años 80 del siglo XX y sobre la base de diferentes planes y etapas, el País Vasco lleva tiempo intentando sentar las bases de su crecimiento en un modelo pro­ductivo que descanse cada vez más en la economía de la innovación y del conocimiento. Para ello ha ejecutado su propia Polí­tica de Ciencia, Tecnología e Innovación, una de cuyas señas de identidad más notorias reside en la generación y consolidación de su Sistema Regional de Innovación que, junto con el de Cataluña, Madrid o Navarra, está considerado entre los mejores del Estado..

Como es sabido, los Sistemas Regionales de Innovación son básicamente estructuras que crean, desarrollan, transfieren y comercializan inno­vaciones con las que mejoran la competitividad del tejido productivo de una región, creando con ello riqueza y bienestar en su sociedad. El del País Vasco tiene ciertas peculiaridades y ha ido ganando en complejidad. En síntesis, se trata de una red integrada por tres grandes subsistemas con diversos grados de relación: a) el científico y universitario (que incluye Universidades y centros de investigación de excelencia; b) el de innovación y desarrollo tecnológico (con Centros Tecnológicos, Sectoriales, etc.); y c) el de apoyo a la innovación (Parques Tecnológicos, Incubadoras de Empresas, etc.).

El texto pretende realizar una primera aproximación al papel que dicha red y sus agentes integrantes ha desempeñado en la modernización y dotación de una mejor y mayor competitividad a las empresas vascas a través del apoyo a la innovación y el conocimiento; así como indagar en la medida de lo posible si verdaderamente ese papel y ese apoyo a la I+D+i realizado, ha tenido un efecto y unos resultados relevantes en su relativa mejor respuesta a la crisis y en la transformación de su modelo productivo.

La revisión de la literatura existente, la información y explotación de los datos contenidos en diversos informes, estadísticas y otras fuentes consultadas han permitido obtener las siguientes ideas o conclusiones:

En primer lugar, y como se ha señalado, diversos estudios sobre el alcance de la crisis en España avalan que, dentro de un período común regresivo que afecta a todas las regiones, existen notables diferencias entre ellas, despuntando el País Vasco, Navarra, Madrid y Cataluña como las mejor situadas, y siendo la vasca la menos afectada de todas.

A este respecto, la comparación regional a escala nacional y europea durante el periodo recesivo refleja que el territorio vasco se caracteriza sobre todo por unas determinadas condiciones de base entre las que destacan, en comparación con el promedio nacional, un Producto Interior Bruto por persona (PIB per cápita) más elevado, un empleo más cualificado, un sector industrial muy potente, un menor peso de la construcción y en especial, una mayor capacidad de innovación, lo que explicaría su mejor comportamiento relativo.

Pues, en efecto y como ya se ha avanzado, la Comunidad ha apostado y mantenido el pulso inversor en Innovación y Desarrollo consolidando y expandiendo su Red de Innovación en todo momento. Así lo demuestra el análisis de los llamados “Indicadores de Innovación”, como el nivel de inversión o los recursos humanos dedicados a la misma. En ambos casos revelan un muy buen posicionamiento, presentando un nivel relativo superior a la media española. La inversión en I+D+i no ha dejado de crecer o al menos no ha disminuido durante la crisis, mostrando a las claras la voluntad de transformar su modelo de desarrollo hacia la innovación en términos de excelencia. El gasto en Innovación evidencia el importante papel desempeñado por el sector empresarial. Así, la inten­sidad de la I+D+i en las empresas está considerada la más importante de España, incluso superior a la de países europeos líderes en actividades innovadoras. De ahí que, el análisis del papel y los efectos de la política de apoyo a la innovación sobre las empresas revele datos bastante positivos tanto desde la óptica de su mejor conducta respecto a la crisis (menos despidos, menor tasa de paro relativa, mayor nivel de internacionalización (exportaciones), mejoras en las formas de producir, etc.), como en lo relacionado con la ansiada transformación del modelo económico hacia sectores de mayor contenido tecnológico y valor añadido.

Ahora bien, el análisis de la función de los distintos agentes del sistema de innovación vasco en este proceso pone al descubierto igualmente diferencias importantes entre ellos, destacando las empresas y los Centros Tecnológicos como los elementos más activos del sistema. Por otro lado, y aunque se está en la buena dirección, se han detectado ciertos “fallos” o insuficiencias que distan de su consideración como un “sistema perfecto”. Entre las principales debilidades de éste, se destaca que las interrelaciones entre las empresas y los equipamientos tecnológicos y científicos (Universidades, Centros Tecnológicos, etc.) no han llegado a tener todavía el nivel de densidad que sería deseable para generalizar los comportamientos innovadores al conjunto del tejido productivo, siendo necesario su aumento mediante la toma de las decisiones oportunas al respecto.

(*) Esther Gil Álvarez es profesora del Departamento de Geografía de la Universidad de Valladolid

Para mayor información sobre el tema consultar en:

GIL ALVAREZ, Esther. (2016): Aproximación al sistema regional de innovación vasco y su papel en la transformación del modelo productivo. En Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, ISSN 0212-9426, Nº. 71, 2016, págs. 273-300 <http://www.age-geografia.es/ojs/index.php/bage/article/viewFile/2283/2175>