Por: Laura Melissa Rúa
Pocos se han preguntado qué ocurre tras los muros de una prisión, pues para centenares de personas las cárceles son espacios de custodia, son medidas de protección para las avenidas, las calles, y todo tipo de áreas destinadas para el tránsito, las cárceles son entonces, esos lugares que alejan a la sociedad de los ‘peligros’ que representan los “delincuentes”.
Sin embargo, para quienes se preguntan por la vida de los reos y el ¿Cómo se vive tras las rejas? ¿Si se sufre o se ríe?, ¿si se siente cómo un hogar o un infierno?, ¿quién ejerce el control en su interior? o, acaso, ¿si se cambia o se empeora, tras la temporalidad en el encierro?, se les permitirá conocer un espacio como el de la cárcel Bellavista desde la voz de 50 de sus detenidos, quienes son habitantes de los diferentes patios de esta cárcel, y que han decidido detallar, parte de su experiencia de vivir en el encierro.
La cárcel Bellavista se localiza en la ciudad de Medellín- Colombia, y es un escenario de internamiento masculino que radica en esta geografía desde 1923, albergando a diferentes hombres que, sobreviven en un espacio hacinado y limitado compuesto por dieciséis (16) patios. Hoy esos 8.070 hombres encerrados, pactan entre sí, para conseguir un vivir tranquilo en un escenario tendiente al conflicto, debido a la presencia de sujetos de diferentes grupos “combos” o popularmente “Razones” que aunque enemigas extramuros, se distribuyen en Bellavista para purgar su pena.
Pero Bellavista, no es solo un escenario de castigo a la infracción a la ley, esta cárcel se caracteriza desde la voz de sus reclusos, por ser un lugar circunscrito por nomas, leyes y característicos modelos de vida que se forjan como consecuencia de unos poderes diseminados en el lugar, y dominios encargados, de construir el gobierno que da forma a ese pequeño mundo que se edifica dentro de esta prisión.
Según sus reclusos, en la cárcel Bellavista todo tiene un precio, y el poder es ejercido por diferentes Razones: “De las puertas para adentro mandan los combos” (Recluso Patio 4) esos combos o Razones que dictaminan cómo funciona el interior de esta cárcel: “los problemas internos se solucionan internamente.” (Recluso Patio 1). Y si se les pregunta a los reclusos, ¿quién designa estos combos o Razones para ejercer el poder en Bellavista? ellos referencian que estas designaciones vienen desde afuera, sin embargo, son igualmente avaladas por el Instituto Penitenciario y Carcelario –inpec- y por los presos en todos los rincones de esta geografía de encierro.
Estos poderes que direccionan el interior de la cárcel Bellavista se organizan jerárquicamente. De manera que existe en el encierro, una pirámide de controles, reconocida al interior de Bellavista de la siguiente manera:
- En primer lugar se encuentran los caciques: estas son las figuras de mayor autoridad dentro de la cárcel, quienes dictaminan todo cuanto ocurre y la manera cómo ocurre en Bellavista. El cacique es el único jefe en un patio, el encargado de mantener el control y la paz en la cárcel, y quien designa los precios de los privilegios internos. Viven en los mejores lugares de la cárcel y pocas veces se mezclan con la totalidad de los reclusos.
- En segundo lugar, se encuentran la segunda y la tercera: estos son la continuidad del poder, los directamente encargados de dar cumplimiento a las ordenes de la máxima autoridad, y son los rostros visibles del poder en un patio.
- En tercer lugar, se encuentran los coordinadores de patio, seguidos por los coordinadores de pasillo, quienes en su conjunto son los encargados de brindar seguridad en los patios.
- En cuarto lugar se encuentran los apá, los llaveros y los parlantes: al primero se le destina el negocio de la droga, al segundo portar las llaves que cuidan y separan un portón de otro, mientras el tercero tiene por misión, informar quienes visitan los patios y los lugares de tránsito sin ser autorizados.
- Y en quinto y último lugar en esta pirámide, se encuentran los cachorros: este grupo se compone por quienes realizan cualquier tipo de labor designada por los mandos al interior de la cárcel.
Esta pirámide resume en su totalidad, ese poder político, económico y espacial que regula el interior de la cárcel Bellavista. Aunque se agrega para los lectores, que existen poderes menores que se localizan en el espacio bajo normas y regulaciones propias que no trasgreden ese gobierno generalizado. Y es que tener algo en el encierro proporciona cierto status a un preso, un lugar para dormir, una cama o incluso un televisor, asegura un estilo de vida en prisión. Sin embargo, no todos los presos tienen los medios suficientes para sobrevivir en Bellavista y por ello se ven obligados a servir.
En Bellavista existe un modelo de vida que compra, vende o permuta, que obedece y que manda y tan efectivo es, que asegura cierta tranquilidad tras las rejas, es por ello que los reclusos no se interesan en atentar con aquel orden que normaliza la vida en la prisión.
En la cárcel Bellavista tras estas viejas rejas que separan al hombre de la libertad dándole la identificación social de recluso, se vive según sus reos, supeditado a normas creadas por los combos o Razones. Y para quienes se preguntan por otros aspectos de la vida tras las rejas en Bellavista, solo puede decirse que:
Los presos en esta cárcel no viven en un hogar, sino que poblan indefinidamente una zona que les permite a algunos de ellos, un dominio sobre algo y les asegura cierto prestigio o poder; como en cualquier lugar, dentro de Bellavista, se dan momentos de risas, celebración e incluso de llantos a falta de la familia, y de la libertad. Y, en cuanto a si se cambia o empeora tras largo o poco tiempo en el encierro, se agrega que, cada preso es un mundo, representa una idea y tiene sus propias concepciones acerca de lo que hará una vez finalice el encierro. Lo que se concluye de la vida en Bellavista, es que para muchos presos esta cárcel es el mayor de los aprendizajes, pero para otros las rejas, las normas, los grupos y la doble autoridad impuesta por el inpec y las Razones en cada patio, representan el mayor de los infiernos.1
1 Para mayor información ver el artículo: “construcciones socio-espaciales en el encierro: La cárcel Bellavista.”