Premio Internacional Geocritica al profesor Jordi Borja

Horacio Capel*

El Premio Internacional Geocrítica empezó a concederse en 2002, con ocasión del IV Coloquio Internacional Geocrítica. Desde entonces se han concedido dieciséis premios, siendo el último el que se entregó el 15 de febrero de 2018 al Profesor Jordi Borja.

Se concede a los investigadores y docentes que han destacado en un campo específico, pero tienen también apertura a otras perspectivas científicas.

La mayor parte de los premiados son geógrafos: Roberto Lobato Corrêa (2003), Pedro Cunill (2005), Robert Herin (2006), Jorge B. Gaspar (2007), Maria Dolors Garcia Ramon (2011), Camilo Domínguez (2009), Ana Fani A. Carlos (2012), Atlántida Coll Hurtado (2014), Ricardo Méndez (2015) y Ángelo Turco (2016). Hay también historiadores de la ciencia como Elías Trabulse (2002), historiadores de la ciencia y geógrafos como Thomas F. Glick (2004), economistas como José Manuel Naredo (2009), arquitectos y planificadores como Carlos A. de Mattos (2010), historiador del arte (2013) como Antonio Bonet Correa. El de este año, Jordi Borja Sebastiá, se puede calificar a la vez de geógrafo, sociólogo y urbanista.

Los premiados pertenecen a diez nacionalidades: España (5), México (2), Brasil (2), Estados Unidos, Venezuela, Francia, Portugal, Colombia, Chile e Italia. La entrega de los premios se ha realizado en Barcelona, en las ciudades donde se han celebrado los Coloquios de Geocrítica (Porto Alegre, México, Buenos Aires, Santiago de Chile y Bogotá) o en otras ciudades por diversas circunstancias. Todos los premiados han acudido a esos lugares a recibir el premio y han preparado una conferencia, que está publicada, sobre temas relacionados con su campo, sobre sus aportaciones al mismo en relación con los cambios en el panorama mundial de la ciencia y de las ideas.

En el Acta del Jurado del Premio Internacional Geocrítica 2017 al Profesor Jordi Borja, se hace constar que se le concede “por su trayectoria investigadora sobre los problemas urbanos y su compromiso ciudadano”. En su actividad, efectivamente, se deben valorar las dos dimensiones.

Su trayectoria investigadora

Jordi Borja ha sido profesor de sociología urbana y de geografía urbana, desde 1968, en las universidades de Barcelona y Autónoma de Barcelona (1972-84), y desde 2006 de la Universitat Oberta de Cataluña. También ha dado cursos en diferentes universidades europeas y americanas.

Tiene una obra muy amplia, que ha ejercido una gran influencia intelectual, en la geografía, en la sociología y en el urbanismo, así como en los movimientos sociales urbanos. Sus trabajos son muy conocidos en España y en los países iberoamericanos, pudiéndose decir que es uno de los científicos sociales españoles más relevantes en el panorama internacional, como puede comprobarse fácilmente.

Ha publicado 30 libros como autor o coautor (con Manuel Castells Chris Benner, Mireia Belil, Zaida Muxí o Oriol Nel·lo); y unos 250 artículos de investigación de carácter urbano, social y político, además de bastante más de un millar de artículos periodísticos. Se ha preocupado siempre de difundir sus ideas a través de la prensa periódica, en diarios como La Vanguardia, El País, Público y otros, así como en revistas semanales y mensuales, impresas o digitales, y en publicaciones críticas de tipo diverso.

En sus trabajos ha abordado diferentes líneas de investigación. Las iniciales, desde los años 1960, fueron el estudio de la democracia local, incluyendo el problema de la inmigración; el tema de la participación ciudadana y los derechos de los ciudadanos; la organización de las áreas metropolitanas y su gestión.

A mediados de los años 1980 la importante experiencia de descentralización de Barcelona, en la que estuvo comprometido, dio lugar asimismo a varias publicaciones suyas en revistas jurídicas, de urbanismo y de ciencias sociales sobre la reforma del Estado y la descentralización territorial, especialmente tras el proceso que se puso en marcha en España de creación de las Comunidades Autónomas, a las que se transfirieron un gran número de competencias urbanísticas. Su libroEstado y ciudad: descentralización política y participación (1988) constituyó una valiosa contribución al tema.

A estas cuestiones se unieron la incidencia de la globalización a diferentes escalas, desde la mundial a la regional y local, las organizaciones internacionales de ciudades, el papel de las ciudades y de sus autoridades locales en el sistema de las Naciones Unidas, la democracia local, la gestión de las ciudades en la era de la información; así como el impacto de las nuevas tecnologías en las ciudades, la ciudad multicultural, el espacio público como espacio de ciudadanía, y los equipamientos como oportunidades sociales. También es muy temprana su reflexión sobre los actores sociales en la construcción de la ciudad

Desde el comienzo del nuevo milenio ha retomado temas antiguos, que va enriqueciendo. Como hace en su libro Revolución urbana y derechos ciudadanos (2013). Ha seguido reflexionando sobre el urbanismo y sus límites, el cambio en el papel de la ciudad como medio de acumulación del capital, o “la contradicción básica entre los intereses de la acumulación del capital y las demandas de reproducción social”.

Ha pensado intensamente sobre la economía urbana especulativa que, debido a las políticas neoliberales, se ha convertido en “la actividad más rentable para acumular capital”; y sobre las consecuencias de la aplicación de dichas políticas, que han contribuido a aumentar las desigualdades.

Ha sido importante la reflexión de Jordi Borja sobre las políticas de izquierda acerca de la ciudad. Ha defendido que el pensamiento marxista permite “desvelar no solo las injusticias de la ciudad (,..) sino entender el conjunto de mecanismos y de agentes que provocan esta injusticia”, Pero el suyo ha sido siempre un marxismo no dogmático, que no ha dudado en cuestionar la evolución de la izquierda, y sus relaciones con la democracia, la crítica de los totalitarismos, en defensa de los municipios democráticos y el movimiento ciudadano, las políticas municipales de izquierdas. Y ha sostenido abierta y brillantemente la posibilidad de un ‘urbanismo marxista’.

Su compromiso ciudadano

Al mismo tiempo, su compromiso ciudadano ha sido muy destacado, y ha alimentado su obra científica.

Contribuyó, con otros técnicos de izquierdas, a la fundación del Centro de Estudios Urbanos, Municipales y Territoriales (CEUMT), que tuvo una gran actividad en los años de la transición democrática. En 1980 fue elegido diputado al Parlamento de Cataluña por el PSUC. Vale la pena recordar que entre 1983 y 1995 formó parte del gobierno municipal del Ayuntamiento de Barcelona, donde desempeñó el cargo de Teniente de Alcalde (1983-1995), y Vicepresidente Ejecutivo del Área Metropolitana de Barcelona (1987-1991), siendo muy influyente en las transformaciones que tuvo la ciudad en participación ciudadana, descentralización y urbanismo.

Su experiencia municipal ha sido utilizada en diversas ciudades iberoamericanas. Es muy conocido internacionalmente ya que ha participado en diferentes foros críticos y alternativos; por ejemplo en el último desarrollado en la ciudad de Quito, el Foro Social Alternativo a Habitat III. Después de largos años dedicados a la investigación y a la actividad política y a los movimientos ciudadanos, sigue en la lucha para que la ciudad sea mejor.

Tiene una espléndida formación para abordar los estudios urbanos por sus propias investigaciones, a caballo entre la geografía, la sociología y el urbanismo, y por su actividad profesional y cívica, comprometido con la política y con los movimientos vecinales. Siempre ha considerado que los científicos sociales “deben intervenir en el presente para condicionar o influir en el futuro”.

Para mayor información:

Premio Internacional Geocrítica http://www.ub.edu/geocrit/pgc.htm

*Horacio Capel es profesor emérito de la Universidad de Barcelona.