Políticas de innovaciones para África

Jussi S. Jauhiainen*

África subsahariana tiene algunas de las áreas de crecimiento económico más rápido en el mundo. Durante los últimos años, el desarrollo económico ha sido ayudado por el crecimiento de la población urbana – que también es uno de los más rápidos mundialmente. Podemos añadir todavía el hecho de que en muchas partes la mayoría de la gente tiene ya teléfono móvil, y muchos de ellos poseen una conexión Internet.

Sin embargo, todavía imaginamos África subsahariana con viejas ideas. Hay que cambiar la imagen de que es un lugar pobre, rural y subdesarrollado, y transformarla en una imagen nueva, la de África como una potencia fuerte. Con esto no hablamos de un futuro distante, sino de uno próximo que puede ser realidad en los años 2020. África será el continente del siglo XXI. Por eso, hay que mirar atentamente, y seguramente admirar, lo que pasa en África en los campos de innovación.

—-

TENEMOS QUE CAMBIAR NUESTRA IMAGEN DE ÁFRICA SUBSAHARIANA, DE UN ÁREA MÍSERA A UN ÁREA CON MUCHA POTENCIA EN INNOVACIÓN Y ECONOMÍA

——-

La realización de la potencia de África no es, y no será, automática. Una de las claves cruciales para un desarrollo destacado y sostenible es la política de innovación, o, mejor dicho, las políticas de innovaciones. Hoy en día muchos países en África tienen ya una política en este sentido. En los últimos años muchos gobiernos de los países subsaharianos han impulsado nuevas políticas que incorporan en su vocabulario palabras claves como innovación, tecnología y ciencia. Por eso, aparentemente, parece que todo fuera en el camino correcto hacia el desarrollo del siglo XXI.

Las investigaciones que he realizado recientemente en Namibia (con una superficie 1.5 veces más grande que España pero con solo 2 millones de habitantes y con un PIB per cápita 5 veces más bajo de España) y en Tanzania (superficie 2 veces más grande de España, con el mismo número de habitantes y con un PIB per cápita 17 veces más bajo que este país), muestran que la mayoría de los documentos publicados sobre la política de innovación no han captado suficientemente bien los aspectos más importantes y recientes de la misma. Estos documentos expresan la idea de realizar el desarrollo con acciones de gobierno dirigidas de arriba para abajo, miran sólo en el territorio nacional y no perciben bien las capacidades de la gente común y de las tradiciones indígenas.

En efecto, las estrategias y políticas de innovación en África mantienen una influencia directa de las políticas de los países occidentales mucho más desarrollados. En muchos casos se trata de influencia de las políticas de innovación de los años 1990 y principios de 2000. Entonces era crucial concentrar los esfuerzos en nuevas tecnologías, muchas de ellas basadas en la investigación universitaria, tanto en ingeniería aplicada como en medicina. En muchos casos la ruta de la innovación partía del desarrollador y llegaba posteriormente al público. Los objetivos más típicos eran objetos complejos que implicaban tecnologías avanzadas y costaban mucho a los usuarios. Por eso, para estos instrumentos tecnológicos el mercado se restringía sobre todo a pocas personas e instituciones. También había mucha distancia entre el sector privado, los entes públicos y las ONG, por no hablar de la gente común.

Pero, en los últimos 5 a 10 años mucho ha cambiado en el campo de innovación, y muchas más cosas van a cambiar en el futuro. Ahora, en lugar de desarrollar innovaciones para la oferta, o sea, en lugar de empezar por desarrollar el objeto tecnológico y después ver si hay bastante demanda para esto, en la actualidad la mayoría de las innovaciones son de demanda; es decir los desarrolladores buscan y crean demanda y después desarrollan el objeto o el servicio para responder a ella. Es importante advertir que, comparando con la producción de objetos materiales, tienen ahora más mercado varios servicios digitales y otras cosas inmateriales, que, además, por su parte incrementan el valor añadido más rápida y más fácilmente.

Otro cambio significativo es que la imagen tiene una importancia relevante. No solo la funcionalidad, una de las trampas en que cayó el gigante de telefonía móvil Nokia, de origen finlandés. Las políticas de innovación tienen en cuenta hoy en día específicamente el contexto en que se aplican.

En los campos de la innovación se aplican ya sistemas regionales y transfronterizos de innovación. Por mencionar algunos ejemplos: frente a las políticas exclusivamente nacionales se utilizan acuerdos internacionales; en lugar de privilegiar sectores aislados, se aplica la cuádruple hélice de cooperación entre los entes públicos, privados, de ONG y los ciudadanos; frente a la innovación cerrada o restringida, se insiste en la innovación abierta.

Las políticas en África no tienen en cuenta suficientemente estos cambios. Tampoco captan los modos de unir las tradiciones indígenas con las necesidades actuales y las de mañana o pasado mañana. Muchas innovaciones del futuro proceden en realidad de la multitud de la gente. Esta multitud es al mismo tiempo el proponente y el usuario de las innovaciones. Hoy en día, esa nueva tendencia se ve en las empresas que “mezclan” innovación, tradición, masas, acceso e imágenes, como, por ejemplo, Google y Facebook. El futuro de innovación no está en dirigir la política pública desde arriba sino en una práctica en que la política pública se vincula a la práctica privada y con las ideas, usos y necesidades de las masas.

Para conclusión, volvemos en tres asuntos importantes. Primero, tenemos que cambiar nuestra imagen de África subsahariana de un área mísera a un área con mucha potencia en innovación y economía. Segundo, los países y regiones de esta amplia área, que por supuesto tiene mucha diferencia interna, necesitan adaptas políticas de innovación que sean bastante flexibles para realizar la potencia que tiene la población creciente. Tercero, los caminos para el futuro pueden y tienen que ser diferentes. Entonces, para esto, no necesitamos una política de innovación pero políticas de innovaciones para África.

Para mayor información: HAUTALA, Johanna & JAUHIAINEN, Jussi S. (2014). Spatio-temporal aspects of knowledge creation. Research Policy 43, 655-668.

JAUHIAINEN, Jussi S. (2014). Baltic Sea Region innovation systems: Challenges and opportunities. Baltic Sea Policy Briefing 1/2014, 7-17.

Jussi S. Jauhiainen es Catedrático de Geografía en la Universidad de Turku, Finlandia, así como Profesor de esta materia en la Universidad de Tartu en Estonia. Sus trabajos científicos tratan de desarrollo, planificación y política regional y urbana los cuales ha realizado sobre todos los continentes.