La justificación política de la expansión inmobiliaria y residencial tras la crisis

Alejandro Mantecón, Joan Carles Membrado y Raquel Huete

La proliferación de urbanizaciones y diseminados de «casitas» en las periferias de tantos municipios situados en las regiones mediterráneas reconfiguró la estructura urbana y social en la que se insertaban sus poblaciones y generó diversos efectos que de diferentes maneras afectaron a las dimensiones políticas, socioeconómicas, culturales y al entorno medioambiental de estas sociedades. Este proceso hunde sus raíces tiempo atrás, aunque la intensidad adquirida en la provincia de Alicante durante los diez años anteriores al estallido de la burbuja inmobiliaria llegó al paroxismo.

Urbanización “Castalla Internacional” Fuente: Raquel Huete
Urbanización “Castalla Internacional” Fuente: Raquel Huete

Antes de 2007 los discursos políticos hegemónicos habían caracterizado el proceso de expansión inmobiliaria y de atracción de residentes procedentes de países europeos con un PIB per cápita superior al español como «no problemático» o, sencillamente, como una fuente sostenible de producción de riqueza y, en definitiva, de progreso.

% de población extranjera empadronada en 2012


LitoralPrelitoralInterior
Municipios con una población extranjera entre un 25% y un 50%-Busot -Finestrat -Teulada-Moraira -l’Alfàs del Pi-La Nucia -San Miguel de Salinas -Bolulla -Tàrbena-Millena -Beniardá -La Romana -Xixona
Municipios con una población extranjera igual o superior al 50%-Calp -San Fulgencio -Benijófar -Benitatxell -Rojales-Llíber -Algorfa -Daya Vieja -Benidoleig -Alcalalí-Castalla -Hondón de las Nieves -Hondón de los Frailes

Fuente: elaboración propia a partir de datos de la Estadística del Padrón Continuo a 1 de enero de 2012 (INE, 2012).

En el ámbito local, el colapso del sector del ladrillo y la constatada incapacidad de las instituciones políticas y económicas para generar nuevas fuentes de riqueza ha obligado a los políticos municipales a realizar matizaciones. En el escenario posterior a 2008 los representantes locales de los partidos mayoritarios reconstruyeron su sistema de justificaciones produciendo nuevas claves legitimadoras que integraban los impactos de la crisis. Así, resulta interesante observar cómo, a la vez que se empezaban a admitirse aspectos críticos, se omitían posibles responsabilidades políticas y, por supuesto, cualquier reconocimiento a quienes advirtieron de los riesgos de especializar el desarrollo municipal amplificando hasta límites insospechados una economía inmobiliaria carente de planificación y disfrazada de desarrollo turístico-residencial.

Los aspectos críticos que los políticos se mostraron dispuestos a reconocer se asocian a las demandas de los residentes extranjeros y a la negligencia de los promotores inmobiliarios. Con el primer grupo se pasó a adoptar una actitud ambivalente: por un lado, de agradecimiento por «los servicios prestados» (inversión económica en el municipio acompañada en las etapas iniciales de una ausencia de exigencias) y, por otro lado, de cierto hartazgo ante sus crecientes demandas a los respectivos consistorios y su recalcitrante reticencia a adaptarse a los ritmos de la vida local y, más allá, a la forma de ver el mundo de los españoles. Respecto al segundo grupo, el de los promotores, se pasó a establecer un discurso, podría decirse, orientado al distanciamiento y a la recriminación. De tal modo, las complicaciones derivadas de la nueva configuración socio-espacial del municipio, así como las posibles carencias de infraestructuras, sería el resultado de la negligencia de constructores irresponsables y, en última instancia, de los consumidores de sus productos inmobiliarios que, al fin y al cabo, decidieron voluntariamente adquirir sus propiedades en un contexto de libre mercado.

De especial interés resulta la identificación de una nueva clave discursiva mediante la que algunos políticos admiten efectos positivos no previstos de la crisis económica. Paradójicamente, esos efectos positivos tendrían que ver con la contribución que la crisis ha realizado a la hora de deshacer lo hecho durante los periodos de expansión, cuando la acción de los promotores inmobiliarios gozaba de la complicidad y el apoyo –cuando no literalmente del impulso– de los partidos mayoritarios y los responsables políticos pugnaban por conseguir atraer a sus municipios al mayor número posible de residentes europeos. Así, la salida de los municipios de residentes extranjeros junto al repliegue hacia los antiguos centros urbanos de los que continúan viviendo en ellos habría fomentado nuevas formas de interacción y participación, cuestión ésta que tiende a ser valorada por los políticos muy positivamente, más aún cuando ese repliegue aligera el costoso mantenimiento de una herencia de extensas periferias de urbanizaciones que han pasado de simbolizar una particular idea de progreso a representar las contradicciones que esa idea escondía.

Para mayor información:

MANTECÓN, Alejandro; MEMBRADO, Joan Carles; HUETE, Raquel. Fragmentación socio-espacial, inmigración europea y discursos políticos en la Provincia de Alicante. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 2016, nº 72, pp. 67-90. ISSN: 0212-9426. Disponible en: http://www.age-geografia.es/ojs/index.php/bage/article/viewFile/2332/2198

Alejandro Mantecón y Raquel Huete son profesores en el Departamento de Sociología I de la Universidad de Alicante

Joan Carles Membrado es profesor en el Departamento de Geografía de la Universitat de València