Daniel Fernando García Bautista*
El ser humano ha causado la mayor transformación de los paisajes en los tiempos recientes. La expansión desmedida de las ciudades, la demanda de crecimiento económico y la ambición por el desarrollo, han dejado relegada la naturaleza a un segundo plano. El ser humano ha migrado a las grandes urbes en busca de sus sueños y sin embargo, la necesidad del contacto natural, lo ha llevado de vuelta a la naturaleza. El turismo, en gran medida expresa esta búsqueda incansable.
En una ciudad como Bogotá, el paisaje se convierte en el punto de encuentro de la interacción social-natural y toma un papel clave para el desarrollo del turismo sostenible. En esta metrópoli, el inacabable horizonte de cemento hacia el occidente, contrasta con el relieve montañoso y las grandes cumbres del oriente, desde las que se tiene una vista panorámica privilegiada. Este es un lugar, que inspira y conmueve a sus espectadores.
En este lugar, los grandes accidentes geográficos limitaron la población a escasos asentamientos rurales. Es el caso de la vereda El Verjón, ubicada a 30 minutos en automóvil desde el centro de la ciudad.
Nuevas miradas para la sostenibilidad del turismo
Unos años atrás, la accesibilidad y singularidad de los cerros orientales para los caminantes, permitieron la inclusión de las organizaciones locales en los proyectos impulsados por el gobierno distrital, a través de la Mesa Ambiental de los Cerros Orientales. De esta forma se elaboró una estrategia de turismo, que se denominó Los caminos de los cerros. En la vereda El Verjón la comunidad fue un actor importante y determinante en el desarrollo e implementación de los senderos que se proyectaron allí. En estas propuestas, se consideró el paisaje como un aspecto importante de la oferta turística, pero el mismo, solo fue considerado de manera puntual para las zonas más llamativas.
Y es que, en este territorio con amplios panoramas y montañas que tocan las nubes, contrastan los asentamientos campesinos con la vegetación colorida. Pero más allá del punto de vista del espectador, el paisaje tiene mucho que dar. Esto es, explorar una nueva mirada frente a la interacción entre los elementos naturales y sociales, que allí se dan encuentro bajo pretexto del turismo.
El paisaje de un territorio está expresado en los mapas, en los que se indican sus diferentes características. Los símbolos representan los diferentes objetos que pueden ser observados en un territorio, de acuerdo a lo que se busque expresar y esto es conocido como cartografía temática. En la actualidad existe una gran variedad de información cartográfica para cada territorio y adicionalmente, a través de algunos programas de Internet se puede acceder a las imágenes capturadas con satélites. Toda esta información, corresponde a lo que una persona observa durante un recorrido en una ruta turística.
Bien es sabido que algunos elementos hacen especial un lugar determinado y que por el contrario, hay otros que dan una impresión negativa del mismo. De esta manera, al planificar el turismo en una región, éstos deben ser considerados e identificados, con el objeto de evitar la pérdida de calidad de los paisajes que marcan una experiencia positiva en quienes son sus observadores.
En el caso de El Verjón, entre sus atractivos sobresalen las cumbres que dan una amplia visión de la ciudad, del campo y de los ecosistemas propios de este territorio. Además de los lugares como el río Teusacá, las quebradas, los bosques y la vegetación, las fincas agroecológicas y como si fuera una ventana a otra realidad, una recreación de los bohíos de los pueblos indígenas. Por el contrario, se identificaron grandes canteras mineras en las que dejaron la roca expuesta. Estos elementos se compilaron en un mapa de potencial.
A partir de esta información, se logró identificar una ruta turística que integra el territorio, la comunidad local y los principales atractivos. De esta manera, se realizó una propuesta donde el paisaje es el epicentro de la interacción para el desarrollo del turismo sostenible de acuerdo a los lugares disponibles y óptimos para el desarrollo de cada actividad.
Para mayor información:
GARCIA, Daniel y MAHECHA, Samir.Estudio de factibilidad técnica y ambiental de los procesos turísticos y su impacto en el paisaje para un sendero en zona rural de Bogotá. Cuadernos de geografía: Revista colombiana de geografía, vol. 26 (2): p. 195-218, 2017.
ISSN electrónico 2256-5442. ISSN impreso 0121-215X.
* Daniel García es un profesional en ingeniería ambiental egresado de la Universidad Distrital, que actualmente labora con la Secretaría de Ambiente.
Un agradecimiento especial a Daniel Ocampo y Milén Copa Pabón por sus valiosas ideas para realizar este artículo.