Emancipación residencial y crisis en España: desigualdades por género y edad.

Antonio Echaves* y Carlos Echaves**

El ingreso de los jóvenes a la edad adulta puede definirse a partir de la configuración de un proyecto vital autónomo y la institución de un nuevo hogar en una vivienda independiente. En mencionado proceso, la emancipación residencial debe entenderse como un elemento constitutivo necesario. Este tránsito hay que contextualizarlo, no obstante, en el marco de una modernidad generadora de constantes incertidumbres, donde la inicial emancipación residencial no siempre implica la emancipación familiar completa ni supone la consecución de un hogar independiente definitivo, evidenciando así, la ‘no linealidad’, en nuestro país, de las trayectorias del fenómeno en cuestión.

Según la Encuesta de Población Activa, en España, el porcentaje de jóvenes de 16 a 29 años que viven fuera del hogar de origen respecto del total de personas de su misma edad (tasa de emancipación residencial), aumenta en torno a 10 puntos desde comienzos de la década de los 2000 hasta el año 2008 (29,5%), momento a partir del cual se produce un continuo descenso hasta alcanzar 22,4% en 2015. Se puede afirmar, por tanto, que la crisis iniciada en 2008 ha frenado la tendencia, desde el 2001, de disminución de jóvenes residencialmente dependientes. Empero, la proporción de jóvenes que se emancipa del hogar de origen no ha decrecido desde 2008 con la misma intensidad con la que había aumentado durante el periodo 2001-08.

En relación a la evolución de la emancipación según género, las diferencias son evidentes. Es cierto que para mujeres y hombres, y en evolución, la tasa tiene un comportamiento muy similar: aumento progresivo hasta el año 2008 y descenso hasta el 2015. Sin embargo, en todos y cada uno de los años la tasa de emancipación de las primeras es mayor. Estos datos confirman que son las mujeres jóvenes las que abandonan antes el hogar familiar. Ello podría deberse a la mayor incidencia del desempleo en los hombres y a las expectativas de las mujeres en formar una familia a una edad más temprana.

Algunas investigaciones han constatado que el abandono del hogar familiar a edades más tempranas se produce a pesar de la mayor precariedad laboral, especialmente de aquellas mujeres con menor formación y menor cualificación, emancipándose con la perspectiva de formar una pareja y posteriormente una familia. Existiría así, un comportamiento diferencial ante el abandono del hogar de origen asociado a los roles de género.

Tasas de emancipación y principalidad de los jóvenes de 16 a 29 años según género. España, 2001-2015.
Tasas de emancipación y principalidad de los jóvenes de 16 a 29 años según género. España, 2001-2015.

Fuente: elaboración propia a partir de los datos de la EPA-INE (datos al II trimestre).

Los hombres retrasarían en mayor medida el momento de la emancipación residencial hasta alcanzar una mayor estabilidad económico-laboral, lo que se traduciría en mayores tasas de principalidad, al menos hasta 2009-10. Entonces, ¿sería apropiado hablar de cierta ‘emancipación dependiente’ femenina? No hay que olvidar que en la actividad laboral de las jóvenes, los valores sexistas, la falta de una igualdad real de oportunidades y menores salarios, siguen hoy en día vinculados al menor coste de oportunidad que para ellas supone abandonar el mercado laboral.

Pese a lo establecido, no debe obviarse el proceso según el cual la proporción de mujeres sustentadoras principales del hogar ha aumentado en los últimos años, lo que indicaría el cambio hacia una emancipación femenina menos dependiente. A partir de 2010 las tasas de hombres y mujeres se igualan, como consecuencia del descenso de la proporción de hombres ‘persona de referencia’ y el mantenimiento de la de mujeres. La tasa de principalidad del total de jóvenes de 16 a 29 años aumenta desde 2001 hasta el 13,5% en 2009, momento en el que tiene lugar un descenso hasta situarse en el 11% en 2015. Este descenso podría deberse a un hecho demográfico constatado: la disminución del contingente juvenil, pero también a la menor formación de hogares jóvenes como consecuencia de la caída, a partir de 2008-09, de las tasas de emancipación. Además, no podemos pasar por alto la vuelta de muchos jóvenes-adultos españoles, los denominados ‘boomerang kids’ que, a causa de la crisis, han regresado al hogar de origen después de haber perdido el empleo y vivido una etapa por cuenta propia.

Respecto a la evolución de la proporción de jóvenes emancipados según edad, desde 2001 y hasta 2008, aumenta en todos y cada uno de los grupos. A partir 2008-09 se produce un descenso del porcentaje de emancipados, momento en el que se inicia la crisis económica. No obstante, se trata de caídas no tan destacables, en especial para los grupos de mayor edad. Para el grupo de 20 a 24 años la actual situación económica parece tener un impacto mayor en sus tasas de emancipación, pero en cualquier caso, son cifras que podrían sugerir que los efectos de la crisis económica sobre el abandono del hogar familiar no han modificado de manera tan relevante las tendencias de las trayectorias emancipatorias de los jóvenes españoles, tal y como cabría esperar a priori.

Tasas de emancipación de los jóvenes por grupos de edad. España, 2001-2015


Fuente: elaboración propia a partir de los datos de la EPA-INE (datos al II trimestre).

Fuente: elaboración propia a partir de los datos de la EPA-INE (datos al II trimestre).

Los datos del gráfico anterior confirman que son las generaciones más jóvenes las que tienen una mayor dificultad para emanciparse, y esto sucede antes y durante la crisis, por lo que su mayor vulnerabilidad nos habla de una realidad estructural que precede a aquella.

Para mayor información:

ECHAVES, Antonio y ECHAVES, Carlos. El acceso al mercado de vivienda en España en el actual contexto socioeconómico: jóvenes, emancipación tardía y desigualdad residencial. Proyectos sociales, creativos y sostenibles. Asociación Castellano Manchega de Sociología, 2013, p. 93-108.

* Antonio Echaves es Doctor en Sociología, Profesor del Departamento de Sociología de la Universidad de Sevilla y miembro del Centro de Sociología y Políticas Locales de La UPO.

** Carlos Echaves es Doctorando en Sociología, Investigador FPI en el Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CSIC y Colaborador Honorífico del Departamento de Sociología II de la UCM.