Alfonso Fernández-Arroyo López-Manzanares1
Somos sociedades condicionadas por estructuras materiales y simbólicas que nosotros mismos construimos. El sistema urbano, las infraestructuras de transporte o el propio lenguaje determinan la organización de las distintas comunidades que se perciben según se representan. En este sentido, en planificación territorial del turismo, la percepción de la distancia-tiempo se concibe como un factor de decisión de primer orden, por lo que venimos a ofrecer una propuesta analítica pensada especialmente en la puesta en valor de las zonas rurales o periféricas considerando su accesibilidad.
El binomio transporte-turismo ha definido la dependencia de las comunidades rurales respecto a la localización de los focos poblacionales más dinámicos, valorando siempre la disponibilidad de infraestructuras desde la perspectiva de las sociedades urbanas, como sucede con el turismo rural. Aquí, en el análisis geográfico económico, en términos de coste-tiempo, se viene priorizando la cuantificación de la estancia y la estacionalidad, mientras que se obvia la cualificación del tiempo de acceso al destino y, por ende, del propio territorio-destino.
Cualificar la accesibilidad como un factor diferenciador en la selección del destino es el objetivo que nos proponemos, adoptando una lógica estructural origen-enlace-destino en la territorialización del turismo. Para ello, desarrollamos una metodología y cartografía de utilidad comunicativa y social, de interés para transformar la imagen del destino y, en consecuencia, la práctica del turismo en sí. La escala de trabajo, justificada por múltiples motivos, es la subregional. Por ello, en este caso, adoptamos los territorios rurales o LEADER como referencia.
Desde esta perspectiva consideraremos, más que la importancia de generar valor acortando las distancias y los tiempos del viaje turístico, la necesidad de producir un sentido social diferenciador del territorio turístico tomando como referencia la accesibilidad: la práctica de un turismo intensivo o de proximidad, un turismo alternativo en entornos rurales más distantes, o la búsqueda de espacios poco frecuentados de los que interesa el acceso a su patrimonio territorial, revelan múltiples formas de concebir el destino a partir de los nodos de enlace, los trazados de carretera e infraestructuras, los servicios de transporte, las velocidades de circulación y los canales de acceso al espacio-tiempo del turismo como elementos clave en su representación.
Contrariamente a lo asumido, demostramos empíricamente que el aumento de la movilidad y la reducción de tiempo en los desplazamientos presenta una parte negativa. Sobre todo, cuando el territorio-destino adopta carácter de empresa al priorizarse la rentabilidad de las unidades productivas por encima de la calidad de vida de la comunidad. En estos casos, la representación del destino y de sus áreas de acceso, en un escenario de competitividad, distorsiona el sentido de la cooperación, de la solidaridad y de la creación de redes de proximidad, incentivando la competencia entre destinos periféricos equidistantes a un mismo centro y promoviendo el excursionismo o el ocio diario equivalente a la asistencia al cine o al teatro por efecto de la constricción del espacio-tiempo.
Tal y como concluimos en la investigación que hemos dado a conocer en nuestro artículo, la metodología aplicada, trasladable a cualquier territorio de interior como el aquí considerado a modo de laboratorio ―Castilla-La Mancha (España)―, nos permite argumentar la necesaria revisión de los parámetros utilizados al analizar y poner en valor los territorios rurales y periféricos. En el momento actual, la retórica temporal de la falta de medios, financiación e infraestructuras no basta para justificar el desinterés por la activación de los recursos y estructuras disponibles una vez pierden su valor especulativo o se agota su relato político-económico y mediático. Nos referimos, no solo a instalaciones turísticas tales como centros de interpretación, museos o señalización, sino, especialmente, a otro tipo de recursos humanos: planes, informes y estudios elaborados por diversos equipos técnicos, académicos o científicos, el asociacionismo sectorial o territorial, etc.
Desde nuestra posición, el destino turístico, para su sostenibilidad, deberá concebirse como lo que es: producto de la sociedad y de las relaciones entre sociedades de origen y de destino, ambas responsables de definir y redefinir el sentido social del territorio, independientemente de criterios de rentabilidad o de conectividad entre ellas. Con esta visión nos aproximamos a una forma más de significar y dotar de contenido simbólico al destino, esta vez priorizando la toma de consciencia de las comunidades implicadas, en términos de localización, facilitando nuevas relaciones espacio-tiempo de sociabilidad a partir de la tríada turismo, territorio y accesibilidad.
Para mayor información:
FERNÁNDEZ-ARROYO, Alfonso y MARTÍNEZ, Héctor Samuel (2017): “El acceso a los destinos rurales: una perspectiva para la planificación territorial del turismo en una región de interior (Castilla-La Mancha)”. Cuadernos de Turismo. Universidad de Murcia, nº 40, pp. 251-272. <http://revistas.um.es/turismo/article/view/309691>
1 Personal Investigador en Formación de la Universidad de Castilla-La Mancha. Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio. Avda. Camilo José Cela, S/N, 13071, Ciudad Real (España) e-mail: alfonso.farroyo@uclm.es