Jorge Olcina
Presidente de la Asociación de Geógrafos Españoles
El día 25 de enero de 2018 se celebró una reunión conjunta de las revistas Boletín de la AGE y Scripta Nova, en la cual se elaboró una Manifiesto sobre la calidad de las revistas de Geografía españolas.
Manifiesto sobre la calidad de las revistas geográficas españolas
Los consejos de redacción de las revistas Boletín de la AGE y Scripta Nova de la Universidad de Barcelona se alegran de la consideración que varias revistas de geografía españolas están teniendo recientemente, con su inclusión en el Emerging Citation Index.
No obstante, consideran que otras revistas de geografía, de larga tradición, tienen una calidad científica suficiente para ser incorporadas en índices de calidad.
Esto es especialmente importante en las revistas de geografía que tienen una especialización territorial muy acusada, que hace a los profesores de sus universidades especialmente preparados para tratar los problemas de dichos territorios.
Queremos señalar, además, como responsables de las revistas Boletín de la AGE y Scripta Nova, que al ser estas dos las únicas revistas de geografía españolas indexadas en el JCR están desbordadas de artículos de gran interés, que deben ser rechazadas por exceso de originales o que tardan mucho tiempo en ser publicados.
Las consecuencias del productivismo académico que se ha generalizado en las universidades son innumerables. Entre ellas el hecho de que la política de evaluación de ANECA, referida a la acreditación del profesorado y evaluación de su actividad investigadora, privilegia de manera exclusiva la publicación en las revistas mejor situadas en los índices JCR y SJR (ver convocatoria de sexenios de investigación 2018). En otras palabras, cualquier trabajo de investigación geográfica publicado en revistas académicas no incluidas en dichos índices es minusvalorado o ignorado, por lo que los investigadores canalizan sus trabajos hacia las escasas revistas de geografía bien posicionadas –los únicos artículos que de verdad cuentan en la valoración de su producción académica, posible acreditación y promoción laboral.
Eso genera que las revistas no incluidas o no bien situadas en los mencionados índices queden progresivamente en una posición marginal, al predominar el prestigio del contenedor (la revista) sobre el contenido (interés y rigor del trabajo) en la elección del investigador.
Consideramos que es necesario un cambio profundo en la política de evaluación de la investigación, que amplíe de manera efectiva los indicadores para la evaluación positiva y tenga en cuenta las características de la disciplina.