Paloma Blanco López *
Los modelos actuales de planificación del desarrollo turístico conciben al territorio como un producto integral que suma paisaje, empresas, infraestructuras, equipamientos, entorno social y patrimonio. El problema con esta visión general, es que podría considerarse que cualquier territorio puede convertirse en un destino turístico en virtud de poseer recursos potencialmente atractivos, sin considerar que no todos cuentan con la capacidad material y física para atender a un creciente número de visitantes, ni todos pueden desarrollarse en un plan turístico a largo plazo. En este contexto, es necesario un diagnóstico de los recursos naturales y culturales con potencial turístico en un territorio, como una de las condiciones inherentes de una planificación turística integral.
Esta situación es relevante en ecosistemas áridos, cuya fragilidad física y cultural requieren una planificación maximice su potencial y disminuya sus riesgos. En San Luis Potosí, la región árida y semiárida forma parte del Desierto Chihuahuense y se localiza en la Zona Altiplano. Abarca 15 de los 58 municipios de la entidad y comprende un área aproximada de 29,119.80 Km²., que equivalen a 46.74% de la superficie del Estado. Aun cuando es una zona desértica, cuenta con características fisiográficas que ofrecen una amplia gama de paisajes y ambientes con potencial para la práctica de turismo de naturaleza, además de contar con elementos culturales que propician el turismo cultural y religioso. Para argumentar esta afirmación se realizó un catálogo de los recursos turísticos de los quince municipios que componen la Zona Altiplano.
El proceso se llevó a cabo en dos etapas: la primera consistió en una revisión documental de trabajos similares previos sobre la zona de estudio para identificar el número, tipo y distribución de los recursos turísticos en la región. La segunda etapa consistió en trabajo de campo, en donde se verificaron y contrastaron los resultados de la información documental, además de recabar información oral con los pobladores, grupos ecologistas de la región y prestadores de servicios.
Como resultado se identificaron cinco rutas que integran los atractivos naturales y socio culturales a lo largo del Altiplano Potosino: La Ruta 1, compuesta por los municipios de Vanegas y Catorce; la Ruta 2 la integran Matehuala, Villa de la Paz y Cedral; la Ruta 3 abarca Villa de Guadalupe, Charcas, Venado y Moctezuma; la Ruta 4 corresponde a Guadalcázar y en la Ruta 5 se encuentran Salinas, Villa de Ramos y Santo Domingo.
La información de las cinco rutas se agrupó y clasificó de acuerdo con una metodología con visión geográfica en donde los elementos naturales y culturales se asocian en un espacio determinado con carácter permanente y a la vez proporcionan información sobre el potencial turístico de la región.
En total, el inventario para los 15 municipios de la Zona Altiplano consta de 270 atractivos turísticos, de los cuales 86 son naturales (51 físicos, 6 regiones especiales y 29 biológicos) y 184 socioculturales (100 manifestaciones culturales, 16 manifestaciones técnicas o científicas y 68 manifestaciones de folklor). Posteriormente se elaboró la cartografía y un análisis FODA para cada ruta para caracterizar y cada una de las áreas potenciales de desarrollo turístico en la región altiplano.
Ejemplo de mapa de ubicación y categorización de atractivos turísticos de la Zona Altiplano de San Luis Potosí, México. (Ruta 3)
De esa forma se demostró que el Altiplano potosino cuenta con una buena oferta de recursos naturales y socioculturales con atractivo turístico y valor único en el segmento de zonas áridas y semiáridas, que le otorgan un alto potencial para el desarrollo de la región. En contraste, la planificación turística es compacta y poco diversificada; no toma en cuenta las particularidades de cada parte del territorio, de forma que la actividad turística y sus beneficios se concentra sólo en algunas partes de la región y en actividades de aventura.
Esto podría provocar a largo plazo una sobrecarga de visitantes y el incremento en los riesgos ambientales, pues aunque la oferta turística del Altiplano atrae a un tipo de turista que busca contacto con la naturaleza, esto no es garantía de que el visitante sea informado, comprometido y con cultura ecológica y sostenible; lo que puede provocar prácticas como el comercio ilegal de flora y fauna silvestre, un inadecuado manejo de desechos y daños premeditados a los recursos naturales, que a corto y mediano plazo disminuyen el interés en los turistas y por ende, menores visitas e ingresos.
Para mayor información:
BLANCO LÓPEZ, Paloma. et. al. Inventario de recursos turísticos como base para la planificación territorial en la zona Altiplano de San Luis Potosí, México. Cuadernos de Turismo, 2015. Núm. 35. Enero-Junio. Murcia, España. pp. 17-42. http://revistas.um.es/turismo/article/view/221491
*Paloma Blanco López es Doctora en Ciencias Ambientales, egresada de Los Programas Multidisciplinarios de Posgrado en Ciencias Ambientales, de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, México.