Mujeres progresistas en una ciudad pequeña. El pasado y el futuro de Lorca tienen nombre de mujer

Rosalía Sala Vallejo*

El camino hacia un futuro más igualitario lo iniciaron no sólo las mujeres de las sociedades avanzadas sino también las mujeres de los pueblos pequeños, desconocidos, en los que hubo y hay más mujeres progresistas de lo que se cree.

En Lorca, una ciudad pequeña del sureste de España hubo mujeres valientes que iniciaron el camino hacia el progreso y la igualdad de derechos con los hombres.

EN LORCA, UNA CIUDAD PEQUEÑA DE ESPAÑA HUBO MUJERES VALIENTES QUE INICIARON EL CAMINO HACIA EL PROGRESO Y LA IGUALDAD DE DERECHOS CON LOS HOMBRES.

Este artículo es un homenaje a todas las que vivieron en esta tierra y que apenas aparecen en los libros, porque la Historia la han ido escribiendo los hombres desde su posición de privilegio y en ella las mujeres son ignoradas.

La mujer fuerte que describe la Biblia está en cada casa y en cada calle. En las casas y en las calles de Lorca, y en las de todos los pueblos.

La Historia se ha ocupado preferentemente de los grupos sociales relacionados con lo público y con el poder. Lo que han realizado las mujeres en el ámbito privado se ha considerado algo marginal. Las mujeres necesitan que se conozca y se valore esa historia de la vida cotidiana, porque un grupo social sin memoria de sí mismo es un grupo sin identidad.

UN GRUPO SOCIAL SIN MEMORIA DE SÍ MISMO ES UN GRUPO SIN IDENTIDAD

Hay necesidad de recuperar la memoria del trabajo callado de las mujeres para construir el futuro conservando y mirando al pasado. La contribución de las lorquinas al desarrollo de su pueblo bien merece una consideración. Reconocerlo es hacer justicia histórica.

Las lorquinas famosas y rompedoras que hubo a lo largo de los tiempos no se mencionan. Las que aparecen en los documentos anteriores al siglo XX lo hacen en función de sus padres y maridos de los que dependían.

A FINALES DEL SIGLO XIX, LA SITUACIÓN COMENZÓ A CAMBIAR.

A finales del siglo XXI, la situación comenzó a cambiar. Las mujeres se hicieron visibles, rompiendo con el modelo de ‘reinas del hogar’ que se les había adjudicado. Iniciaron un camino que las llevaría lentamente hacia la presencia activa en la sociedad, en los pequeños negocios, en la enseñanza y, más adelante, en la política.

El siglo XX está lleno de nombres de lorquinas del pueblo (no sólo de clases acomodadas) emprendedoras que fueron capaces de iniciar pequeños negocios, que se abrieron camino en un mundo de hombres y contribuyeron a la prosperidad de su pueblo, dejando sus nombres grabados en la memoria lorquina.

Lorca es un lugar de contrastes. Una ciudad con rincones históricos muy tradicionales, una huerta muy fértil y un campo inmenso que se extiende desde la zona montañosa hasta la costa. Tiene por tanto posibilidades de trabajo muy diversas. En la ciudad hubo desde el siglo XIX, y luego a todo lo largo del XX, mujeres pioneras: periodistas, escritoras, maestras, ginecólogas, comadronas, funcionarias, presidentas de Asociaciones e Instituciones.

En los campos hubo agricultoras que fundaron empresas ganaderas, contribuyendo de manera efectiva al desarrollo económico de la región. Encargadas de las labores de cultivo a la vez que las del hogar, mientras los maridos tenían otros oficios, aportaron un valor añadido a la economía familiar y el desarrollo del sector agrícola.

Dos ejemplos de mujeres de Lorca pueden ilustrar este artículo. Una de ellas perteneciente a la clase acomodada lorquina que fue periodista, y la otra un ejemplo de mujer del pueblo emprendedora que llegó a crear una gran empresa familiar.

La primera se llamaba Huertas Galindo. Nació en 1865 y fue una mujer muy progresista, que hizo teatro con compañías locales y fundó junto a su marido, Juan López Barnes, un periódico local La tarde de Lorca, en el que escribía con el seudónimo de HACHE. Desde sus artículos fue una gran reivindicadora del derecho de las mujeres al voto. El periódico se publicó desde 1909 hasta 1937. Su marido tiene dedicada una calle en la ciudad de Lorca pero a ella no se le menciona. Es la invisibilidad de la valía de las mujeres, tanto en los pueblos pequeños como en las grandes ciudades.

La otra, Dolores Bastida, nació en 1910. La Loles no sabía leer, pero supo abrirse camino en la vida durante la guerra civil española, con su marido en el frente donde murió. Ella fue como tantas mujeres de su generación, la madre en lucha permanente con la vida para sacar adelante a sus seis hijos. Pasó de vender en el mercado, antes de la guerra, a tener después una pequeña tienda que pronto se convirtió en una gran panadería-repostería. Actualmente sus hijos regentan varios de los establecimientos de repostería-confitería más prestigiosos de Lorca.

Los ejemplos a citar serían muchos como sucedería en cualquier otro lugar. Hay que recuperar la memoria de las mujeres fuertes de todos los pueblos, para construir un futuro mejor conservando todo lo que las mujeres aportaron en el pasado y siguen aportando.

Las mujeres aún no han aportado a la Historia de todos más que una parte muy elemental de sus capacidades. En los pueblos hay muchas más mujeres progresista de lo que se cree y hay que aprovechar sus talentos y habilidades.

Para más información: SALA VALLEJO, Rosalía. Las Mujeres en la Historia de Lorca. Lorca: Imprenta López, 2001.

*Rosalía Sala ha sido Profesora de Enseñanza Media en el Instituto de Lorca (Murcia).